1-4 Es un gran consuelo para los creyentes, que en medio de destructores y destrucciones, hay un Mediador, un gran Sumo Sacerdote, que tiene inter�s en el cielo, y en quien los santos en la tierra tienen inter�s. La representaci�n de la gloria divina desde arriba del arca, quitada al umbral, denotaba que el Se�or estaba a punto de abandonar su propiciatorio y pronunciar un juicio sobre el pueblo. El car�cter distintivo de este remanente que debe ser salvado, es como suspirar y clamar a Dios en oraci�n, debido a las abominaciones en Jerusal�n. Aquellos que se mantienen puros en tiempos de maldad general, Dios se mantendr� a salvo en tiempos de problemas y angustias generales.
5-11 La matanza debe comenzar en el santuario, para que todos puedan ver y saber que el Se�or odia m�s el pecado en los m�s cercanos a �l. El que fue designado para proteger, inform� el asunto. Cristo es fiel a la confianza depositada en �l. �Le ha ordenado su Padre que asegure la vida eterna al remanente elegido? �l dice: De todo lo que me has dado, no he perdido ninguno. Si otros perecen, y somos salvos, debemos atribuir la diferencia totalmente a la misericordia de nuestro Dios, porque nosotros tambi�n hemos merecido la ira. Sigamos defendiendo en nombre de los dem�s. Pero donde el Se�or no muestra misericordia, no hace injusticia; solo recompensa los caminos de los hombres.
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Información bibliográfica Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Ezekiel 9". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/ezekiel-9.html. 1706.
Introducción
* Una visi�n que denota la destrucci�n de los habitantes de Jerusal�n, y la partida del s�mbolo de la presencia divina.
Versículos 1-4
1-4 Es un gran consuelo para los creyentes, que en medio de destructores y destrucciones, hay un Mediador, un gran Sumo Sacerdote, que tiene inter�s en el cielo, y en quien los santos en la tierra tienen inter�s. La representaci�n de la gloria divina desde arriba del arca, quitada al umbral, denotaba que el Se�or estaba a punto de abandonar su propiciatorio y pronunciar un juicio sobre el pueblo. El car�cter distintivo de este remanente que debe ser salvado, es como suspirar y clamar a Dios en oraci�n, debido a las abominaciones en Jerusal�n. Aquellos que se mantienen puros en tiempos de maldad general, Dios se mantendr� a salvo en tiempos de problemas y angustias generales.
Versículos 5-11
5-11 La matanza debe comenzar en el santuario, para que todos puedan ver y saber que el Se�or odia m�s el pecado en los m�s cercanos a �l. El que fue designado para proteger, inform� el asunto. Cristo es fiel a la confianza depositada en �l. �Le ha ordenado su Padre que asegure la vida eterna al remanente elegido? �l dice: De todo lo que me has dado, no he perdido ninguno. Si otros perecen, y somos salvos, debemos atribuir la diferencia totalmente a la misericordia de nuestro Dios, porque nosotros tambi�n hemos merecido la ira. Sigamos defendiendo en nombre de los dem�s. Pero donde el Se�or no muestra misericordia, no hace injusticia; solo recompensa los caminos de los hombres.