Bible Commentaries
2 Reyes 9

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Este cap�tulo contiene la unci�n de Jeh�: su matanza de Joram, la muerte de Jezabel y la relaci�n de que ella fue devorada por perros.

Versículos 1-3

La �nica observaci�n con la que detendr�a al lector sobre este pasaje, porque deber�a parecer que es el m�s importante de todos los dem�s, es la ceremonia de la unci�n. Cuando contemplamos c�mo este servicio fue designado uniformemente en la iglesia desde el comienzo de su formaci�n en el desierto, no se le ocurre al lector que el Esp�ritu Santo evidentemente pretend�a con �l un asunto de vasto significado.

El mismo Se�or Jes�s fue ungido con el Esp�ritu Santo; y se dice que todo su pueblo tiene una unci�n del Santo. 1 Juan 2:20 . �Oh! �Bendito Esp�ritu! bondadosamente condesciende a ungirme con todas tus preciosas influencias en el conocimiento y disfrute del Se�or Jes�s. Deja que el aceite santo de tu gracia ablande todo mi coraz�n, y haga que el olor de su amado nombre sea como ung�ento derramado.

Versículos 4-6

�No hay una dulce lecci�n velada bajo este mensaje y comisi�n del profeta? Cuando el Se�or env�a su palabra a cualquier individuo, aunque est� en medio de muchos, como Jeh� entre los capitanes, sin embargo, el llamado es personal, la gracia es distintiva y su manifestaci�n secreta. El Se�or habl� una palabra, se dice, al o�do de Samuel. 1 Samuel 9:15 .

As� que aqu�, el recado era para Jeh�. �Lector! tenga la seguridad de que es un disfrute personal de los llamamientos de Dios y de su palabra, lo que los hace preciosos. El maestro ha venido y te llama. Juan 11:28 .

Versículos 7-10

En la comisi�n que Eliseo hab�a confiado a este siervo entre los profetas, sin duda se le insinu� m�s de lo que se relata en el cap�tulo, a partir de la adici�n que hizo en este mandamiento, c�mo deb�a actuar Jeh� en la destrucci�n de la casa de Acab. �Lector! comente en �l, cu�n seguros son los juicios de Dios. Como ha dicho un ap�stol, con toda seguridad se hallar� que el juicio de los no regenerados no se demora, y su condenaci�n no se adormece. 2 Pedro 2:3 .

Versículos 11-13

Por la manera en que los capitanes recibieron a Jeh� a su regreso del profeta, deber�a parecer que al principio no estaban muy dispuestos a tratar al profeta, o su mensaje, con respeto. Pero probablemente debido a un poder divino que acompa�� al relato de Jeh� de su ungimiento como rey, y al ver quiz�s las huellas del aceite santo en su cabeza, sus corazones se esforzaron para cooperar con el nombramiento del Se�or para establecer a Jeh� como rey.

Versículos 14-20

Todo el dise�o de este ser del Se�or, solo tenemos que se�alar c�mo las diversas circunstancias concurrieron para asegurar la ruina de la casa de Acab. De Ramot-Galaad a Jezreel no hab�a poca distancia, pero para evitar que las nuevas llegaran antes que Jeh�, se apresura a sorprender a Joram. Y por otro lado, la alarma de Joram al enviar, a la menor aparici�n, mensajeros para investigar la causa, muestra la culpa de su conciencia. �No hay paz, dice mi Dios, para los imp�os! Isa�as 48:12 .

Versículos 21-29

�Qu� notable coincidencia de circunstancias debe haber sido el haber llevado a esas personas al mismo lugar de la vi�a de Nabot! como para recordarle a Joram la causa de su muerte y su merecido juicio. �Lector! �Qu� mayor testimonio puede exigir un hombre de que la mano del Se�or est� en esa visitaci�n, cuando el castigo surge del mismo crimen, en las consecuencias que siguen?

