Bible Commentaries
Isaías 50

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

A pesar de ciertas partes, aqu� y all�, en este Cap�tulo, que a primera vista pueden parecer tener una alusi�n hist�rica a Babilonia y el cautiverio; sin embargo, el punto grande y evidente en el conjunto se refiere al Se�or Jesucristo. Su persona, oficios y car�cter est�n fuertemente marcados.

Versículos 1-3

El profeta Oseas, cuyo ministerio no fue muchos a�os antes que el de Isa�as, ha utilizado la misma figura del estado matrimonial para representar la uni�n del Mediador con su pueblo; y aqu� el profeta Isa�as adopta el mismo m�todo. De hecho, es una figura muy llamativa, y el mismo Se�or Jes�s parece deleitarse con ella. V�ase Oseas 2:1 ; Jeremias 3:14 ; Mateo 22:2 .

Puede servir para ense�arnos algunas cosas preciosas y dulces. Al asumir nuestra naturaleza, el Se�or Jes�s ha demostrado que el alma es una criatura casadera con Cristo y, por lo tanto, capaz de una uni�n con �l y gozo en �l por toda la eternidad. �Qu� triste pensamiento es entonces, que por el pecado debemos en cualquier momento alejarnos de nuestro Se�or, nuestro esposo; �y que nuestras iniquidades act�en como una carta de divorcio! �Precioso Jes�s! sigue siendo nuestro marido y desempe�a el tierno oficio de marido y amigo, a pesar de nuestra reincidencia; porque el Se�or Dios de Israel dice que el que aborrece el repudio, Malaqu�as 2:16 .

Solo agrego que quiz�s las expresiones aqu� denotadas, concernientes al Se�or, secando el mar, haciendo de los r�os un desierto y haciendo que los peces apesten, tiene respeto por el despliegue de sus milagros en Egipto, para la liberaci�n de su pueblo. .

Versículos 4-9

Creo que es un servicio innecesario se�alar a qui�n se refiere este relato. Todo lo que aqu� se habla es tan directamente descriptivo de la persona del Se�or Jesucristo, que es casi imposible perder de vista a Jes�s mientras se lee lo que aqu� se dice. �De qui�n sino de Jes�s se podr�a decir alguna vez que ten�a lengua de erudito? �Qui�n podr�a decir al cansado: Venid a m�, y hallar�is descanso para vuestras almas? �De qui�n fue el o�do abierto, o aburrido, como siervo de Jehov�, que amaba a su amo, amaba a su esposa e hijos y, por lo tanto, no sal�a libre? �De qui�n sino de Jes�s se podr�a haber dicho esto en toda su extensi�n? Salmo 40:6 , comparado con �xodo 21:5 .

�Qui�n sino Jes�s dio la espalda a los heridores y no ocult� su rostro de la verg�enza y los escupitajos? Y lector, no pase por alto una parte tan interesante como cualquier otra en esta representaci�n de Jes�s; a saber, que fue el Se�or Dios Jehov�, quien asign� tu Fiador para todo esto. �Oh! �Qu� fuerza deriva la fe de la vista, cuando, en los sufrimientos de Cristo, trazamos la mano de Jehov� se�alando a todos! Esto fue lo que coron� todo, que Cristo no se glorific� a s� mismo para ser hecho sumo sacerdote; y en todo lo que llev� y padeci�, el Se�or carg� sobre �l las iniquidades de todos nosotros, Hebreos 5:5 ; Isa�as 53:6 .

Por lo tanto, cu�n segura era la dependencia de Cristo para el apoyo del Padre, para llevarlo a trav�s de la obra; �Y cu�n segura es nuestra dependencia y confianza en �l, para justificaci�n, como el Se�or nuestra justicia!

Versículo 10

Aqu� est� el Se�or Jes�s; teniendo la lengua de los eruditos, dando una palabra de consuelo al alma cansada y ejercitada. �Lector! Oren, observen cu�n probable, s�, cu�n apropiado es, que quien teme al Se�or, ande todav�a en tinieblas. Pero cu�n bienaventurado es el caso de tal, que, por oscuro que sea su andar, Jes�s est� al final para aligerarlo, y mientras tanto ser� su luz y salvaci�n. Salmo 27:1 .

Versículo 11

Tenemos varios ejemplos en el ministerio de los siervos de Dios, quienes, en sus animadas protestas, adoptan un lenguaje como este. El ap�stol Pablo, despu�s de terminar un solemne discurso a sus compatriotas, sobre el tema de la redenci�n de Cristo, hace uso del mismo, Hechos 13:41 ; y qu� terrible oscuridad ser� esa, en la que los hombres tendr�n que acostarse para siempre, si reh�san pasar toda la luz que no sea la de su propio fuego; �despreciando la luz de Jes�s, que es la luz, y la vida del mundo! �Oh! por la gracia, para que nunca sea la condenaci�n del escritor o del lector, que la luz ha venido al mundo, y los hombres aman las tinieblas m�s que la luz, �porque sus obras son malas! Juan 3:19

REFLEXIONES

�Cordero de Dios! �No te contemplo en esta representaci�n del Profeta, el var�n de dolores y familiarizado con el dolor? Y aunque pusiste tu rostro como un pedernal, en medio de todos los desprecios de los hombres, cuando condescend�as a la m�s profunda humillaci�n; sin embargo, Se�or, t� en verdad ten�as la lengua de los eruditos, y ahora, sabes c�mo hablar una palabra a tiempo a las almas cansadas, como lo hiciste entonces, cuando tu propia alma estaba entristecida, y al Se�or le agrad� herir. El e. �Oh! h�blame esa dulce palabra, en todo tiempo, que me haga descansar con plena certeza de fe en tu sangre y tu justicia.

�Por qu�, bendito Se�or, fue que t�, que eres t� mismo la luz y la vida de los hombres, andaste en tinieblas? �Por qu� fuiste desamparado del Padre, cuando, en esa inigualable temporada de agon�a en la cruz, sac� de tu alma gritos dolorosos? Querido Jes�s, �fue para que tu pueblo supiera, por tu brillante ejemplo, d�nde mirar y en qui�n confiar? �Y estuviste t� por un tiempo desierto y en tinieblas, para que tu pueblo no estuviera desierto para siempre? �Levantaos, pobres almas ignorantes, que ahora camin�is en tinieblas! �Mira a Jes�s y deja que �l sea tu luz, tu vida y tu salvaci�n! Y mientras otros caminan en las chispas de luci�rnagas de su propia confianza, �contemplas la gloria del Se�or que se eleva sobre ti, cuya luz no se apagar� m�s, ni te har� acostarte en el dolor?

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Isaiah 50". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/isaiah-50.html. 1828.