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Daniel 12

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

La profec�a de Daniel concluye en este Cap�tulo, con algunas seguridades muy graciosas de la liberaci�n de Israel; de todos sus problemas. La mente de Daniel se ejercita con pensamientos relacionados con el mismo. El bondadoso consuelo del Se�or al Profeta.

Daniel 12:1

Aqu� hay un relato muy hermoso de Jes�s, y de su car�cter de oficio, como Mediador. No dudo en creer que el Miguel del que se habla aqu� es Cristo. En confirmaci�n, busque esas escrituras. Apocalipsis 12:7 . Entonces, c�mo Cristo permaneci� de pie por toda la eternidad: c�mo en el tiempo y c�mo para siempre; todos sus despachos tipifican.

Proverbios 8:22 ; Salmo 40:6 ; Hebreos 7:24 ; 2 Tesalonicenses 1:10 .

Desde todos los puntos de vista, debe ser una �poca de problemas. Cuando Cristo viene a hacer sus joyas, tambi�n viene para vengarse de los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de Jes�s. Mal 4: 1; 2 Pedro 3:10 . �Pero qu� dulce final es este vers�culo, de la seguridad de Jes�s! Isa�as 4:3 ; Lucas 10:20 ; Apocalipsis 20:12 .

Versículos 2-3

Aquellos que creen en la doctrina del Milenio, toman el primero de estos dulces vers�culos como uno, entre las evidencias de ello. Y otros lo refieren por completo al juicio del Se�or en el �ltimo d�a. En uno u otro sentido, o en ambos, el pensamiento agrada a los fieles en Cristo Jes�s y tremendo a los incr�dulos. Ver Isa�as 26:19 .

El relato bendito de aquellos que son sabios para ganar almas, se expresa con mucha gracia. Jes�s ahora tiene en cuenta todo lo que se hace en la tierra en amor a �l y a su evangelio. Y aunque no por m�rito, pero por amor, todos ser�n recompensados. Hebreos 6:10 .

Versículo 4

�Lector! no pase por alto la dulzura de este vers�culo. Como Daniel no vivir�a para ver el cumplimiento de estas cosas, fue suficiente para �l ser el m�dium, el instrumento en la mano del Se�or, para dar esta profec�a a la Iglesia. Pero como las cosas aqu� predichas se han cumplido, y se est�n cumpliendo todav�a en la tierra, cu�n misericordioso fue para nosotros, en la hora presente, que este Daniel tan amado fue designado para ministrar a nuestro consuelo. �Oh! Misericordioso Se�or, �cu�n claro es que has presidido tu Iglesia en todas las �pocas!

Versículos 5-10

Si el lector observa diligentemente lo que se dice en estos vers�culos, descubrir� a tres personas aqu� descritas: una a cada lado del r�o; y uno de pie sobre las aguas del r�o. Parece haber un mayor grado de gloria y preeminencia en esta persona que en las otras dos. Probablemente fue Cristo, asistido por dos �ngeles. Probablemente fue en la visita a Abraham. G�nesis 18:1 , etc.

Si esta conjetura es correcta, es notable que los �ngeles no supieran nada sobre el momento en que estos eventos deb�an cumplirse. Se los representa como deseosos de examinar estas cosas. 1 Pedro 1:12 . La redenci�n de Jes�s es la maravilla de los �ngeles, as� como el misterio de la piedad entre los hombres. �Pero lector! haga una pausa en lo que aqu� se dice, tanto de la persona, el juramento, como la forma de usarlo, que est�n todos registrados.

La persona no pod�a ser otra que Cristo. Ver en la confirmaci�n, Apocalipsis 10:5 . el juramento; Se apela y se jura a Jehov�. Ambas manos levantadas. Aquellas manos sagradas con las que bendijo a su pueblo en el monte en el momento de la partida. Lucas 24:50 .

