Bible Commentaries
Job 18

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

En este cap�tulo Bildad se presenta a un segundo ataque contra el hombre de Uz, y m�s violento que antes. Cap. 8. Su objetivo principal, a lo largo de todo su discurso, es fijar en Job la convicci�n de maldad e hipocres�a.

Versículos 1-3

(1) ?� Entonces respondi� Bildad suhita, y dijo: (2) �Hasta cu�ndo terminar�is las palabras? marca, y luego hablaremos. (3) �Por qu� somos contados como bestias, y considerados viles a tus ojos?

No hay nada nuevo en estas observaciones, excepto en la diferente forma de expresi�n. Bildad parece muy enojado, porque lo que hab�a dicho antes hab�a sido tan poco considerado. Acusa a Job de hablar in�tilmente y sin provecho, y de observar desprecio hacia �l y sus amigos. Pero �l no presenta ninguna prueba para hacer valer ese cargo, y ah� parece que el asunto descansa.

Versículos 4-5

(4) Se desgarra en su ira: �Ser� abandonada la tierra por ti? �Se quitar� la piedra de su lugar? (5) ?� S�, la luz del imp�o se apagar�, y la chispa de su fuego no brillar�.

Qu� preguntas innecesarias hacen uso aqu� los shuhitas. Seguramente Job, al desear la tranquilidad y la liberaci�n de los problemas y el dolor, nunca hab�a insinuado que deseaba que se obtuvieran milagros en el cumplimiento de la misericordia que implor�. �Pero lector! perderemos todo el dise�o y la deriva de lo que estaban destinados esos tres visitantes del pobre Job en su muladar, si perdemos de vista la gracia del SE�OR hacia Job en el permiso de esos ejercicios, y la confusi�n de Satan�s, como fue todo. a lo largo decidido a ser cumplido, en el tema del ataque.

El lector deber�a seguir recordando esto a medida que pasa por la lectura de la historia de Job. El comienzo mismo del negocio, debido a la acusaci�n de Satan�s, fue demostrar que Job era un hip�crita. Y cuando termin� el ataque m�s inmediato del enemigo sobre Job, debido a sus bienes e hijos; por medio de esos amigos equivocados, el enemigo lo asalta en esas aflicciones.

Versículos 6-21

(6) La luz se oscurecer� en su tabern�culo, y su l�mpara se apagar� con �l. (7) Los pasos de su fuerza ser�n estrechos, y su propio consejo lo derribar�. (8) Porque �l es echado en la red por sus propios pies, y camina sobre un lazo. (9) La ginebra lo tomar� por el tal�n, y el ladr�n prevalecer� contra �l. (10) El lazo est� puesto para �l en la tierra, y una trampa para �l en el camino.

(11) ?� Los terrores lo atemorizar�n por todas partes, y lo obligar�n a levantarse. (12) Su fuerza ser� mordida de hambre, y la destrucci�n estar� lista a su lado. (13) Devorar� la fuerza de su piel; hasta el primog�nito de la muerte devorar� su fuerza. (14) Su confianza ser� desarraigada de su tabern�culo, y lo llevar� al rey de los terrores. (15) En su tabern�culo habitar�, porque no es de �l; se esparcir� azufre sobre su morada.

(16) Abajo se secar�n sus ra�ces, y arriba ser�n cortadas sus ramas. (17) Su recuerdo perecer� de la tierra, y no tendr� nombre en la calle. (18) Ser� arrojado de la luz a las tinieblas y expulsado del mundo. (19) No tendr� hijo ni sobrino entre su pueblo, ni quedar� en sus moradas. (20) Los que vienen despu�s de �l se asombrar�n de su d�a, como se espantaron los que fueron antes. (21) Ciertamente tales son las moradas de los imp�os, y este es el lugar del que no conoce a Dios.

No veo ninguna raz�n para romper con este discurso de Bildad. Deber�a parecer mejor leerlo en su totalidad y luego buscar reunir en un punto de vista, la deriva de todo su razonamiento. El shuhita no est� a trav�s de todo esto, hablando personalmente de Job, sino que su objetivo es hacer que Job dibuje la aplicaci�n de su discurso �l mismo. Est� describiendo el car�cter de un hip�crita y luego apuntando a su destrucci�n segura.

Y esto lo hace bajo varios detalles. Su vela se apagar�. Las chispas que ha encendido no brillar�n. Sus pies ser�n tomados como en una red. Su vida ser� de terrores. Tanto la ra�z como la rama morir�n. Cuando Bildad hubo dibujado as� de una manera muy acabada, la imagen de los imp�os; evidentemente ten�a la intenci�n de que Job sintiera que era �l a quien el suhita ten�a en la mira. El cierre de su conferencia evidentemente implicaba todo esto, porque �l lo llama la miseria de tal fin, y que, en cuanto a las cosas externas alcanzadas, marc� la situaci�n actual del hombre de Uz.

Versículo 21

REFLEXIONES

Nuestras reflexiones sobre este cap�tulo ser�n rentables, si es as� que el ESP�RITU SANTO gentilmente las haga as� para nosotros, al hacer que nuestras mentes consideren cu�n consistente es, con el amor que el SE�OR tiene por las personas de su pueblo, como en la instancia de Job, para castigarlos por sus partidas y enfermedades. �Lector! s�lo haga una pausa y considere cu�n grande, cu�n caro, cu�n inexpresablemente costosa fue nuestra redenci�n para DIOS, y por lo tanto cu�n conveniente es, que no haya el m�s m�nimo abuso de su pacto de misericordia, por parte de su amado Hijo.

Aunque Job no era un hip�crita, Job confes� ser un pecador, surgido de la corriente com�n de quien se dice con verdad, no hay justo, ni siquiera uno. Y hay en el mejor de los hombres, incluso en los siervos m�s fieles del SE�OR JES�S, tanto de esa comuni�n de corrupci�n, que pertenece a una naturaleza ca�da, que si la gracia de DIOS no lo refrenara, el peor de los pecados ser�a el triste. y consecuencias mortales estallando en todos.

Cu�n bienaventurado es entonces ver en el castigo de Dios por nuestro pecado, aunque al aceptar la persona de su pueblo en JES�S, manifiesta la santidad de su naturaleza y asegura su propia gloria. Y aqu�, bendito JES�S, haz que tanto el escritor como el lector se detengan y contemplen el ejemplo incomparable de este respeto que JEHOV� tuvo por su santidad y su gloria, cuando por el pecado en nosotros te hizo sufrir. Seguramente nunca se dio tal prueba.

Y nunca m�s podr� haber algo parecido; como cuando te hizo pecado por nosotros, aunque no conociste pecado, para que nosotros fu�semos hechos justicia de Dios en ti. �Granizo! Santo, bendito, inmaculado CORDERO de DIOS. �Oh! qu� desconocidos, qu� innumerables, qu� nunca ser�n plenamente contabilizados, o qu� riquezas, bendiciones y glorias plenamente recompensadas, est�n contenidas en la �nica ofrenda de ti mismo una vez para siempre, por la cual has perfeccionado para siempre a los santificados.

�Oh! Escribe este precioso pensamiento en lo m�s �ntimo de mi alma, y ??que la muerte misma nunca, nunca sea capaz de embotar el recuerdo de �l; JES�S y su gloriosa redenci�n tienen m�s que abogar por su iglesia ante DIOS y su PADRE, de lo que todos los pecados de la iglesia pueden alegar contra ellos. Tampoco la eternidad misma puede recompensar el m�rito infinito de la justicia y el sacrificio de derramamiento de sangre de un DIOS encarnado.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Job 18". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/job-18.html. 1828.