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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario del Pobre Hombre de Hawker Comentario del Pobre Hombre
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Job 9". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/job-9.html. 1828.
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Job 9". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
CONTENIDO
Este es un cap�tulo muy hermoso y muy interesante. Aqu� Job entra de nuevo en su defensa: en la que no encontramos nada de reproche en cuanto a la crueldad de sus amigos; sino un delicioso testimonio de la sabidur�a, el poder y la justicia de Dios; y humillantes opiniones de s� mismo.
Versículos 1-4
(1) ?� Entonces Job respondi� y dijo: (2) S� que es as� de verdad: pero �c�mo puede el hombre ser justo con Dios? (3) Si quiere contender con �l, no podr� responderle ni una entre mil. (4) �l es sabio de coraz�n y poderoso en fuerza: �qui�n se endureci� contra �l y prosper�?
Qu� bendita evidencia hay aqu�, que Job se averg�enza de s� mismo, en la conciencia del pecado del hombre y la justicia de DIOS. Cu�n fuerte y concluyente es la pregunta: �C�mo debe el hombre ser justo con DIOS? Hay mil pecados y diez mil transgresiones, que pasan de nuestra mente irreflexiva, al abismo del olvido, cada una de las cuales, si DIOS presentara, ser�a suficiente para probar la culpa.
Y aunque los olvidamos, Dios no los olvida; nuestros pecados secretos est�n a la luz de su rostro. Salmo 90:8 . �Qu� pensamiento es este para convencer al alma del pecado! �Qu� motivo es, o deber�a ser, buscar la redenci�n en la sangre de JES�S?
Versículos 5-12
(5) El que remueve los montes y no lo saben; que los derriba en su ira. (6) Que sacude la tierra de su lugar, y tiemblan sus columnas. (7) que manda al sol, y no sale; y sella las estrellas. (8) El �nico que extiende los cielos y pisa sobre las olas del mar. (9) Que hace Arcturus, Orion y Pl�yades, y las c�maras del sur.
(10) Que hace grandes cosas que no se descubren; s�, y maravillas innumerables. (11) He aqu�, �l pasa a mi lado, y yo no lo veo; �l tambi�n pasa, pero yo no lo percibo. (12) He aqu�, �l quita, �qui�n lo impedir�? �Qui�n le dir�: �Qu� haces?
Ahora dejemos que el Lector siga los pasos del ESP�RITU SANTO, y observe, a medida que avanza en la historia de Job, c�mo Satan�s est� desconcertado y c�mo la gracia ayuda al pobre sufriente. Satan�s estaba seguro de que Job maldecir�a a DIOS, pero he aqu� c�mo lo bendice: cu�n alto habla de las perfecciones de DIOS. El afligido afligido parece olvidar, por el momento, sus propias penas, mientras habla de la gloria de DIOS.
Observe c�mo Job sigue a DIOS en el mundo de la naturaleza; removiendo monta�as, sacudiendo la tierra, controlando los cuerpos celestes y gobernando el mar. Luego procesa al sujeto en el mundo de la providencia; pasando desapercibido, quitando y nadie puede estorbarle, o decirle, �qu� haces? Y si Job hubiera vivido bajo el evangelio de JES�S, �c�mo se habr�a expandido su alma sobre las obras de JES�S en el mundo de la gracia? �Lector! Piense en los benditos privilegios a los que est� llamado, ante quien la luz y la inmortalidad se revelan tan plenamente en el Evangelio.
Versículos 13-21
(13) Si Dios no reprime su ira, los soberbios ayudantes se rebajan debajo de �l. (14) ?� �Cu�nto menos le responder� y elegir� mis palabras para razonar con �l? (15) A quien, aunque yo fuera justo, no respond�, sino que suplicar�a a mi juez. (16) Si yo hubiera llamado, y �l me hubiera respondido; sin embargo, no creer�a que �l hab�a escuchado mi voz. (17) Porque me quebranta con tempestad, y sin causa multiplica mis llagas.
(18) No me dejar� tomar aliento, sino que me llena de amargura. (19) Si hablo de fuerza, he aqu� que �l es fuerte; y si de juicio, �qui�n me dar� tiempo para suplicar? (20) Si me justifico, mi propia boca me condenar�; si digo que soy perfecto, tambi�n me resultar� perverso. (21) Aunque fuera perfecto, no conocer�a mi alma; menospreciar�a mi vida.
