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Bible Commentaries
Isaías 32

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

El profeta se est� elevando muy alto en este cap�tulo y est� mirando m�s all� de las cosas benditas que se llevar�n a cabo en los tiempos del evangelio. �Bajo el reinado del reino de Cristo, �l predice los gloriosos eventos de �l!

Versículos 1-2

En algunas de nuestras Biblias antiguas, la lectura se hace m�s fuerte, al definir a la persona a la que se refiere. He aqu� el rey. �Que Rey? Ciertamente aquel a quien el mismo Jehov� ha dicho, lo ha puesto sobre su santo monte de Sion, Salmo 2:6 . Y las mismas copias le�das, �y ese hombre? �Qu� hombre? Seguramente el que ha de reinar en justicia cuando el hombre que es compa�ero de Dios, Zacar�as 13:7 .

Tristemente debilitamos las escrituras cuando mezclamos las cosas humanas con las divinas. Algunos han supuesto que esta escritura es una profec�a sobre el reinado del buen rey; pero, �c�mo podr�a ser esto una profec�a, cuando fue entregada en el mismo tiempo del reinado de Ezequ�as? �Era necesario contarle a la gente por profec�a, de la bondad de un reinado, cuando lo estaban disfrutando? Adem�s, aquellos que lo imaginen tiene la m�s m�nima alusi�n a Ezequ�as, deben mostrar el cumplimiento de la misma.

Tan lejos estaba el reinado de Ezequ�as de ser una cerca y una seguridad para el pueblo, que el pobre mismo se asust� mucho cuando el enemigo subi� para invadir su tierra, Isa�as 37:1 . Y agregue a todas estas consideraciones, debe confesar que, despu�s de todo lo que puede decir sobre el valor y la bondad de Ezequ�as, nunca podr�an decirse de �l, ni de nadie entre los hijos de los hombres ca�dos, tales cosas como las aqu� se dice de ese rey, cuyo reinado ser�a en justicia.

Espero ser abandonado si me equivoco, pero no puedo dejar de concluir, que todos los acontecimientos benditos de los que se habla aqu�, deben ser completamente buscados bajo �l, y su auspicioso reinado de gracia en los corazones de su pueblo, cuyo El nombre es el Se�or justicia nuestra; Jeremias 23:5 ; Zacar�as 9:9 ; Salmo 45:1 .

Y si dejamos de lado por completo todos los pensamientos de Ezequ�as y miramos a Jes�s, entonces entraremos por fe, y bajo la direcci�n y las ense�anzas del Esp�ritu Santo, cuyo oficio es glorificar al Se�or Jes�s, en un dulce disfrute de lo que es. dicho en este precioso cap�tulo. Entonces veremos que este Rey justo, este Hombre santo, est� reinando verdaderamente ahora, en la hora presente, y ha llegado su reino de gracia.

En su reino espiritual, es un refugio contra todo viento de tentaciones espirituales, persecuciones, aflicciones y cosas por el estilo. Y �l no es menos fuente de aguas y arroyos del L�bano, en los consuelos de su Esp�ritu Santo en medio de todos los cuerpos secos y sedientos de sus redimidos. Cantares de los Cantares 4:15 ; Salmo 46:4 ; Juan 7:37 .

Versículos 3-8

De hecho, ampliar�a este Comentario hasta cierto punto, si analizara los varios vers�culos aqu� reunidos y dijera la mitad de lo que podr�a decirse en la par�frasis sobre ellos. Pero bien puede suponerse que todos los efectos benditos de los que se habla aqu� son el resultado del reino del Redentor en los corazones de su pueblo, cuando:

Jes�s reina y gobierna all�, el Se�or sobre cada pasi�n. �Lector! lo que quisiera particularmente que hicieras mientras lees estos vers�culos, es la misma conducta que pido por gracia para observar en mi propio caso, quiero decir, preguntar y preguntar si nuestros ojos ya no est�n nublados; si nuestros o�dos escuchan; �Y si con el coraz�n y la lengua bendecimos al que reina en justicia? Porque si verdaderamente pertenecemos a su reino, entonces �l abri� nuestros ojos, destap� nuestros o�dos y form� nuestro coraz�n y nuestra lengua para hablar en su alabanza.

Vea lo que dijo el profeta para marcar la era de su reinado, Isa�as 35:4 ; luego recurra al evangelio como prueba de ello, Mateo 11:5 ; y luego, una vez m�s, mire dentro y marque bien si hay una correspondencia adecuada all�.

Versículos 9-20

Incluyo la totalidad de estos benditos vers�culos en una sola lectura, en aras de la brevedad. Cu�n amable es este llamado para todas las personas descuidadas y desconsideradas; y cu�n asombrosamente establece el Profeta los terribles juicios que deben caer sobre aquellos que menosprecian la invitaci�n a la misericordia; mientras, al mismo tiempo, expone la seguridad y felicidad de quienes lo aceptan. �Lector! El Se�or concede, si es consistente con su mente y voluntad, que t� y yo estemos entre el n�mero de aquellos, el Profeta declara bienaventurados, por estar sentados alrededor de esas ricas aguas de gracia, junto a las cuales el gran Pastor de Israel alimenta a sus ovejas.

Versículo 20

REFLEXIONES

�VIVA! �T�, Rey de justicia! al cual ha puesto Jehov� por Rey en Sion. Deja que mi alma te siga y se deleite en tus glorias, mientras yo te contemplo en tu santo monte. �En verdad, Se�or, por tu propio derecho, como uno con el Padre y el Esp�ritu Santo, t� eres Jehov�, Se�or de todo! Pero d�jame verte en esa luz suavizada y querida, como Cristo el Mediador, Rey de reyes y Se�or de se�ores. Porque aqu�, Se�or, te veo como poseedor de todo poder, en el cielo y en la tierra.

Y en el gobierno especial de tu reino espiritual, perm�teme contemplar la justicia, el juicio y la paz de �l. Todopoderoso Soberano de tu pueblo, toma para ti tu gran poder, y reina y gobierna en el coraz�n de todos tus s�bditos. Ciertamente, Se�or, te pertenece, porque tuyo es el reino, por d�diva y por compra; por conquista y por rendici�n, ordenar, arreglar, nombrar y regular toda la administraci�n de la misma.

Y ciertamente es tu �nica prerrogativa derribar a todos tus enemigos debajo de tus pies. A ti te pertenece perdonar al penitente; ser generoso con los necesitados, consolar a los afligidos y ofrecer el cetro de misericordia al culpable. S�, Se�or, toda la gracia es tuya en tu reino aqu�; y la gloria ser� tuya en tu reino para siempre. �Oh! �Se�or Jesus! s� t� todo, y m�s que todos, que esta dulce escritura te representa; escondite del viento y escondite de la tempestad.

Habite tu pueblo, como has dicho, en moradas pac�ficas; s�, Se�or, habite en ti, y entonces la obra de tu justicia ser� paz, y el efecto de tu justicia ser� tranquilidad y seguridad para siempre. Am�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Isaiah 32". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/isaiah-32.html. 1828.
 
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