Lectionary Calendar
Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
Comentario del Pobre Hombre de Hawker Comentario del Pobre Hombre
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 2 Samuel 19". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/2-samuel-19.html. 1828.
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre 2 Samuel 19". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
CONTENIDO
El duelo de David por Absal�n lo frena Joab. David lo invit� a volver a su capital. Este evento est� cumplido. Se relata una circunstancia concerniente a Shimei. Estos son los temas principales de este cap�tulo.
Versículos 1-4
(1) Y fue informado a Joab: He aqu�, el rey llora y hace duelo por Absal�n. (2) Y la victoria de ese d�a se convirti� en luto para todo el pueblo; porque el pueblo oy� decir aquel d�a c�mo el rey estaba entristecido por su hijo. (3) Y ese d�a el pueblo los recogi� a escondidas en la ciudad, como la gente avergonzada huye cuando huye en la batalla. (4) Pero el rey se cubri� el rostro, y el rey clam� a gran voz: �Oh hijo m�o Absal�n, oh Absal�n, hijo m�o, hijo m�o!
El dolor impropio de David por la muerte de Absal�n no pudo menos de afectar a todo el ej�rcito. Algunos, sin duda, se sintieron disgustados; y otros compadecieron al rey; pero, como el ESP�RITU SANTO calla, en cuanto a lo que pas� entre David y el SE�OR, en esta ocasi�n, s�lo podemos esperar que la aflicci�n se haya vuelto provechosa.
Versículos 5-7
(5) Entonces Joab entr� en la casa del rey y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han salvado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida. de tus mujeres y la vida de tus concubinas; (6) En que amas a tus enemigos y aborreces a tus amigos. Porque t� has declarado hoy, que no miras ni a pr�ncipes ni a siervos; porque hoy veo que si Absal�n hubiera vivido, y todos nosotros hubi�ramos muerto hoy, entonces te habr�a gustado mucho.
(7) Ahora, pues, lev�ntate, sal y habla con tranquilidad a tus siervos; porque juro por el SE�OR que si no sales, no se quedar� nadie contigo esta noche; y eso te ser� peor que todas las cosas. mal que te sobrevino desde tu juventud hasta ahora.
Aquellos ministros en las cosas divinas, siempre deben ser valorados, los que act�an con fidelidad. �Qu� hermosa lecci�n, que todos aprendan aqu�, en la conducta de Joab! Seguramente David necesitaba ser despertado, y Joab tom� un m�todo para hacerlo eficazmente. Cuando los pecadores se enfr�an y se despreocupan, la palabra de DIOS debe ser entregada con su fuerza desnuda, para que, como la espada del ESP�RITU, hiera la conciencia y se sienta su filo.
Versículo 8
(8) Entonces el rey se levant� y se sent� a la puerta. Y dieron aviso a todo el pueblo, diciendo: He aqu�, el rey est� sentado a la puerta. Y todo el pueblo vino delante del rey, porque Israel hab�a huido cada uno a su tienda.
�Lector! �Cu�n dulce es el pensamiento de que nuestro JES�S, nuestro Rey, se sienta a la puerta para dejar que su pueblo contemple su belleza y presente todas sus preocupaciones ante �l!
Versículos 9-12
(9) Y todo el pueblo estaba en contienda por todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos salv� de la mano de nuestros enemigos, y �l nos libr� de la mano de los filisteos; y ahora ha huido de la tierra por Absal�n. (10) Y Absal�n, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en batalla. Ahora, pues, �por qu� no hab�is ni una sola palabra de hacer volver al rey? (11) Y el rey David envi� a los sacerdotes a Sadoc y a Abiatar, diciendo: Habla a los ancianos de Jud� y diles: �Por qu� sois los �ltimos en traer al rey a su casa? viendo el discurso de todo Israel ha llegado al rey, incluso a su casa. (12) Vosotros sois mis hermanos, vosotros sois mis huesos y mi carne: �por qu�, pues, sois los �ltimos en traer al rey?
