Bible Commentaries
Josué 24

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* Los beneficios de Dios para sus padres. (1-14) Josu� renueva el pacto entre el pueblo y Dios. (15-28) la muerte de Joshua, los huesos de Joseph enterrados, el estado de Israel. (29-33)

Versículos 1-14

1-14 Nunca debemos pensar que nuestro trabajo para Dios ha terminado, hasta que nuestra vida haya terminado. Si alarga nuestros d�as m�s all� de lo que esper�bamos, como los de Joshua, es porque tiene un servicio adicional para nosotros. El que apunta a la misma mente que estaba en Cristo Jes�s, se gloriar� al dar el �ltimo testimonio de la bondad de su Salvador, y al decir a todos a su alrededor, las obligaciones con las que la bondad inmerecida de Dios lo ha atado. La asamblea se reuni� de manera solemnemente religiosa. Josu� les habl� en nombre de Dios, y de �l. Su serm�n consiste en doctrina y aplicaci�n. La parte doctrinal es una historia de las grandes cosas que Dios hab�a hecho por su pueblo y por sus padres antes que ellos. La aplicaci�n de esta historia de las misericordias de Dios a ellos es una exhortaci�n a temer y servir a Dios, en agradecimiento por su favor, y para que pueda continuar.

Versículos 15-28

15-28 Es esencial que el servicio del pueblo de Dios se realice con una mente dispuesta. Porque el AMOR es el �nico principio genuino del que puede brotar todo servicio aceptable de Dios. El Padre solo busca a tal persona para adorarlo, como adorarlo en esp�ritu y en verdad. La mente carnal del hombre es enemistad contra Dios, por lo tanto, no es capaz de tal adoraci�n espiritual. De ah� la necesidad de nacer de nuevo. Pero los n�meros descansan en meras formas, como tareas impuestas sobre ellos. Joshua los pone a su elecci�n; pero no como si fuera indiferente si sirvieron a Dios o no. Elige a qui�n vas a servir, ahora el asunto est� claramente expuesto ante ti. �l resuelve hacer esto, lo que sea que otros hayan hecho. Aquellos que est�n destinados al cielo, deben estar dispuestos a nadar contra la corriente. No deben hacer lo que m�s hacen, sino lo mejor. Y nadie puede comportarse como deber�a en cualquier puesto, que no considera profundamente sus deberes religiosos en las relaciones familiares. Los israelitas est�n de acuerdo con Joshua, siendo influenciados por el ejemplo de un hombre que les hab�a sido de gran bendici�n; Tambi�n serviremos al Se�or. Vea cu�nto bien hacen los grandes hombres, por su influencia, si son celosos de la religi�n. Joshua los lleva a expresar el prop�sito completo del coraz�n para unirse al Se�or. Deben salir de toda confianza en su propia suficiencia, de lo contrario sus prop�sitos ser�an en vano. Como el servicio de Dios se hizo su elecci�n deliberada, Joshua los ata a �l mediante un pacto solemne. Levant� un monumento de ello. De esta manera conmovedora, Josu� se despidi� de ellos; Si perecieran, su sangre estar�a sobre sus propias cabezas. Aunque la casa de Dios, la mesa del Se�or, e incluso las paredes y los �rboles ante los cuales hemos pronunciado nuestros solemnes prop�sitos de servirle, dar�an testimonio contra nosotros si lo negamos, pero podemos confiar en �l, que �l pondr� su miedo en nuestros corazones, que no nos apartaremos de �l. Solo Dios puede dar gracia, sin embargo, bendice nuestros esfuerzos para involucrar a los hombres en su servicio.

Versículos 29-33

29-33 Jos� muri� en Egipto, pero dio mandamiento sobre sus huesos, que no descansaran en su tumba hasta que Israel descansara en la tierra prometida. Observe tambi�n la muerte y el entierro de Josu� y de Eleazar el sumo sacerdote. Los hombres m�s �tiles, despu�s de haber servido a su generaci�n, seg�n la voluntad de Dios, uno tras otro, se duermen y ven corrupci�n. Pero Jes�s, despu�s de haber pasado y terminado su vida en la tierra de manera m�s efectiva que Josu� o Jos�, resucit� de la muerte y no vio corrupci�n. Y los redimidos del Se�or heredar�n el reino que �l les prepar� desde la fundaci�n del mundo. Dir�n en admiraci�n de la gracia de Jes�s: Al que nos am�, y nos lav� de nuestros pecados con su propia sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios y su Padre, para �l sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. nunca. Am�n.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Joshua 24". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/joshua-24.html. 1706.