Bible Commentaries
2 Reyes 6

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* Los hijos de los profetas ampl�an sus habitaciones, Iron hizo nadar. (1-7) Eliseo revela los consejos de los sirios. (8-12) Sirios enviados a apoderarse de Eliseo. (13-23) Samaria asedi�, Una hambruna, El rey env�a a matar a Eliseo. (24-33)

Versículos 1-7

1-7 Existe ese placer en la conversaci�n de los siervos de Dios, que puede hacer que quienes los escuchan olviden el dolor y el cansancio del trabajo. Incluso los hijos de los profetas no deben estar dispuestos a trabajar. Que nadie piense que un empleo honesto es una carga o una desgracia. Y el trabajo de la cabeza es tan duro, y muy a menudo m�s duro, que el trabajo con las manos. Debemos tener cuidado con lo que se toma prestado, como propio, porque debemos hacer lo que har�amos. Este hombre respetaba tanto la cabeza del hacha. Y para aquellos que tienen una mente honesta, la queja m�s grave de la pobreza es, no tanto su propia necesidad y desgracia, como ser incapaz de pagar solo deudas. Pero el Se�or se preocupa por su pueblo en sus m�s peque�as preocupaciones. Y la gracia de Dios puede as� levantar el coraz�n de piedra de hierro, que est� hundido en el lodo de este mundo, y levantar afectos, naturalmente terrenales.

Versículos 8-12

8-12 El rey de Israel consider� las advertencias que Eliseo le dio, del peligro de los sirios, pero no hizo caso de las advertencias de peligro de sus pecados. Tales advertencias son poco escuchadas por la mayor�a; se salvar�an de la muerte, pero no del infierno. Nada de lo que una persona hace, dice o piensa, en cualquier lugar, en cualquier momento, est� fuera del conocimiento de Dios.

Versículos 13-23

13-23 Lo que Eliseo dijo a su siervo se lo dice a todos los fieles siervos de Dios, cuando afuera hay peleas y dentro hay miedos. No temas, con ese miedo que tiene tormento y asombro; porque los que est�n con nosotros, para protegernos, son m�s que los que est�n contra nosotros, para destruirnos. Los ojos de su cuerpo estaban abiertos, y con ellos vio el peligro. Se�or, abre los ojos de nuestra fe, para que con ellos podamos ver tu mano protectora. Mientras tengamos una visi�n m�s clara de la soberan�a y el poder del Cielo, menos temeremos los problemas de la tierra. Satan�s, el dios de este mundo, ciega los ojos de los hombres y los enga�a hasta su propia ruina; pero cuando Dios ilumina sus ojos, se ven a s� mismos en medio de sus enemigos, cautivos de Satan�s y en peligro del infierno, aunque, antes, pensaban que su condici�n era buena. Cuando Eliseo tuvo a los sirios a su merced, hizo parecer que estaba influenciado tanto por la bondad divina como por el poder divino. No seamos vencidos del mal, sino vencemos el mal con el bien. Los sirios vieron que no ten�a ning�n prop�sito tratar de atacar a un hombre tan grande y tan bueno.

Versículos 24-33

24-33 Aprende a valorar mucho y a estar agradecido por ello; �mira cu�n despreciable es el dinero, cuando en tiempo de hambruna se separa tan libremente de cualquier cosa que sea comestible! El lenguaje de Joram para la mujer puede ser el lenguaje de la desesperaci�n. Mira la palabra de Dios cumplida; entre las amenazas de los juicios de Dios sobre Israel por sus pecados, este era uno, que deber�an comer la carne de sus propios hijos, Deuteronomio 28:53-5. La verdad y la terrible justicia de Dios se mostraron en esta horrible transacci�n. �Pobre de m�! �Qu� miserias ha tra�do el pecado al mundo! Pero la necedad del hombre pervierte su camino, y luego su coraz�n se inquieta contra el Se�or. El rey jura la muerte de Eliseo. Los hombres malvados culpar�n a cualquiera como la causa de sus problemas, en lugar de a s� mismos, y no dejar�n sus pecados. Si desgarrar la ropa, sin un coraz�n roto y contrito, servir�a, si usar tela de saco, sin ser renovado en el esp�ritu de su mente, servir�a, no se destacar�an contra el Se�or. Que toda la palabra de Dios aumente en nosotros el temor reverente y la santa esperanza, para que seamos firmes e inamovibles, siempre abundando en la obra del Se�or, sabiendo que nuestro trabajo no es en vano en el Se�or.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 2 Kings 6". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/2-kings-6.html. 1706.