Bible Commentaries
2 Crónicas 6

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Este cap�tulo est� tan estrechamente relacionado con el primero, que puede considerarse como una continuaci�n del mismo tema. La nube que llen� la casa, como un indicio de la presencia divina, le da ocasi�n a Salom�n para bendecir a Dios por esta gracia manifestada.

Versículos 1-2

Al comienzo de este cap�tulo, le ruego que remita al lector a la historia, ya que la tenemos casi literalmente igual, 1 Reyes 8:1 . �Lector! �Qu� bendita dispensaci�n estamos sometidos! Jes�s visita dulcemente a su pueblo y manifiesta su presencia, no en nubes y tinieblas, sino bajo la influencia iluminadora de su Esp�ritu Santo.

�Oh! �Qu� pensamiento tan bendito! nuestros cuerpos son el templo del Esp�ritu Santo. �l mora con ustedes y estar� en ustedes, dice nuestro precioso Se�or Jes�s. 1 Corintios 6:19 ; Juan 14:17 .

Versículos 3-11

Observe, Salom�n primero se dirige al pueblo, como si por una enumeraci�n de las misericordias divinas pretendiera elevar sus almas a una llama santa de devoci�n, antes de arrodillarse para presentarse a s� mismo y al pueblo ante Dios. �No sentimos nuestra mente irresistiblemente conducida a contemplar al Se�or Jes�s en esto? �C�mo entra y sale nuestro glorioso Sumo Sacerdote y rey ??delante de su pueblo en todas las ordenanzas del culto? �Y c�mo �l, por las dulces influencias de su gracia, eleva nuestras almas al amor del Padre mismo y al bendito Esp�ritu, en memoria de las grandes cosas de la obra redentora que ha realizado por nosotros! aqu�, en verdad, en el verdadero sentido de la palabra, el Se�or Jehov� ha cumplido todos sus prop�sitos de gracia; porque en la persona de Jes�s se cumple la promesa.

En justicia lo resucit�, y enderezar� todos sus caminos. �l edificar� mi ciudad, y dejar� ir a mis cautivos, no por precio ni recompensa, dice el Se�or de los Ej�rcitos. Isa�as 45:13 .

Versículos 12-13

Esos vers�culos arrojan luz sobre el pasaje paralelo del libro de los Reyes. Mientras Salom�n se dirig�a al pueblo, se par� ante el altar. Pero cuando vino a dirigirse al Se�or, cay� de rodillas.

Versículos 14-42

Remito al lector a las observaciones hechas sobre esta oraci�n ya en el Comentario de 1 Reyes 8:1 . Y solo para hacer cumplir lo que all� se dijo, suplicar�a al lector, mientras repasa cada parte, que mantenga un ojo fijo en nuestro glorioso Salom�n, a quien el rey de Israel personific� aqu� como su tipo.

Solo Jes�s es el intercesor, el sumo sacerdote, el abogado de su pueblo. En virtud de su sangre y justicia, solo se puede obtener el favor divino. Y por tanto, en todos los supuestos casos aqu� enumerados, de error, debilidad, transgresi�n y pecado; �Oh! qu� recurso es que el ojo de Jehov� est� eternamente fijado en el Se�or Jes�s, a quien este templo tipific�. �Lector! mientras nuestras almas siguen el esp�ritu de la oraci�n de Salom�n, que el Se�or Dios de Israel sea due�o de su casa, escuche y acepte las oraciones; recordar�a los compromisos de su pacto, se compadecer�a de las debilidades de su pueblo y, aun cuando estuvieran en la tierra de un enemigo, si sus ojos y su coraz�n se dirigieran en s�plica hacia esta casa como la casa del Se�or, para que entonces se mostrara misericordia. ellos; �No descubriremos qu� evangelio puro atraviesa cada una de sus partes, y que toda su esencia y su esencia es Jes�s? Oh Se�or Dios, Dios y Padre de nuestro Se�or Jesucristo, bien que en la contemplaci�n de tu rica salvaci�n en Jes�s tomemos el lenguaje de Salom�n y digamos: Lev�ntate, oh Se�or Dios, a tu lugar de reposo: t� y el arca. (el Jes�s) de tu fuerza. Bendito sea el Se�or nuestro Dios, que en �l nos confirm� todas las seguras misericordias de David. Isa�as 55:3 .

Versículo 42

REFLEXIONES

�Oh! misericordioso, sant�simo y bendito Se�or Dios Todopoderoso. �Qu� expresiones de agradecimiento se pueden encontrar suficientes para expresar tu amor en el don inigualable de tu amado Hijo! �No fue suficiente, oh Padre de misericordias y Dios de todo consuelo, que por tu propia gracia gratuita estableciste a tu amado Hijo desde la eternidad, como cabeza constituida de tu iglesia y pueblo? pero a trav�s de tantas edades intermedias a su llegada, deber�as estar complacido de mantenerte al d�a, de tantas maneras, y en tan diversas representaciones, se�ales, s�mbolos y tipos para ensombrecer las glorias de su persona y la vasta importancia de su �salvaci�n? �Oh! �Se�or! No s�lo quisiera suplicarte, como Salom�n, que me bendigas en todas las circunstancias en las que pueda ser puesto, y que me perdones en todas las transgresiones en las que pueda caer, por causa de Jes�s;

Veo, Se�or, que tu mente infinita ha estado ocupada en esta gran preocupaci�n, en lo que se refiere a la salvaci�n de los pobres pecadores, desde la eternidad. Invocaste al mundo para que contemple a aquel a quien ama tu alma. Has manifestado tal demostraci�n de amor y gracia en esta solemne transacci�n de redimir tu iglesia por el Se�or Jes�s, como desaf�a a toda la tierra a contemplar la persona de Jes�s a quien el Padre tanto ama.

Ahora, Se�or, esc�chame por una dulce misericordia que en su seno incluye todas las dem�s; hazme amar al Se�or Jes�s como t� lo amas. Que Jes�s sea precioso para mi alma como lo es para mi Dios y Padre. Y mientras te ruego que mires el rostro de tu ungido y aceptes mi alma en �l; �Oh! por gracia en mi propia alma para mirar a Jes�s con esa fijeza de �xtasis y gozo, hasta que se descubra que todo mi coraz�n sale tras �l con tal fervor de deseo que no puede ser satisfecho con nada m�s.

�Esc�chame, Se�or y Padre, por esta misericordia! Me anima a pedirlo con fe, porque el mismo Jes�s me anima a hacerlo. Porque ha dicho: En aquel d�a no me preguntar�is nada. De cierto, de cierto os digo que todo lo que pidiereis al Padre, en mi nombre, �l os lo dar�. Pide y recibir�s para que tu gozo sea completo. �As� mi alegr�a ser� plena cuando mi alma est� llena de Jes�s! sea ??�ste el mismo lenguaje de mi coraz�n: �A qui�n tengo en los cielos sino a ti? �Y qui�n hay en la tierra que yo desee en comparaci�n con ti? Mi carne y mi coraz�n desfallecen, pero t� eres la fuerza de mi coraz�n, y mi porci�n para siempre.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 2 Chronicles 6". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/2-chronicles-6.html. 1828.