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Bible Commentaries
1 Samuel 4

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

Este Cap�tulo contiene en su seno noticias pesadas para Israel en general, y la casa de El� en particular. En una batalla entre los filisteos e Israel, los israelitas, presuntuosamente y sin tomar el consejo del Se�or, llevaron el arca de Dios al campamento. Los filisteos son nuevamente conquistadores; toman el arca de Dios: los dos hijos de El�, seg�n la declaraci�n del Se�or, son muertos a los dos. Al llegar la noticia a El� de esos acontecimientos, el anciano cae de su asiento y muere; y su nuera, la esposa de Finees, en el parto prematuro de la cama de un ni�o, tambi�n muere. Tales son los lamentables contenidos de este cap�tulo.

1 Samuel 4:1

(1) ?� Y lleg� la palabra de Samuel a todo Israel. Israel sali� a la batalla contra los filisteos y acamp� junto a Ebenezer; y los filisteos asentaron en Afec.

La palabra de Samuel que viene a todo Israel significa, sin duda, mostrar que el Se�or lo hab�a comisionado, como su siervo, que si el pueblo escuchar�a o no, deb�an saber que hab�a un profeta. del Se�or entre ellos. Ezequiel 2:5 .

Versículo 2

(2) Y los filisteos se pusieron en orden de batalla contra Israel; y cuando se unieron a la batalla, Israel fue herido delante de los filisteos; y mataron del ej�rcito en el campo unos cuatro mil hombres.

Este lugar de Ebenezer, donde los filisteos montaron su ej�rcito, se hizo memorable en las batallas posteriores de Israel. Aproximadamente veinte a�os despu�s, aqu� fue donde Samuel levant� la piedra de la ayuda y la llam� Ebenezer. �Y no hace nuestro Dios ahora, a veces, y no pocas veces, ese mismo lugar donde comienzan las aflicciones y las situaciones de examen de conciencia? La gran matanza en esta batalla del ej�rcito de Israel, por parte de los filisteos incircuncisos, testific� en voz alta el disgusto del Se�or por el pecado de su pueblo.

El Se�or hab�a dicho que si despreciaban sus estatutos y aborrec�an sus juicios, �l pondr�a su rostro contra ellos, y matar�a a sus enemigos; y aqu� lo vemos; Lev_26: 15; Lev_26: 17.

Versículo 3

(3) Cuando el pueblo lleg� al campamento, los ancianos de Israel dijeron: �Por qu� nos ha herido Jehov� hoy delante de los filisteos? Traigamos el arca del pacto del SE�OR de Siloh para nosotros, para que cuando venga entre nosotros, nos salve de la mano de nuestros enemigos.

�Qu� car�cter tan terrible es el hombre, desprovisto de las ense�anzas de la gracia divina! Si Israel hubiera sido humillado bajo la poderosa mano de Dios, y los ancianos de Israel, con oraci�n y s�plica, hubieran consultado el arca de Dios, en lugar de sacar presuntuosamente el arca del lugar sagrado donde Dios la hab�a designado para ser colocada, todos podr�a haber estado bien. Pero con este acto audaz, no autorizado por Dios, y como casi deber�a parecer, en desaf�o (por la expresi�n, �por qu� nos ha herido el Se�or?), Evidentemente manifestaron que el castigo, en lugar de humillar, hab�a endurecido sus mentes.

�Lector! si bajo las visitaciones divinas, en lugar de volar hacia Jes�s, asumimos la mera profesi�n de la religi�n de Jes�s, y confiamos en la forma de la piedad, desprovistos de su poder; �En qu� nos diferenciamos de ellos?

Versículo 4

(4) Entonces el pueblo envi� a Silo para traer de all� el arca del pacto del SE�OR de los ej�rcitos, que habita entre los querubines; y los dos hijos de El�, Ofni y Finees, estaban all� con el arca de el pacto de Dios.

Uno podr�a haber pensado razonablemente que despu�s del mensaje del hombre de Dios a la casa de El�, ning�n israelita habr�a puesto m�s confianza en el ministerio de sus dos hijos, y mucho menos esperar�a una bendici�n de Dios, cuando esas manos profanas se emplearon para educar el arca de Dios. Pero los malos y los enga�adores (dice un ap�stol) ir�n de mal en peor, enga�ando y siendo enga�ados. 2 Timoteo 3:13 .

�Lector! detente conmigo en este pasaje, para comentar, que cuando Dios deje de castigar, conf�a en que la destrucci�n est� cerca. Si se deja solo a Efra�n, es porque est� unido a sus �dolos. Oseas 4:17 . �Lector! Te encomiendo tanto a tu coraz�n como al m�o, tener en cuenta con el m�s solemne recuerdo, que en todos nuestros problemas y visitaciones, estemos atentos a la mano que golpea, y velemos por el coraz�n que est� herido, para mejorar bajo eso.

