1-8 Si nuestras oraciones no son respondidas, y la salvaci�n que esperamos no es forjada por nosotros, no es porque Dios est� cansado de escuchar la oraci�n, sino porque estamos cansados ??de orar. Vea aqu� el pecado en colores verdaderos, extremadamente pecaminoso; y vemos el pecado en sus consecuencias, extremadamente hiriente, separ�ndonos de Dios y separ�ndonos, no solo de todo bien, sino de todo mal. Sin embargo, los n�meros se alimentan, para su propia destrucci�n, de sistemas infieles y malvados. Tampoco puede su habilidad u oficio, al dise�ar esquemas, mientras la ara�a teje su red, entregarlos o salvarlos. Ning�n esquema de salvaci�n forjada servir� a aquellos que desprecian la t�nica de justicia del Redentor. Todo hombre que carece del Esp�ritu de Cristo, corre r�pidamente al mal de alg�n tipo; pero los que, independientemente de la verdad y la justicia divinas, son extra�os a la paz.
9-15 Si cerramos los ojos a la luz de la verdad divina, es justo con Dios esconder de nuestros ojos las cosas que pertenecen a nuestra paz. Los pecados de los que se profesan el pueblo de Dios son peores que los pecados de los dem�s. Y los pecados de una naci�n traen juicios p�blicos, cuando no est�n restringidos por la justicia p�blica. Los hombres pueden murmurar bajo calamidades, pero nada realmente se beneficiar� mientras rechacen a Cristo y su evangelio.
16-21 Este pasaje est� conectado con los siguientes cap�tulos. Generalmente se cree que describe la venida del Mes�as, como el Vengador y el Libertador de su iglesia. No hab�a nadie que intercediera con Dios para rechazar su ira; ninguno para interponerse en apoyo de la justicia y la verdad. Sin embargo, comprometi� su propia fuerza y ??justicia para su pueblo. Dios har� justicia sobre los enemigos de su iglesia y la gente aparecer� claramente. Cuando el enemigo amenaza con derribar a todos sin control, entonces el Esp�ritu del Se�or lo detendr� y lo pondr� en fuga. El que ha entregado, todav�a entregar�. El Mes�as promete una salvaci�n mucho m�s gloriosa en el cumplimiento del tiempo, que todos los profetas ten�an en mente. El Hijo de Dios vendr� a nosotros para ser nuestro Redentor; el Esp�ritu de Dios vendr� a ser nuestro santificador: as� el Consolador permanecer� con la iglesia para siempre, Juan 14:16. La palabra de Cristo siempre continuar� en la boca de los fieles; y lo que se pretenda ser la mente del Esp�ritu, debe ser probado por las Escrituras. Debemos lamentar el progreso de la infidelidad y la impiedad. Pero la causa del Redentor obtendr� una victoria completa incluso en la tierra, y el creyente ser� m�s que vencedor cuando el Se�or lo reciba para su gloria en el cielo.
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Información bibliográfica Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Isaiah 59". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/isaiah-59.html. 1706.
Introducción
* Pruebas de pecado y maldad. (1-8) Confesi�n de pecado, y lamentaci�n por las consecuencias. (9-15) Promesas de liberaci�n. (16-21)
Versículos 1-8
1-8 Si nuestras oraciones no son respondidas, y la salvaci�n que esperamos no es forjada por nosotros, no es porque Dios est� cansado de escuchar la oraci�n, sino porque estamos cansados ??de orar. Vea aqu� el pecado en colores verdaderos, extremadamente pecaminoso; y vemos el pecado en sus consecuencias, extremadamente hiriente, separ�ndonos de Dios y separ�ndonos, no solo de todo bien, sino de todo mal. Sin embargo, los n�meros se alimentan, para su propia destrucci�n, de sistemas infieles y malvados. Tampoco puede su habilidad u oficio, al dise�ar esquemas, mientras la ara�a teje su red, entregarlos o salvarlos. Ning�n esquema de salvaci�n forjada servir� a aquellos que desprecian la t�nica de justicia del Redentor. Todo hombre que carece del Esp�ritu de Cristo, corre r�pidamente al mal de alg�n tipo; pero los que, independientemente de la verdad y la justicia divinas, son extra�os a la paz.
Versículos 9-15
9-15 Si cerramos los ojos a la luz de la verdad divina, es justo con Dios esconder de nuestros ojos las cosas que pertenecen a nuestra paz. Los pecados de los que se profesan el pueblo de Dios son peores que los pecados de los dem�s. Y los pecados de una naci�n traen juicios p�blicos, cuando no est�n restringidos por la justicia p�blica. Los hombres pueden murmurar bajo calamidades, pero nada realmente se beneficiar� mientras rechacen a Cristo y su evangelio.
Versículos 16-21
16-21 Este pasaje est� conectado con los siguientes cap�tulos. Generalmente se cree que describe la venida del Mes�as, como el Vengador y el Libertador de su iglesia. No hab�a nadie que intercediera con Dios para rechazar su ira; ninguno para interponerse en apoyo de la justicia y la verdad. Sin embargo, comprometi� su propia fuerza y ??justicia para su pueblo. Dios har� justicia sobre los enemigos de su iglesia y la gente aparecer� claramente. Cuando el enemigo amenaza con derribar a todos sin control, entonces el Esp�ritu del Se�or lo detendr� y lo pondr� en fuga. El que ha entregado, todav�a entregar�. El Mes�as promete una salvaci�n mucho m�s gloriosa en el cumplimiento del tiempo, que todos los profetas ten�an en mente. El Hijo de Dios vendr� a nosotros para ser nuestro Redentor; el Esp�ritu de Dios vendr� a ser nuestro santificador: as� el Consolador permanecer� con la iglesia para siempre, Juan 14:16. La palabra de Cristo siempre continuar� en la boca de los fieles; y lo que se pretenda ser la mente del Esp�ritu, debe ser probado por las Escrituras. Debemos lamentar el progreso de la infidelidad y la impiedad. Pero la causa del Redentor obtendr� una victoria completa incluso en la tierra, y el creyente ser� m�s que vencedor cuando el Se�or lo reciba para su gloria en el cielo.