Bible Commentaries
Isaías 39

Pett's Commentary on the BibleComentario de Pett

Introducción

Cap�tulo 39 Visitantes de Babilonia.

'En ese tiempo.' Eso es en el momento de haber recibido la se�al de Dios y haber subido a la casa de Yahv� para reconocer y dar gracias por su poder. �Qu� mejor momento para que lleguen los embajadores de Babilonia? Seguramente ahora les dir�a que se pusieran en camino porque Dios pudo liberar a Jerusal�n y Jud� del yugo asirio. Dios lo hab�a preparado y le hab�a dado dos se�ales notables, su extensi�n de vida y la revelaci�n de Dios de su poder sobre el sol. �C�mo podr�a entonces hacer otra cosa? Pero como demuestra este cap�tulo, hizo lo contrario.

En t�rminos humanos es comprensible. Si bien Ezequ�as era muy estimado entre los pueblos locales, no pod�a compararse con un rey de Babilonia. Y debe haberse sentido muy halagado de que ese gran rey lo buscara y le preguntara por su bienestar y deseara una alianza con �l. Se nos da a entender que hizo bien en darles la bienvenida, pero que eso deber�a haber sido todo. De hecho, se nos da la imagen de Isa�as esperando con aprensi�n, pregunt�ndose qu� elecci�n tomar�a.

Y eligi� desastrosamente. Desnud� todos sus tesoros y armaduras a los embajadores, una clara indicaci�n de que estaba ofreciendo su fuerza para respaldar la rebeli�n. Fue fatal. No solo significaba que estaba poniendo su confianza en alianzas con naciones imp�as, y especialmente con la imp�a Babilonia, en lugar de en Yahv�, sino que tambi�n le mostraba a Babilonia los tesoros que ten�a. Y el viejo y sabio Isa�as supo instintivamente que para una ciudad grande y arrogante como Babilonia esto solo pod�a ser como una luz para una polilla, atray�ndola hacia adelante hasta que los tesoros relucientes fueran los suyos.

�De qu� prop�sito hab�a sido entonces la se�al milagrosa de Dios? Acaz hab�a rechazado la se�al. Ezequ�as hab�a recibido la se�al y luego ignor� su significado. Ambos eran tan malos. La casa de David hab�a rechazado su segunda oportunidad.

Versículo 1

"En ese momento Merodac-balad�n, hijo de Baladan, rey de Babilonia, envi� cartas y un presente a Ezequ�as, porque hab�a o�do que estaba enfermo y se hab�a recuperado".

No cabe duda de que Merodach-baladan, que en ese momento estaba en rebeli�n contra Asiria (esto probablemente fue a principios del 702 a. C.), estaba usando la recuperaci�n de Ezequ�as como un medio de intriga. La visita deb�a ser vista externamente como por una raz�n inocente, pero ten�a un significado mucho m�s profundo. Merodach-baladan buscaba y ofrec�a apoyo en una rebeli�n contra Asiria. Entonces, la elecci�n reca�a en Ezequ�as. �l pod�a recibirlos cort�smente y enviarlos en su camino, porque su confianza estaba en Yahv�. O podr�a entablar negociaciones y mostrar lo que pod�a ofrecer.

Versículo 2

Y Ezequ�as se alegr� de ellos, y les mostr� la casa de sus cosas preciosas, la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, y toda la casa de sus armas, y todo lo que se hab�a hallado en sus tesoros. . No hab�a nada en su casa, ni en todo su dominio, que Ezequ�as no les mostrara. '

Halagado y deseoso de su admiraci�n, y muy dispuesto a entrar en una alianza, Ezequ�as olvid� el significado de su liberaci�n de la muerte y la gran se�al que la hab�a acompa�ado. Se comprometi� totalmente. Todas sus riquezas y toda su armadura estaban disponibles para ayudar en la rebeli�n. Y llev� a los embajadores por todo el pa�s, mostr�ndoles las grandes ciudades con sus poderosos muros, y los hombres de guerra apostados para cualquier ataque, y la riqueza general de la naci�n.

Fue una renuncia total y completa a Yahv�, y lo triste es que Ezequ�as parec�a ignorarlo por completo. La impresi�n que da es que no se dio cuenta de lo que hab�a hecho.

Si no nos mantenemos en estrecho contacto con Dios al tomar nuestras decisiones, sino que nos dejamos llevar por la emoci�n del momento, tambi�n nosotros, como Ezequ�as, podemos seguir adelante con algo, sin darnos cuenta de que es contrario a Dios. voluntad, y por lo tanto resultar� ser un obst�culo para la obra de Dios en lugar de llevarla adelante.

Versículo 3

Entonces el profeta Isa�as se acerc� al rey Ezequ�as y le dijo: "�Qu� dijeron estos hombres, y de d�nde vinieron a ti?" Y Ezequ�as dijo: "Han venido a m� desde un pa�s lejano, incluso desde Babilonia".

Isa�as hab�a visto a estos se�ores ricos y poderosos, y sab�a que se avecinaba un mal. Pero no pudo hacer nada hasta que se fueron. Sin duda, se hab�a mantenido mucho secreto. (Si hay algo que los hombres aman m�s que presumir es estar envueltos en intrigas y sentirse parte del c�rculo �ntimo). Pero luego, una vez que se fueron, inmediatamente busc� la presencia del rey y pregunt� qui�nes eran y de d�nde hab�an venido. Sin embargo, es probable que ya tuviera una buena idea de cu�l ser�a la respuesta.

