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1 Timoteo 4

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Aqu� se presenta a Dios el Esp�ritu Santo hablando expresamente de las Herej�as de los �ltimos D�as. Pablo advierte a Timoteo que est� alerta con la Iglesia contra los Tiempos de tal peligro.

Versículos 1-5

(1) � Ahora el Esp�ritu habla expresamente, que en los �ltimos tiempos algunos se apartar�n de la fe, atendiendo a los esp�ritus enga�adores ya las doctrinas de los demonios; (2) Hablar miente en hipocres�a; tener la conciencia cauterizada con un hierro candente; (3) Prohibiendo casarse y mandando que se abstengan de las carnes que Dios ha creado para ser recibidas con acci�n de gracias por los que creen y conocen la verdad. (4) Porque toda criatura de Dios es buena, y nada se puede rechazar si se recibe con acci�n de gracias; (5) Porque es santificado por la palabra de Dios y la oraci�n.

La apertura de este cap�tulo es extraordinariamente interesante. Cuando Dios el Esp�ritu habla, bien puede el hombre o�r. Pero al lado de esta atenci�n de manera general, hay algo aqu� que, por el modo de expresi�n utilizado, llama esa atenci�n con mayor seriedad. Dios el Esp�ritu habla expresamente. No encontramos una frase similar en toda la Biblia. Con mucha frecuencia o�mos al Se�or hablando por medio de sus siervos los Profetas, en las Escrituras del Antiguo Testamento, diciendo: As� dice el Se�or; y el Se�or ha hablado.

Pero aqu� se describe que el Esp�ritu, en su Persona, habla y habla expresamente. �No fue como para silenciar la terrible blasfemia, de los tiempos de los �ltimos d�as, que ahora vivimos para ver, cuando su Persona Todopoderosa, su ministerio y su gloria en la econom�a de la gracia se niegan tan abiertamente? Si el Esp�ritu habla expresamente, �puede ser de otra manera que una Persona que as� realiza la acci�n de una Persona? Y si el Esp�ritu, a la distancia que escribi� Pablo, habl� expresamente al declarar las herej�as que vendr�an en los �ltimos d�as, �podr�a ser menos que Dios, quien as� ejerci� la perfecci�n y el atributo de la presciencia? Y si el Esp�ritu Santo habl� as� en la Iglesia en ese per�odo, �no ejerci� as� su ministerio en la Iglesia cuando presidi� as�? �Lector! si solo este vers�culo se considera plenamente,

No creo que sea necesario en este lugar, volver a repasar los muchos testimonios preciosos con los que abunda la palabra de Dios, a la Persona y ministerio de Dios Esp�ritu Santo, habiendo ya, en muchas partes de este Comentario del Pobre, algo considerado en gran medida el tema. En particular, referir�a al lector en este relato a Hechos 2:1 y Hechos 13:1 y Hebreos 9:1

Pero no debemos detenernos aqu�. Si el Esp�ritu habla expresamente, y habla de las herej�as de los �ltimos d�as, que se refieren tan claramente a nuestros propios tiempos, tenemos todav�a una raz�n m�s abundante para asistir y escuchar lo que el Esp�ritu dice a las iglesias. Apocalipsis 2:29 . La relaci�n de ellos es realmente espantosa. Algunos se apartar�n de la fe, atentos a los esp�ritus enga�adores ya las doctrinas de los demonios; hablar miente en hipocres�a, tener la conciencia cauterizada con un hierro candente.

�Oh! �Qu� relato tembloroso! Pero, bendito sea Dios, aunque algunos ser�n hallados as�, pero no todos. Y la fe, aunque algunos se apartan, no es la fe de los elegidos de Dios; porque Dios ha dicho de todos los tales que en el pacto eterno que hizo con ellos, pondr� su temor en sus corazones, para que no se aparten de �l. Tito 1:1 ; Jeremias 32:40 .

Un alejamiento de la mera fe de una profesi�n, puede ser, y de hecho debe ser, porque no se sostiene por nada que pueda mantenerlo. Fue tomado de o�das, o conocimiento mental, y ser� eliminado de nuevo cuando estos fracasen. Pero donde Dios el Esp�ritu regenera, all� se da la fe de los elegidos de Dios, y por medio de la gracia, el alma elige la parte buena, que no ser� quitada. Lucas 10:42

No puedo, en una obra de este tipo, entrar en un largo discurso sobre las herej�as aqu� mencionadas expresamente por el Esp�ritu Santo. Estoy muy seguro de que el mismo Se�or Todopoderoso que predijo al pueblo de su venida, evitar� que su pueblo finalmente caiga a su lado. Pero es imposible decir hasta qu� punto se les puede permitir avanzar. Sin embargo, es la felicidad de la Iglesia que su seguridad est� en Cristo, y aunque el Se�or Jes�s ha amonestado a su pueblo, habr� juicios terribles y enga�os tan grandes que, si fuera posible, enga�ar�an incluso los mismos elegidos; sin embargo, las palabras m�s misericordiosas del Se�or, mientras habla de esas cosas, prueban decididamente, al mismo tiempo, que es imposible enga�arlos. Marco 13:22

�Qu� mayor apostas�a, entre los Profesores del cristianismo, que la manifiesta en los d�as actuales, puede ser a�n por venir, no lo s�, y qu� esp�ritus seductores y doctrinas de demonios, a medida que nos acerquemos al fin del mundo, aparecer�n? para que yo lo concibiera. Mucho m�s que incluso los pecados que lloran y que ahora vienen con el frente descubierto ante nosotros, pueden ser buscados, seg�n las Escrituras. Marco 13:20 ; Apocalipsis 12:12 .