�Acaso la aflicci�n, sea lo que sea, me hace m�s piadoso? �Soy m�s humilde? m�s sumiso? �Jes�s es m�s precioso? Ponga como una m�xima que nunca falla, que ninguna aflicci�n es verdaderamente santificada, hasta que estos efectos sean inducidos. �Precioso Jes�s! haz t�, en todas nuestras visitaciones, gentilmente que este sea el problema.

Versículo 5

(5) Y cuando el arca del pacto del SE�OR entr� en el campamento, todo Israel grit� con gran j�bilo, y la tierra volvi� a sonar.

�Cu�n diferente este gozo carnal del gozo en el Esp�ritu Santo?

Versículos 6-9

(6) Y cuando los filisteos oyeron el estruendo del grito, dijeron: �Qu� significa el estruendo de este gran grito en el campamento de los hebreos? Y entendieron que el arca del SE�OR hab�a entrado en el campamento. (7) Y los filisteos tuvieron miedo, porque dec�an: Ha venido Dios al campamento. Y ellos dijeron: �Ay de nosotros! porque no ha existido tal cosa hasta ahora. (8) �Ay de nosotros! �Qui�n nos librar� de la mano de estos dioses poderosos? estos son los dioses que hirieron a los egipcios con todas las plagas en el desierto. (9) Sed fuertes y sed hombres, oh filisteos, para que no se�is esclavos de los hebreos como ellos lo han sido de vosotros; sed hombres y pelead.

El punto de vista que aqu� se da de los enemigos de Dios puede servir para ense�arnos cu�n sumamente, incluso en las mentes carnales, el espantoso temor al peligro est� incorporado en su misma naturaleza. �Lector! Tenga la seguridad de que los hombres imp�os se sienten a veces convencidos de que est�n equivocados y se ven obligados a dar su testimonio de ello, aunque no se acercan a los intereses de Dios y de Cristo. Dulce pensamiento de aliento para el creyente, en medio de toda la prosperidad de los pecadores. Vea la conclusi�n de Asaph sobre este punto. Salmo 73:1 .

Versículos 10-11

(10) Y pelearon los filisteos, e Israel fue herido, y cada uno huy� a su tienda; y hubo una gran matanza; porque cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. (11) Y fue tomada el arca de Dios; y los dos hijos de El�, Ofni y Finees, fueron muertos.

El terrible acontecimiento de la cautividad del arca del pacto del Se�or de los ej�rcitos, que habita entre los querubines, proporciona para la solemne contemplaci�n un tema tan interesante que no debe pasarse por alto apresuradamente. El salmista ha registrado esta triste historia en las edades posteriores de la iglesia, y al mismo tiempo ha asignado las causas de la misma. Israel provoc� a ira a Dios con sus lugares altos, y lo movi� a celos con sus im�genes esculpidas.

Por tanto, el Se�or aborreci� en gran manera a Israel, y entreg� su fuerza en cautiverio y su gloria en manos del enemigo. Salmo 78:58 . Este pasaje arroja luz sobre nuestro tema actual. No es de extra�ar que el Se�or abandonara a Silo, cuando el arca en Silo fue profanada, y tanto los sacerdotes como el pueblo hab�an abandonado al Se�or en Silo.

No es de extra�ar que el Se�or en la correcci�n de su pueblo permitiera que el enemigo triunfara hasta ahora, cuando su amor no pudo triunfar en la recuperaci�n de ellos. �No es hora de que las misericordias no puedan reclamar, de que se utilicen las severidades? �Lector! Deja que t� y yo nos detengamos en esta historia. �No habla el Se�or en �l y por �l, a todos sus hijos rebeldes en el idioma de su profeta: Id ahora a mi lugar que estaba en Silo, donde puse mi nombre al principio, y ved lo que le hice? por la maldad de mi pueblo Israel.

Jeremias 7:12 . Pero mientras prestamos mucha atenci�n a este lado oscuro del tema, no olvidemos ver tambi�n el lado positivo. Aunque Dios quit� o hizo que se quitara el arca que era un s�mbolo de su presencia divina, no se quit� a s� mismo que representaba ese arca. Aunque la iglesia en esa �poca o en cualquier otra �poca de corrupci�n como �sta, puede perder las ordenanzas de Jes�s; bendito sea su santo nombre, su iglesia no puede perderlo.

Si Siloh est� sin el arca, la iglesia del Se�or de Shiloh nunca estar� sin su Se�or. �Lo! Yo estar� con ustedes siempre, (dice nuestro Jes�s) hasta el fin del mundo. Este es un pensamiento refrescante para mi alma, lector, en el momento presente en que escribo. Dios en misericordia conceda, si es su santa voluntad, que el candelero de oro del evangelio nunca sea quitado de su lugar. Pero si su sabidur�a as� lo dispuso, el candelero no es m�s que un mueble en su casa, la casa misma como el monte de Sion permanece firme para siempre.

