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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Deuteronomy 4". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/deuteronomy-4.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Deuteronomy 4". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/
Introducción
* Exhortaciones sinceras a la obediencia, y disuasivas de la idolatr�a. (1-23) Advertencias contra la desobediencia y promesas de misericordia. (24-40) Ciudades de refugio designadas. (41-49)
Versículos 1-23
1-23 El poder y el amor de Dios a Israel son aqu� la base y la raz�n de una serie de advertencias y advertencias serias; y aunque hay mucha referencia a su pacto nacional, todos pueden aplicarse a quienes viven bajo el evangelio. �Para qu� est�n hechas las leyes sino para ser observadas y obedecidas? Nuestra obediencia como individuos no puede merecer la salvaci�n; pero es la �nica evidencia de que somos part�cipes del don de Dios, que es la vida eterna a trav�s de Jesucristo, considerando cu�ntas tentaciones tenemos y qu� deseos corruptos tenemos en nuestros pechos, tenemos una gran necesidad de mantener nuestro Corazones con toda diligencia. Los que no pueden caminar bien, los que caminan descuidadamente. Mois�s se encarga especialmente de prestar atenci�n al pecado de idolatr�a. Muestra cu�n d�bil ser�a la tentaci�n para aquellos que pensaran correctamente; porque estos dioses simulados, el sol, la luna y las estrellas, eran solo bendiciones que el Se�or su Dios hab�a impartido a todas las naciones. Es absurdo adorarlos; �Serviremos a los que fueron hechos para servirnos? Presta atenci�n para que no olvides el pacto del Se�or tu Dios. Debemos prestar atenci�n para no olvidar en ning�n momento nuestra religi�n. El cuidado, la precauci�n y la vigilancia son ayudas contra la mala memoria.
Versículos 24-40
24-40 Mois�s inst� a la grandeza, gloria y bondad de Dios. Si consideramos qu� Dios es con quien tenemos que hacer, seguramente deber�amos tomar conciencia de nuestro deber para con �l y no atrevernos a pecar contra �l. �Vamos a abandonar a un Dios misericordioso, que nunca nos abandonar� si somos fieles a �l? �A d�nde podemos ir? Deteng�monos a nuestro deber por los lazos de amor y prevalezcamos con las misericordias de Dios para unirnos a �l. Mois�s inst� a la autoridad de Dios sobre ellos y sus obligaciones para con �l. Al guardar los mandamientos de Dios, actuar�an sabiamente por s� mismos. El temor del Se�or, eso es sabidur�a. Aquellos que disfrutan del beneficio de la luz y las leyes divinas, deben apoyar su car�cter de sabidur�a y honor, para que Dios pueda ser glorificado de ese modo. Aquellos que invocan a Dios, ciertamente lo encontrar�n dentro del llamado, listo para dar una respuesta de paz a cada oraci�n de fe. Todos estos estatutos y juicios de la ley divina son justos y rectos, por encima de los estatutos y juicios de cualquiera de las naciones. Lo que vieron en el monte Sina�, dio un fervor del d�a del juicio, en el cual el Se�or Jes�s ser� revelado en llamas de fuego. Tambi�n deben recordar lo que escucharon en el monte Sina�. Dios se manifiesta en las obras de la creaci�n, sin habla ni lenguaje, pero su voz se escucha, Salmo 19:1; Salmo 19:3; pero a Israel se dio a conocer por el habla y el lenguaje, condescendiente con su debilidad. El surgimiento de esta naci�n fue muy diferente del origen de todas las dem�s naciones. Ver las razones de la gracia libre; no somos amados por nuestro propio bien, sino por el bien de Cristo. Mois�s inst� a cierto beneficio y ventaja de la obediencia. Este argumento con el que hab�a comenzado, ver. Deuteronomio 4:1, para que vivas, y entres y poseas la tierra; y esto concluye con, ver. Deuteronomio 4:40, para que te vaya bien a ti y a tus hijos despu�s de ti. Les recuerda que su prosperidad depender� de su piedad. La apostas�a de Dios sin duda ser�a la ruina de su naci�n. �l prev� su rebeli�n de Dios a los �dolos. Aquellos, y solo esos, encontrar�n a Dios para su comodidad, que lo buscan con todo su coraz�n. Las aflicciones nos comprometen y nos aceleran a buscar a Dios; y, por la gracia de Dios trabajando con ellos, muchos vuelven a su sano juicio. Cuando te sucedan estas cosas, acude al Se�or tu Dios, porque ves lo que viene de apartarse de �l. Deje que todos los argumentos se unan, y luego diga, si la religi�n no tiene raz�n de su lado. Ninguno rechaz� el gobierno de su Dios, sino aquellos que primero abandonaron la comprensi�n de un hombre.
Versículos 41-49
41-49 Aqu� est� la introducci�n a otro discurso, o serm�n, Mois�s predic� a Israel, que tenemos en los siguientes cap�tulos. �l pone la ley delante de ellos, como la regla por la que deb�an trabajar, la forma en que deb�an caminar. La pone delante de ellos, como el vidrio en el que deb�an ver su rostro natural, que, al observar esta ley perfecta de libertad, podr�an continuar all�. Estas son las leyes, dadas cuando Israel acababa de salir de Egipto; y ahora se repitieron. Mois�s les dio el mando a estas leyes, mientras acampaban contra Bet-peor, un lugar �dolo de los moabitas. Sus triunfos actuales fueron un poderoso argumento para la obediencia. Y debemos entender nuestra propia situaci�n como pecadores, y la naturaleza de ese pacto de gracia al que estamos invitados. All� se nos muestran cosas m�s grandes que las que Israel vio desde el monte Sina�; se nos dan mayores misericordias de las que experimentaron en el desierto o en Cana�n. Uno nos habla, que tiene una dignidad infinitamente mayor que Mois�s; quienes descubrieron nuestros pecados en la cruz; y nos suplica por su amor moribundo.