Al leer la respuesta de Ezequ�as, podemos sentir el gran orgullo que sinti� por la visita. Estos hombres hab�an recorrido un largo camino desde un gran rey de una ciudad y un pa�s poderosos, que hab�a demostrado su poder en el pasado al lograr en ocasiones la independencia de los asirios, y hab�an venido a verlo.

Versículo 4

Luego dijo: "�Qu� han visto en tu casa?"

Debe haber sido con gran aprensi�n que Isa�as hizo esta pregunta, porque sab�a cu�nto depend�a de ello. Deb�a haber tenido grandes esperanzas despu�s de las grandes se�ales y la liberaci�n de Dios de que Ezequ�as confiar�a totalmente en Dios y no buscar�a alianzas, y ahora se dio cuenta de que todo el futuro depend�a de la respuesta de Ezequ�as. Pero tenemos la impresi�n de que ya sab�a en su coraz�n cu�l ser�a la respuesta.

Y Ezequ�as respondi�: �Han visto todo lo que hay en mi casa. No hay nada entre mis tesoros que no les haya mostrado �. '

Ezequ�as respondi� r�pida y abiertamente. Les hab�a mostrado todo. Estaba totalmente comprometido con una alianza. Hab�a cometido todo lo que ten�a. Es como si no supiera lo que hab�a hecho; Isa�as supo instintivamente cu�l podr�a ser la �nica consecuencia de esto. Si le muestras tus tesoros a un gran y orgulloso rey de una naci�n poderosa, un d�a �l vendr� y te los recoger�. �Qu� otro fin podr�a haber para un peque�o reino como Jud� cuando se mezcl� con tales gigantes? Especialmente cuando les mostr� lo rico que era. Y adem�s de esto, Ezequ�as se hab�a ganado la ira de su propio Protector al poner su confianza en Babilonia. Entonces, �qu� esperanza podr�a haber para �l?

�Entonces Ezequ�as se hab�a alineado con Babilonia de los ej�rcitos? �Y su compromiso con Yahv� de los ej�rcitos? �No se dio cuenta Ezequ�as de que lo hab�a traicionado y, por lo tanto, su mano protectora ya no estar�a sobre �l? El mismo Yahv� de los ej�rcitos permitir�a que le robaran todo lo que pose�a. No quedar�a nada. Su escudo protector se hab�a ido. Como resultado, sus descendientes, la simiente de la casa dav�dica, se convertir�an en esclavos en el palacio del rey de Babilonia. Hab�a perdido todo lo que Dios hab�a destinado para �l. Ahora era el juguete de Babylon, y no hab�a nada peor que eso.

Si la palabra 'eunucos' debe tomarse literalmente, aunque la palabra no siempre es necesariamente tan espec�fica y puede significar sirvientes de alto nivel, esto signific� el final de las esperanzas din�sticas de Ezequ�as. Esto podr�a explicar por qu� sus descendientes se incluyen en la ecuaci�n. De hecho en el futuro tanto su hijo Manas�s ( 2 Cr�nicas 33:11 ), como sus descendientes Joaqu�n ( 2 Reyes 24:12 ) y Sedequ�as ( 2 Reyes 25:7 ) ser�an llevados cautivos a Babilonia. Y ninguno hubiera ido solo.

Sin embargo, observamos que no se menciona un cautiverio general. Esto no es un pron�stico estricto del exilio. Los hijos de King a menudo eran tomados como rehenes incluso cuando no se produc�a un exilio general. El punto es que perder� sus tesoros y sus 'hijos'. Su dinast�a cesar�. Y Jud� ser� tributaria de Babilonia.

Versículo 8

Entonces Ezequ�as dijo a Isa�as: Buena es la palabra de Jehov� que has hablado. Dijo adem�s: "Porque habr� paz y verdad en mis d�as". '

Que a Ezequ�as le faltaba ambici�n mesi�nica se ve claramente aqu�. No le preocupaba el futuro lejano. No ten�a ninguna visi�n del futuro que Dios hab�a prometido a trav�s de Isa�as. Simplemente estaba satisfecho de que eso significara que en su propio d�a prevalecer�an la paz y la verdad. Estaba bastante preparado para que la futura casa de David estuviera en esclavitud (qu� contraste con Salmo 2 ) siempre que pudiera tener libertad ahora.

Cu�n totalmente diferente era del pr�ximo Sirviente. No es de extra�ar que el Rey venidero tuviera que nacer milagrosamente. �Los hijos de David se convertir�an en eunucos debido a su insensatez! Las palabras confirmaron la promesa que Dios hab�a hecho de la liberaci�n de Asiria y m�s all� de lo que Ezequ�as no estaba preocupado. Pero fue la muerte de cualquier esperanza de un Libertador de su casa. Israel tendr�a que buscar en otra parte.

En su divisi�n del libro, los comentaristas a menudo tratan el cap�tulo 40 que sigue como un libro nuevo. Pero en el texto hebreo Isa�as 40:1 simplemente contin�a desde Isa�as 39:8 . Adem�s, aunque ciertamente hay un cambio masivo de tema, lo que sigue es en realidad la respuesta de Isa�as a esta situaci�n.

Isa�as 39:8 es un comentario que indica que Ezequ�as est� satisfecho con el status quo y un indicador de que no est� capacitado para cumplir el papel de Salvador de Israel. El cap�tulo 40 en adelante indica que Yahweh no est� satisfecho con tal situaci�n debido a Qui�n es �l (cap�tulo 40), y �l mismo encontrar� un Salvador (cap�tulo 41-55), quien salvar� a trav�s del sufrimiento.

Información bibliográfica
Pett, Peter. "Comentario sobre Isaiah 39". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pet/isaiah-39.html. 2013.