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Isaías 8

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

El profeta est� en este cap�tulo abriendo un tema, concerniente a los problemas futuros de Israel y Jud�, a causa de sus pecados, y con un esp�ritu de profec�a se�alando la destrucci�n de ambos reinos, que deber�a cumplirse. Pero la bondad amorosa y la gracia de Dios mezclan grandes promesas de misericordia, en medio del juicio; y todo en alusi�n a Cristo.

Versículos 1-4

Se le ordena al profeta que se comprometa a escribir lo que ten�a que entregar. Tenemos motivos para bendecir a Dios por este nombramiento, mediante el cual se nos han transmitido registros de las Escrituras. Encontramos a varios profetas hablando de ello, Jeremias 36:28 ; Jeremias 36:28 ; Oseas 8:12 ; y se dice que el que parece haber representado al Pr�ncipe de los profetas ten�a un tintero de escritor a su lado, para marcar a su pueblo, Ezequiel 9:2 .

�Precioso Jes�s! que se encuentre que has escrito mi nombre en tu libro de la vida; Lucas 10:20 . Sin duda, este registro b�blico de Isa�as fue muy importante; porque el Se�or le dio un nombre, y le orden� al profeta que llamara a su hijo por el mismo nombre, Maher-shalalhash-baz; lo que en el sentido m�s cercano de las palabras significa, una rapidez para el despojo; como quien se apresura a apoderarse de su presa en la batalla.

Y as�, duplicado por as� decirlo en la mente del profeta, Isa�as aprendi� a s� mismo la certeza de que el Se�or cumplir�a lo que hab�a pronunciado. Su hijo nunca debe ser nombrado sin traer consigo un memorando nuevo. En cuanto a los testigos que llev� consigo, para registrar lo que hab�a escrito por orden del Se�or en la lista, el Profeta los llama testigos fieles; con lo que presumir quer�a decir, hombres en el cargo, que luego no pod�an apartarse de lo que hab�an suscrito en sus manos; porque uno de esos hombres, el sacerdote Ur�as, como leemos en 2 Reyes 16:10 , result� muy infiel al Se�or, al levantar un altar seg�n el modelo del altar id�latra que Acaz trajo de Damasco.

Pero probablemente este acto de Ur�as fue posterior a esta profec�a de Isa�as. La misma escritura da un relato del cumplimiento de la profec�a de Isa�as, 2 Reyes 16:9 .

Versículos 5-8

En estos vers�culos se induce al profeta a hablar de grandes cosas que llegan lejos y cerca. Bajo la figura de aguas y r�os se representan reinos e imperios. Las aguas de Silo�, de las que se dice que fluyen suavemente, significan los tiernos tratos del Se�or con su pueblo; pero los pecadores buscan un brazo de carne; grandes nombres entre los hombres, como Rez�n y el hijo de Remal�as, son lo que buscan. Por tanto, dice el Se�or, por esas mismas personas vendr� el castigo de Jud�.

Y esto se cumpli�, cuando, como leemos en los escritos de este mismo profeta Isa�as 36:1 ; Isa�as 37:1 . Senaquerib siti� a Jud�. Ver el historial correspondiente, 2 Reyes 18:1 y 2 Reyes 19:1 .

Pero lo que m�s particularmente le ruego al lector que me comente es esa parte de esta escritura que tiene una referencia a Cristo. El profeta vigilando, por as� decirlo, el mapa de la Tierra Santa, donde el Se�or Jes�s, en las edades posteriores, deber�a establecer su estandarte, contempla, mientras tanto, los estragos del ej�rcito asirio, que el El Se�or permitir�a subir por �l, para castigar a su pueblo; y arrebatado a los tiempos futuros, contempla, con el ojo de la fe, los gloriosos eventos que Jes�s llevar� a cabo, y clama: "El enemigo pasar� por Jud�; s�, llenar� tu tierra, oh Emanuel". �Lector! detente en esta dulce escritura, porque es muy dulce; �Concibe cu�n llena de la gloria de Cristo debe haber estado la mente de Isa�as! Sab�a que este era el lugar sagrado de toda la tierra, donde, en la plenitud de los tiempos,

Y por lo tanto, mientras estaba bajo la plena influencia del esp�ritu de profec�a, vio, y estaba entregando a la iglesia de entonces, la predicci�n de la ruina y el derrocamiento de los enemigos de Jud� e Israel se cumplir�a, por la designaci�n del Se�or, como el castigo de sus pecados; sin embargo, la mente del Profeta, mirando m�s all� de esos tiempos, hacia los d�as de Cristo, estalla en medio con un discurso a Jes�s; es como si hubiera dicho; "Tan grandes, tan abrumadores ser�n los juicios del Se�or, por manos de los enemigos, sobre su amada tierra y pueblo, que veo tu Sion, oh Emmanuel, tu amada Jerusal�n, cubierta de rojo hasta el cuello, por la extensi�n de sus alas! " �Lector! mire el tema tambi�n en un sentido espiritual; y he aqu� c�mo toda la naturaleza del hombre, as� como su tierra, ha sido invadida por el gran enemigo de las almas; Lucas 11:21 .