Creo que es muy evidente de esta lucha entre las tribus de Israel, que la rebeli�n de Absal�n fue profundamente arraigada, y muy fuerte y formidable; porque vemos, incluso despu�s de una victoria como la que hab�a obtenido el ej�rcito de David, su camino a Jerusal�n necesitaba abrirse por favor. �Pero lector! �No hay instrucci�n espiritual para ti y para m� en este lugar? �Envi� David a los ancianos de Jud� por medio de los sacerdotes, para que se le hiciera una invitaci�n para que volviera? �Y no nos recuerda c�mo DIOS el PADRE nos habla eternamente por medio del Sacerdote eterno sobre su trono, e Intercesor, para que le pidamos a nuestro DIOS que venga y haga su morada con nosotros? Nuestro JES�S, el Hijo de David, �no condesciende bondadosamente a llamarnos sus hermanos, su carne y sus huesos? y no dice: �He sido yo un desierto para mi pueblo?Jeremias 2:31 .
Versículo 13
(13) Y dec�s a Amasa: �No eres t� de mis huesos y de mi carne? As� me haga Dios, y m�s a�n, si no fueres jefe del ej�rcito delante de m� continuamente en el aposento de Joab.
Este avance de Amasa, un rebelde en el ej�rcito de Absal�n, sobre Joab, cuya fidelidad al servicio de David, no encontramos nada que cuestionar, parece algo extraordinario. Quiz�s David, en ese momento, se hab�a enterado de que Joab con sus propias manos, hab�a matado a Absal�n. Cierto es que la fidelidad requiere un gran trato para procurar el favor. Pero en los ministros es particularmente demandado por JES�S. Para el �ngel, o ministro de la iglesia de Esmirna, la orden es sorprendente. Ver Apocalipsis 2:8 .
Versículos 14-15
(14) E inclin� el coraz�n de todos los hombres de Jud�, como el coraz�n de un solo hombre; y enviaron esta palabra al rey: Vu�lvete t� y todos tus siervos. (15) El rey volvi� y lleg� al Jord�n. Y Jud� vino a Gilgal para ir al encuentro del rey y conducir al rey al otro lado del Jord�n.
SE�OR JES�S, inclina el coraz�n de tu pueblo como el coraz�n de un solo hombre; �Entonces te recibiremos a ti y a tus siervos, tus ministros en nuestras iglesias, en nuestros corazones, en nuestras casas, cuando nos hayas dispuesto en el d�a de tu poder! Salmo 110:3 .
Versículos 16-20
(16) Y Simei hijo de Gera, hijo de Benjam�n, que era de Bahurim, se apresur� y descendi� con los hombres de Jud� para encontrarse con el rey David. (17) Y hab�a mil hombres de Benjam�n con �l, y Siba, siervo de la casa de Sa�l, y sus quince hijos y sus veinte siervos con �l; y pasaron el Jord�n delante del rey. (18) Y pas� un transbordador para llevar a la casa del rey y hacer lo que le pareciera bien.
Y Simei hijo de Gera se postr� ante el rey cuando �ste hab�a pasado el Jord�n; 19) Y dijo al rey: No me impute mi se�or de iniquidad, ni te acuerdes de la perversidad de tu siervo el d�a que mi se�or el rey sali� de Jerusal�n, para que el rey se lo tomara en serio. (20) Porque tu siervo sabe que he pecado; por tanto, he aqu� que he venido hoy el primero de toda la casa de Jos� para descender al encuentro de mi se�or el rey.
La aparici�n de esos hombres, Simei y Siba, sin duda, fue muy gratificante para David. Y no s� si el Lector lo ha percibido en la historia de David; pero me ha sorprendido m�s de una vez, mientras atend�a esos registros, que David pose�a una gran generosidad de mente, as� como tambi�n gracia.
Versículos 21-23
(21) Pero Abisai hijo de Sarvia respondi� y dijo: �No morir� Simei por esto, porque maldijo al ungido de Jehov�? (22) Y David dijo: �Qu� tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me se�is adversarios? �Habr� alguien que muera hoy en Israel? �No s� yo que hoy soy rey ??de Israel? (23) Entonces el rey dijo a Simei: No morir�s. Y el rey le jur�.