Cu�n sorprendente es este razonamiento de Job, y qu� esp�ritu evang�lico respira. Si los orgullosos ayudantes se rebajan, �qu� podr�a hacer Job? DIOS cumplir� todos los cargos. No, dice Job, aunque yo fuera justo, es decir, si mi propio coraz�n no me reprochara, y por eso me sintiera inducido a considerarme justo, no me atrever�a a confiar en que as� fuera. No, m�s que esto; si hubiera llamado, y DIOS me hubiera respondido, sin embargo, ni siquiera entonces pensar�a presuntuosamente que esta gracia se debe a mis m�ritos: �oh! no, yo concluir�a, dice Job, que fue su misericordia, no mi m�rito, su amor y gracia gratuitos, no mis merecimientos.
�Lector! Les suplico que hagan una pausa en este pasaje. �No es un evangelio puro de principio a fin? �D�nde podr�a aprender esto Job, sino de Aquel que no ense�a como ense�a el hombre? De hecho, �no fue el mismo Maestro Todopoderoso el que, al ense�ar y convencer a Job del pecado, le ense�� y le indujo a creer tambi�n en su pariente Redentor? V�ase el cap. 19:25. No debo descartar nuestra opini�n sobre este precioso pasaje hasta que le haya rogado al lector que comente conmigo una o dos bellezas m�s contenidas en �l.
Job, aunque se justifica a s� mismo con respecto a su conducta entre los hombres, hace una gran distinci�n entre esto y su justificaci�n ante DIOS. Y en esto, lo siguen otros santos hombres de la antig�edad. David, cuando los hombres lo acusan injustamente, lleva su causa a DIOS: J�zgame, oh Se�or, (dijo �l) seg�n mi justicia y seg�n la integridad que hay en m�. Salmo 7:8 .
Y el ap�stol Pablo les dice a los corintios que �l no debe ser juzgado por hombres, ni por juicio de hombres. 1 Corintios 4:3 . Pero cuando DIOS toma la causa, en lo que concierne al pecador delante de DIOS, David clama: No entres en juicio con tu siervo, oh Se�or, porque ning�n viviente ser� justificado ante tus ojos. Salmo 143:2 .
Y Pablo dice: Todo el mundo es culpable ante DIOS. Romanos 3:19 . Y Job declara que no conocer�a su alma; y en otra parte dice: Me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza: Job 42:6 .
Versículos 22-27
(22) � Esto es una cosa, por eso lo dije: �l destruye al perfecto y al imp�o. (23) Si el azote mata de repente, se reir� del juicio de los inocentes. (24) La tierra es entregada en manos de los imp�os: El cubre el rostro de sus jueces; si no, �d�nde y qui�n es? (25) ?� Ahora mis d�as son m�s veloces que un poste: huyen, no ven el bien. (26) Pasaron como las naves veloces, como el �guila que se apresura a la presa. (27) Si digo, olvidar� mi queja, dejar� mi dolor y me consolar�:
Job, en esos vers�culos, hace una inferencia de lo que antes hab�a establecido como doctrina: Por tanto, dije esta �nica cosa; es decir, lo que �l hab�a insistido antes, que por providencias externas, ning�n hombre deber�a sacar conclusiones del favor o desaprobaci�n de DIOS. Para hablar de ello en t�rminos del Evangelio, el SE�OR hace que su sol brille sobre malos y buenos, y env�a las bendiciones de la lluvia sobre justos e injustos. Mateo 5:45 .
Versículos 28-35
(28) Tengo miedo de todos mis dolores, s� que no me dar�s por inocente. (29) Si soy imp�o, �por qu� entonces trabajo en vano? (30) Si me lavo con agua de nieve y nunca me limpie tanto las manos; (31) Sin embargo, me hundir�s en el hoyo, y mis propias ropas me aborrecer�n. (32) Porque �l no es hombre, como yo, para que yo le responda y nos unamos en juicio. (33) Tampoco hay entre nosotros hombre de d�a que ponga su mano sobre nosotros. (34) Quite �l su vara de m�, y no me aterrorice su miedo. (35) Entonces hablar�, y no le temer�; pero no es as� conmigo.
