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Bible Commentaries
2 Samuel 19

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

El duelo de David por Absal�n lo frena Joab. David lo invit� a volver a su capital. Este evento est� cumplido. Se relata una circunstancia concerniente a Shimei. Estos son los temas principales de este cap�tulo.

Versículos 1-4

(1) Y fue informado a Joab: He aqu�, el rey llora y hace duelo por Absal�n. (2) Y la victoria de ese d�a se convirti� en luto para todo el pueblo; porque el pueblo oy� decir aquel d�a c�mo el rey estaba entristecido por su hijo. (3) Y ese d�a el pueblo los recogi� a escondidas en la ciudad, como la gente avergonzada huye cuando huye en la batalla. (4) Pero el rey se cubri� el rostro, y el rey clam� a gran voz: �Oh hijo m�o Absal�n, oh Absal�n, hijo m�o, hijo m�o!

El dolor impropio de David por la muerte de Absal�n no pudo menos de afectar a todo el ej�rcito. Algunos, sin duda, se sintieron disgustados; y otros compadecieron al rey; pero, como el ESP�RITU SANTO calla, en cuanto a lo que pas� entre David y el SE�OR, en esta ocasi�n, s�lo podemos esperar que la aflicci�n se haya vuelto provechosa.

Versículos 5-7

(5) Entonces Joab entr� en la casa del rey y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han salvado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida. de tus mujeres y la vida de tus concubinas; (6) En que amas a tus enemigos y aborreces a tus amigos. Porque t� has declarado hoy, que no miras ni a pr�ncipes ni a siervos; porque hoy veo que si Absal�n hubiera vivido, y todos nosotros hubi�ramos muerto hoy, entonces te habr�a gustado mucho.

(7) Ahora, pues, lev�ntate, sal y habla con tranquilidad a tus siervos; porque juro por el SE�OR que si no sales, no se quedar� nadie contigo esta noche; y eso te ser� peor que todas las cosas. mal que te sobrevino desde tu juventud hasta ahora.

Aquellos ministros en las cosas divinas, siempre deben ser valorados, los que act�an con fidelidad. �Qu� hermosa lecci�n, que todos aprendan aqu�, en la conducta de Joab! Seguramente David necesitaba ser despertado, y Joab tom� un m�todo para hacerlo eficazmente. Cuando los pecadores se enfr�an y se despreocupan, la palabra de DIOS debe ser entregada con su fuerza desnuda, para que, como la espada del ESP�RITU, hiera la conciencia y se sienta su filo.

Versículo 8

(8) Entonces el rey se levant� y se sent� a la puerta. Y dieron aviso a todo el pueblo, diciendo: He aqu�, el rey est� sentado a la puerta. Y todo el pueblo vino delante del rey, porque Israel hab�a huido cada uno a su tienda.

�Lector! �Cu�n dulce es el pensamiento de que nuestro JES�S, nuestro Rey, se sienta a la puerta para dejar que su pueblo contemple su belleza y presente todas sus preocupaciones ante �l!

Versículos 9-12

(9) Y todo el pueblo estaba en contienda por todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos salv� de la mano de nuestros enemigos, y �l nos libr� de la mano de los filisteos; y ahora ha huido de la tierra por Absal�n. (10) Y Absal�n, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en batalla. Ahora, pues, �por qu� no hab�is ni una sola palabra de hacer volver al rey? (11) Y el rey David envi� a los sacerdotes a Sadoc y a Abiatar, diciendo: Habla a los ancianos de Jud� y diles: �Por qu� sois los �ltimos en traer al rey a su casa? viendo el discurso de todo Israel ha llegado al rey, incluso a su casa. (12) Vosotros sois mis hermanos, vosotros sois mis huesos y mi carne: �por qu�, pues, sois los �ltimos en traer al rey?

