Bible Commentaries
Lamentaciones 5

Pett's Commentary on the BibleComentario de Pett

Introducción

Cap�tulo 5. El Profeta pide a YHWH que observe el triste estado de su pueblo y le ruega, como el Eterno, que muestre misericordia.

En este lamento final, el profeta describe con cierto detalle el triste estado del pueblo de YHWH en el per�odo posterior a la destrucci�n de Jerusal�n, y lo termina con una s�plica de que �l todav�a podr�a mostrar misericordia como Rey Eterno.

Versículo 1

Recuerda, oh YHWH, lo que nos ha venido,

Mira y mira nuestro oprobio.

El profeta pide a YHWH que recuerde todo lo que les hab�a sucedido y que considere el reproche al que estaban sometidos, algo que ahora tratar� en detalle. La primera persona del plural indica la identificaci�n del profeta con su pueblo. Se sent�an totalmente humillados.

Versículo 2

Nuestra herencia es entregada a extra�os,

Nuestras casas a los extraterrestres.

Tuvieron que quedarse quietos y observar mientras sus tierras eran entregadas a extranjeros y los extranjeros se hab�an apoderado de sus casas. Hab�an perdido la herencia que YHWH les hab�a dado. Tenga en cuenta que este fue el cumplimiento de la maldici�n en Deuteronomio 28:30 . Hab�an sido advertidos. No ten�an a nadie a quien culpar m�s que a ellos mismos. 'Entregado.' El verbo se usa para la transferencia de propiedad. Comp�rese con Isa�as 60:5 .

Versículo 3

Somos hu�rfanos y hu�rfanos,

Nuestras madres son como viudas.

Eran hu�rfanos y hu�rfanos de padre, y sus madres eran como viudas porque los hombres hab�an sido llevados a Babilonia o hab�an sido reclutados para trabajos esclavos. Hay una iron�a aqu� en que ellos mismos hab�an sido culpables de descuidar a las viudas y hu�rfanos, y ahora hab�a rebotado en sus propias cabezas. Se hab�an convertido en personas a las que hab�an ignorado.

Pero debido al �nfasis que YHWH pone en velar por las viudas y los hu�rfanos ( �xodo 22:22 ; Deuteronomio 10:18 ; Deuteronomio 14:29 ; Salmo 68:5 ; Salmo 146:9 ; Isa�as 1:17 ; Jeremias 49:11 ) el El profeta claramente ve esto como un argumento importante para presentar a YHWH en su nombre. Que ahora vigile a las 'viudas y hu�rfanos' reci�n hechos como hab�a declarado que lo har�a.

Versículo 4

Hemos bebido nuestra agua por dinero

Nuestra madera nos la venden.

Anteriormente, el agua de sus manantiales y r�os, y de sus propias cisternas, hab�a estado disponible gratuitamente para ellos. Ahora les cobraban peajes por el privilegio de usarlo. Adem�s, los �rboles de los que pod�an obtener madera libremente estaban ahora en manos de otros que les cobraban por la madera que obten�an, mientras que presumiblemente hab�a un cargo por recoger le�a. Todos se estaban aprovechando de ellos y no hab�a nada que pudieran hacer al respecto.

Versículo 5

Nuestros perseguidores est�n en nuestros cuellos,

Estamos cansados ??y no tenemos descanso.

Los 'perseguidores' son probablemente los hombres que los vigilar�n mientras realizaban su jornada laboral o mientras segu�an otras actividades. Estos 'perseguidores' aparentemente fueron implacables para asegurarse de que no se aflojaran. En lugar de que est�n "sobre nuestros cuellos", dir�amos que est�n "sobre nuestras espaldas" (b�jate de mi espalda). Y la presi�n implacable estaba resultando demasiado. Estaban muy cansados ??y no encontraban oportunidad de descansar. (ver Deuteronomio 28:43 ).

Versículo 6

Hemos dado la mano a los egipcios,

Y a los asirios, saciarse de pan.

En vista de la menci�n de los asirios, algunos ven esto como una mirada al pasado cuando tuvieron que llegar a un acuerdo con Egipto o Asiria para estar satisfechos con el pan, en lugar de mirar completamente a YHWH. Pero el t�rmino 'Asiria' se usa en otros lugares para referirse a pa�ses del norte, siendo Asiria el primer puerto de escala al cruzar 'el r�o'. Los babilonios vendr�an v�a Asiria.

