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Josué 24

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Ahora llegamos al final de la historia de Joshua. Este cap�tulo contiene el final de su serm�n y el final de su vida juntos. Muere, como hab�a vivido, en el acto de alabar a Dios, y de suplicar con el mayor fervor y afecto a los israelitas el amor y la obediencia del Se�or. El cap�tulo tambi�n se cierra con un relato de la muerte de Eleazar y de la remoci�n de los huesos de Jos�.

Josu� 24:1

No se sabe con certeza si se trata de una continuaci�n del mismo serm�n, como en el cap�tulo anterior, o de otro discurso. Como el primero declar� que ese d�a iba por el camino de toda la tierra, deber�a parecer que ten�a la intenci�n de ser su discurso de despedida. Pero es posible que esto se haya entregado en otro momento. Sin embargo, este punto no es tan interesante de determinar. El tema de esto y lo primero es uno y el mismo.

Ambos fueron predicados para proclamar la gloria de Dios; y este es el punto principal que atraviesa ambos. Fue en Siquem, no en Silo, donde Josu� pronunci� su serm�n de despedida; porque esto estaba m�s cerca de su casa. Y esto es lo m�s notable, porque este fue el lugar memorable donde comenzaron las visiones de Dios con Abraham. G�nesis 12:6 .

Versículos 2-3

Probablemente, el lugar de la predicaci�n de Josu� le sugiri� la historia de la conversi�n de Abraham. Pero, si no, nada podr�a ser m�s apropiado que en la recapitulaci�n del amor del pacto de Dios para su pueblo, deber�a comenzar con aquello que magnifica la misericordia distintiva de Dios. �Lector! las vistas m�s dulces son las que nos permiten mirar atr�s y descubrir el amor de Dios por nosotros, cuando no lo amamos a �l ni a nosotros mismos.

Mirar la roca de donde fuimos talados y el hoyo de la fosa de donde fuimos excavados son cr�ticas provechosas para el alma. Isa�as 51:1 . No puedo pasar por alto el tema del llamado de Abraham sin desear que el lector me comente la libertad, la plenitud y la soberan�a de la gracia de Dios en tal caso.

�Qu� alma puede estar aparentemente m�s lejos de Dios de lo que estaba cuando el Se�or lo llam�? �Lector! no pase por alto el dulce est�mulo que le brinda a usted mismo, si acaso a�n se encuentra en la oscuridad de la naturaleza, ya sus amigos o parientes descuidados y no despiertos. Pablo evidentemente se refiri� a esto cuando dijo que Dios puede ser justo y, sin embargo, el justificador de los imp�os. Romanos 4:3 .

Versículos 4-13

Incluyo en una vista todos estos vers�culos, en aras de la brevedad, y porque, como se refieren a la historia de los Patriarcas, ya analizada en el Comentario, ser�a innecesario volver a engrosar la p�gina con la relaci�n. El lector puede, si le place, referirse a los temas, en sus respectivos lugares. Pero quisiera que el Lector comentara conmigo, adem�s de lo que se dijo del conjurador Balaam, que aqu� parece un poco m�s claro, que este desdichado hubiera maldecido a Israel en aras de la ganancia, aunque conoc�a el El Se�or hab�a prometido bendecirlos, �no lo hab�a restringido el Se�or, y hab�a anulado su mente para hacer exactamente lo contrario de lo que pretend�a?

�Y lector! �No creen que el Se�or est� haciendo lo mismo por su pueblo con mucha frecuencia ahora? Cuando los caminos del hombre agradan al Se�or, aun a sus enemigos hace que est�n en paz con �l. Proverbios 16:7 . Sobre el tema de quitar de entre ellos a los dioses falsos, que se repite de nuevo, en el vers�culo 23, parecer�a que hab�a algunas personas que ten�an im�genes de ellos, aunque no las adoraban.

Pero como el Se�or est� celoso de su honor y gloria, incluso la figura de un �dolo es una abominaci�n. �Pero lector! Si para nuestros padres en la antigua iglesia la sola menci�n de los �dolos, o el guardar cualquier representaci�n de ellos, se volv�a tan ofensivo, a los ojos divinos, �qu� piensan ustedes que debe ser la indignaci�n de nuestro Dios, si tenemos en nuestro coraz�n una especie de de rivalidad con Dios, al hacer de nuestras oraciones y nuestros servicios un salvador en parte con Jes�s? �No abandonar� todos los �dolos en alguna supuesta bondad y justicia m�a, y aprender� aqu� de que solo Jes�s es mi Salvador, en cuya justicia su pueblo es aceptado? Efesios 1:6 .

