Bible Commentaries
Colosenses 1

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Versículos 1-8

1-8 �Todos los verdaderos cristianos son hermanos entre s�. La fidelidad atraviesa todos los caracteres y relaciones de la vida cristiana. La fe, la esperanza y el amor son las tres gracias principales de la vida cristiana, y materia propia de la oraci�n y la acci�n de gracias. Cuanto m�s fijemos nuestras esperanzas en la recompensa del otro mundo, m�s libres seremos para hacer el bien con nuestro tesoro terrenal. El Evangelio es la palabra de la verdad, la cual es la que se utiliza en la vida de los creyentes. El evangelio es la palabra de la verdad, y podemos aventurar nuestras almas en ella. Y todos los que oyen la palabra del Evangelio, deben producir el fruto del Evangelio, obedecerlo y formar sus principios y vidas de acuerdo con �l. El amor mundano surge, ya sea de los puntos de vista de inter�s o de la semejanza en los modales; el amor carnal, del apetito por el placer. A ellos se adhiere siempre algo corrupto, ego�sta y vil. Pero el amor cristiano surge del Esp�ritu Santo, y est� lleno de santidad.

Versículos 9-14

9-14 El ap�stol era constante en la oraci�n, para que los creyentes fueran llenos del conocimiento de la voluntad de Dios, en toda sabidur�a. Las buenas palabras no sirven sin las buenas obras. El que se compromete a dar fuerza a su pueblo, es un Dios de poder, y de poder glorioso. El bendito Esp�ritu es el autor de esto. Al orar por la fuerza espiritual, no estamos estrechos, ni limitados en las promesas, y no deber�amos estarlo en nuestras esperanzas y deseos. La gracia de Dios en los corazones de los creyentes es el poder de Dios; y hay gloria en este poder. El uso especial de esta fuerza fue para los sufrimientos. Hay trabajo que hacer, incluso cuando estamos sufriendo. En medio de todas sus pruebas, daban gracias al Padre de nuestro Se�or Jes�s, cuya gracia especial los capacitaba para participar de la herencia provista para los santos. Para llevar a cabo este cambio, los que eran esclavos de Satan�s fueron hechos s�bditos voluntarios de Cristo. Todos los que est�n destinados al cielo en lo sucesivo, est�n preparados para el cielo ahora. Los que tienen la herencia de hijos, tienen la educaci�n de hijos y la disposici�n de hijos. Por la fe en Cristo gozaron de esta redenci�n, como la compra de su sangre expiatoria, por la cual se otorg� el perd�n de los pecados y todas las dem�s bendiciones espirituales. Seguramente entonces consideraremos como un favor el ser liberados del reino de Satan�s y llevados al de Cristo, sabiendo que todas las pruebas terminar�n pronto, y que todo creyente ser� encontrado entre los que salgan de la gran tribulaci�n.

Versículos 15-23

15-23 Cristo, en su naturaleza humana, es el descubrimiento visible del Dios invisible, y quien lo ha visto, ha visto al Padre. Adoremos estos misterios con humilde fe, y contemplemos la gloria del Se�or en Cristo Jes�s. �l naci� o fue engendrado antes de toda la creaci�n, antes de que fuera hecha cualquier criatura; que es la forma escritural de representar la eternidad, y por la que se nos representa la eternidad de Dios. Todas las cosas, siendo creadas por �l, fueron creadas para �l; siendo hechas por su poder, fueron hechas seg�n su voluntad, y para su alabanza y gloria. No s�lo las cre� todas al principio, sino que es por la palabra de su poder que se mantienen. Cristo, como mediador, es la cabeza del cuerpo, la iglesia; toda la gracia y la fuerza provienen de �l, y la iglesia es su cuerpo. Toda la plenitud habita en �l; una plenitud de m�rito y de justicia, de fuerza y de gracia para nosotros. Dios mostr� su justicia al exigir la plena satisfacci�n. Este modo de redimir a la humanidad mediante la muerte de Cristo era el m�s adecuado. Aqu� se presenta a nuestra vista el m�todo de ser reconciliados. Y que, a pesar del odio al pecado por parte de Dios, le agrad� reconciliar al hombre ca�do consigo mismo. Si estamos convencidos de que �ramos enemigos en nuestras mentes por las malas obras, y que ahora estamos reconciliados con Dios por el sacrificio y la muerte de Cristo en nuestra naturaleza, no intentaremos explicar, ni pensaremos en comprender plenamente estos misterios; sino que veremos la gloria de este plan de redenci�n, y nos regocijaremos en la esperanza que se nos presenta. Si esto es as�, que el amor de Dios es tan grande para nosotros, �qu� haremos ahora por Dios? Sed frecuentes en la oraci�n, y abundad en los deberes santos; y no viv�is m�s para vosotros mismos, sino para Cristo. Cristo muri� por nosotros. Pero, �por qu�? �Para que sigamos viviendo en el pecado? No, sino para que muramos al pecado y vivamos en adelante no para nosotros mismos, sino para �l.

Versículos 24-29

24-29 Tanto los sufrimientos de la Cabeza como los de los miembros se llaman sufrimientos de Cristo, y constituyen, por as� decirlo, un solo cuerpo de sufrimientos. Pero �l sufri� por la redenci�n de la Iglesia; nosotros sufrimos por otros motivos, pues no hacemos m�s que saborear ligeramente ese c�liz de aflicciones del que Cristo bebi� primero profundamente. Se puede decir que el cristiano llena lo que queda de los sufrimientos de Cristo, cuando toma su cruz y, siguiendo el modelo de Cristo, soporta pacientemente las aflicciones que Dios le asigna. Agradezcamos que Dios nos haya dado a conocer misterios ocultos desde hace siglos y generaciones, y haya mostrado las riquezas de su gloria entre nosotros. Cuando Cristo es predicado entre nosotros, pregunt�monos seriamente si habita y reina en nosotros, pues s�lo esto puede garantizar nuestra esperanza segura de su gloria. Debemos ser fieles hasta la muerte, a trav�s de todas las pruebas, para poder recibir la corona de la vida, y obtener el fin de nuestra fe, la salvaci�n de nuestras almas.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Colossians 1". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/colossians-1.html. 1706.