Bible Commentaries
Isaías 26

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* Las misericordias divinas alientan a la confianza en Dios. (1-4) Sus juicios. (5-11) Su pueblo exhort� a esperar en �l. (12-19) La liberaci�n prometida. (20,21)

Versículos 1-4

1-4 "Ese d�a" parece significar cuando la Babilonia del Nuevo Testamento ser� nivelada con el suelo. La promesa inmutable y el pacto del Se�or son los muros de la iglesia de Dios. Las puertas de esta ciudad estar�n abiertas. Que los pecadores sean alentados a unirse al Se�or. Lo mantendr�s en paz; en perfecta paz, paz interior, paz exterior, paz con Dios, paz de conciencia, paz en todo momento, en todos los eventos. Conf�a en el Se�or para esa paz, esa porci�n, que ser� para siempre. Independientemente de lo que confiemos al mundo, durar� solo un momento; pero aquellos que conf�an en Dios no solo encontrar�n en �l, sino que recibir�n de �l, la fuerza que los llevar� a esa bendici�n que es para siempre. Recon�zcamoslo en todos nuestros sentidos y confiemos en �l en todas las pruebas.

Versículos 5-11

5-11 El camino de los justos es la uniformidad, un curso constante de obediencia y conversaci�n sagrada. Y es su felicidad que Dios haga su camino claro y f�cil. Es nuestro deber, y ser� nuestro consuelo, esperar a Dios, mantener deseos santos hacia �l en los momentos m�s oscuros y desalentadores. Nuestros problemas nunca deben apartarnos de Dios; y en la noche m�s oscura y larga de aflicci�n, con nuestras almas debemos desearle; y esto debemos esperar y rezar por �l. No hacemos nada de nuestra religi�n, cualquiera que sea nuestra profesi�n, si no hacemos el trabajo de coraz�n de ella. Aunque llegamos muy temprano, encontraremos a Dios listo para recibirnos. La intenci�n de las aflicciones es ense�ar justicia: bienaventurado el hombre a quien el Se�or as� ense�a. Pero los pecadores caminan contra �l. Seguir�n en sus malos caminos, porque no considerar�n qu� Dios es �l cuyas leyes persisten en despreciar. Los burladores y los seguros pronto sentir�n, lo que ahora no creer�n, que es algo terrible caer en manos del Dios viviente. No ver�n el mal del pecado; pero ellos ver�n. Oh, si abandonaran sus pecados y se volvieran al Se�or, para que �l tenga misericordia de ellos.

Versículos 12-19

12-19 Cada criatura, cada negocio, de cualquier manera �til para nuestra comodidad, Dios hace que sea as�; �l hace ese trabajo para nosotros que parec�a hacer en contra de nosotros. Hab�an sido esclavos del pecado y de Satan�s; pero por la gracia Divina se les ense�� a buscar ser liberados de todos los antiguos maestros. La causa opuesta a Dios y su reino se hundir� finalmente. Vea nuestra necesidad de aflicciones. Antes, la oraci�n llegaba gota a gota; ahora lo vierten, ahora viene como agua de una fuente. Las aflicciones nos llevan a la oraci�n secreta. Considere a Cristo como el orador que se dirige a su iglesia. Su resurrecci�n de entre los muertos fue un fervor de toda la liberaci�n anunciada. El poder de su gracia, como el roc�o o la lluvia, que hace revivir las hierbas que parecen muertas, elevar�a a su iglesia del estado m�s bajo. Pero podemos referirnos a la resurrecci�n de los muertos, especialmente de aquellos unidos a Cristo.

Versículos 20-21

20,21 Cuando los peligros amenazan, es bueno retirarse y permanecer escondido; cuando nos encomendamos a Dios para escondernos, �l nos esconder� debajo del cielo o en el cielo. As� estaremos seguros y felices en medio de las tribulaciones. Es solo por un corto tiempo, como lo fue por un peque�o momento; cuando termine, parecer� como nada. El lugar de Dios es el propiciatorio; all� se deleita en estar: cuando castiga, sale de su lugar, porque no le agrada la muerte de los pecadores. Pero casi no hay ninguna verdad que se repita con mayor frecuencia en las Escrituras, que el prop�sito determinado de Dios de castigar a los que hacen iniquidad. Manteng�monos cerca del Se�or, y separ�monos del mundo; y busquemos consuelo en la oraci�n secreta. Se acerca un d�a de venganza en el mundo, y antes de que llegue, debemos esperar tribulaci�n y sufrimiento. Pero debido a que el cristiano busca estas cosas, �estar� inquieto y consternado? No, que descanse en su Dios. Permaneciendo en �l, el creyente est� a salvo. Y esperemos pacientemente el cumplimiento de las promesas de Dios.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Isaiah 26". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/isaiah-26.html. 1706.