Versículos 9-10

Aqu� est�n los benditos est�mulos dados al pueblo de Dios, en medio de juicios inminentes. Es como si el profeta hubiera dicho; "El castigo del Se�or a Jud�, como naci�n, es inevitable; vendr�; todo intento de alterar su prop�sito ser� en vano. Por tanto, no mires ni a j�venes ni a viejos, ni a consejos ni a fuerzas, porque todo fallar�; pero reposa en el Se�or, Dios est� con nosotros: Aquel que se llama Emanuel, vendr� a su debido tiempo.

Y en la temporada media, como va a nacer de una virgen, y de entre su pueblo; la semilla santa, ser� la sustancia de ella, " Isa�as 6:13 . Lector, que t� y yo siempre nos consuelemos, en el peor de los tiempos; y bajo las dispensaciones m�s oscuras, en el recuerdo de esto. Si Jes�s est� con nosotros, hay una bendici�n en ella, aunque nuestro estado sea como la uva seca, Isa�as 65:8 .

Di, como la esposa de Manoa: Si el Se�or se hubiera complacido en matarnos, no habr�a aceptado a Cristo de nuestras manos; Jueces 13:23 . �Precioso Se�or Jes�s! T� eres la esperanza de Israel, y su Salvador, Jeremias 14:8 .

Versículos 11-16

Ruego al lector que observe conmigo, el tierno cuidado de Dios por su pueblo, en tiempos de calamidad generalizada. En estos vers�culos, el Profeta recibe el encargo de consolar a los dolientes del Se�or; y da una preciosa palabra de consuelo. El Se�or, habl�ndole al profeta con mano fuerte, insin�a la fuerte impresi�n que caus� en la mente del profeta lo que dijo el Se�or. Como si hubiera dicho: "Dile a mi pueblo, en medio de esos pecadores, que no tema las noticias generales del mal, ni busquen formar alianzas con nadie; sino que me santifiquen en sus corazones, y me hagan su temor y su confianza, y encontrar�n que el temor de Dios ahuyentar� el temor del hombre, como el fuego del sol apaga el fuego del hogar, o como el oc�ano se traga todos los r�os.

"�Oh! Que el pueblo de Dios, en todas las �pocas, adoptara el mismo plan divino. Pero le ruego al lector que no pase por alto, en estos vers�culos, adem�s de esta direcci�n general, otra misericordia especial marcada: quiero decir en los rasgos de �l, quien es prometido como un santuario. Los mismos caracteres por los que se le revela aqu� lo se�alan m�s plenamente: El que ha de ser por santuario para su pueblo, ha de ser para los dem�s, por piedra de tropiezo, y por pe�a de ofensa.

Ahora bien, �qui�n puede dudar un momento en descubrir al Se�or Jes�s en estos personajes distintivos? Si hubiera alguna duda sobre este tema, las escrituras del Nuevo Testamento lo explicar�n completamente: Sime�n fue comisionado por el Esp�ritu Santo para decirle a Mar�a que Jes�s estaba puesto para la ca�da y la resurrecci�n de muchos en Israel, y para una se�al. que se debe hablar en contra. Lucas 2:34 ; el ap�stol Pablo llama a Jes�s expresamente por este nombre, piedra de tropiezo y roca de esc�ndalo, Romanos 9:33 ; Pedro habla de la misma cantidad, y tanto en referencia a esta misma profec�a, como a otra con el mismo significado en Isa�as: compare Isa�as 28:16 con 1 Pedro 2:6 .

S�, el mismo Jes�s hace referencia a lo mismo, en su conversaci�n con los jud�os; y como dice Isa�as en este pasaje, muchos entre el pueblo de Jud� tropezar�n, caer�n y ser�n quebrantados; entonces Cristo explica c�mo al caer o tropezar con esta piedra, a saber. mismo, que Dios el Padre hab�a puesto en Sion, Mateo 21:42 .

Y, lector, observe lo que el Profeta dijo al final de este p�rrafo, por mandato del Se�or, de consolidar el testimonio y sellar la ley entre sus disc�pulos, lo que puede ser m�s misericordioso, de parte de Dios; �O qu� m�s bienaventurado puede hacer el creyente? �Oh! Se�or, ay�dame a recurrir a tu bendita palabra en todo momento, por el testimonio inalterable de tu verdad; y al experimentarlo en mi propia alma, ponerle tambi�n mi pobre sello, que Dios es veraz; Juan 3:33 .

Versículo 17

Parecer�a que este es el propio testimonio del profeta y su propia resoluci�n, en los tiempos calamitosos que vendr�n sobre la iglesia. En la perspectiva de la venida del Salvador, bajo todas las providencias aparentemente fruncidas, todav�a buscar� una misericordia sonriente.