Pero, en mi aprensi�n, nunca hubo un per�odo, desde la Reforma, de piedad menos vital, y m�s de la forma y cuerpo de la religi�n, que el presente. Es demasiado notorio para ser desconocido y demasiado terrible para ser conocido sin temblar por las eventuales consecuencias. Pero, cuando encontramos una libertad asumida, al amparo de la libertad religiosa, de negar todas las verdades gloriosas y distintivas de nuestra sant�sima fe, y tanto la prensa como el p�lpito, en todas direcciones, est�n repletos de discursos que anulan esa fe. que una vez fue entregado a los santos, podemos razonablemente concluir que los juicios inminentes no son muy remotos. Judas 1:3

Y lo que me parece entre los signos m�s alarmantes de los tiempos actuales es que muchos de los que profesan las gloriosas verdades que distinguen nuestra santa fe, manifiestan una total indiferencia en cuanto a la convicci�n de ellos por parte de otros. Hay un esp�ritu de acomodaci�n entre nosotros, bajo la enga�osa cubierta del amor universal, que sacrifica las verdades divinas. Ocultamos nuestra creencia en lo que nos es m�s querido que la vida, para que aquellos con quienes nos mezclamos con prop�sitos generales de caridad, no se sientan ofendidos.

Y con cari�o nos persuadimos a nosotros mismos de que todas las descripciones de la religi�n pueden reunirse y unirse para promover la gloria divina, cuando esas verdades benditas que traen la mayor gloria al Se�or, se mantienen cuidadosamente fuera de la vista. Seguramente, esa fe puede ser muy poco valorada por nosotros, aunque tenga miedo de ser aceptada. Y si la Deidad de Cristo, la redenci�n por su sangre, la justificaci�n por su justicia, me es m�s querida (como lo son), que mi alimento necesario, no puedo, no me atrevo, ocultar esos sentimientos, ni unirme a sabiendas con ellos. quienes las niegan, bajo la idea equivocada de promover la gloria divina, al tiempo que restringen la confesi�n abierta de mi fe a la alabanza divina.

El Se�or me perdone si me equivoco. Pero, seg�n mi punto de vista, este esp�ritu complaciente se encuentra entre los signos m�s horribles de la actualidad. S� que soy singular. Pero parece un momento para ser singular. Dios el Esp�ritu ha hablado expresamente de esas �ltimas edades de la Iglesia. De acuerdo con mi aprensi�n del hablar del Se�or, que otros piensen como quieran, no puedo pensar de otra manera de lo que he dicho.

Aunque ocultar nuestro apego a las grandes verdades de Dios, puede no equivaler a una negaci�n, �no es una desviaci�n t�cita de la fe? Aunque no est� prestando atenci�n a los esp�ritus seductores, �no est� cediendo al esp�ritu de Laodicea, que el Hijo de Dios condena tan altamente? Apocalipsis 3:15 .

Versículos 6-9

(6) � Si pones a los hermanos en memoria de estas cosas, ser�s un buen ministro de Jesucristo, nutrido de las palabras de fe y de buena doctrina, que has alcanzado. (7) Pero desecha las f�bulas profanas y de viejas, y ejerc�tate m�s bien en la piedad. (8) Porque el ejercicio f�sico de poco aprovecha, pero la piedad es �til para todas las cosas, y tiene promesa de la vida que ahora es y de la venidera. (9) Esta es una palabra fiel y digna de ser recibida por todos.

El consejo del Ap�stol a Timoteo se corresponde en no peque�a medida con lo que he comentado en los vers�culos anteriores. Si le correspond�a a este joven recordar a los hermanos esas grandes verdades que Pablo le hab�a estado comunicando antes, y si al hacerlo demostraba ser un buen ministro de Jesucristo, lo mismo se aplica a todas las verdades del Se�or. personas, ya sean ministros o santos, en todas las edades de la Iglesia.

Y si el Esp�ritu ha hablado expresamente de las herej�as de los �ltimos d�as, debe ser una cosa terrible en aquellos que profesan fe en las verdades trascendentales del Evangelio, guardar silencio sobre ellas cuando aparecen herej�as.

Versículos 10-16

(10) Por tanto, trabajamos y sufrimos oprobio, porque confiamos en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen. (11) Estas cosas mandan y ense�an. (12) Nadie desprecie tu juventud; pero s� ejemplo de los creyentes en palabra, en conversaci�n, en caridad, en esp�ritu, en fe, en pureza. (13) Hasta que yo venga, oc�pate en la lectura, en la exhortaci�n y en la doctrina.

