* Las ciudades de refugio, el homicida no intencionado, el asesino. (1-13) No se deben quitar los mojones. (14) El castigo de los testigos falsos. (15-21)
1-13 Aqu� se establece la ley entre la sangre del asesinado y la sangre del asesino; se proporciona que las ciudades de refugio sean una protecci�n, para que un hombre no muera por eso como un crimen, que no fue un acto voluntario suyo. En Cristo, el Se�or nuestra Justicia, se proporciona refugio para aquellos que por fe huyen hacia �l. Pero no hay refugio en Jesucristo para los pecadores presumidos que contin�an en sus transgresiones. Aquellos que huyen a Cristo de sus pecados estar�n seguros en �l, pero no aquellos que esperan ser protegidos por �l en sus pecados.
14 Se da la direcci�n de fijar l�mites�en Cana�n. Es la voluntad de Dios que todos conozcan lo suyo y que se utilicen medios para evitar hacer y sufrir injusticias. Esto, sin duda, es un precepto moral y sigue siendo v�lido. Que cada hombre est� contento con su propia porci�n y sea justo con sus vecinos en todas las cosas.
15-21 Nunca se debe dictar sentencia bas�ndose �nicamente en el testimonio de un solo testigo. Un falso testigo debe sufrir el mismo castigo que buscaba infligir a la persona que acus�. Y ninguna ley podr�a ser m�s justa. Que todos los cristianos no solo sean cautelosos al dar testimonio en p�blico, sino que tambi�n tengan cuidado de no participar en difamaciones privadas; y que todos aquellos cuyas conciencias los acusan de un delito, sin demora, huyan en busca de refugio en la esperanza que se les presenta en Jesucristo.
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Información bibliográfica Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Deuteronomy 19". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/deuteronomy-19.html. 1706.
Introducción
* Las ciudades de refugio, el homicida no intencionado, el asesino. (1-13) No se deben quitar los mojones. (14) El castigo de los testigos falsos. (15-21)
Versículos 1-13
1-13 Aqu� se establece la ley entre la sangre del asesinado y la sangre del asesino; se proporciona que las ciudades de refugio sean una protecci�n, para que un hombre no muera por eso como un crimen, que no fue un acto voluntario suyo. En Cristo, el Se�or nuestra Justicia, se proporciona refugio para aquellos que por fe huyen hacia �l. Pero no hay refugio en Jesucristo para los pecadores presumidos que contin�an en sus transgresiones. Aquellos que huyen a Cristo de sus pecados estar�n seguros en �l, pero no aquellos que esperan ser protegidos por �l en sus pecados.
Versículo 14
14 Se da la direcci�n de fijar l�mites�en Cana�n. Es la voluntad de Dios que todos conozcan lo suyo y que se utilicen medios para evitar hacer y sufrir injusticias. Esto, sin duda, es un precepto moral y sigue siendo v�lido. Que cada hombre est� contento con su propia porci�n y sea justo con sus vecinos en todas las cosas.
Versículos 15-21
15-21 Nunca se debe dictar sentencia bas�ndose �nicamente en el testimonio de un solo testigo. Un falso testigo debe sufrir el mismo castigo que buscaba infligir a la persona que acus�. Y ninguna ley podr�a ser m�s justa. Que todos los cristianos no solo sean cautelosos al dar testimonio en p�blico, sino que tambi�n tengan cuidado de no participar en difamaciones privadas; y que todos aquellos cuyas conciencias los acusan de un delito, sin demora, huyan en busca de refugio en la esperanza que se les presenta en Jesucristo.