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Job 37

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Eli� en este cap�tulo concluye su serm�n, y es un serm�n noble, habiendo mostrado en la parte anterior la bondad, rectitud, sabidur�a y misericordia del Se�or, aqu� concluye ofreciendo algunos pensamientos muy terminados sobre la inescrutable de su acciones divinas en sus dispensaciones hacia los hijos de los hombres.

Versículos 1-5

(1) ?� Tambi�n mi coraz�n tiembla, y se mueve fuera de su lugar. (2) Escucha atentamente el ruido de su voz y el sonido que sale de su boca. (3) Lo dirige debajo de todo el cielo, y su rel�mpago hasta los fines de la tierra. (4) Tras ella ruge una voz; truena con la voz de su excelencia; y no los detendr� cuando se escuche su voz. (5) Dios truena maravillosamente con su voz; hace grandes cosas que nosotros no podemos comprender.

Eli� est� aqu� razonando a partir de las maravillas de las obras de Dios en el mundo de la naturaleza, al sacar los rel�mpagos y las lluvias de sus tesoros. Y Eli� parece dar a entender que, aunque estos son producidos por el mandato del SE�OR, por causas naturales, sin embargo, el mundo debe o�r la voz de DIOS en ellos y por ellos. Sea testigo del descenso del SE�OR al monte Sina�, que fue acompa�ado de truenos, rel�mpagos y otras se�ales tremendas, para intimar la presencia divina.

�xodo 19:16 . Y el Ap�stol fue comisionado por el ESP�RITU SANTO para ense�ar a la Iglesia que esas horribles se�ales eran tambi�n figurativas de la naturaleza alarmante de la dispensaci�n de la ley, para mostrar la dispensaci�n amable y apacible, en contraste con ella, en el evangelio. Hebreos 12:18 .

Versículos 6-7

(6) ?� Porque �l dijo a la nieve: S� t� en la tierra; asimismo a la lluvia peque�a, y a la lluvia grande de su fuerza. (7) Sella la mano de todo hombre; para que todos conozcan su obra.

�Cu�n hermoso es este relato de la Obra de Dios! y cu�n evidente es de estas palabras, que DIOS espera que los hombres tengan en cuenta su gracia y misericordia, enviando as� a la tierra los diferentes climas, como muestras de su generosidad y amor. �Cierra DIOS las ventanas de los cielos? �Qu� es esto sino llevar a su pueblo a un propiciatorio, como El�as fue llevado para ver la cita de DIOS y para pedir su misericordia?

�Nos env�a tiempos fruct�feros para llenar nuestro coraz�n de sustento y alegr�a? �Qu� es esto sino para llenar nuestra alma tambi�n de amor y alabanza? Lector, suponga que debemos espiritualizar estas bendiciones naturales y mirar a trav�s de ellas a �l, de quien se dice que desciende sobre la mente y el coraz�n de su pueblo, como la lluvia sobre la hierba cortada. Salmo 72:6 .

Y quien, despu�s de que la nieve y la helada hayan subido de las estaciones invernales de su iglesia, invita a su pueblo a irse con �l, cuando ha visitado sus almas con una renovada primavera, porque el invierno ha pasado y la lluvia ha terminado. terminado y desaparecido. Cantares de los Cantares 2:10 .

Versículos 8-13

(8) Entonces las bestias entran en las guaridas y permanecen en sus lugares. (9) Del sur viene un torbellino, y fr�o del norte. (10) Por el soplo de Dios se da el hielo, y se estrecha la anchura de las aguas. (11) Tambi�n regando, fatiga la nube espesa; esparce su nube luminosa; (12) y sus consejos la vuelven alrededor, para que hagan todo lo que �l les mande sobre la faz del mundo en la tierra. (13) �l lo hace venir, ya sea para correcci�n, o por su tierra, o por misericordia.

Aqu� est�n las mismas huellas del poder de DIOS se�aladas, en el efecto y operaci�n de los vientos, y su constante ministraci�n, por su designaci�n. Todo lo cual, si nuestra mente no fuera el embotamiento mismo, nos conducir�a incesantemente a la contemplaci�n de DIOS. Quiz�s no haya un tema tan generalizado entre todos los rangos y �rdenes de personas, como el del tiempo. Se convierte en el tema habitual cuando pasamos por la calle o en la casa; qu� hermoso d�a, o qu� d�a lluvioso; es hoy.

Pero cu�n pocas veces escuchamos observaciones serias agregadas a la conversaci�n, cu�n misericordioso es el SE�OR en la cita. Lector, que t� y yo nunca conversemos sobre el clima sin conectar con �l nuestro humilde y devoto reconocimiento de �l y su misericordia, en las distintas citas del clima, que recoge los vientos (como lo expresa el sabio) en sus pu�os, y delimit� las aguas en su manto.

Proverbios 30:4 . Y, en un sentido m�s espiritual, dejemos que los vientos del norte y del sur, de los que se habla aqu�, lleven nuestras mentes al recuerdo del soplo divino del ESP�RITU SANTO, acerca de cuyas graciosas operaciones en los corazones de su pueblo, el El Redentor pide la manifestaci�n de su bendito oficio, al desear que el viento del norte y el viento del sur soplen sobre el jard�n, que es la iglesia de JES�S, para que fluyan las especias arom�ticas; y que entonces el amado de la Iglesia, incluso el mismo JES�S, entrar� en su jard�n y comer� de sus agradables frutos. Cantares de los Cantares 4:16 .