Creo que es muy evidente de esta lucha entre las tribus de Israel, que la rebeli�n de Absal�n fue profundamente arraigada, y muy fuerte y formidable; porque vemos, incluso despu�s de una victoria como la que hab�a obtenido el ej�rcito de David, su camino a Jerusal�n necesitaba abrirse por favor. �Pero lector! �No hay instrucci�n espiritual para ti y para m� en este lugar? �Envi� David a los ancianos de Jud� por medio de los sacerdotes, para que se le hiciera una invitaci�n para que volviera? �Y no nos recuerda c�mo DIOS el PADRE nos habla eternamente por medio del Sacerdote eterno sobre su trono, e Intercesor, para que le pidamos a nuestro DIOS que venga y haga su morada con nosotros? Nuestro JES�S, el Hijo de David, �no condesciende bondadosamente a llamarnos sus hermanos, su carne y sus huesos? y no dice: �He sido yo un desierto para mi pueblo?Jeremias 2:31 .

Versículo 13

(13) Y dec�s a Amasa: �No eres t� de mis huesos y de mi carne? As� me haga Dios, y m�s a�n, si no fueres jefe del ej�rcito delante de m� continuamente en el aposento de Joab.

Este avance de Amasa, un rebelde en el ej�rcito de Absal�n, sobre Joab, cuya fidelidad al servicio de David, no encontramos nada que cuestionar, parece algo extraordinario. Quiz�s David, en ese momento, se hab�a enterado de que Joab con sus propias manos, hab�a matado a Absal�n. Cierto es que la fidelidad requiere un gran trato para procurar el favor. Pero en los ministros es particularmente demandado por JES�S. Para el �ngel, o ministro de la iglesia de Esmirna, la orden es sorprendente. Ver Apocalipsis 2:8 .

Versículos 14-15

(14) E inclin� el coraz�n de todos los hombres de Jud�, como el coraz�n de un solo hombre; y enviaron esta palabra al rey: Vu�lvete t� y todos tus siervos. (15) El rey volvi� y lleg� al Jord�n. Y Jud� vino a Gilgal para ir al encuentro del rey y conducir al rey al otro lado del Jord�n.

SE�OR JES�S, inclina el coraz�n de tu pueblo como el coraz�n de un solo hombre; �Entonces te recibiremos a ti y a tus siervos, tus ministros en nuestras iglesias, en nuestros corazones, en nuestras casas, cuando nos hayas dispuesto en el d�a de tu poder! Salmo 110:3 .

Versículos 16-20

(16) Y Simei hijo de Gera, hijo de Benjam�n, que era de Bahurim, se apresur� y descendi� con los hombres de Jud� para encontrarse con el rey David. (17) Y hab�a mil hombres de Benjam�n con �l, y Siba, siervo de la casa de Sa�l, y sus quince hijos y sus veinte siervos con �l; y pasaron el Jord�n delante del rey. (18) Y pas� un transbordador para llevar a la casa del rey y hacer lo que le pareciera bien.

Y Simei hijo de Gera se postr� ante el rey cuando �ste hab�a pasado el Jord�n; 19) Y dijo al rey: No me impute mi se�or de iniquidad, ni te acuerdes de la perversidad de tu siervo el d�a que mi se�or el rey sali� de Jerusal�n, para que el rey se lo tomara en serio. (20) Porque tu siervo sabe que he pecado; por tanto, he aqu� que he venido hoy el primero de toda la casa de Jos� para descender al encuentro de mi se�or el rey.

La aparici�n de esos hombres, Simei y Siba, sin duda, fue muy gratificante para David. Y no s� si el Lector lo ha percibido en la historia de David; pero me ha sorprendido m�s de una vez, mientras atend�a esos registros, que David pose�a una gran generosidad de mente, as� como tambi�n gracia.

Versículos 21-23

(21) Pero Abisai hijo de Sarvia respondi� y dijo: �No morir� Simei por esto, porque maldijo al ungido de Jehov�? (22) Y David dijo: �Qu� tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me se�is adversarios? �Habr� alguien que muera hoy en Israel? �No s� yo que hoy soy rey ??de Israel? (23) Entonces el rey dijo a Simei: No morir�s. Y el rey le jur�.

