Bible Commentaries
Deuteronomio 34

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* Mois�s contempla la tierra prometida desde el monte Nebo. (1-4) La muerte y sepultura de Mois�s. El luto del pueblo. (5-8) Josu� sucede a Mois�s. La alabanza a Mois�s. (9-12)

Versículos 1-4

1-4 Mois�s parec�a no querer dejar su trabajo; pero una vez terminado, no manifest� renuencia a morir. Dios hab�a declarado que no deb�a entrar a Cana�n. Pero el Se�or tambi�n prometi� que Mois�s deber�a verlo, y le mostr� toda esa buena tierra. Tal vista los creyentes ahora tienen, por gracia, la dicha y la gloria de su futuro estado. A veces Dios reserva los descubrimientos m�s brillantes de su gracia a su pueblo para apoyar sus momentos de muerte. Aquellos pueden abandonar este mundo con alegr�a, que mueren en la fe de Cristo y en la esperanza del cielo.

Versículos 5-8

5-8 Mois�s obedeci� este mandato de Dios tan voluntariamente como cualquier otro, aunque parec�a m�s dif�cil. En esto se asemej� a nuestro Se�or Jesucristo. Pero muri� con honor, en paz y de la manera m�s f�cil; el Salvador muri� en la vergonzosa y tortuosa cruz. Mois�s muri� con gran facilidad; falleci� "por boca del Se�or", de acuerdo a la voluntad de Dios. Los siervos del Se�or, despu�s de haber realizado todos sus otros trabajos, deben estar dispuestos a irse a casa cuando su Maestro los llame, como se menciona en Hechos 21:13. El lugar de su sepultura es desconocido. Si el alma est� en paz con Dios, no importa mucho d�nde descanse el cuerpo. Su fuerza f�sica no decay�, ni tampoco la vitalidad y la agudeza de su mente; su entendimiento segu�a siendo claro y su memoria fuerte como siempre. Esta fue la recompensa por sus servicios y el resultado de su extraordinaria humildad. Aunque hubo un luto solemne por su partida, no debemos entregarnos al dolor, sin importar cu�n grande sea nuestra p�rdida. Si esperamos ir al cielo regocij�ndonos, �por qu� deber�amos ir a la tumba con tristeza?

Versículos 9-12

9-12 Mois�s condujo a Israel hasta los l�mites de Cana�n y luego muri�, dej�ndolos. Esto significa que la ley no perfeccion� nada, como se menciona en Hebreos 7:19 La ley lleva a las personas a un desierto de convicci�n, pero no a la Cana�n de descanso y paz establecida. Ese honor estaba reservado para Josu�, nuestro Se�or Jes�s, del cual Josu� fue un tipo (y el nombre es el mismo), para hacer por nosotros lo que la ley no pod�a hacer, como se menciona en Romanos 8:3. A trav�s de �l entramos en el descanso espiritual de la conciencia y en el descanso eterno en el cielo. Mois�s fue m�s grande que cualquier otro profeta del Antiguo Testamento. Pero nuestro Se�or Jes�s lo super�, mucho m�s de lo que los otros profetas se quedaron atr�s de �l. Y vemos una fuerte semejanza entre el Redentor de los hijos de Israel y el Redentor de la humanidad. Mois�s fue enviado por Dios para liberar a los israelitas de una cruel esclavitud; los sac� y venci� a sus enemigos. No solo se convirti� en su libertador, sino tambi�n en su legislador; no solo en su legislador, sino tambi�n en su juez; y finalmente, los llev� a la frontera de la tierra prometida. Nuestro bendito Salvador vino a rescatarnos de la esclavitud del diablo y a devolvernos la libertad y la felicidad. Vino a confirmar cada precepto moral del primer legislador y a escribirlos, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne en el coraz�n. Tambi�n vino a ser nuestro Juez, ya que ha designado un d�a en el cual juzgar� todos los secretos de los hombres y recompensar� o castigar� en consecuencia. Esta grandeza de Cristo sobre Mois�s es una raz�n por la cual los cristianos deben ser obedientes y fieles a la santa religi�n a la que profesan seguir como seguidores de Cristo. �Que Dios, por su gracia, nos haga a todos as�!

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Deuteronomy 34". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/deuteronomy-34.html. 1706.