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Zacarías 8

Pett's Commentary on the BibleComentario de Pett

Versículos 1-8

Dios declara sus prop�sitos para su pueblo con promesas de gran bendici�n ( Zacar�as 8:1 ).

Dios ahora hace una serie de declaraciones a trav�s de Zacar�as con respecto a Su pueblo.

� En primer lugar, 'Estoy celoso de Sion con gran celo'. En esto se expresa claramente el anhelo en su coraz�n de que su pueblo llegue a ser lo que deber�a ser. Y tambi�n lo es Su determinaci�n de salvarlos.

� En segundo lugar, "He vuelto a Sion y habitar� en medio de Jerusal�n, y Jerusal�n se llamar� 'la ciudad de la verdad' y el monte de YHWH de los ej�rcitos 'el monte santo'". Sus celos sobre ellos (su determinaci�n de no dejarlos ir) ha provocado su intervenci�n, y as�, aunque antes los hab�a abandonado, ahora ha regresado a ellos.

� En tercer lugar, "Los ancianos y las ancianas a�n habitar�n en las calles de Jerusal�n, cada uno con su cayado en la mano por la misma edad, y las calles de la ciudad estar�n llenas de ni�os y ni�as jugando en sus calles". El resultado ser� una gran cantidad de personas viviendo en total seguridad.

� En cuarto lugar, "Si es maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos d�as, tambi�n debe ser maravilloso a mis ojos". Aunque parezca imposible, el hecho es que no hay l�mites para lo que �l puede hacer.

Luego, la secci�n se cierra con la promesa de esperanza para el futuro.

Zacar�as 8:1

Y vino a m� la palabra de YHWH de los ej�rcitos, diciendo: �As� dice YHWH de los ej�rcitos: Celo de Sion con gran celo, y con gran furor la celo�. '

Dios no se hab�a olvidado de su pueblo. Su amor y preocupaci�n por ellos y su celo por el hecho de que eran su propio pueblo todav�a le hacen desear actuar. No pod�a olvidar lo que les hab�a prometido y que una vez los hab�a hecho suyos. Note la fuerza del sentimiento. 'Celoso de ti con un gran celo'. Ten�a una gran preocupaci�n por su pueblo y quer�a lo mejor para ellos y para ellos. Compare las palabras similares en Zacar�as 1:14 .

Con gran furia. Esta furia estaba dirigida a las naciones que se hab�an aprovechado de su deseo de castigar a su pueblo y lo hab�an afligido gravemente ( Zacar�as 1:15 ).

Zacar�as 8:3

'As� dice YHWH, "He vuelto a Sion y habitar� en medio de Jerusal�n, y Jerusal�n ser� llamada' la ciudad de la verdad 'y el monte de YHWH de los ej�rcitos' el monte santo '". '

El hecho es que Dios est� listo para actuar, siempre que est�n dispuestos a responder y obedecer. De hecho, puede decir que ahora ha 'vuelto a Sion'. 'Si�n' se refiere al pueblo de Dios dondequiera que se encuentren ( Zacar�as 2:7 ). Son su pueblo y ha venido a ellos.

"Y habitar� en medio de Jerusal�n". Ezequiel en visi�n hab�a visto la partida de YHWH de Jerusal�n para morar con los cautivos (cap�tulo 10-11 con cap�tulo 1). Ahora est� listo para morar de nuevo en Jerusal�n. Este es Su prop�sito. Quiere que Sion regrese a Jerusal�n. Y su prop�sito adicional detr�s de esto es que desde all� puedan transmitir la verdad a las naciones. Quiere que Jerusal�n revele la verdad a las naciones de tal manera que se la llame 'la ciudad de la verdad' (compare Isa�as 2:3 ). Y debido a la reverencia que las naciones le tendr�n, ver�n la monta�a sobre la cual est� construida como una monta�a 'santa', una monta�a especialmente preparada para la manifestaci�n de Dios.

