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Isaías 19

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

En este cap�tulo, Egipto, el enemigo original y jurado de Israel, entra para su juicio. Egipto amenaza con gran miseria y angustia. El cierre del cap�tulo contiene una gran misericordia, que se promete a Egipto al llamar a los habitantes a Cristo.

Versículos 1-10

Aqu� est� el mismo tema de la angustia nacional por la carga de Egipto, como la de Damasco o Moab, aunque el final es diferente: se predicen guerras extranjeras y celos dom�sticos: de modo que la mano de cada hombre debe estar contra su hermano. Como naci�n y pueblo, se describe a Egipto como el m�s calamitoso. Hambre y falta de pan; y los peces, que sus r�os abastec�an en abundancia, iban a fallar porque el Se�or secaba las aguas.

En resumen, se producir�a una desolaci�n general, bajo la carga de Egipto. Si espiritualizamos la historia, se puede decir, y decir con verdad, que hay un Egipto muy, y la carga de Egipto cae sobre el alma, siempre que el Se�or remite el derramamiento de su Esp�ritu Santo. Lector, �no encuentra, en el surgimiento del pecado interior, y los restos de la corrupci�n que habita en el alma, que, como la oscuridad egipcia, se induce incluso una muerte y una oscuridad que se puede sentir, y en verdad una carga, de una naturaleza intolerable, viene a la mente? Y en tales temporadas, �no falla el esp�ritu mismo, y todo parece estar, por el momento, con respecto a la gracia, perdido? �Y cu�ntas veces el pobre coraz�n es tentado a clamar: Mi fuerza y ??mi esperanza han perecido ante el Se�or? Lamentaciones 3:18 .

Versículos 11-17

En estos vers�culos se lleva a cabo el tema de la lamentaci�n, bajo varias descripciones, y todas corresponden para denotar la carga de Egipto. Sus senadores y sabios se volvieron incapaces de dirigir el tim�n de los asuntos p�blicos. Egipto fue notable por su aprendizaje; porque Mois�s, se nos dice, fue erudito en toda la sabidur�a de los egipcios. Pero ahora toda la naci�n est� sumida en la ignorancia. Y la causa es del Se�or; porque se dice que el Se�or hab�a mezclado un esp�ritu perverso en medio de ella.

Y tan grande fue el pavor del Se�or y de su pueblo en la mente de los egipcios, que todo el que lo mencion� solo se convirti� en un terror para s� mismo. Lector, mejora el tema espiritualmente, y ciertamente ser� muy provechoso. �No es este relato de Egipto similar a lo que siente la mente del hombre cuando despierta un sentimiento de pecado y el temor a la ira divina como consecuencia de ello? �No son las humillaciones de la mente bajo el temor y la aprensi�n de un juicio venidero, infinitamente mayores que las que surgen del temor de los males temporales? Y cuando el Se�or convenza del pecado, de la justicia y del juicio, �no se convulsionar� el alma m�s que con cualquier otro terror? Juan 16:8 .

Versículos 18-20

Ruego al lector que comente cada palabra de estos vers�culos. Que observe c�mo se abren las dulces promesas contenidas en ellos. En ese d�a, es decir, el d�a del evangelio; el d�a de Cristo, que Abraham, que se remonta a siglos atr�s, pero que ahora est� mucho m�s cerca, lo vio de lejos; se regocij� y se alegr�. Y cu�n bendita es la promesa a Egipto en este d�a. Antes se hab�a hablado miserablemente de Egipto, pero ahora con misericordia. As� es en todas las transiciones de la naturaleza a la gracia.

El idioma de Cana�n es el idioma del evangelio; de modo que Egipto participar� con Israel en las misericordias de la redenci�n, y hablar� el mismo idioma. Y observe que esto no debe ser en uno o dos casos, sino por pueblos y ciudades; s�, cinco a la vez, como para insinuar ese d�a de la gracia del evangelio, cuando el Esp�ritu Santo ser� derramado sobre toda carne, conforme a la promesa, Joel 2:28 ; Hechos 2:17 .

Tampoco esto es todo, porque se levantar� un altar al Se�or en Egipto. Cristo es el altar del Nuevo Testamento, y los egipcios, como Israel, presentar�n todas sus ofrendas sobre �l, y en �l y por �l: ni la bendici�n de la gracia del evangelio se detiene aqu�; porque cuando el pobre pecador, bajo convicciones de pecado y las opresiones del enemigo, se ve obligado a clamar al Se�or, el Se�or enviar� un Salvador, y uno grande, y lo librar� de toda su carga, y de todos sus pecados.