Versículos 14-24

(14) ?� Oye esto, Job; detente y considera las maravillas de Dios. (15) �Sabes cu�ndo Dios los dispuso e hizo brillar la luz de su nube? (16) �Conoces los equilibrios de las nubes, las maravillas del perfecto en conocimiento? (17) �C�mo se calientan tus vestidos, cuando calma la tierra con el viento del sur? (18) �Has extendido con �l el cielo, fuerte y como espejo de fundici�n? (19) Ens��anos lo que le diremos; porque no podemos ordenar nuestro discurso a causa de las tinieblas.

(20) �Se le dir� que hablo? si alguno habla, ciertamente ser� devorado. (21) Y ahora los hombres no ven la luz brillante que hay en las nubes, pero el viento pasa y las limpia. (22) Del norte viene el buen tiempo: para Dios es terrible majestad. (23) Al tocar al Todopoderoso, no podemos encontrarlo; es excelente en poder, juicio y abundancia de justicia; no afligir�. (24) Por tanto, le temen los hombres; no respeta a los sabios de coraz�n.

Eli�, habiendo expuesto plenamente la soberan�a, la sabidur�a y la bondad de DIOS, ahora pide a Job que se detenga sobre todo, y con una frialdad m�s sobria y desapasionada, vea cu�n completamente inadecuado e impropio debe ser, en cualquiera de las criaturas de DIOS. , presumir de escanear sus obras, o quedar insatisfecho con alguno de sus nombramientos. Hay una gran cantidad de razonamientos y argumentos s�lidos en todo el discurso de Eli�, tanto en lo que se refiere a la reprensi�n de Job como a sus tres amigos: y deber�a parecer, por el silencio de Job y de ellos, que todos estaban muy preocupados. m�s tranquilo y templado, como consecuencia del serm�n de Eli�, que antes.

Versículo 24

REFLEXIONES

LECTOR, es muy provechoso seguir, con nuestra profunda meditaci�n, al Se�or en todas sus obras de la naturaleza, y estar siempre dispuesto a bendecirlo por toda la bondad que incesantemente concede a los hijos de los hombres. Hace (como nuestro adorable Redentor ense�a) que su sol salga sobre malos y buenos, y env�a las bendiciones de su lluvia sobre justos e injustos. �Oh! para que los hombres alaben al Se�or por su bondad y declaren las maravillas que hace por los hijos de los hombres.

Pero cuando del mundo de la naturaleza somos capacitados para seguir al SE�OR al mundo de la gracia; y cuando, de las bendiciones comunes de su providencia, en la creaci�n, somos llevados a contemplar las bendiciones especiales de su amor, en la redenci�n, esto es como pasar de los atrios exteriores de su templo al aposento m�s inmediato de su presencia. Y, en JES�S, qu� vasta e ilimitada contemplaci�n se abre a la vista de un pobre pecador.

Lector, �no puedes decir (como lo expresa bellamente Eli�) c�mo te calientan tus vestidos, cuando el SE�OR calma la tierra con el viento del sur? �Y ya te asombrar�s de que no puedas explicar c�mo es que el manto de la justicia de JES�S se convierte en un manto completo de justificaci�n, para calentar el alma del pecador y hacer que �l mismo sea inmundo, pero ahora? visto en CRISTO, santo, bendecido y santificado? �Oh, que los hombres sean incr�dulos en un punto de tanta misericordia, cuando su experiencia diaria en las cosas m�s comunes de la providencia de DIOS, los obliga a dar un asentimiento cordial a lo que no pueden explicar m�s que c�mo el calor o el fr�o es inducido por influencias del norte y del sur!

Pero lector, perm�teme que t� y yo, del razonamiento de Eli�, no solo obtengamos mejoras, tanto en los temas de la naturaleza como en la gracia, sino que miremos al mismo Maestro Todopoderoso, que nos ense�a, para beneficiarnos, que de ambas almas podamos ser conducido al punto a�n m�s alto y sublime de todas las mismas preciosas misericordias y dispensaciones de nuestro Pacto con DIOS en CRISTO, que conduce a la gloria. Todo lo que est� aqu� abajo es con miras a ministrar con este fin.

Por esta raz�n, el Hijo de DIOS descendi� del cielo para levantar nuestra naturaleza arruinada de las miserias de la ca�da. Y cuando por el pecado se introdujeron tormentas y tempestades, tanto en el mundo natural como en el moral y en el espiritual, JES�S, lleno de benignidad, gracia y verdad, vino a reparar las desolaciones de muchas generaciones y a restaurar perfecto orden entre todas las obras de DIOS. �Salve, Todopoderoso Reparador de la brecha! el Restaurador de los caminos para habitar! �Nos postramos ante ti, bendito SE�OR JES�S! �Oh! haznos ver que tanto en el reino de la naturaleza como en la providencia, la gracia y la gloria, t� eres el Todo en Todo, la porci�n de tu pueblo, aqu� y en el m�s all�, y su vida para siempre.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Job 37". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/job-37.html. 1828.