Para ejemplos definidos de este uso, ver, por ejemplo, Esdras 6:22 ; Jeremias 2:18 . Por lo tanto, esto podr�a aplicarse igualmente al tiempo del profeta, con algunos en deuda con Egipto y otros con Babilonia a trav�s de Asiria. Esto puede indicar que los babilonios controlaban estrictamente el suministro de alimentos. Era una situaci�n ignominiosa en la que estar.

Versículo 7

Nuestros padres pecaron y no lo son,

Y hemos llevado sus iniquidades.

El profeta reconoci� que sus padres hab�an pecado y ya no estaban vivos. Hab�an sufrido el castigo del pecado. Y ahora sus propios descendientes estaban 'llevando sus iniquidades'. Los pecados de los padres reca�an sobre los hijos. Pero no se trataba de excusarse. Fue un reconocimiento de que YHWH ten�a derecho a estar enojado porque el pecado hab�a sido continuo, y un reconocimiento de que los pecados se transmiten de padre a hijo cuando los hijos copian a su padre.

Por lo tanto, tuvieron que llevar el juicio de Dios tanto por los pecados de su padre como por los suyos. No pretend�an ser inocentes, como aclara Lamentaciones 5:16 . M�s bien estaban reconociendo la realidad de que los hijos tienden a imitar a sus padres (ver Jeremias 16:10 ; Jeremias 32:18 ), que es el principio subyacente al castigo a la tercera y cuarta generaci�n ( �xodo 20:5 ).

Cuando la gente ca�a en un pecado grave, no solo los afectaba a ellos mismos, sino tambi�n a sus descendientes. Sin embargo, debemos recordar que tales consecuencias siempre fueron evitables al venir a Dios en verdadero arrepentimiento. Dios siempre estuvo dispuesto a responder a tal arrepentimiento, como dej� en claro todo el sistema de sacrificios.

Versículo 8

Los siervos nos gobiernan,

No hay quien nos libere de sus manos.

Es una pregunta abierta aqu� si esto significa 'siervos' del rey de Babilonia, lo que significa funcionarios babilonios (en cuyo caso se aplica Deuteronomio 28:48 ), o ex siervos israelitas promovidos a posiciones de autoridad por los babilonios. Pero de cualquier manera, la gente claramente sinti� la ignominia. No estaban siendo gobernados por sus pares israelitas.

Y como YHWH ya no estaba de su lado, no hab�a nadie que los librara. Jerem�as hab�a preguntado una vez: '�Es Israel un siervo? �Es un esclavo nacido en casa? ( Jeremias 2:14 ). Y la respuesta ahora era "s�".

Versículo 9

Obtenemos nuestro pan a riesgo de nuestras vidas,

Por la espada del desierto.

Cuando dejaron la seguridad de sus ciudades y se dirigieron al campo, que ahora estaba desnudo y descuidado, para cultivar sus alimentos, los israelitas siempre estaban en peligro de asaltantes beduinos o bandidos locales que estaban esperando para atacarlos. La poblaci�n era escasa y no hab�a una defensa organizada contra esos asaltantes. El pa�s estaba a merced de los merodeadores. Hizo que la obtenci�n de alimentos fuera un negocio arriesgado e incluso fatal. "A riesgo de nuestras vidas" es m�s literalmente "por el precio de nuestra alma".

Versículo 10

Nuestra piel est� revuelta (o 'negra') como un horno,

Por el calor abrasador del hambre.

Las condiciones de hambre en las que viv�an hab�an afectado a sus cuerpos. Su piel resplandec�a como las cenizas revueltas de un horno de panader�a, provocadas por el calor febril del hambre. (Para el significado de 'revuelto' en lugar de 'negro', ver G�nesis 43:30 ; 1 Reyes 3:26 ; Oseas 11:8 )

Versículo 11

Violaron a las mujeres en Sion,

Las v�rgenes en las ciudades de Jud�.

Las mujeres israelitas eran ahora presa f�cil de los soldados babil�nicos, de modo que muchas mujeres, incluidas las v�rgenes, fueron violadas en Jerusal�n y muchas v�rgenes en las ciudades de Jud�. Pocos estaban a salvo de sus atenciones. Israel era un pueblo conquistado y sus mujeres eran vistas como una presa justa.

