Bible Commentaries
Isaías 38

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* La enfermedad y la recuperaci�n de Ezequ�as. (1-8) Su acci�n de gracias. (9-22)

Versículos 1-8

1-8 Cuando oramos en nuestra enfermedad, aunque Dios no nos envi� una respuesta como la que envi� aqu� a Ezequ�as, sin embargo, si por su Esp�ritu nos pide que confiemos, nos asegura que nuestros pecados son perdonados, y que , si vivimos o morimos, seremos suyos, no rezamos en vano. Ver 2 Reyes 20:1.

Versículos 9-22

9-22 Tenemos aqu� la acci�n de gracias de Ezequ�as. Nos conviene recordar las misericordias que recibimos en la enfermedad. Ezequ�as registra la condici�n en que se encontraba. Se detiene en esto; Ya no ver� m�s al Se�or. Un buen hombre no desea vivir para ning�n otro fin que no sea el de servir a Dios y tener comuni�n con �l. Nuestra residencia actual es como la de un pastor en su caba�a, un alojamiento pobre, malo y fr�o, y con una confianza comprometida con nuestro cargo, como lo ha hecho el pastor. Nuestros d�as se comparan con la lanzadera del tejedor, Job 7:6, pasando y volviendo a pasar muy r�pidamente, cada lanzamiento deja un hilo detr�s; y cuando termina, la pieza se corta, se saca del telar y se muestra a nuestro Maestro para ser juzgado. Un buen hombre, cuando su vida se corta, sus preocupaciones y fatigas se cortan con ella, y �l descansa de sus labores. Pero nuestros tiempos est�n en la mano de Dios; �l ha designado lo que ser� la longitud de la pieza. Cuando estamos enfermos, somos muy aptos para calcular nuestro tiempo, pero a�n estamos en incertidumbre. Deber�a preocuparnos m�s c�mo nos pondremos a salvo en otro mundo. Y cuanto m�s sepamos de la bondad amorosa de Dios, m�s lo amar�n nuestros corazones y vivir�n para �l. Fue en amor a nuestras pobres almas que Cristo los libr�. El perd�n no hace que el pecado no haya sido pecado, sino que no sea castigado como se merece. Es agradable pensar en nuestras recuperaciones de la enfermedad, cuando las vemos fluir del perd�n del pecado. La oportunidad de Ezequ�as de glorificar a Dios en este mundo, hizo el negocio, el placer y el final de la vida. Siendo recuperado, decide abundar en alabar y servir a Dios. Las promesas de Dios no son eliminar, sino acelerar y alentar el uso de los medios. Se da vida y salud para que podamos glorificar a Dios y hacer el bien.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Isaiah 38". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/isaiah-38.html. 1706.