El calor y el resentimiento de Abisai habr�an llevado a David a un error; por eso lo llama adversario en sus consejos. Pero qu� pensamiento tan delicioso surge de esta entrevista entre David y su antiguo opositor violento, Simei, considerado como lleva nuestras mentes a la contemplaci�n de la supuesta entrevista entre JES�S, el Hijo de David, y el autoconvencido y autocondenado. pecadores, que una vez se opusieron a su gobierno.
�S�! Querido JES�S, que todos los de esta descripci�n digan, cuando as� lo trajo el ESP�RITU SANTO ante ti, tu siervo sabe que he pecado, por eso he venido a buscar tu misericordia. Y �oh! cu�n inconcebiblemente dulce y preciosa es escuchar la voz del Rey; diciendo: �Perecer� alg�n pobre pecador que venga hoy a buscar la paz de Israel? �Lector! recuerde tambi�n, nuestro JES�S no s�lo ha dicho que su pueblo no perecer�, sino que DIOS nuestro PADRE lo ha confirmado con un juramento. El Rey le jur�.
Versículo 24
(24) Y Mefiboset, hijo de Sa�l, descendi� al encuentro del rey, y no se hab�a arreglado los pies, ni se hab�a recortado la barba, ni se hab�a lavado la ropa, desde el d�a en que el rey parti� hasta el d�a en que regres� en paz.
El sagrado historiador sagrado ciertamente ha interesado a todos los lectores a favor de Mefiboset. Parecer�a que el amor que su padre Jonat�n ten�a por David fue heredado por su hijo. El descuido de su persona, en la vestimenta y la limpieza, eran en aquellos d�as se�ales de duelo. �Lector! no es una peque�a prueba del amor a Sion, cuando los verdaderos hijos de Sion lloran en sus tiempos de aflicci�n. La iglesia habla de esto dulcemente en uno de los Salmos. Ver Salmo 139:5 .
Versículos 25-30
(25) Y sucedi� que cuando lleg� a Jerusal�n para encontrarse con el rey, el rey le dijo: �Por qu� no fuiste conmigo, Mefiboset? (26) Y �l respondi�: Rey se�or m�o, mi siervo me enga��; porque tu siervo dijo: Ensillar� un asno para montar en �l e ir al rey; porque tu siervo es cojo. (27) Y calumni� a tu siervo ante mi se�or el rey; pero mi se�or el rey es como un �ngel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca.
(28) Porque toda la casa de mi padre eran muertos delante de mi se�or el rey; pero t� pusiste a tu siervo entre los que com�an a tu propia mesa. �Qu� derecho, pues, tengo todav�a de clamar m�s al rey? (29) Y el rey le dijo: �Por qu� hablas m�s de tus asuntos? Yo he dicho: T� y Siba dividen la tierra. (30) Y Mefi-boset dijo al rey: S�, que se lo lleve todo, porque mi se�or el rey ha vuelto en paz a su casa.
Parecer�a que David, en ese momento, hab�a descubierto la traici�n de Siba; porque aqu� confirma su concesi�n original a Mephiboseth. Mientras que, en el momento en que Siba sali� al encuentro de David, con informaci�n contra Mefiboset, le quit� todo al hijo de Jonat�n y se lo dio a Siba. Ver 2 Samuel 16:1 .
Pero parece haber tanta dulzura de temperamento y tanta dulzura de mente en David en este momento, que pretend�a hacer felices a todos; �Lector! la aflicci�n es una escuela provechosa, cuando el mismo JES�S es el Maestro. Puedes estar seguro de que no fue sin raz�n el sabio dijo; Mejor es ir a la casa de duelo que a la casa de banquete. Eclesiast�s 7:2 .