Versículo 12

Los pr�ncipes fueron colgados de su mano,

Los rostros de los ancianos no fueron honrados.

La crueldad de los conquistadores era bien conocida. Es posible que los 'pr�ncipes' estuvieran muertos, porque la exhibici�n de los cad�veres de personas importantes era una pr�ctica regular (compare a Sa�l y sus hijos principescos en 1 Samuel 31:10 ; 1 Samuel 31:12 ).

Sabemos por los registros antiguos que ciertamente era una pr�ctica asiria. La idea era avergonzar al liderazgo y asustar a la gente para que se sometiera. Pero no ser�a extra�o que los hombres fueran colgados vivos, como siglos despu�s lo ser�a Jesucristo por nuestros pecados.

Los ancianos y los ancianos de cualquier naci�n sol�an ser tratados con respeto. Pero no fue as� en este caso. Aqu� eran de una tierra de rebeldes. As�, en lugar de ser honrados, 'no fueron honrados', es decir, fueron tratados con falta de respeto.

Versículo 13

Los j�venes llevaban la carga del molino,

Y los ni�os tropezaron bajo el bosque.

El uso de molinos de mano con los que la gente de las ciudades antiguas mol�a regularmente su grano era un lugar com�n. Pero fue visto como un trabajo de mujeres o esclavos. Ahora, sin embargo, eran los j�venes de Israel los que se ve�an obligados a llevar los molinos a donde fueran necesarios, y luego se les exig�a que los operaran para moler el grano (ver Jueces 16:21 , que sin embargo era un molino). Y los ni�os m�s peque�os que estaban siendo obligados a entrar en servicio cargaban madera debajo de la cual se tambaleaban por el peso. Se hab�an convertido en un pueblo esclavizado.

Versículo 14

Los ancianos se han retirado de la puerta,

Los j�venes de su m�sica.

El �rea dentro y alrededor de la puerta de la ciudad era donde se desarrollaba mucha actividad local. A menudo era el �nico lugar de la ciudad donde hab�a un espacio abierto. La mayor�a de las ciudades no fueron planificadas y simplemente una masa de casas api�adas. Pero el espacio antes de la puerta siempre se dejaba abierto. All�, los ancianos de la ciudad se reun�an para deliberar y tomar decisiones y juzgar casos locales ( Job 29:7 ; Proverbios 31:23 ).

All� tambi�n se sentaban y observaban el movimiento de la gente a trav�s de las puertas y disfrutaban de diversiones y entretenimientos, mientras que los j�venes aprovechaban la oportunidad para mostrar sus habilidades musicales. Pero en la afligida Jud� no estaban ocurriendo tales actividades. La vida era discreta.

Versículo 15

Ces� el gozo de nuestro coraz�n,

Nuestra danza se convierte en duelo.

Los habitantes de Jud� ya no estaban alegres de coraz�n. La vida bajo un r�gimen opresivo le hab�a quitado toda la alegr�a a la vida. Y en lugar de reunirse para bailar, las mujeres se reun�an para llorar.

Versículo 16

La corona se nos cae de la cabeza

�Ay de nosotros! porque hemos pecado.

La corona ha ca�do de nuestra cabeza 'podr�a ser una referencia al hecho de que ya no ten�an un rey gobernando sobre ellos. Pero mucho m�s probable en mente era la corona de guirnaldas festivas que a menudo se usaba en las fiestas. Comp�rese con Isa�as 28:1 donde se hab�a desvanecido y se estaba abusando enormemente). Fue un s�mbolo de fecundidad y alegr�a. Pero no hab�a motivos para llevar esa corona en esos tiempos dif�ciles y opresivos, porque no hab�a nada de qu� alegrarse. La gente que una vez se hab�a reunido en alegr�a festiva ahora no ten�a motivos para celebrar. La corona de alegr�a y fecundidad yac�a en el suelo.

'�Ay de nosotros, porque hemos pecado!' Y ahora, despu�s del largo cat�logo de miserias que estaban soportando, llegamos a la admisi�n de la gente de por qu� las cosas eran as�. Fue porque hab�an pecado. Por eso les hab�an sobrevenido estos males. Esta fue una de las lecciones m�s importantes de los lamentos, una admisi�n de que su condici�n se deb�a a sus pecados.

