Este cap�tulo es la continuaci�n de la historia de Roboam. �l levanta un ej�rcito para someter a Israel. Est� prohibido ir a la guerra por Sema�as. Un relato de sus esposas e hijos.
2 Cr�nicas 11:1
�Desde peque�os comienzos, qu� grandes cosas siguen! El hecho de que Roboam prefiriera el consejo de los j�venes al de los ancianos, sent� las bases de la rebeli�n de las diez tribus de Israel de la casa de David.
No podemos dejar de admirar la conducta de Roboam en esta obediencia al mandato del Se�or. Si hubiera consultado al Se�or al principio, cu�nto mejor hubiera sido.
Hemos introducido aqu�, entre par�ntesis, un breve pero terrible bosquejo del infame personaje de Jeroboam, del que se habla en las Escrituras en tan terribles t�rminos de reproche.
Hay muy poco m�s que aprender del car�cter de este pr�ncipe que que sabiamente prefiri� la paz a la guerra. De hecho, el refugio que dio a los sacerdotes y levitas es para su honor. Sin duda, su reino fue preservado en paz y buen orden gracias a la bendici�n del Se�or en respuesta a las oraciones de su pueblo. Esta fue la verdadera fuerza que se le dio al reino de Jud�.
�QU� pobre personaje insignificante es este Roboam? �Es este el hijo de Salom�n? �Pobre de m�! qu� pobre parecido de la sabidur�a con el Padre. �Lector! Observe que la gracia no es hereditaria. Como el padre no puede llevar los pecados del hijo, ni el hijo los pecados del padre; de modo que la gracia no tiene conexi�n con las alianzas naturales.
�No es este Roboam una imagen fiel de todos los hombres carnales y perezosos? as� como �l prefiri� la situaci�n perezosa de las b�squedas carnales a las de promover la gloria de Dios, as� encontramos a todos los hombres bajo el poder reinante del pecado que mora en nosotros, y solo desean hacer provisi�n para que la carne satisfaga sus deseos. �Oh! �Qu� multitudes hay de Roboam en la tierra, que no saben nada, no piensan en nada, no disfrutan m�s que de las concupiscencias carnales? cuyo dios es su vientre, que se preocupan de las cosas terrenales.
�Precioso Jes�s! aparta a tu pueblo de tales cosas. �Oh! darles para tener su conversaci�n cada vez m�s en el cielo, y desde all� estar siempre buscando al Salvador, al Se�or Jesucristo, quien cambiar� nuestros viles cuerpos para que sean modelados a semejanza de su cuerpo glorioso, de acuerdo con sus poderosos poder por el cual �l es capaz de someter todas las cosas a s� mismo.
Versículo 1
CONTENIDO
Este cap�tulo es la continuaci�n de la historia de Roboam. �l levanta un ej�rcito para someter a Israel. Est� prohibido ir a la guerra por Sema�as. Un relato de sus esposas e hijos.
2 Cr�nicas 11:1
�Desde peque�os comienzos, qu� grandes cosas siguen! El hecho de que Roboam prefiriera el consejo de los j�venes al de los ancianos, sent� las bases de la rebeli�n de las diez tribus de Israel de la casa de David.
Versículos 2-4
No podemos dejar de admirar la conducta de Roboam en esta obediencia al mandato del Se�or. Si hubiera consultado al Se�or al principio, cu�nto mejor hubiera sido.
Versículos 5-12
Esas ciudades cercadas estaban destinadas, sin duda, a actuar a la defensiva, despu�s de haber recibido el mandato del Se�or.
Versículo 13
El est�mulo dado a los sacerdotes y levitas parece implicar que Roboam consideraba el servicio del santuario.
Versículos 14-15
Hemos introducido aqu�, entre par�ntesis, un breve pero terrible bosquejo del infame personaje de Jeroboam, del que se habla en las Escrituras en tan terribles t�rminos de reproche.
Versículos 16-23
Hay muy poco m�s que aprender del car�cter de este pr�ncipe que que sabiamente prefiri� la paz a la guerra. De hecho, el refugio que dio a los sacerdotes y levitas es para su honor. Sin duda, su reino fue preservado en paz y buen orden gracias a la bendici�n del Se�or en respuesta a las oraciones de su pueblo. Esta fue la verdadera fuerza que se le dio al reino de Jud�.
Versículo 23
REFLEXIONES
�QU� pobre personaje insignificante es este Roboam? �Es este el hijo de Salom�n? �Pobre de m�! qu� pobre parecido de la sabidur�a con el Padre. �Lector! Observe que la gracia no es hereditaria. Como el padre no puede llevar los pecados del hijo, ni el hijo los pecados del padre; de modo que la gracia no tiene conexi�n con las alianzas naturales.
�No es este Roboam una imagen fiel de todos los hombres carnales y perezosos? as� como �l prefiri� la situaci�n perezosa de las b�squedas carnales a las de promover la gloria de Dios, as� encontramos a todos los hombres bajo el poder reinante del pecado que mora en nosotros, y solo desean hacer provisi�n para que la carne satisfaga sus deseos. �Oh! �Qu� multitudes hay de Roboam en la tierra, que no saben nada, no piensan en nada, no disfrutan m�s que de las concupiscencias carnales? cuyo dios es su vientre, que se preocupan de las cosas terrenales.
�Precioso Jes�s! aparta a tu pueblo de tales cosas. �Oh! darles para tener su conversaci�n cada vez m�s en el cielo, y desde all� estar siempre buscando al Salvador, al Se�or Jesucristo, quien cambiar� nuestros viles cuerpos para que sean modelados a semejanza de su cuerpo glorioso, de acuerdo con sus poderosos poder por el cual �l es capaz de someter todas las cosas a s� mismo.