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Bible Commentaries
Isaías 16

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

Este cap�tulo es una continuaci�n de la carga de Moab. El profeta llama a Moab, en sus angustias, para que mire a Aquel que es el �nico que puede salvarla, que se sentar�a en el trono de David, que es Cristo; y en el descuido de esto predice su total ruina.

Versículos 1-3

Parece que en los d�as de David, Moab estaba bajo tributo a Israel y pag� regalos 2 Samuel 8:2 . Y deber�a parecer que Moab, en el momento del ministerio del Profeta, le hab�a retirado su lealtad. De ah� que el Profeta advierte a Moab que reviva este pago. Y como en los d�as de Mesa, rey de Moab, este tributo se pagaba en corderos, el Profeta recomienda a Moab que lo haga ahora; 2 Reyes 3:4 , �Pero no hay una lecci�n espiritual, de una naturaleza mucho m�s elevada, que la direcci�n del Profeta dirigi� a Moab? Israel estaba a punto de ir al cautiverio, y Moab estaba bajo el gran disgusto del Se�or: Ahora, dijo el profeta a Moab, ofrece el cordero como ofrenda en sacrificio, con los ojos puestos en Cristo.

Busca el perd�n y la paz por su sangre; y como muestra de su sentimiento de pecado ante Dios, sea bondadoso y cari�oso con el pueblo del Se�or; esconde a los desterrados de la heredad del Se�or, y mira hacia el monte de Sion; de lo contrario, Moab ser� destruido y esparcido y ahuyentado como ave errante.

Versículos 4-5

Estos son vers�culos hermosos y llenos de evangelio. El Se�or recomienda a Moab que d� refugio a Israel. Son marginados, pero a�n son del Se�or. �Es esta Si�n (dec�an las naciones en el duelo de Jerusal�n) es esta Si�n, a quien los hombres llaman la perfecci�n de la belleza, el gozo de toda la tierra? Lamentaciones 2:15 .

Ahora se le aconseja a Moab que acoja a los desterrados del Se�or y les d� la bienvenida en el d�a de su calamidad. Y se a�aden los motivos para hacerlo: En misericordia se establecer� el trono: es decir, Jes�s, la simiente de David, erigir� su trono en misericordia, y los gentiles, as� como los jud�os, participar�n de las bendiciones que saldr� de su trono. Por lo tanto, busque el favor de este Rey todopoderoso, siendo amable con el pueblo del Rey.

�Lector! el mismo consejo es v�lido para todas las edades y entre todas las naciones. �Y qui�n dir�, si el Se�or inclina el coraz�n de los pecadores a ser bondadoso con los santos afligidos del Se�or, no podr�a alentar la esperanza de que el que da la gracia del amor a su pueblo, dar� la gracia de la fe y el arrepentimiento para con ��l mismo?

Versículos 6-12

Si el lector mira de cerca lo que se dice aqu� acerca de Moab, lo encontrar� como una representaci�n adecuada de todo el orgullo y la ostentaci�n de todas las naciones florecientes de la tierra. El orgullo de Moab consist�a en sus vinos y lujos; sus fortalezas y ciudades nobles. �Y qu� es ahora, incluso en la hora presente, entre todos los hombres y naciones carnales? Lo que se dice de Calnah, Hamat y Gat, puede decirse de reinos y de individuos; se acuestan en lechos de marfil y se estiran en sus sof�s; se comen los corderos del reba�o, y los becerros de en medio del establo; pero no se entristecen por las aflicciones de Jos�. No conocen al Cristo del Se�or. Quitad sus regocijos carnales, y no les quedar� nada de qu� regocijarse. Am�s 6:2 .

Versículos 13-14

Aqu� est� el final de la historia de Moab, y es una historia terrible. El prop�sito del Se�or, y el tiempo de ejecutar su prop�sito, est�n ambos determinados: as� ha sido en todas las �pocas, y as� es, y debe cumplirse. Qu� observaci�n tan solemne, pero hermosa, hace el ap�stol Pedro sobre este tema, al final de una de sus ep�stolas: hab�a estado observando, con mucho dolor de mente, c�mo los burladores profanos despreciaban las amenazas del Se�or a los pecadores, y acerca la observaci�n con una palabra de consuelo al pueblo del Se�or: Amado (dice �l) no ignores esto que un d�a es con el Se�or como mil a�os; y mil a�os como un d�a.

El Se�or no se demora en cuanto a su promesa, como algunos la consideran negligencia, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Y luego el ap�stol agrega un pasaje de las Escrituras m�s impactante, y una ferviente exhortaci�n de �l, a la que le ruego al lector que se refiera, 2 Pedro 3:10 .

Versículo 14

REFLEXIONES

�LECTOR! haga una pausa en este cap�tulo, en su contenido solemne, y luego re�na en una vista completa, la historia de Moab, en el relato de las Escrituras, de principio a fin; y he aqu� qu� vida miserable es la vida de hombres carnales de toda descripci�n y car�cter, sea cual sea el punto de vista que se les considere. Moab no es m�s que una imagen de hombres y cosas de Cristo, en toda la tierra. La situaci�n de Moab era verdaderamente hermosa, en esas ricas llanuras del Jord�n, junto a Jeric�.

Pero, �qu� son las uvas y las vi�as, o la fertilidad y las riquezas de un reino, donde los habitantes no conocen al Se�or? �Qu� es todo el imperio turco, en todos los lujos que la imaginaci�n puede concebir, mientras est� bajo la maldici�n de Dios en la oscuridad mahometana? �Oh, lector! �Piense en los vastos e inmensos privilegios del bendito evangelio del Dios siempre bendito! No es por las cosas preciosas que produce el sol, ni por las cosas preciosas que produce la luna; �pero la buena voluntad del que habitaba en la zarza! cuando una vez que el alma se despierte verdaderamente a un sentido del pecado, y la aprehensi�n de la ira venidera; cuando el breve y agonizante estado de las cosas a su alrededor se ve correctamente y se valora correctamente; entonces nada menos que Cristo puede traer consuelo y contentamiento al coraz�n.

�Lector! aprendamos sabidur�a de la historia y destrucci�n de Moab, y enviemos a �l, quien es el gobernante de nuestra tierra pecadora, nuestro tributo, y busquemos en su sacrificio, perd�n y perd�n. No solo enviemos a �l, sino que vayamos a �l, el verdadero Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. �l est� sobre el trono de David, juzgando y buscando juicio, y apresurando la justicia. S�, �l es el Cordero en medio del trono; y ese trono es un trono de gracia, as� como de gloria.

�l oir� y contestar� las oraciones, porque todav�a es el Salvador manso y humilde, que ha dicho: Venid a m� todos los que est�is cansados ??y cargados, y hallar�is descanso para vuestras almas. �Oh! para que la gracia venga confiadamente a su trono, para que obtengamos misericordia, y encontremos gracia para ayudar en todo momento de necesidad.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Isaiah 16". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/isaiah-16.html. 1828.
 
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