La iglesia de nuestro Jes�s permanecer�; donde se conocer� su nombre, y donde se cantar�n sus alabanzas, mientras duren el sol y la luna, de una generaci�n a otra. Salmo 72:5 .

Versículos 12-18

(12) Y un hombre de Benjam�n sali� corriendo del ej�rcito, y lleg� a Silo el mismo d�a con sus vestidos rasgados y tierra sobre la cabeza. (13) Y cuando lleg�, he aqu� que El� estaba sentado en una silla junto al camino, mirando, porque su coraz�n temblaba por el arca de Dios. Y cuando el hombre entr� en la ciudad y lo cont�, toda la ciudad grit�. (14) Y cuando El� oy� el ruido del clamor, dijo: �Qu� significa el ruido de este tumulto? Y el hombre entr� apresuradamente y se lo dijo a El�.

(15) El� ten�a noventa y ocho a�os; y sus ojos estaban apagados, que no pod�a ver. (16) Y el hombre dijo a El�: Yo soy el que sali� del ej�rcito, y hoy hu� del ej�rcito. Y �l dijo: �Qu� se ha hecho, hijo m�o? (17) Y el mensajero respondi� y dijo: Israel ha huido delante de los filisteos, y ha habido tambi�n una gran matanza entre el pueblo, y tambi�n tus dos hijos, Ofni y Finees, han muerto, y el arca de Dios ha sido tomada.

(18) Y sucedi� que cuando hizo menci�n del arca de Dios, se cay� del asiento hacia atr�s al lado de la puerta, se le rompi� el cuello y muri�, porque era un anciano, y pesado. Y hab�a juzgado a Israel cuarenta a�os.

Traigo todos estos vers�culos al mismo y �nico punto de vista, no solo por ser breves, sino tambi�n por su conexi�n. Este mensajero de malas noticias est� marcado por el Esp�ritu Santo como un benjamita; porque aunque todo Israel estaba profundamente involucrado en esta ruina, los benjamitas que pose�an a Silo lo estaban, si era posible, m�s que cualquier otro. Por ahora hab�an perdido el arca para siempre, despu�s de una posesi�n de casi 350 a�os.

Porque aunque el arca misma fue en verdad tra�da de regreso a Israel desde la tierra de los filisteos poco despu�s, nunca despu�s descans� en Silo. Sion ahora se convirti� en el lugar santificado, en la tribu de Jud�. Sin duda en alusi�n a �l, y como t�pico de �l que era la suma y sustancia del arca, y que iba a surgir de Jud�. As� es este evento celebrado en Salmo 78:67 .

A continuaci�n, el personaje de Eli en este relato reclama nuestra atenci�n. Qu� triste final para una larga vida, despu�s de un per�odo de casi cien a�os y cuarenta en su gobierno. No me atrevo a juzgar si muri� en la fe, ya que el Esp�ritu Santo se ha complacido en guardar silencio sobre este asunto con respecto a �l. Si no supiera, cu�n doblemente terrible es el pensamiento de que despu�s de ministrar en las cosas santas durante tanto tiempo, �l mismo deber�a ser desechado.

Uno de los pasajes m�s solemnes de la palabra de Dios, en cuanto respeta a los ministros del santuario, y suficiente para hacer temblar los o�dos de todo el orden sagrado que la oye, es la frase del Se�or Jes�s: Muchos (no pocos). ) me dir�n en aquel d�a: Se�or, Se�or, �no profetizamos en tu nombre? y en tu nombre echaron fuera demonios? �Y en la m�a hizo muchas obras maravillosas? Y entonces les confesar�: Nunca os conoc�: apartaos de m�, hacedores de iniquidad.

Mateo 7:22 . Y si El� muri� en la fe (que debido a las diversas circunstancias de su mayor ansiedad por la seguridad del arca que la vida de sus hijos, uno podr�a ser llevado caritativamente a la esperanza de que lo hizo), sin embargo, de una manera tan temblorosa. �Sali� de la vida y, como un ni�o, se acost� en la oscuridad? �Oh precioso Jes�s! Evita que tus redimidos oscurezcan sus perspectivas de ti apoy�ndose en criaturas de cualquier tipo.

Haznos recordar siempre que la vara est� en el pacto. Sea arrancado un ojo o cortado el brazo derecho, si alguno tiende a robarte tu gloria ya nuestras almas su consuelo. Salmo 89:30 .

Versículos 19-22

(19) Y su nuera, la mujer de Finees, estaba encinta, a punto de dar a luz; y cuando oy� la noticia de que el arca de Dios hab�a sido tomada, y que su suegro y su marido hab�an muerto, ella se inclin� y dio a luz; porque le sobrevinieron los dolores. (20) Y al tiempo de su muerte, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: No temas; porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondi�, ni lo mir�.