Varias han sido las opiniones de los hombres, en todas las edades, sobre el tiempo, tiempos y medio. Calculando por a�os, algunos han anotado el n�mero y lo refieren a los tres a�os y medio del ministerio de nuestro Se�or en la tierra. Pero lo cierto es que hay una oscuridad intencionada arrojada sobre ella por el Se�or mismo, como si no se supiera hasta que se cumpliera lo predicho. Y la orden del Se�or a Daniel de que se fuera por su camino y le dijera que las palabras est�n sujetas al tiempo del fin, parece, se podr�a haber pensado, suficientemente satisfactorio, para impedir que las manos de hombres confiados pretendan levantar cubrirse y volverse lo suficientemente atrevido como para intentar explicar lo que ellos mismos no saben.

�Lector! te dejo y yo lo dejo en manos del Se�or. Se explicar� a su debido tiempo. En la temporada media, atendamos a lo que es m�s sencillo y que siempre ser� rentable. Los muchos que ser�n purificados; y los imp�os que obrar�n imp�amente; puede servir para mostrar la vasta y poderosa diferencia entre ellos; y para llevarnos a reconocer que esa diferencia es pura gracia. �Oh! �Se�or! da testimonios a tu pueblo. Romanos 11:7 .

Versículos 11-12

No me atrever� a ofrecer una sola observaci�n de los tiempos aqu� se�alados. Quitado el continuo sacrificio, y la abominaci�n desoladora puesta, el Se�or ha mostrado. Porque cuando muri� el Se�or Jesucristo, cesaron todos los sacrificios bajo la ley. Y cuando los romanos pusieron una imagen en el templo, hubo una verdadera abominaci�n. Pero a qu� per�odo se refieren los mil doscientos noventa d�as, o cu�ndo comienzan los mil trescientos treinta y cinco d�as, presumo no decirlo. Sin embargo, una cosa es cierta: se declara que ese per�odo es un per�odo glorioso, y el hombre bendito que se le permite verlo. �Alabado sea Dios por esto, en y por el Se�or Jesucristo!

Versículo 13

A Daniel se le ordena aqu� nuevamente que descanse satisfecho en la ignorancia de esos eventos, que cuando se cumplen solo son conocidos. Y habiendo cumplido como siervo fiel su comisi�n, como el santo Sime�n, es partir en paz, habiendo visto por la fe la salvaci�n de Dios. Lucas 2:25

REFLEXIONES

�LECTOR! usted y yo no podemos cerrar mejor nuestra visi�n de esta bendita porci�n de la profec�a, que seguir la direcci�n dada a Daniel. �Aqu� hay suficiente para que cada uno de nosotros descanse! Michael nuestro pr�ncipe; Jes�s, el capit�n de nuestra salvaci�n, se ha puesto de pie, est� de pie, y siempre defender� a los hijos de su pueblo, incluso a sus redimidos, �su simiente real comprada con sangre! Habr� problemas; problemas debe haber; porque el pecado trae problemas.

Pero donde abund� el pecado, sobreabund� la gracia, y la gracia triunfa en Jesucristo. Y mientras nuestro Todopoderoso Jes�s levanta ambas manos al cielo, las levanta para bendecir a sus redimidos, y los bendecir� cuando el tiempo no sea m�s. �Oh! �Se�or! bend�cenos y seremos bendecidos. Purifica y blanquea a tu pueblo con tu sangre, y lleva a tu Iglesia, s�, a todos tus redimidos, a un mayor conocimiento y amor por ti, que aumente tu conocimiento, y en ti encontraremos toda bendici�n.

Y ahora, Daniel, �oh t�, hombre de Dios, muy amado! nos despedimos de ti; bendiciendo a tu Se�or y al Se�or nuestro por tu ministerio; y am�ndote por tus servicios. T� ciertamente has seguido tu camino, y nosotros vamos el nuestro, con la misma fe. Hasta la vejez te llev� el Se�or tu Dios; y hasta las canas llevar� el Se�or a todo su pueblo. Pronto vendr� el Se�or. Uno de esos d�as se oir� el grito del cielo, y Miguel, nuestro glorioso Arc�ngel, aparecer� en las nubes.

�Oh! para tener plena confianza en esa hora, para levantar la cabeza, cuando se acerque nuestra redenci�n, clamando con la Iglesia: He aqu�, este es nuestro Dios, lo hemos esperado y �l nos salvar�. Nos alegraremos y nos regocijaremos en su salvaci�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Daniel 12". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/daniel-12.html. 1828.