Ora, lector, haz una pausa en esta preciosa escritura, porque en verdad es muy preciosa; y decir, �a qui�n sino a Jes�s, el Salvador todopoderoso de los pecadores perdidos, se puede referir esto? De hecho, �no fue llamado su nombre Jes�s por el �ngel, por esta raz�n expresa, porque deb�a salvar a su pueblo de sus pecados? Mateo 1:21 .

Versículo 21

Det�ngase nuevamente, lector, sobre este hermoso vers�culo, porque es una continuaci�n de la misma doctrina. El efecto bendecido y auspicioso de un Salvador, y uno grande, enviado al clamor de los egipcios, ser� seguido con otro gran privilegio; el Se�or Jehov� ser� conocido en Egipto, en su car�cter y relaci�n de pacto, y los egipcios conocer�n a Jehov�. Se producir� un buen entendimiento entre ellos: y considerando que, en tiempos pasados, el conocimiento del Se�or estaba solo en Israel; ahora el conocimiento del Se�or cubrir� la tierra como las aguas cubren el mar.

�Seguramente nunca hubo un evangelio m�s bendito, ni una promesa m�s bendita! Y cuando se cumpla, en llevar a los pecadores desde lejos, al conocimiento y al amor de Dios en Cristo; �Qu� bendito logro de estas profec�as de las Escrituras! Isa�as 54:13 .

Versículo 22

Continuando con el mismo tema bendito, aqu� hay otro evangelio de la misericordia. El Se�or convencer� y convertir�; el Se�or herir� y sanar�. El Esp�ritu Santo convertir� su palabra como fuego y como martillo, para derretir y quebrantar el coraz�n robusto del pecador, por el Esp�ritu de juicio y el Esp�ritu de ardor. �Y el que somete a la vara, entrar� en el convenio y se mostrar� a s� mismo como el Esp�ritu de verdad y el Esp�ritu Santo el consolador! Jeremias 23:29 ; Isa�as 4:4 ; Ezequiel 20:37 ; Juan 14:16 .

Versículos 23-25

�Qu� feliz final hace el profeta de este dulce serm�n de profec�a, al final del cap�tulo! Se dice que la iglesia del evangelio es una calzada para la gente; y as� es, cuando el Se�or alza su estandarte por la tierra. El recinto de Israel, que se hab�a guardado durante siglos, es luego derribado; y tanto jud�os como gentiles son reunidos bajo un solo Pastor, Jesucristo, el justo.

�Oh! la felicidad, cuando Cristo sea universalmente reconocido, como el Se�or Jehov� el Cristo; �la �nica ordenanza del cielo para la salvaci�n de toda la tierra! Se�or, dir�a (y el Lector seguramente unir� mi alma en la oraci�n de fe), apresura tus benditos prop�sitos, y deja que se cumpla esa dulce promesa a nuestro Shiloh, cuando vea el dolor de su alma, y ??sea satisfecho; cuando los hombres sean bienaventurados en �l, y todas las naciones le llamen bienaventurado. Am�n.

Versículo 25

REFLEXIONES

Haz una pausa, alma m�a, en este Cap�tulo, y re�ne los diversos contenidos interesantes del mismo en una sola vista: ora sobre �l y ruega a Dios el Esp�ritu Santo que lo bendiga verdaderamente para tu meditaci�n.

En las aflicciones de Egipto, contempla las aflicciones seguras que surgen de un estado pecaminoso ca�do. Las cargas, como las que los egipcios sintieron y por las que gimieron, deben hacer y har�n gemir a todo pecador, una vez que el coraz�n es quebrantado por el pecado y verdaderamente se familiariza con sus miserias. Pero cuando, bajo la carga irritante de una conciencia culpable, el pobre pecador clama al Se�or, a causa de los opresores; luego el Se�or les env�a un Salvador, y uno grande, y los libra.

S�, antes de que llamaran, antes de que sintieran su miseria, antes de que la maldad del pecado fuera conocida en la tierra, Dios el Padre envi� a Jes�s, su amado y siempre bendito Hijo; un Salvador, en verdad, y uno grande, poderoso para salvar, para salvar a su pueblo de sus pecados.

�Lector! �Qu� dice tu experiencia de estas cosas? Ha llegado el d�a; la calzada est� levantada; la puerta del evangelio est� abierta, cuando Egipto y la multitud de las islas son llamados a unirse al verdadero Israel de Dios, en la salvaci�n del Se�or Jes�s. �Oh! porque esa rica bendici�n de Dios en Cristo aqu� registrada, se cumplir� todos los d�as, para que Jehov� el Se�or de los ej�rcitos bendiga con todas las bendiciones espirituales en Cristo, Egipto, su pueblo y Asiria la obra de sus manos, e Israel su herencia. Am�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Isaiah 19". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/isaiah-19.html. 1828.