Bible Commentaries
Salmos 35

Comentario completo de Henry sobre la BibliaCompleto de Henry

Introducción

* David ora por seguridad. (1-10) se queja de sus enemigos. (11-16) y llama a Dios a apoyarlo. (17-28)

Versículos 1-10

1-10 No es nuevo para los hombres m�s justos, y la causa m�s justa, encontrarse con enemigos. Este es un fruto de la vieja enemistad en la semilla de la serpiente contra la Semilla de la mujer. David en sus aflicciones, Cristo en sus sufrimientos, la iglesia bajo persecuci�n y el cristiano en la hora de la tentaci�n, todos suplican al Todopoderoso que se presente en su nombre y reivindique su causa. Estamos en condiciones de justificar la inquietud por las heridas que los hombres nos causan, al no haberles dado nunca motivo para usarnos tan mal; pero esto deber�a hacernos m�s f�ciles, porque entonces podemos esperar que Dios defienda nuestra causa. David or� a Dios para que se manifestara en su juicio. Perm�teme tener consuelo interior bajo todos los problemas externos, para apoyar mi alma. Si Dios, por su Esp�ritu, testifica a nuestros esp�ritus que �l es nuestra salvaci�n, no necesitamos desear m�s para hacernos felices. Si Dios es nuestro amigo, no importa qui�n sea nuestro enemigo. Por el Esp�ritu de profec�a, David predice los juicios justos de Dios que vendr�an sobre sus enemigos por su gran maldad. Estas son predicciones, miran hacia adelante y muestran la condena de los enemigos de Cristo y su reino. No debemos desear ni rezar por la ruina de ning�n enemigo, excepto nuestras lujurias y los esp�ritus malignos que rodear�an nuestra destrucci�n. Un viajero ignorado en un mal camino, es un emblema expresivo de un pecador que camina en las formas resbaladizas y peligrosas de la tentaci�n. Pero David, habiendo comprometido su causa con Dios, no dud� de su propia liberaci�n. Los huesos son las partes m�s fuertes del cuerpo. El salmista aqu� propone servir y glorificar a Dios con todas sus fuerzas. Si tal lenguaje se puede aplicar a la salvaci�n externa, �cu�nto m�s se aplicar� a las cosas celestiales en Cristo Jes�s!

Versículos 11-16

11-16 Llame a un hombre ingrato, y no puede llamarlo peor: este era el car�cter de los enemigos de David. Aqu� �l era un tipo de Cristo. David muestra cu�n tiernamente se hab�a comportado con ellos en las aflicciones. Deber�amos llorar por los pecados de aquellos que no lloran por s� mismos. No perderemos por los buenos oficios que le hacemos a ninguno, por desagradecidos que sean. Aprendamos a poseer nuestras almas con paciencia y mansedumbre como David, o m�s bien siguiendo el ejemplo de Cristo.

Versículos 17-28

17-28 Aunque el pueblo de Dios es, y estudia para ser, callado, sin embargo, ha sido com�n que sus enemigos inventen asuntos enga�osos contra ellos. David ora: Mi alma est� en peligro, Se�or, resc�tala; te pertenece al Padre de los esp�ritus, por lo tanto reclama el tuyo; es tuyo, �s�lvalo! Se�or, no te alejes de m�, como si fuera un extra�o. El que exalt� al Redentor que alguna vez sufri�, aparecer� para todo su pueblo: el le�n rugiente no destruir� sus almas, como no pudo hacerlo con Cristo, su Fianza. Conf�an en sus almas en sus manos, son uno con �l por fe, son preciosos a su vista y ser�n rescatados de la destrucci�n, para que puedan dar gracias en el cielo.

Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Psalms 35". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/mhm/psalms-35.html. 1706.