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Bible Commentaries
Ezequiel 44

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

El tema contin�a y avanza en sublimidad. Aqu� se muestra un gran honor al Pr�ncipe, cuya entrada por la puerta Este prohibi� a todos los dem�s hacerlo, para notificar su gloria y distinci�n. Despu�s de esto, en este Cap�tulo se nombran diversas ordenanzas relativas a los que ministran en las cosas santas.

Versículos 1-3

Seguramente hay en esos vers�culos una alusi�n tan clara a la persona del Se�or Jesucristo, que es dif�cil que alguien la confunda o la aplique a cualquier otra. Y no solo a su persona, por su infinita dignidad, sino tambi�n a sus oficios y car�cter. Porque Jes�s no es solo el camino, y el �nico camino de acceso a Jehov�; pero es imposible, se nos dice, acercarnos a nadie que no sea �l.

La puerta est� cerrada y cerrada para siempre. Cu�n benditamente habla el Ap�stol, sobre este gran punto. Hebreos 9:11 .

Versículos 4-5

Qu� hermosa vista se da una y otra vez de la Shejin�, o la gloria del Se�or llenando la casa. Y qu� santo temor siempre encontramos inducido por �l, en la mente de los santos hombres de anta�o. Isa�as 6:1 ; Daniel 10:7 . �Lector! �Qu� bendita dispensaci�n es la del Evangelio, a la que somos llamados, a qui�n tenemos a Jes�s a quien acudir, y a Jes�s en quien confiar en todo momento, y qui�n es el Se�or Nuestra Justicia, que nos ha acercado con su sangre?

Versículos 6-27

Aqu� hay comisiones muy importantes dadas al Profeta para que las entregue a la gente, todas las cuales son claras y expresas, y en las que encontramos el celo sagrado que el Se�or tiene por su santo nombre y sus ordenanzas. �Lector! nuestro acercamiento ahora bajo la dispensaci�n del evangelio, no debe disminuir nuestra reverencia, sino aumentarla; ya que tenemos a Jes�s para darnos denuedo en su sangre, deber�amos deleitarnos en acercarnos. Hebreos 4:14 .

Versículos 28-31

Ruego al lector que no pase por alto la gracia abundante de nuestro adorable Jes�s en lo que aqu� se dice, que �l es la herencia y la posesi�n de su pueblo. Dos veces se repite en un verso; como si el Se�or tuviera la impresi�n de que no desaparecer�a de sus mentes. Si el lector observa, como espero que observe, que cuando se dice esto, se dice en especial referencia a los sacerdotes del Se�or; Yo consiento alegremente en lo mismo; pero le ruego al lector no menos que recuerde que se dice que todo el pueblo de Dios es una naci�n de sacerdotes para el Se�or.

Y en la Iglesia de Jes�s, ha hecho a todos sus redimidos, tanto reyes como sacerdotes, para Dios y el Padre, por su sangre. Ore para volver a esas dulces escrituras en confirmaci�n. �xodo 19:3 ; 1 Pedro 2:9 ; Apocalipsis 5:9 ; Apocalipsis 5:9 ; G�latas 3:27 .

Versículo 31

REFLEXIONES

�Y eres t�, alma m�a, en verdad un Sacerdote, en esta gloriosa Casa de tu Dios? �Oh! entonces considera al gran Ap�stol y Sumo Sacerdote de tu profesi�n, Cristo Jes�s. Es en virtud de tu uni�n con �l y de la redenci�n por �l que eres tra�do a este real Sacerdocio y hecho heredero de Dios y coheredero con Cristo. En �l se encuentra toda tu autoridad. Por �l se llevan a cabo todos tus ejercicios sacerdotales.

A trav�s de �l, se acepta la totalidad, tanto de tu persona como de tus ofrendas. Y por �l, y s�lo por �l, Jehov� mira con agrado a toda la Iglesia, que es Su cuerpo. �Granizo! �T�, Cordero de Dios! que eres todav�a el Cordero en medio del trono: �atento tanto a tu casa de abajo como a tu casa de arriba! �Todo es santificado y bendecido, siendo escogido por Jehov� en ti, antes que el mundo comenzara! Y ahora, y para siempre, cada miembro individual de tu cuerpo m�stico es honrado y glorioso, por la aspersi�n de tu sangre y por las dulces comunicaciones de tu bendito Esp�ritu.

�Se�or! a�ade una bendici�n a estos inmensos privilegios, y haz que cada d�a, cada hora, cada minuto, recuerde y viva ese recuerdo de que t� eres mi herencia; que no tengo herencia en nada aqu� abajo; ninguna posesi�n en la tierra y preocupaciones terrenales; porque el Se�or es la porci�n de mi heredad, y de mi copa t� mantienes mi suerte. Y oh, por cierto, vivir moment�neamente para la gloria y alabanza de mi Se�or; y presentando mi cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es mi servicio razonable.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Ezekiel 44". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/ezekiel-44.html. 1828.
 
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