Para dar un nuevo nombre a Jerusal�n, compare Isa�as 62:2 . La idea es que se ha vuelto receptivo a �l y disfrutar� de una relaci�n renovada con �l.

Pero en un sentido, el 'prop�sito' de Dios fall� porque la gente se encontr� deficiente. Sin embargo, fue desde esa ciudad que la verdad de Dios finalmente ser�a revelada a las naciones, en Aquel que era la Verdad, y ciertamente ser�a una monta�a santa porque en esa monta�a el propio Hijo de Dios ser�a crucificado. (Ver cap�tulo 12). Y debido a que Sion no hab�a regresado a Jerusal�n en completa y continua obediencia, los usar�a en los lugares a los que hab�an ido como fundamento de su futuro pueblo (las sinagogas fueron los primeros destinatarios y oportunidades de predicaci�n del Evangelio).

Incluso hoy podemos mirar a Jerusal�n en su presente oscuridad espiritual y declarar, 'ese es el lugar de donde sali� la verdad'. Porque Aquel que era �l mismo la Verdad ( Juan 14:6 ) una vez camin� all�. Pero debido a que rechaz� a su Mes�as, tambi�n fue finalmente rechazado para ser reemplazado por 'la Jerusal�n que est� arriba' ( G�latas 4:26 ; Hebreos 12:22 ).

Zacar�as 8:4

'As� dice YHWH de los ej�rcitos: �Ancianos y ancianas habitar�n todav�a en las calles de Jerusal�n, cada uno con su bast�n en la mano por la misma edad, y las calles de la ciudad estar�n llenas de ni�os y ni�as jugando en su calles ". '

En la �poca de Zacar�as eran principalmente solo los fuertes y resistentes, quienes hab�an podido regresar, quienes viv�an all�, aunque por supuesto habr�a algunas personas mayores y algunos ni�os. Y mientras miraban a su alrededor a las duras condiciones en las que ten�an que vivir, debieron haberse preguntado: '�volver� a prosperar alguna vez?' Pero la promesa de YHWH fue que Jerusal�n pronto volver� a ser una ciudad normal, de modo que un gran n�mero de personas llegue a una gran vejez all� y nazcan ni�os en abundancia para jugar en las calles. �sta es tanto una promesa de prosperidad futura como de paz.

Algunas de estas promesas se cumplieron literalmente en d�as futuros en el per�odo intertestamental, otras esperaban la llegada del Renuevo de David y se cumplir�an de una manera mucho m�s all� de lo esperado. Pero debemos recordar que para ellos ese d�a no parec�a tan lejano (de la misma manera que para la iglesia primitiva, la segunda venida de Cristo no parec�a tan lejana).

Zacar�as 8:6

'As� dice YHWH de los ej�rcitos: "Si es maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en aquellos d�as, �ser� tambi�n maravilloso a mis ojos, dice YHWH de los ej�rcitos?" '

Esto podr�a estar diciendo que cuando todo esto se logre, a la gente le parecer� una maravilla, algo que no se pod�a esperar. Se maravillar�n de ello. o podr�a significar que a los oyentes de Zacar�as les parec�a demasiado bueno para ser verdad. Pero Dios asegura a su pueblo ahora que no es nada maravilloso a sus ojos. Porque �l es completamente competente para llevarlo a cabo. Para �l, no es m�s que un lugar com�n.

Zacar�as 8:7

'Por tanto, as� dice YHWH de los ej�rcitos: �Salvar� a mi pueblo de la tierra del este y de la tierra del oeste, y los traer� y habitar�n en medio de Jerusal�n, y ser�n mi pueblo, y yo sea ??su Dios en verdad y justicia. '

La menci�n de Oriente y Occidente es una extensi�n de las promesas anteriores en las que se pensaba en el norte (Babilonia) y el sur (Egipto). La promesa es que reunir� a su pueblo dondequiera que se encuentre.