Versículos 30-37

El personaje de Jezabel es uno de los m�s horribles que encontramos en la historia entre las mujeres. Tanto es as�, que una falsa profetisa en las revelaciones, y probablemente para se�alar m�s enf�ticamente su infamia, es llamada por ella, Jezabel. Y cuando, en el mismo libro, se habla de la destrucci�n final de los id�latras, bajo el tipo de la gran ramera de Babilonia y la madre de las rameras, en alusi�n a los mismos cr�menes horribles en los que se destac� Jezabel, puede servir para ense�ar en en cierta medida, cu�n horribles son a los ojos de Dios esos personajes.

Apocalipsis 2:20 . Solo detengo al lector solo para repetir cu�n ciertos son los juicios de Dios. Jezabel hab�a triunfado durante mucho tiempo; pero por fin lleg� el d�a del juicio final. As� debe ser con todos. �Oh! por gracia para tener en cuenta los acontecimientos seguros que aguardan. Decid al justo que le ir� bien. Ay del imp�o, le ir� mal. Isa�as 3:10 .

Versículo 37

REFLEXIONES

�LECTOR! �Qu� terrible vista ofrece este cap�tulo del miserable final de la carrera de Acab! y c�mo se impresiona la mente en la contemplaci�n de que una familia como la suya en todas sus ramas se venda a trabajar el mal con codicia. Dif�cilmente es posible pasar por la revisi�n de lo que se relata en estas historias de Acab y Jezabel, y de su hogar, sin que una y otra vez se sienta incitado, mientras seguimos la historia, a exclamar de d�nde surgi� tan decidida y resuelta impiedad.

Pero leemos la historia de Acab con muy poco provecho si no sirve para llevar la mente m�s all� de la historia de una sola persona o familia, y no para contemplar en ella los contornos de hombres malvados e imp�os en todas las �pocas. En la terrible oposici�n que Acab hizo al Dios de Israel y sus profetas, �no contemplamos la representaci�n de todos los Acab de todas las �pocas, en su odio y oposici�n declarados al bendito evangelio del Se�or Jes�s? �No parece algo de esta descripci�n de los hombres como si todas las facultades estuvieran aliadas contra el Se�or Jes�s? Sus corazones hierven de implacable amargura; sus o�dos se detuvieron resueltamente a toda la gracia del evangelio; sus voces se elevaron uniformemente en su contra. �Despreciadores de las cosas divinas, odiadores de Dios y de su Cristo! �Oh! alma m�a, no entres en su secreto; a su asamblea mi honor no te unas.

�Pero lector! �Cu�n dulce a la vista es Jes�s despu�s de ver la naturaleza humana y la maldad humana en caracteres tan horribles! y adem�s, �cu�n cada vez m�s es el punto de vista de Jes�s bajo estas consideraciones, cuando estamos capacitados para rastrear nuestra preservaci�n y apoyo a partir de ejemplos tan horribles en nosotros mismos! �S�! querido, todopoderoso Jes�s! es a tu gracia preventiva y restrictiva a la que alegremente atribuimos toda la alabanza y la gloria.

En verdad debo decir (y, lector, �no eres t� el mismo?) Por la gracia de Dios �Soy lo que soy! que he sido, que soy ahora, y que siento confianza para el futuro ser� guardado; de rodillas, en transportes de regocijo, dar�a toda la gloria al adorable Redentor. Fue Jes�s quien encomend� a su Padre su iglesia para este bendito prop�sito al final de su ministerio y justo antes de su muerte.

Y es a esta �nica fuente la que debe atribuirse eternamente la preservaci�n de su pueblo. Guarda (dijo el bondadoso Redentor al poner en manos del Se�or su reba�o comprado con mucho precio) guarda, Padre Santo, por tu propio nombre a los que me has dado. Y por lo tanto, bajo la evidencia incuestionable de esta gran verdad, clamar�a con el ap�stol y dir�a: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Se�or Jesucristo, que seg�n su abundante misericordia ha llegado a esta esperanza viva todo su pueblo. , que son guardados por el poder de Dios mediante la fe para salvaci�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 2 Kings 9". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/2-kings-9.html. 1828.