Versículo 17

Por esto nuestro coraz�n est� desfallecido,

Por estas cosas nuestros ojos est�n apagados,

A causa de todas estas cosas, su coraz�n estaba desfallecido y sus ojos estaban empa�ados por el llanto. La vida se hab�a convertido en una carga, llena de dolor y l�grimas.

Versículo 18

Por el monte de Sion, que est� desolado,

Los chacales caminan sobre �l.

Para coronar todo lo que hab�a sucedido antes, estaba el hecho de que la monta�a de Sion, esa monta�a que una vez hab�a palpitado con el sonido de los adoradores que caminaban dentro y alrededor del Templo, ahora estaba desolada. Se hab�a convertido en el lugar frecuentado por los chacales. Exteriormente parec�a que YHWH ya no estaba interesado en la tierra, o en Su pueblo.

Lamentaciones 5:19

T�, oh YHWH, permanece para siempre,

Tu trono es de generaci�n en generaci�n.

Pero el profeta sab�a de otra manera. El sitio del Templo puede estar desolado, el Templo puede estar en ruinas, pero �l sab�a que YHWH se sent� en Su trono para siempre. Porque su trono era un trono eterno, que sobreviv�a de generaci�n en generaci�n. Aqu� estaba el cl�max del lamento, la certeza de que, a pesar de todo lo que hab�a sucedido y toda la tristeza y la miseria, YHWH estaba en Su trono. Y si eso fuera as�, nada m�s ten�a una importancia comparativa.

Versículo 20

�Por qu� nos olvidas para siempre?

�Y nos abandonas por tanto tiempo?

La incongruencia de las situaciones en las que se encontraba el pueblo de Dios como se describe en este cap�tulo, en comparaci�n con el trono eterno de YHWH, ahora plantea preguntas en la mente del profeta. �Por qu� este poderoso Rey todopoderoso los deja en este estado lamentable? �Por qu� tarda tanto en remediar la situaci�n? Entonces el grito sube de su coraz�n:

�Por qu� nos olvidas para siempre?

�Y nos abandonas por tanto tiempo?

Los a�os hab�an pasado y el tiempo parec�a no tener fin. Hab�a pasado tanto tiempo. Entonces, �por qu� YHWH no HIZO algo? �Realmente hab�a decidido olvidarlos para siempre? �Lo hab�a abandonado permanentemente?

Por supuesto, al orar esto, el profeta no estaba expresando su propia convicci�n, estaba buscando despertar la compasi�n de Dios mientras miraba con desprecio lo que estaban soportando. Esperaba actuar AHORA.

Versículos 21-22

Haznos volver a ti, oh YHWH, y seremos convertidos,

Renueve nuestros d�as como anta�o.

A menos que (ki 'im) nos hayas rechazado por completo,

Est�s muy enojado con nosotros.

Pero tambi�n se da cuenta de que no pueden esperar que YHWH act�e si permanecen sin cambios. Ten�a que haber un verdadero regreso a Dios. Pero reconoce que no vendr� solo de las personas mismas. Entonces �l pide a YHWH que arregle la situaci�n. Que vuelva a su pueblo hacia s� mismo, y entonces se volver�n. �l reconoce que la condici�n pecaminosa del hombre es tal que a menos que sea convertido por el Se�or, no se volver�.

Que �l 'renueve sus d�as como en el pasado'. Reconoce que lo que se necesitaba era una renovaci�n completa resultante del arrepentimiento y una verdadera respuesta a Dios. Comp�rese con Salmo 51:12 ; Jeremias 31:18 .

Pero luego agrega una salvedad, aunque realmente no puede creer que pueda ser as�. �Qu� pasa si YHWH los ha rechazado por completo? �Y si todav�a est� muy enojado con ellos? Esas son las �nicas razones en las que puede pensar por qu� YHWH no deber�a actuar.

Y as�, el libro termina con una s�plica por un verdadero avivamiento espiritual, sujeto a la voluntad y los prop�sitos de YHWH. Ha pasado de la desesperaci�n a la esperanza, una esperanza basada en la salvaci�n de Dios.

Información bibliográfica
Pett, Peter. "Comentario sobre Lamentations 5". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pet/lamentations-5.html. 2013.