Y a medida que pasaron los siglos, muchas personas se reunieron en la tierra en preparaci�n para la venida de Cristo, pero como siempre, solo el remanente, que result� en la iglesia primitiva, respondi� cuando Dios llam�. Hoy nuevamente hemos visto la reuni�n de jud�os de lugares alrededor del mundo, y es posible que todav�a veamos una obra de Dios entre ellos por Su Esp�ritu como resultado de lo cual muchos de ellos vienen a �l y lo reconocen como su Dios. en verdad y justicia antes de la venida final de Cristo. Fuera de �l, los jud�os no tienen futuro. Pero al final, tales promesas finalmente miran m�s all� de esto, hacia el nuevo Cielo y la nueva Tierra y hacia la nueva Jerusal�n que estar� compuesta por Su pueblo.

Versículos 9-17

La restauraci�n del pueblo de Dios se acerca ( Zacar�as 8:9 ).

Dios describe c�mo hab�a sido la tierra como resultado de haberla abandonado, pero quiere que sepan que ahora les est� dando otra oportunidad. Se han echado los cimientos de su casa y ahora se reconstruir� el templo.

Zacar�as 8:9

'As� dice YHWH de los ej�rcitos: �Sean fuertes vuestras manos, ustedes que oyen en estos d�as de boca de los profetas, que fueron el d�a en que se echaron los cimientos de la casa de YHWH de los ej�rcitos, el templo que podr�a construirse. Porque antes de estos d�as no hab�a salario para el hombre ni salario para las bestias, ni hab�a paz para el que sal�a o entraba por causa del adversario, porque yo pongo a todos contra su pr�jimo, pero ahora no lo har�. Sea para el remanente de este pueblo como en los d�as pasados, dice YHWH de los ej�rcitos �. '

Dios anima a quienes han escuchado la predicaci�n de Hageo y Zacar�as, quienes vivieron en esta �poca del comienzo de la construcci�n del Templo. Las cosas pueden ser dif�ciles, pero que su mano sea fuerte porque Dios ahora actuar� con ellos.

Hubo un tiempo en el que no permiti� que nada avanzara. Entonces no hab�a trabajo para los hombres, no hab�a nada que hacer para la bestia de carga. Jerusal�n era un lugar muerto. Los que viv�an all� no conoc�an la paz ni la seguridad. A medida que entraban y sal�an, tem�an por sus vidas, porque hab�a una enemistad y un odio constantes. Tal era la situaci�n de los pocos que viv�an entre las ruinas de la ciudad desolada, y tal fue el caso de los primeros exiliados que regresaron mientras luchaban por sobrevivir contra la miseria y la hostilidad ( Esdras 4:1 ; Esdras 4:5 ).

Eran personas dedicadas pero probablemente no emprendedores. Ahora, sin embargo, Dios mismo resolver� estos problemas en nombre del 'remanente' que ha regresado. El trabajo estar� disponible, se establecer� la seguridad. Porque esto ser� el resultado de escuchar la palabra de YHWH y responder a ella.

Zacar�as 8:12

�Porque habr� semilla de paz, la vid dar� su fruto, y la tierra dar� su fruto, y los cielos dar�n su roc�o, y har� que el resto de este pueblo herede todas estas cosas. Y ser� que, como fuiste una maldici�n entre las naciones, oh casa de Jud� y casa de Israel, as� te salvar� y ser�s una bendici�n ".

'La semilla de la paz'. Habr� una semilla de paz, el comienzo de la paz y la prosperidad. El futuro est� lleno de esperanza. Una vez que la paz sea plantada y establecida y la vida est� organizada por la obediencia a las instrucciones de Dios dadas en 'la Ley', y por respuesta a las palabras de los profetas, entonces eso producir� su fruto, y la tierra comenzar� a prosperar a medida que florezcan las vides. y los campos producen su cosecha, y el roc�o del cielo no se agota.