El calor y el resentimiento de Abisai habr�an llevado a David a un error; por eso lo llama adversario en sus consejos. Pero qu� pensamiento tan delicioso surge de esta entrevista entre David y su antiguo opositor violento, Simei, considerado como lleva nuestras mentes a la contemplaci�n de la supuesta entrevista entre JES�S, el Hijo de David, y el autoconvencido y autocondenado. pecadores, que una vez se opusieron a su gobierno.

�S�! Querido JES�S, que todos los de esta descripci�n digan, cuando as� lo trajo el ESP�RITU SANTO ante ti, tu siervo sabe que he pecado, por eso he venido a buscar tu misericordia. Y �oh! cu�n inconcebiblemente dulce y preciosa es escuchar la voz del Rey; diciendo: �Perecer� alg�n pobre pecador que venga hoy a buscar la paz de Israel? �Lector! recuerde tambi�n, nuestro JES�S no s�lo ha dicho que su pueblo no perecer�, sino que DIOS nuestro PADRE lo ha confirmado con un juramento. El Rey le jur�.

Versículo 24

(24) Y Mefiboset, hijo de Sa�l, descendi� al encuentro del rey, y no se hab�a arreglado los pies, ni se hab�a recortado la barba, ni se hab�a lavado la ropa, desde el d�a en que el rey parti� hasta el d�a en que regres� en paz.

El sagrado historiador sagrado ciertamente ha interesado a todos los lectores a favor de Mefiboset. Parecer�a que el amor que su padre Jonat�n ten�a por David fue heredado por su hijo. El descuido de su persona, en la vestimenta y la limpieza, eran en aquellos d�as se�ales de duelo. �Lector! no es una peque�a prueba del amor a Sion, cuando los verdaderos hijos de Sion lloran en sus tiempos de aflicci�n. La iglesia habla de esto dulcemente en uno de los Salmos. Ver Salmo 139:5 .

Versículos 25-30

(25) Y sucedi� que cuando lleg� a Jerusal�n para encontrarse con el rey, el rey le dijo: �Por qu� no fuiste conmigo, Mefiboset? (26) Y �l respondi�: Rey se�or m�o, mi siervo me enga��; porque tu siervo dijo: Ensillar� un asno para montar en �l e ir al rey; porque tu siervo es cojo. (27) Y calumni� a tu siervo ante mi se�or el rey; pero mi se�or el rey es como un �ngel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca.

(28) Porque toda la casa de mi padre eran muertos delante de mi se�or el rey; pero t� pusiste a tu siervo entre los que com�an a tu propia mesa. �Qu� derecho, pues, tengo todav�a de clamar m�s al rey? (29) Y el rey le dijo: �Por qu� hablas m�s de tus asuntos? Yo he dicho: T� y Siba dividen la tierra. (30) Y Mefi-boset dijo al rey: S�, que se lo lleve todo, porque mi se�or el rey ha vuelto en paz a su casa.

Parecer�a que David, en ese momento, hab�a descubierto la traici�n de Siba; porque aqu� confirma su concesi�n original a Mephiboseth. Mientras que, en el momento en que Siba sali� al encuentro de David, con informaci�n contra Mefiboset, le quit� todo al hijo de Jonat�n y se lo dio a Siba. Ver 2 Samuel 16:1 .

Pero parece haber tanta dulzura de temperamento y tanta dulzura de mente en David en este momento, que pretend�a hacer felices a todos; �Lector! la aflicci�n es una escuela provechosa, cuando el mismo JES�S es el Maestro. Puedes estar seguro de que no fue sin raz�n el sabio dijo; Mejor es ir a la casa de duelo que a la casa de banquete. Eclesiast�s 7:2 .

Versículos 31-33

(31) Y Barzilai galaadita descendi� de Rogelim, y pas� el Jord�n con el rey para conducirlo al otro lado del Jord�n. (32) Barzilai era un hombre muy anciano, de hasta ochenta a�os; y hab�a provisto al rey de sustento mientras estaba en Mahanaim; porque era un gran hombre. (33) Y el rey dijo a Barzilai: Pasa conmigo, y te dar� de comer conmigo en Jerusal�n.