(21) Y llam� al ni�o Icabod, diciendo: La gloria se fue de Israel, porque el arca de Dios fue tomada, y por su suegro y su marido. (22) Y ella dijo: De Israel se fue la gloria, porque ha sido tomada el arca de Dios.

La aflicci�n de la casa de El� no termin� con la muerte de El�. La esposa de su nuera Phinehas, se agrega en esta ocasi�n a la lista de muertos. De la relaci�n que se le dio a esta mujer, aunque no se mencione su nombre, esperar�a que ella fuera part�cipe de la gracia. Su mayor dolor fue la p�rdida del arca de Dios. Esto es evidente al llamar a su hijo Ichabod, es decir, la gloria se ha ido. Seguramente si ella no hubiera amado la gloria de Dios, su partida no se habr�a sentido tan sensatamente como para haber provocado consecuencias tan memorables.

Versículo 22

REFLEXIONES

AUNQUE he incorporado varios pensamientos adecuados, ya que parec�an surgir de los varios vers�culos del Cap�tulo que se abre ante m�; sin embargo, no he dicho todo lo que podr�a decirse mediante devotas reflexiones al leerlo, ni he superado la necesidad de a�adir m�s. Varias son las mejoras que ofrece este cap�tulo, y bajo la ense�anza del bendito Esp�ritu, muchas son las preciosas observaciones pr�cticas que deber�an resultar de �l.

�Qui�n hay que contemple el arca de Dios como s�mbolo y se�al de la presencia divina, y de los compromisos del pacto de nuestro Dios en la persona de su amado Hijo, pero mientras lee en este cap�tulo los justos juicios de Dios sobre su pueblo en la p�rdida del arca, debe sentir una profunda preocupaci�n por las transgresiones de las personas en todas las edades, y especialmente en el d�a de la infidelidad actual, y las muchas abominaciones que claman por la tierra.

�El Se�or entreg� al Israel de anta�o por sus pecados en manos de sus enemigos? �Y su pueblo Israel est� ahora m�s seguro de sus juicios? �Hubo entonces una causa justa para esta espantosa dispensaci�n, y no hay motivo para una visitaci�n similar ahora?

�Ustedes que son el pueblo de Dios! �No os sent�s profundamente afectados en la contemplaci�n de las miserias espirituales que parecen pender sobre su iglesia? �No habla nuestro Jes�s, como lo hizo una vez a la iglesia de �feso? Arrepi�ntete, o vendr� pronto a ti y quitar� tu candelero de su lugar. �Oh! Si nuestros ojos fueran llevados a ver el evangelio quitado de nosotros: la puesta del sol sobre nuestras ordenanzas, y todos nuestros preciosos s�bados y fiestas del evangelio interrumpidos: �no podr�amos, como la nuera de El�, escribir: Icabod sobre todo lo que quedar�a entonces, cuando la gloria se fuera.

Vosotros, padres de ternura, y due�os de casas y familias, not�is en la indulgencia equivocada de El� la terrible consecuencia de honrar a nuestros hijos o nuestras familias ante Dios, y por una obediencia pecaminosa a los deseos corruptos y las disposiciones irreligiosas de los que nos rodean, naufragan de la fe y la buena conciencia. Si no establecemos religi�n en nuestras casas; si descuidamos tanto por precepto como por ejemplo de llevar a nuestros peque�os al arca de la presencia de Dios en su casa de oraci�n; si nuestros sirvientes o nuestros hijos se hacen viles y nosotros no los reprimimos? �Oh! piense en El�, contemple el final melanc�lico de su vida y tenga la seguridad de que Dios no pasar� por alto las iniquidades ni siquiera de su pueblo.

Pero principalmente, ministros de mi Dios, est�n muy celosos de su honor, que los ha honrado de tal manera que los nombr� como centinelas en los muros de Sion. �Grita fuerte! no escatimes! alcen sus voces como trompetas, y muestren al pueblo sus transgresiones ya la casa de Israel sus pecados. Sea muy celoso por el arca de Dios. Y �oh, querido Redentor! Haz, porque solo a ti pertenece la obra gloriosa, siempre querido, siempre precioso Jes�s, contin�a con nosotros tu presencia, tu amor, tu gracia que perdona, renueva, reaviva, vivifica, fortalece y confirma.

Dir�amos en el lenguaje de tu propia sant�sima palabra, a los santos e indivisos Tres que dan testimonio en el Cielo: Lev�ntate, oh Se�or, a tu reposo: t� y el arca de tu fuerza. Tus sacerdotes se vistan de justicia, y tus santos griten de j�bilo.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 1 Samuel 4". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/1-samuel-4.html. 1828.
 
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