Toda la tierra volver� a ser pr�spera y la gente vivir� segura y protegida. Y todo esto vendr�a en el futuro a partir de esa peque�a banda de exiliados en ese d�a de las peque�as cosas.

Que esto sucedi� es indudable. Los jud�os establecieron una tierra pr�spera y Palestina volvi� a florecer. Y a�n m�s se convertir�an en una bendici�n. Porque de su n�mero vendr�a la primera predicaci�n del Evangelio y por medio de ellos ser�an bendecidas las naciones del mundo ( G�nesis 12:3 ). Pero el cumplimiento de esto esperaba la llegada del Renuevo, el rey venidero.

'Habr� la semilla de la paz'. Esto puede tener en cuenta que, a medida que encuentren paz con Dios y entre ellos, su semilla ser� productiva y producir� una buena cosecha, o puede significar que est�n presentes los comienzos de la paz, que crecer� y florecer� a medida que la gente prospere.

"Y har� que el resto de este pueblo herede todas estas cosas". La idea del remanente aparece continuamente en el Antiguo Testamento. Idealmente son todos los que quedan vivos de Israel y Jud�. Pero en la pr�ctica y en cumplimiento es esa parte de esas personas la que responder� al llamado de Dios. Hay un remanente dentro de los que quedan. Son ellos quienes heredar�n las promesas. No todo Israel es Israel ( Romanos 9:6 ).

'As� que te salvar� y ser�s una bendici�n'. En el futuro las cosas cambiar�n. En la actualidad, las naciones consideran a Israel y Jud� como malditos. Exteriormente parece que su Dios no ha podido ayudarlos y su futuro es sombr�o. Las naciones nunca podr�an entender que esto se debi� a que la gente no le obedeci�. No vieron a Dios de esa manera. Para ellos, los dioses pod�an ser manipulados y sobornados.

Pero llegar�a el d�a en que el pueblo de Dios ser�a liberado y luego se convertir�a en una bendici�n. Esta fue una aceptaci�n de la promesa a Abraham, "en ti ser�n benditas todas las familias de la tierra" ( G�nesis 12:3 ). Y se convirtieron en una bendici�n. En primer lugar, mediante la propagaci�n de la ley moral entre los pueblos a trav�s de sus sinagogas, y en segundo lugar, mediante la venida de Cristo y la proclamaci�n del Evangelio de Cristo por los ap�stoles (todos jud�os). Pero al final, la bendici�n final y m�s grande ser� en el Reino eterno cuando el Renuevo de David est� con Su pueblo en la Jerusal�n eterna arriba (Apocalipsis 21-22).

El lenguaje de la bendici�n y la maldici�n se vincula estrechamente con la entrega de la Ley en Deuteronomio (ver Deuteronomio 27:15 ; Deuteronomio 28:2 ; Deuteronomio 28:15 y sigs.).

Zacar�as 8:13

�No temas, sino que tus manos sean fuertes. Porque as� dice YHWH de los ej�rcitos: �Como pens� en hacerte mal cuando tus padres me provocaron a ira�, dice YHWH de los ej�rcitos, �y no cambi� de opini�n, as� he vuelto a pensar en estos d�as en hacer el bien a Jerusal�n y a la casa de Jud�. No tengas miedo." '

Dios confirma que ahora se ha propuesto hacer el bien al pueblo de Jud�. No deben tener miedo. Pueden avanzar con confianza. Estaba verdaderamente enojado por los pecados de sus padres, y por eso hab�a llegado el juicio sobre ellos. Sus pecados hab�an sido tales que hab�an ido m�s all� del punto del arrepentimiento y por eso Dios hab�a tenido que ser firme en sus actos de juicio. Pero ahora ha surgido una nueva generaci�n y el prop�sito de Dios para con ellos es bueno. Pero esto, como siempre, depende de su respuesta.