Ya ten�amos un relato de la generosidad de este hombre antes. 2 Samuel 17:27 . El SE�OR tiende con gracia una mesa para su pueblo en el desierto, y no permitir� que les falte. Sin duda David mir� la mano del SE�OR en la misericordia, y por lo tanto, adem�s de la gratitud com�n, anhelaba mostrar afecto a Barzilai, como instrumento del SE�OR para su bien. �Lector! todas las bendiciones traen consigo doble dulzura, cuando se contempla y se recibe la bondad del hombre, como la gracia y la bondad predisponentes del SE�OR.

Versículos 34-38

(34) Y Barzilai dijo al rey: �Cu�nto tiempo me queda de vida para que suba con el rey a Jerusal�n? (35) Hoy tengo ochenta a�os; �puedo discernir entre el bien y el mal? �Puede tu siervo probar lo que como o lo que bebo? �Puedo o�r m�s la voz de cantantes y cantantes? �Por qu�, pues, ser� tu siervo una carga para mi se�or el rey? (36) Tu siervo pasar� un trecho por el Jord�n con el rey; �y por qu� me recompensar� el rey con tal recompensa? (37) Deja que tu siervo, te ruego, vuelva atr�s, para que yo muera en mi propia ciudad, y sea sepultado junto al sepulcro de mi padre y de mi madre.

Pero he aqu� tu siervo Quimham; que pase con mi se�or el rey; y hazle lo que te parezca bien. 38) Y el rey respondi�: Quimam pasar� conmigo, y yo le har� lo que bien te parezca; y todo lo que me pidas, lo har� por ti.

No esperemos que este hombre generoso, que as� esperaba ansioso el sepulcro, estuviera mirando tambi�n, con el mismo ojo de fe, como lo hizo el patriarca, a Aquel que con su salvaci�n prometida endulz� el sepulcro y sac� todo su veneno! Pero cu�n modestamente rechaza este gran hombre los favores del rey; como no s�lo inadecuado para sus a�os avanzados, sino tambi�n como �l mismo indigno de ellos. �No nos sugiere esto, lo que se nos dice, los siervos fieles de JES�S dir�n en el �ltimo d�a, cuando el SE�OR resuma para la revisi�n sus diversos actos y obras de amor: SE�OR, (dir�n) cuando �Te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? Barzilai realmente lo hab�a hecho con David, y sin embargo, ahora, cuando David habla de llevarlo con �l a Jerusal�n, grita: �Por qu� deber�a el rey recompensarlo con tal recompensa? De modo que JES�S no s�lo recompensar� cada tilde de los pobres testimonios del amor de su pueblo, sino que los sorprender� tanto por el sentido que expresa de esos testimonios como por la asombrosa grandeza de la recompensa.

En cuanto, (dice el SE�OR), como lo hicisteis a uno de estos mis hermanos m�s peque�os, a m� lo hicisteis. Mateo 25:40 .

Versículos 39-43

(39) Y todo el pueblo pas� el Jord�n. Y cuando el rey lleg�, el rey bes� a Barzilai y lo bendijo; y volvi� a su propio lugar. (40) Entonces el rey pas� a Gilgal, y Quimam sigui� con �l; y todo el pueblo de Jud� conduc�a al rey, y tambi�n la mitad del pueblo de Israel. (41) Y he aqu�, todos los hombres de Israel vinieron al rey y dijeron al rey: �Por qu� nuestros hermanos los hombres de Jud� te han secuestrado, y han tra�do al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con �l, sobre el Jord�n? (42) Y todos los hombres de Jud� respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es nuestro pariente; �por qu�, pues, os enoj�is por este asunto? �Hemos comido a costa del rey? �O nos ha dado alg�n regalo? (43) Y los hombres de Israel respondieron a los hombres de Jud�, y dijeron: Tenemos diez partes en el rey, y tambi�n nosotros tenemos m�s derecho en David que vosotros. �Por qu�, pues, nos despreciasteis para que no se tuviese en primer lugar nuestro consejo en traer de vuelta a nuestro rey? Y las palabras de los hombres de Jud� fueron m�s feroces que las palabras de los hombres de Israel.