Versículos 14-15

�Qu� noble resoluci�n tom� Josu� para s� mismo y para su familia? �Qu� digno de imitar en todas las familias! Pero, �Josu� podr�a responder por sus sirvientes o por su familia? Ciertamente, no pod�a obligar a sus conciencias: tampoco lo dec�a en serio. A menos que lo guiaran las dulces influencias del Esp�ritu Santo, no pod�a estar seguro de que deb�a servir al Se�or; y �l sab�a muy bien que deb�a ser del mismo poder omnipotente que su familia pod�a hacerlo.

Pero, sin embargo, en la medida en que se pudieran utilizar los medios externos, resolvi� imponer la observancia de estos sobre �l y la gente. �Lector! �Es usted padre, due�o de una familia o se encuentra en alguna situaci�n de autoridad? He aqu�, entonces, el hermoso ejemplo de Josu�. �Y piensa qu� imperdonable debe ser ese hombre, ese padre o maestro, en cuya casa no hay culto familiar! Dime, si puedes, en qu� se diferencian estos hogares de los brutos que perecen, cuando se levantan y se acuestan como los reba�os del establo, y nunca preguntes d�nde est� Dios mi Hacedor, que canta en la noche, Job 35:10 .

Versículos 16-18

La respuesta de Israel es justamente lo que podr�amos haber esperado. Bien han hablado, dijo el Se�or mismo de ellos en una ocasi�n similar, todo lo que han dicho. Pero el que sabe lo que hay en el coraz�n, sabe lo pobres, irresolutos y d�biles que somos, y por eso a�ade: �Oh! que hab�a tal coraz�n en ellos! Deuteronomio 5:28 .

�Lector! si sabe algo de su propio coraz�n, ha aprendido algo de su enga�o; y, por tanto, no se atrever� a confiar en �l. S�, dice el santo Pablo, que en m�, que est� en mi carne, no mora el bien. Romanos 7:18 .

Versículos 19-20

Si (como algunos leen esas palabras) leemos este pasaje seg�n el original en plural: �l es los Dioses santos, es decir, �l, Jehov� que existe en un car�cter triple de personas, los Dioses santos; este es un pasaje dulce y precioso en confirmaci�n de la Sant�sima Trinidad. Escucha, Israel, el Se�or tu Dios, el Se�or uno es. Algo innecesario haber sido se�alado, si al mismo tiempo no se hubiera sugerido, que en esta �nica esencia eterna de la Deidad, exist�a una pluralidad de personas.

Y por eso, al comienzo de la Biblia, la frase es el mismo plural: as� en Salom�n: Acu�rdate de tus Creadores; porque as� es en el original. Eclesiast�s 12:1 . El hecho de que Josu� representara las dificultades no ten�a la intenci�n de disuadirlos de su piadosa resoluci�n; pero solo para advertirles de la dificultad. Nuestro querido Se�or les dijo a sus disc�pulos algo similar, cuando represent� su servicio como tomar una cruz, sacarse un ojo y cortarse un brazo.

Versículos 21-24

Las resoluciones fundadas en la fuerza divina, y bajo la seguridad de la ayuda divina del pacto de la misericordia y el amor de Dios, est�n bien fundadas: as� dijo Pablo, Filipenses 4:13 ; 1 Corintios 4:4 .

Versículo 25

Vale la pena observar que dos veces en la vida, tanto de Mois�s como de Josu�, se hizo la renovaci�n de este pacto. Ver �xodo 24:1 ; Deuteronomio 29:1 y Josu� 8:1 y ahora, lector, siempre es provechoso, aunque no volver a echar el fundamento de obras muertas, sino mirar las pasadas transacciones solemnes entre Dios y el alma.

Versículos 26-27

Hay algo realmente interesante en la antigua costumbre de colocar s�mbolos de recuerdo. El Ebenezer de Samuel y el pilar de Jacob, sin mencionar muchos otros, son evidencias preciosas de este tipo. 1 Samuel 7:12 ; G�nesis 28:18 .