Versículos 31-33
(31) Y Barzilai galaadita descendi� de Rogelim, y pas� el Jord�n con el rey para conducirlo al otro lado del Jord�n. (32) Barzilai era un hombre muy anciano, de hasta ochenta a�os; y hab�a provisto al rey de sustento mientras estaba en Mahanaim; porque era un gran hombre. (33) Y el rey dijo a Barzilai: Pasa conmigo, y te dar� de comer conmigo en Jerusal�n.
Ya ten�amos un relato de la generosidad de este hombre antes. 2 Samuel 17:27 . El SE�OR tiende con gracia una mesa para su pueblo en el desierto, y no permitir� que les falte. Sin duda David mir� la mano del SE�OR en la misericordia, y por lo tanto, adem�s de la gratitud com�n, anhelaba mostrar afecto a Barzilai, como instrumento del SE�OR para su bien. �Lector! todas las bendiciones traen consigo doble dulzura, cuando se contempla y se recibe la bondad del hombre, como la gracia y la bondad predisponentes del SE�OR.
Versículos 34-38
(34) Y Barzilai dijo al rey: �Cu�nto tiempo me queda de vida para que suba con el rey a Jerusal�n? (35) Hoy tengo ochenta a�os; �puedo discernir entre el bien y el mal? �Puede tu siervo probar lo que como o lo que bebo? �Puedo o�r m�s la voz de cantantes y cantantes? �Por qu�, pues, ser� tu siervo una carga para mi se�or el rey? (36) Tu siervo pasar� un trecho por el Jord�n con el rey; �y por qu� me recompensar� el rey con tal recompensa? (37) Deja que tu siervo, te ruego, vuelva atr�s, para que yo muera en mi propia ciudad, y sea sepultado junto al sepulcro de mi padre y de mi madre.
Pero he aqu� tu siervo Quimham; que pase con mi se�or el rey; y hazle lo que te parezca bien. 38) Y el rey respondi�: Quimam pasar� conmigo, y yo le har� lo que bien te parezca; y todo lo que me pidas, lo har� por ti.
No esperemos que este hombre generoso, que as� esperaba ansioso el sepulcro, estuviera mirando tambi�n, con el mismo ojo de fe, como lo hizo el patriarca, a Aquel que con su salvaci�n prometida endulz� el sepulcro y sac� todo su veneno! Pero cu�n modestamente rechaza este gran hombre los favores del rey; como no s�lo inadecuado para sus a�os avanzados, sino tambi�n como �l mismo indigno de ellos. �No nos sugiere esto, lo que se nos dice, los siervos fieles de JES�S dir�n en el �ltimo d�a, cuando el SE�OR resuma para la revisi�n sus diversos actos y obras de amor: SE�OR, (dir�n) cuando �Te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? Barzilai realmente lo hab�a hecho con David, y sin embargo, ahora, cuando David habla de llevarlo con �l a Jerusal�n, grita: �Por qu� deber�a el rey recompensarlo con tal recompensa? De modo que JES�S no s�lo recompensar� cada tilde de los pobres testimonios del amor de su pueblo, sino que los sorprender� tanto por el sentido que expresa de esos testimonios como por la asombrosa grandeza de la recompensa.
En cuanto, (dice el SE�OR), como lo hicisteis a uno de estos mis hermanos m�s peque�os, a m� lo hicisteis. Mateo 25:40 .
Versículos 39-43
(39) Y todo el pueblo pas� el Jord�n. Y cuando el rey lleg�, el rey bes� a Barzilai y lo bendijo; y volvi� a su propio lugar. (40) Entonces el rey pas� a Gilgal, y Quimam sigui� con �l; y todo el pueblo de Jud� conduc�a al rey, y tambi�n la mitad del pueblo de Israel. (41) Y he aqu�, todos los hombres de Israel vinieron al rey y dijeron al rey: �Por qu� nuestros hermanos los hombres de Jud� te han secuestrado, y han tra�do al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con �l, sobre el Jord�n? (42) Y todos los hombres de Jud� respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es nuestro pariente; �por qu�, pues, os enoj�is por este asunto? �Hemos comido a costa del rey? �O nos ha dado alg�n regalo? (43) Y los hombres de Israel respondieron a los hombres de Jud�, y dijeron: Tenemos diez partes en el rey, y tambi�n nosotros tenemos m�s derecho en David que vosotros. �Por qu�, pues, nos despreciasteis para que no se tuviese en primer lugar nuestro consejo en traer de vuelta a nuestro rey? Y las palabras de los hombres de Jud� fueron m�s feroces que las palabras de los hombres de Israel.