Aqu� Job no s�lo se detiene en el mismo tema humillante, de la impureza del hombre cuando debe presentarse ante DIOS, sino que de nuevo, como en un caso anterior, env�a el ferviente deseo de su alma, de un mediador, un hombre de d�as. Sin duda el esp�ritu de CRISTO, que estaba en los primeros profetas, y les ense�� a hablar por fe de los sufrimientos de CRISTO y de la gloria que vendr�a despu�s ( 1 Pedro 1:11 .
) ense�� tambi�n a los santos hombres de la antig�edad a estar buscando al mismo SE�OR JES�S como este precioso Mediador, este Todopoderoso Hombre de los D�as, quien fue el �nico competente para imponer su mano sobre ambas partes, DIOS y el hombre, y reparar la brecha mortal que hab�a causado el pecado. hecha. �Oh! �Hermosa evidencia de la fe de Job en un Mediador venidero! �Lector! no lo pase por alto y recuerde que la queja de Job de que no hab�a ninguno, era en efecto una oraci�n para que uno pudiera ser encontrado.
Por eso, cuando vino JES�S, el clamor de los que le conoc�an fue: Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Mois�s y los profetas. Juan 1:45 .
Versículo 35
REFLEXIONES
TAL VEZ ninguna parte de los escritos del Antiguo Testamento es m�s calculada, bajo la ense�anza del ESP�RITU bendito, para imprimir en el alma un profundo sentido del pecado, y para poner el alma m�s abajo en el polvo a la vista de �l, que el lenguaje humillante de Job. esp�ritu en este cap�tulo. �Lector! hagamos una pausa y consideremos. Seguramente, por m�s ligeras e irreflexivas que puedan pasar por alto las mentes de la consideraci�n, sin embargo, es una pregunta solemne: �C�mo debe el hombre ser justo con Dios? Nunca hubo un alma, real y verdaderamente acercada por la sangre de JES�S, que pensara a la ligera esta cuesti�n.
Abraham, el amigo de DIOS, sinti� su alma fuertemente ejercitada cuando clam�, bajo un profundo sentido de la santidad de DIOS y de su inmundicia; He aqu� ahora (dijo) que he comenzado a hablar al Se�or, que no soy m�s que polvo y ceniza. Y todos los santos de DIOS, en todas las edades, han pensado lo mismo. �Mi alma! Te lo encomiendo; �No es realmente una cosa muy solemne? Incluso ahora en las ordenanzas ayudan a los medios de gracia, seguramente no te atrever�s a acercarte con ligereza e indiferencia; y aunque est�s mirando hacia adelante, como aqu� en las ordenanzas, as� tambi�n en la muerte, para presentarte ante DIOS en la sangre y la justicia de JES�S, que este y este solo es tu �nico ruego; sin embargo, cuando recuerdes que en esa hora solemne y terrible, en el evento final del cual depende tu eternidad, debes presentarte ante DIOS como tu Juez,
Y si tal es el proceso terrible para todo verdadero creyente en CRISTO; si la carne de David temblaba, como �l nos dice que lo hizo, al contemplar a DIOS en el juicio, aunque estaba dirigiendo el ojo de la fe a JES�S como su Fianza bendita; �Qu� horror se apoderar� del alma de ese hombre que comparezca ante ese tremendo tribunal sin inter�s en CRISTO, y sin el Mediador para defender su causa, ni la justicia del Mediador para justificar su persona!
�Oh! �Lector! piensen, les suplico mientras leen la confesi�n de Job, que el agua de la nieve no puede impartir limpieza al pecador, y nada m�s que la fuente de la sangre de JES�S puede quitar la culpa; piensen en la bienaventuranza de aquellos que est�n mirando a JES�S, y tengan un CRISTO, un Mediador que los defienda en su sangre y justicia, mientras tanto la ley como la conciencia acusan. �Oh! precioso, precioso JES�S? cu�n cada vez m�s preciosa es tu salvaci�n a cada momento. �Oh! Danos a ver que tenemos redenci�n en tu sangre, y somos justificados de todas las cosas, de las cuales ninguno de los hijos de Ad�n podr�a jam�s ser justificado por la ley de Mois�s.