Versículo 18

Tenemos autoridad del Esp�ritu Santo para aplicar estas palabras a la persona del Se�or Jes�s. Algunos han pensado que, como los dos hijos del profeta Isa�as Shear-jashub y Mahershalal-hash-baz, son particularmente notados por el Se�or en el ministerio de Isa�as, el profeta tambi�n habla de ellos en este vers�culo; al menos, dicen, puede suponerse que el profeta habla de ellos, as� como de Cristo.

Pero, �no ser�a esto tristemente degradar el tema y enervar las Escrituras al mezclar algo o cualquier persona con el Se�or Jesucristo? Aprovecho la ocasi�n para se�alar, de una vez por todas, en este lugar, que, seg�n mi pobre y humilde visi�n de las cosas divinas, los hombres que hacen varias construcciones sobre pasajes de este tipo, en parte se refieren a Cristo y en parte a s� mismos, oa aquellos a su alrededor, no est� siguiendo los pasos del Esp�ritu Santo.

Es para Jes�s, el �nico objeto glorioso y cabeza de su iglesia, todos los puntos de las Escrituras, y est� en Jes�s todos los centros. Debemos, en el caso presente, referir todo este pasaje al Se�or Jes�s, ya que el Esp�ritu Santo, por su siervo el Ap�stol, ha dicho decididamente lo mismo. Ver Hebreos 2:13 . Y as�, de nuevo, en uno de los Salmos, el escritor sagrado, bajo el esp�ritu de profec�a, presenta as� al Se�or Cristo, diciendo: Soy como una maravilla para muchos; Salmo 71:7 .

Y por lo tanto, se arroja luz sobre esa escritura tambi�n del profeta, para probar que lo que se dijo del sumo sacerdote Josu�, no se refiere a Josu�, sino a Cristo; Zacar�as 3:8 .

Versículos 19-22

No creo que sea necesario detener al lector con largas observaciones sobre esta parte del cap�tulo. El consejo que se da aqu� es de la misma cantidad que el anterior; el Se�or condena por completo toda b�squeda, excepto para s� mismo. En todas las �pocas, los hombres tienden a buscar cualquier cosa y todo, en busca de ayuda y consejo, en su angustia, en lugar de a Dios. De ah� la maldad de los adivinos y nigromantes y similares.

El Se�or ha manifestado su disgusto contra todo este tipo. Y es solo para lamentar, en una tierra que profesa el evangelio de Cristo, que haya una sola persona lo suficientemente atrevida para emprender un negocio tan infame, o una sola persona lo suficientemente d�bil como para hacer uso de �l. Las palabras de este pasaje son una respuesta incontestable y una refutaci�n para todos: �no deber�a un pueblo buscar a su Dios? Sin duda, deber�an hacerlo: porque, �qui�n sino el Se�or puede ense�ar a su pueblo a sacar provecho? �Qui�n sino Dios puede ser su ayuda en tiempos de necesidad?

Versículo 22

REFLEXIONES

�Cu�n verdaderamente bendecido y provechoso es observar el cuidado del Se�or por su pueblo! Aunque en tiempos de iniquidad generalizada, el Se�or visita una naci�n y un reino; sin embargo, se ocupar� de sus elegidos en el derrocamiento general. Si los hombres miran hacia un brazo de carne, ese brazo ser� su confusi�n. Pero si su pueblo santifica al Se�or Dios en su coraz�n, entonces �l ser� por santuario; y cuando env�a problemas y visitaciones sobre la tierra, sin embargo, como un Padre a sus hijos, que ve que se acerca una tormenta, los lleva a la casa y cierra la puerta tras �l, y as� los protege del peligro; as� dice el Se�or: Ven, pueblo m�o, entra en las c�maras de mi providencia y en el pacto de mi amor, y cierra tus puertas en derredor de ti, hasta que pase la indignaci�n. �Oh! el amor de Dios en Cristo a su pueblo!

�Precioso Jes�s! No debo cerrar mi meditaci�n sobre este Cap�tulo, hasta que primero haya doblado la rodilla de mi alma en agradecimiento a ti, querido Se�or, que aqu�, como en otras porciones de tu bendita palabra, descubro, que eres t� Yo, la Roca de los siglos y la roca de mi salvaci�n, ha sido, en todas las edades, para el incr�dulo, piedra de tropiezo y roca de tropiezo. �Se�or! �C�mo es que te has manifestado a m� y no al mundo? �C�mo es posible que tu estado humillante, tu vida de dolor y tu muerte de verg�enza me parezcan tan hermosas, mientras se vuelven tan ofensivas para los dem�s? Seguramente es la gracia la que marca la diferencia.

�Me habr�a ca�do sobre esta piedra y me habr�a quebrado, como lo han hecho miles, si no me hubieras apartado de ella! S�, Se�or, hubo un tiempo en que no vi belleza en ti para desearte: �y ahora eres la completamente hermosa, la m�s hermosa entre diez mil! �A ti, Se�or, sea toda la alabanza! Te bendigo, mi adorable Redentor, por esa dulce escritura que has dicho y dejado en el registro: �Y bienaventurado el que no se ofende en m�!

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Isaiah 8". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/isaiah-8.html. 1828.