La restauraci�n de David no estuvo exenta de celos y disgusto. Algunos siempre los habr�, para poner oscuridad por luz y amargo por dulce. El hijo de David se ha enfrentado continuamente a su reino. Los problemas de David no han terminado. Esa frase todav�a pende sobre su cabeza: La espada nunca se apartar� de tu casa. Para que podamos cerrar este cap�tulo de la felicidad de David en su regreso despu�s de la rebeli�n, recordando al lector que pronto se buscar�n nuevos problemas y que su oraci�n siempre es oportuna; Se�or, acu�rdate de David y de todas sus aflicciones. Salmo 132:1 .

Versículo 43

REFLEXIONES

�LECTOR! �No fue un acto de gracia en el SE�OR hacer que la fidelidad de Joab tuviera �xito en despertar a David del dolor impropio en el que hab�a ca�do, por la muerte de Absal�n? �Y no considerar�n usted y yo la misericordia de nuestro amado SE�OR para con nosotros, cuando por medio de sus fieles siervos ministrantes en el evangelio de su amado Hijo, seamos despertados a un sentido de aquellas cosas que contribuyen a nuestra paz eterna, antes de que sean para siempre? escondido de nuestros ojos? Me parece que quiero que todos los ministros sean fieles, como Joab en este caso.

El calor y el celo por JES�S deben marcar a todos los siervos de DIOS. Los discursos suaves, tranquilos, fr�os y sin vida no convienen a quienes se levantan para mostrar a los hombres sus pecados e informarles de su peligro. Esa fue una orden solemne de Pablo a Timoteo, y necesaria para ser entregada a todos los que, como Timoteo, trabajan en la palabra y en la doctrina: Te mando, pues, (dice Pablo) delante de DIOS, y del SE�OR JESUCRISTO, que juzgar� los vivos y los muertos en su aparici�n, y su reino, predican la palabra, sean instant�neos a tiempo, fuera de tiempo, reprendan, reprendan, exhortan con toda paciencia y doctrina.

El comportamiento del anciano Barzillai sugiere una instrucci�n muy provechosa para los creyentes ancianos. Aunque se neg� a cruzar el Jord�n a la corte de David, sin embargo, ten�a sus puntos de vista dirigidos a cruzar el Jord�n de la muerte, a la corte del SE�OR de David. Y as�, mi viejo amigo, deber�an ser tus opiniones. �Oh! Se�ores si JES�S es verdaderamente encantador, verdaderamente encantador y deseable en su estima, �no desear�a estar con �l? �Puede ya deleitarse la voz de los cantantes o de las cantantes? �Puede el mero gusto de las cosas terrenales ser importante para usted? �Qu�! �Has vivido treinta, cuarenta, no, quiz�s, sesenta a�os en un mundo miserable y pecaminoso, y sin embargo no te has destetado de �l?

Y dir�s que tus asuntos, tus hijos, tus familias te atan a la vida. Barzillai ten�a su Chimham. Pero este hijo, y tal vez sea el �nico, se lo entreg� al rey. Y si realmente has entregado tu propia alma a JES�S, seguramente tambi�n puedes confiarle a tus hijos. �Mira, entonces, mi hermano mayor! que JES�S es verdaderamente precioso; porque si es as�, la muerte no tendr� terrores. El d�a de tu muerte ser� el d�a de tu jubileo; y como Pablo, anhelar�s ser disuelto y estar con CRISTO, que es mucho mejor; sabiendo que, cuando est�s ausente del cuerpo, estar�s presente con el SE�OR; y trabajar�s, como �l lo hizo, para que, ya sea que est�s presente o ausente, seas aceptado por �l.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 2 Samuel 19". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/2-samuel-19.html. 1828.
 
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