Zacar�as 8:16

�Estas son las cosas que har�s. Que cada uno hable la verdad con su pr�jimo. Juzga la verdad y el juicio de la paz en tus puertas. Y ninguno de ustedes piense mal en su coraz�n contra su pr�jimo. Y no ames el juramento falso. Por todas estas cosas que odio, dice YHWH ".

Porque Dios est� listo para actuar, pero solo si su pueblo responde y describe sus requisitos. Y la primera es que los hombres ser�n abiertos y honestos entre s�. Esta es una virtud distintivamente jud�a / cristiana. En otros lugares, la deshonestidad se perfecciona hasta convertirse en un arte, pero en la ense�anza jud�a / cristiana la honestidad es una demanda primordial.

El segundo requisito es el ejercicio de la verdadera justicia. Juzga la verdad. Es decir, aseg�rese de que sus juicios lleguen a la verdad. La llamada justicia siempre ha sido pervertida y torcida por la influencia de hombres poderosos, por la presi�n del grupo, por el prejuicio. Pero no ser� as� entre el pueblo de Dios. Deben preocuparse por la verdad genuina.

Y el juicio de paz. El objetivo de la justicia debe ser siempre el objetivo de la paz y la reconciliaci�n, pero debe ser una paz que est� en consonancia con la verdad. Bienaventurados los pacificadores, pero no la paz a cualquier precio. La verdad y la reconciliaci�n deben tenerse en cuenta.

En tus puertas. La puerta de la ciudad era donde se hac�a justicia, dejando claro que aqu� se tiene en cuenta la justicia oficial.

El tercer requisito es no pensar mal en el coraz�n de uno contra el pr�jimo. Si tenemos motivos para sentir que nuestro pr�jimo tiene la culpa, debemos ir y tratar de resolver el asunto con verdad y paz, dando plena consideraci�n a todos los hechos, y no permitir que los malos pensamientos e ideas se apoderen de nuestras mentes y se infecten en nuestra mente. ellos. Los malos pensamientos continuos revelan un coraz�n malvado.

Y no ames el juramento falso. El cuarto requisito es que los hombres sean honestos al dar testimonio y al hacer promesas. Salmo 15:4 elogia especialmente al hombre que 'jura por su propio dolor y no cambia'.

Por todas estas cosas que odio. Dios odia el enga�o en cualquier forma, porque sabe que sus consecuencias resultan en una sociedad pervertida. El odio de Dios y la ira de Dios son antropomorfismos. No siente odio en su coraz�n, ni se enoja incontrolablemente. Es m�s bien que siente antipat�a por el pecado. As� que en �l ambos son una respuesta mesurada a una situaci�n. Odia lo malo precisamente porque es malo, y la maldad arruina el mundo. Est� en contra por sus consecuencias. Y esto provoca en �l una actitud que debe actuar contra el pecado y el mal para eliminarlo y remediarlo, y esa es Su ira.

Versículos 18-23

El futuro es brillante para el pueblo de Dios ( Zacar�as 8:18 ).

Zacar�as 8:18

Y vino a m� palabra de YHWH de los ej�rcitos, diciendo: �As� dice YHWH de los ej�rcitos. El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto, y el ayuno del s�ptimo y el ayuno del d�cimo, ser�n para la casa de Jud� gozo y alegr�a y fiestas alegres. Por tanto, amen la verdad y la paz ". '

Muchos tristes incidentes del pasado se recordaron en per�odos de ayuno cuando los hombres lamentaron lo que hab�an perdido, pero como hemos aprendido anteriormente, este no fue un duelo genuino por el pecado, sino un duelo por la p�rdida. Esperaban conmover a Dios con sus l�grimas, pero el problema era que sus propios corazones no estaban verdaderamente movidos hacia �l (ver Zacar�as 7:5 ).