La restauraci�n de David no estuvo exenta de celos y disgusto. Algunos siempre los habr�, para poner oscuridad por luz y amargo por dulce. El hijo de David se ha enfrentado continuamente a su reino. Los problemas de David no han terminado. Esa frase todav�a pende sobre su cabeza: La espada nunca se apartar� de tu casa. Para que podamos cerrar este cap�tulo de la felicidad de David en su regreso despu�s de la rebeli�n, recordando al lector que pronto se buscar�n nuevos problemas y que su oraci�n siempre es oportuna; Se�or, acu�rdate de David y de todas sus aflicciones. Salmo 132:1 .
Versículo 43
REFLEXIONES
�LECTOR! �No fue un acto de gracia en el SE�OR hacer que la fidelidad de Joab tuviera �xito en despertar a David del dolor impropio en el que hab�a ca�do, por la muerte de Absal�n? �Y no considerar�n usted y yo la misericordia de nuestro amado SE�OR para con nosotros, cuando por medio de sus fieles siervos ministrantes en el evangelio de su amado Hijo, seamos despertados a un sentido de aquellas cosas que contribuyen a nuestra paz eterna, antes de que sean para siempre? escondido de nuestros ojos? Me parece que quiero que todos los ministros sean fieles, como Joab en este caso.
El calor y el celo por JES�S deben marcar a todos los siervos de DIOS. Los discursos suaves, tranquilos, fr�os y sin vida no convienen a quienes se levantan para mostrar a los hombres sus pecados e informarles de su peligro. Esa fue una orden solemne de Pablo a Timoteo, y necesaria para ser entregada a todos los que, como Timoteo, trabajan en la palabra y en la doctrina: Te mando, pues, (dice Pablo) delante de DIOS, y del SE�OR JESUCRISTO, que juzgar� los vivos y los muertos en su aparici�n, y su reino, predican la palabra, sean instant�neos a tiempo, fuera de tiempo, reprendan, reprendan, exhortan con toda paciencia y doctrina.
El comportamiento del anciano Barzillai sugiere una instrucci�n muy provechosa para los creyentes ancianos. Aunque se neg� a cruzar el Jord�n a la corte de David, sin embargo, ten�a sus puntos de vista dirigidos a cruzar el Jord�n de la muerte, a la corte del SE�OR de David. Y as�, mi viejo amigo, deber�an ser tus opiniones. �Oh! Se�ores si JES�S es verdaderamente encantador, verdaderamente encantador y deseable en su estima, �no desear�a estar con �l? �Puede ya deleitarse la voz de los cantantes o de las cantantes? �Puede el mero gusto de las cosas terrenales ser importante para usted? �Qu�! �Has vivido treinta, cuarenta, no, quiz�s, sesenta a�os en un mundo miserable y pecaminoso, y sin embargo no te has destetado de �l?
Y dir�s que tus asuntos, tus hijos, tus familias te atan a la vida. Barzillai ten�a su Chimham. Pero este hijo, y tal vez sea el �nico, se lo entreg� al rey. Y si realmente has entregado tu propia alma a JES�S, seguramente tambi�n puedes confiarle a tus hijos. �Mira, entonces, mi hermano mayor! que JES�S es verdaderamente precioso; porque si es as�, la muerte no tendr� terrores. El d�a de tu muerte ser� el d�a de tu jubileo; y como Pablo, anhelar�s ser disuelto y estar con CRISTO, que es mucho mejor; sabiendo que, cuando est�s ausente del cuerpo, estar�s presente con el SE�OR; y trabajar�s, como �l lo hizo, para que, ya sea que est�s presente o ausente, seas aceptado por �l.