Lector, �no tienes nada de este tipo en tu vida? �No ha habido visitas de Jes�s a Betel a tu alma? sin marcas, sin piedras de ayuda colocadas por ti para decir: �Aqu�, en este lugar, y en tales ocasiones, mi Dios se me manifest� de otra manera que al mundo! Juan 14:22 . �No era el santuario el arca de la presencia divina? Y si es as�, �no fue un tipo dulce de la presencia del siempre bendito Jes�s ?. Mateo 28:20 ; Mateo 28:20 .

Versículo 28

Quiz�s, Josu� se despidi� del pueblo en oraci�n, ya que sab�a que ser�a su �ltima entrevista, tambi�n lo hizo Mois�s, en parte en bendici�n y en parte en oraci�n, y en afectuoso recuerdo. Deuteronomio 28:1 .

Versículo 29

Polvo eres, y al polvo volver�s, es la �nica suerte. Y, por tanto, los m�s fieles de los siervos de Dios mueren tan bien como los dem�s, aunque no como los dem�s. El lector debe comentar que se le da el mismo t�tulo a Josu�, como se le dio a Mois�s. Se le llama siervo de Jehov�. �Dulce t�tulo! No aparece en qu� per�odo particular fue cuando Josu� muri�. Algunos han pensado por c�lculo, debe haber sido m�s de veinte a�os despu�s de que los hijos de Israel entraron en posesi�n de Cana�n. Pero esto no es seguro.

Versículo 30

El lugar de enterramiento de Josu� se vuelve memorable por el nombre Gaash, que significa temblor. Los jud�os ten�an una tradici�n de que hubo un temblor de la colina en su entierro, y esto para reprender a Israel por no llorar por �l como lo hicieron por Mois�s. Pero ya sea que lamentaran su partida o no, es cierto que no se menciona su lamentaci�n, como lo hicieron por Mois�s. Si consideramos esto como aleg�rico, deber�a decir, todos estamos por naturaleza m�s casados ??con la ley que con el evangelio. Mois�s es m�s hermoso a los ojos del mundo que Jes�s.

Versículo 31

Aqu� se da un testimonio honorable tanto a Josu� como a los ancianos. �Oh! para que la influencia de nuestro todopoderoso Josu� sea para siempre sobre su pueblo.

Versículo 32

El recuerdo de los justos es bendito. Los huesos de Jos� se hab�an conservado durante mucho tiempo si, como podemos suponer, el funeral de ellos se realiz� solo ahora. Llevaba muerto casi 200 a�os. Sin embargo, tal era el afecto de Israel por su memoria y la obediencia a su �ltimo pedido, que no pensaron que ser�a un problema llevar sus huesos con ellos en todos sus viajes. Ver G�nesis 1:25 ; �xodo 13:19 .

Versículo 33

Tambi�n se da un testimonio muy honorable de Eleazar en su muerte y funeral, que, como el Esp�ritu Santo se ha complacido en registrar, podemos concluir con seguridad que es preciosa a los ojos del Se�or la muerte de sus santos. Salmo 116:15 . Es digno de menci�n que Mois�s el gran legislador y Aar�n el sumo sacerdote murieron en un a�o.

Y deber�a parecer que la muerte de Josu� y la de Eleazar estaban casi juntas. Cu�n llamativa la observaci�n del Ap�stol: Verdaderamente eran muchos sacerdotes, porque no se les permiti� continuar, a causa de la muerte. Pero Jes�s, en su sacerdocio inmutable, permanece para siempre. �Querid�simo Se�or! Cu�n dulce es el pensamiento, aunque nuestros padres mueran y los profetas no vivan para siempre, t� eres el mismo y tus a�os no fallar�n. Hebreos 7:22 , etc.

REFLEXIONES

�LECTOR! Al cerrar este libro sagrado de Dios, y al revisar las muchas cosas preciosas que contiene, busquemos con creciente diligencia la ense�anza del Esp�ritu Santo, para que, adem�s de la relaci�n hist�rica en �l, como prueba de la fidelidad de Dios, podamos discernir espiritualmente la gran tendencia del conjunto al se�alar la Cana�n celestial, bajo la representaci�n t�pica de una tierra terrenal prometida.