Aqu� nos enteramos de cuatro per�odos de ayuno que se hab�an establecido y observado. Pero siempre existe el peligro de que tal actividad se convierta en un medio en s� mismo. Los hombres comienzan a pensar que Dios deber�a obrar por lo que hacen. Pierden el coraz�n del asunto que es la transformaci�n de sus propios corazones y, por lo tanto, no reciben la bendici�n.

Sin embargo, Dios en Su gracia ha escuchado su clamor. Ahora bien, este ayuno se puede dejar de lado. Estos per�odos ahora se convertir�n en per�odos de gozo y alegr�a. Sus ayunos se convertir�n en alegres fiestas. Esto se debe a que Dios vuelve a obrar entre ellos. Pero tenga en cuenta la advertencia final. Esto solo se mantendr� si aman la verdad y la paz. La honestidad y la armon�a, la verdad y la reconciliaci�n est�n en el coraz�n de lo que Dios quiere lograr. Sin esto, su obra se detendr�.

Zacar�as 8:20

'As� dice YHWH de los ej�rcitos. �Suceder� todav�a que vendr�n pueblos y habitantes de muchas ciudades, y los habitantes de una ir�n a otra diciendo:� Vayamos pronto a suplicar el favor de YHWH ya buscar a YHWH de los ej�rcitos. Yo tambi�n ir� �. S�, muchos pueblos y naciones fuertes vendr�n a buscar a YHWH de los ej�rcitos en Jerusal�n y a suplicar el favor de YHWH. As� dice YHWH de los ej�rcitos: �En aquellos d�as ser� que diez hombres se apoderar�n, de todas las lenguas de las naciones, incluso tomar�n la falda del que es jud�o, diciendo: iremos contigo, porque hemos o�do que Dios est� contigo ". '

Esta imagen presenta cu�l fue el prop�sito final de Dios para su pueblo, que deber�an ser un reino de sacerdotes ( �xodo 19:6 ), llevando a los hombres a Dios; para que sean sus testigos para que las naciones le respondan y busquen su rostro. Y promete que alg�n d�a as� lo ser�n. Y las palabras est�n destinadas a ser un est�mulo para los exiliados que regresaron en su lamentable situaci�n. Puede que en la actualidad parezcan pocos y oscuros, pero a trav�s de sus esfuerzos y los esfuerzos de aquellos que seguir�an la visi�n de Dios para el mundo finalmente llegar�an a buen t�rmino.

Y el futuro ver�a su cumplimiento. Primero en los muchos temerosos de Dios que se reunir�an en Jerusal�n debido a su reverencia por Su Ley, incluidos hombres como el eunuco et�ope ( Hechos 8:27 ), y luego aquellos que vendr�an a los l�deres de la iglesia cristiana centrada en Jerusal�n, que pueden aprender ciertamente de la verdad de las cosas que hab�an o�do, y finalmente en aquellos que acudir�an en masa a la predicaci�n del Evangelio cuando los hombres que eran el verdadero cumplimiento de la esperanza jud�a salieron de Jerusal�n entre ellos predicando a Cristo.

Diez hombres. 'Diez' significa 'muchos' (compare c�mo dijo Jacob 'has cambiado mi salario diez veces' - G�nesis 31:7 ). Tambi�n se destaca que ser�n de muchos idiomas. La respuesta ser� generalizada.

Suj�tese la falda. Probablemente significa la respuesta del discipulado. No debemos olvidar nunca que fue entre los jud�os donde se proclam� por primera vez el Evangelio y los primeros que salieron con el Evangelio al mundo fueron jud�os como los doce ap�stoles y Pablo.

'Dios est� contigo.' Ver Isa�as 7:14 ; Isa�as 45:14 . Cuando los hombres vieran lo que hab�a sucedido, sabr�an que fue solo porque Dios estaba en eso que hab�a sucedido.

Información bibliográfica
Pett, Peter. "Comentario sobre Zechariah 8". "Comentario de Pett sobre la Biblia". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pet/zechariah-8.html. 2013.