(14) No descuides el don que hay en ti, que te fue dado por profec�a con la imposici�n de las manos del presbiterio. (15) Medita en estas cosas; entr�gate por completo a ellos; para que todos vean tu provecho. (16) Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; contin�a en ellos; porque haciendo esto, te salvar�s a ti mismo y a los que te oyen.

Si en relaci�n con lo que aqu� dice el Ap�stol acerca del Dios viviente como Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen, el Lector consultar� lo que se ofrece en este Comentario sobre 1 Timoteo 2:4 , bajo la ense�anza divina, descubrir� en qu� sentido se proponen ambas Escrituras. Dios nuestro Salvador es, en verdad, el Salvador de todos los hombres, en naturaleza y providencia.

Porque �l es tanto el Hacedor como el Sustentador de todas las cosas. Los mismos enemigos de Cristo, son sostenidos por Cristo; porque todo poder es suyo, en el cielo y en la tierra. En su misteriosa uni�n de Persona y su gobierno; todo est� gobernado por su control. El enga�ado y el enga�ador son suyos. Job 12:16 . Vea esas escrituras, Colosenses 1:16 ; Hebreos 1:2 ; Mateo 28:18 ; Efesios 1:10 .

Por eso se dice de la manera m�s verdadera y bienaventurada que Cristo es el Salvador de todos los hombres. Porque �l mata y da vida; �l hiere y cura. Deuteronomio 32:39 . Pero si bien esas cosas son estrictamente ciertas, en relaci�n con los departamentos, tanto de la naturaleza como de la providencia; en los departamentos de la gracia y la gloria, como agrega este pasaje de las Escrituras con la mayor bendici�n, es especialmente el Salvador de los que creen.

En ning�n sentido, excepto en el primero, en relaci�n con las cosas temporales; �Se puede decir que Jes�s es el Salvador de todos los hombres? Y en nada m�s que en lo �ltimo, tanto en lo temporal, como en lo espiritual y lo eterno; �Puede alguien m�s que su cuerpo, la Iglesia, reclamar? Efesios 1:22 . �Oh! Si el mundo considerara cu�nto le deben su preservaci�n y el disfrute de las bendiciones m�s comunes de la naturaleza y la providencia al Se�or Jes�s, �c�mo se asombrar�an de su bondad y se escandalizar�an de sus propios inmerecidos! Y si el pueblo del Se�or tuviera un sentido m�s vivo de sus misericordias especiales, en todos los aspectos de la vida, la naturaleza, la providencia, la gracia y la gloria: �c�mo se fundir�an a menudo sus almas en ellos, en la contemplaci�n de ese amor de Cristo? , que sobrepasa todo conocimiento. Efesios 3:19

No detengo m�s al Lector, sino s�lo para observar, �qu� hermosa representaci�n se da, en las diferentes partes de este Cap�tulo, de lo que constituye un fiel Ministro de Cristo! �Y qu� vida, si se sigue de cerca, en los diversos departamentos de la misma, debe ser un servicio as�? �Feliz el pueblo del Se�or que tiene un siervo as�! �Y feliz el pueblo que tiene al Se�or por Dios!

Versículo 16

REFLEXIONES

�Oh Se�or del Esp�ritu! que tu Iglesia tenga la gracia de alabarte, por el amor manifestado hacia ella, y tu cuidadoso cuidado sobre ella, a trav�s de todas las generaciones. S�, bendito Se�or, tenemos que agradecerte por las amables advertencias de las que has hablado expresamente sobre las horribles herej�as que acosar�n a la iglesia del mundo. En verdad, Se�or, ya hay muchos Anticristos, por lo que sabemos que es la �ltima vez.

Ay�dales a tus verdaderamente regenerados a resistir a todos y cada uno de ellos, ya sean esp�ritus seductores o doctrinas de demonios, y a ser firmes en la fe; y cuando en alg�n momento el enemigo venga como un diluvio, t�, Esp�ritu Todopoderoso ; alzad estandarte contra �l.

Ten piedad tambi�n de los ministros y mayordomos de tus misterios. Hazles recordar a los hermanos todas las grandes y gloriosas verdades de nuestra sant�sima fe; para que demuestren ser buenos ministros de Jesucristo, alimentados en palabras de fe y de buena doctrina; Rechazando f�bulas profanas y de viejas, y ejercit�ndose para la piedad.

�Y, querido Se�or Jes�s! te alabamos por sostener y preservar la providencia sobre todos los hombres; y especialmente por tu salud salvadora para tu pueblo. Aqu� aprendemos, oh Se�or, c�mo es por ti el mundo est� en pie; y mientras contin�as con tu salvaci�n, los imp�os permanecen. Y hasta que hayas tra�do a casa a tus redimidos a la gloria, el tiempo de la siembra y la cosecha, la ciza�a y el trigo, no cesar�n. �Oh! que tus hijos aprendan a qui�n se debe toda la diferencia. Y mientras disfrutan de tu raza distintiva, a menudo oir�n la voz: No la destruyas, �porque en ella hay una bendici�n!

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 1 Timothy 4". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/1-timothy-4.html. 1828.