Josu�, como ministro de Dios, ciertamente trajo al pueblo del Se�or al otro lado del Jord�n, los hizo entrar y les reparti� su herencia, como se hab�a prometido. Pero Josu� y todo Israel encontraron que esa tierra no era m�s que la tierra de una herencia terrenal. Aunque ten�an los signos y s�mbolos de la adoraci�n y las vistas refrescantes de la presencia divina, estos solo eran adecuados para un estado transitorio. Hermoso y concluyente es el razonamiento del ap�stol al respecto.

Si Josu� (dice que �l) les hubiera dado descanso, entonces el Se�or no habr�a hablado despu�s de otro d�a. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. �Y qu� es ese descanso sino Jes�s mismo, que es el d�a de reposo del alma para su pueblo, y que ha prometido dar a todos los que vienen a �l, para encontrar descanso para sus almas? Este (dice el profeta) es el descanso con el que pueden hacer una pausa para que los cansados ??descansen, y este es el refrigerio. Isa�as 28:12

Pero antes de despedirme de Josu�, como siervo del Dios Alt�simo y capit�n del ej�rcito del Se�or, me detendr�a y meditar�a en algunos de esos preciosos puntos de vista que ofrece tu persona y tu car�cter, como un tipo de mi todopoderoso Josu�. el Se�or Jesucristo. Me parece que veo en ti los d�biles contornos de su gloriosa persona y car�cter, que fue y es, en verdad, el ministro del santuario y del verdadero tabern�culo, que el Se�or levant�, y no el hombre.

Tanto en el nombre como en el cargo, seguramente, Josu�, fuiste un vivo representante de nuestro precioso Jes�s. �l, como capit�n del ej�rcito del Se�or, ha tra�do y sigue trayendo muchos hijos a la gloria y a la divisi�n de su herencia en la Cana�n celestial, como hiciste bajo su mando a la posesi�n de una tierra. Fue en el Jord�n que comenz� tu ministerio. Y aqu� estaba tambi�n, en el mismo lugar donde Jes�s entr� en sus labores, cuando fue ungido con el Esp�ritu Santo, y bajo el bautismo del Esp�ritu sin medida.

Aqu� Jehov� comenz� a magnificar al Josu� terrestre a la vista de todo el pueblo. Y aqu�, tanto las personas del Padre como las del Esp�ritu Santo, glorificaron al Se�or Jes�s en sus testimonios unidos de su persona y oficio.

Y como el Josu� terrenal llev� al pueblo al otro lado del Jord�n; circuncid� nuevamente a la casa de Israel; los condujo a la victoria segura ya la conquista; y nunca los dej�, hasta que el Se�or les hubo dado descanso de todos sus enemigos alrededor: as� el celestial, el todopoderoso Josu�, lleva a todo su pueblo por todo r�o de aflicci�n, y por todos los Jordan de pecado y tribulaci�n; les quita el prepucio de su coraz�n para que no sean m�s r�gidos, los hace m�s que vencedores por la gracia de su ayuda, y nunca se rinde hasta que los ha llevado al reposo eterno, que permanece para el pueblo de Dios.

Dios te salve, todopoderoso Josu�, capit�n de nuestra salvaci�n. Verdaderamente has demostrado que eres el verdadero Josu�, el verdadero Salvador, porque has salvado a tu pueblo de sus pecados. Los condujiste a la victoria segura, y los vististe con las vestiduras de la salvaci�n. Es tuyo, y solo tuyo, oh bendito Jes�s, tanto para comprar como para otorgar, tanto para poner en posesi�n como para asegurar a tu pueblo en ella, incluso como posesi�n eterna; y no, como Josu�, cuando se realiza la obra, para dejarlos a causa de la muerte; sino que vivir�s para recibir la alabanza agradecida de tu pueblo, y para ver prosperar la obra de Jehov� en tu mano.

En todo lo que quede hasta que me lleves a casa para contemplar tu gloria, haz que descanse en tu brazo y me detenga y vea la salvaci�n de Dios. Y sea mi porci�n vivir en tu fe, y morir en la certeza de que donde t� est�s, all� tambi�n estar� yo para alabanza de la gloria de su gracia, que me hizo aceptado en el amado. Am�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Joshua 24". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/joshua-24.html. 1828.