Bible Commentaries
Proverbios 27

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO.

El escritor sagrado de este cap�tulo sigue aplicando el m�todo proverbial de instrucci�n y adopta varias figuras para transmitir las verdades divinas.

Proverbios 27:1 No te jactes del ma�ana; porque no sabes lo que traer� el d�a.

El hombre que mire la situaci�n de los hombres y las cosas con respecto a la inestabilidad humana, descubrir� la belleza de este precepto divino. Santiago 4:13 . Cristo ha dado un precepto importante sobre este mismo terreno. Mateo 6:34 .

Versículos 2-10

Al�bete otro hombre, y no tu propia boca; un extra�o, y no tus propios labios. Pesa una piedra y pesada la arena; pero la ira del necio es m�s pesada que ambos. La ira es cruel y la ira es atroz; pero �qui�n podr� enfrentarse a la envidia? Mejor es la reprensi�n abierta que el amor secreto. Fieles son las heridas de un amigo; pero los besos del enemigo son enga�osos. El alma llena aborrece el panal de miel; pero para el alma hambrienta, todo lo amargo es dulce.

Como p�jaro que se aleja de su nido, as� es el hombre que se aleja de su lugar. El ung�ento y el perfume alegran el coraz�n; as� es la dulzura del amigo del hombre por el consejo sincero. Tu propio amigo, y el amigo de tu padre, no lo abandones; Ni entres en la casa de tu hermano en el d�a de tu aflicci�n; porque mejor es el vecino cercano que el hermano lejano.

En medio de varias bellezas en esos vers�culos, le ruego al lector que no pase por alto la del propio amigo de un hombre, y el amigo de nuestro Padre, y el vecino que est� cerca. �Para qu� amigo como Cristo, amado del Padre? �Y qui�n tan cercano o querido entre los barrios de la vida, como Jes�s? Booz dijo, en referencia a esto, Hay un pariente m�s cercano que yo. Rth 3:12. Y as� podr�a decir todo hijo e hija de Ad�n, al referirse al Se�or Jesucristo.

Porque al casarse con nuestra naturaleza y tomar una parte de esa naturaleza en s� mismo; �l es hueso de nuestros huesos y carne de nuestra carne. Efesios 5:30 .

Versículos 11-27

Hijo m�o, s� sabio y alegra mi coraz�n, para que pueda responder al que me afrenta. El hombre prudente ve el mal y se esconde; pero los simples pasan y son castigados. Toma su manto que es fianza para un extra�o, y toma prenda de �l por una mujer extra�a. El que bendice a su amigo a gran voz, levant�ndose de ma�ana, le ser� contado maldici�n. Una ca�da continua en un d�a muy lluvioso y una mujer contenciosa son iguales.

Cualquiera que la esconde, esconde el viento y el ung�ento de su mano derecha, que se enga�a a s� misma. Hierro afila hierro; as� el hombre afila el rostro de su amigo. El que guarda la higuera, de su fruto comer�; y el que espera a su se�or ser� honrado. Como en el agua la cara responde a la cara, as� el coraz�n de hombre a hombre. El infierno y la destrucci�n nunca est�n completos; por eso los ojos del hombre nunca se sacian.

Como crisol de plata y horno de oro; as� es un hombre para su alabanza. Aunque rebuznes al necio en un mortero entre trigo con un mortero, no se apartar� de �l su necedad. S� diligente en conocer el estado de tus reba�os y cuida tus reba�os. Porque las riquezas no son para siempre: �y la corona perdurar� por todas las generaciones? Aparece el heno, se muestra la hierba tierna, y se recogen las hierbas de los montes.

Los corderos son para tu vestido, y las cabras son el precio del campo. Y tendr�s suficiente leche de cabra para tu comida, para la comida de tu casa y para el sustento de tus doncellas.

Hay muchas cosas encantadoras de las que se habla en estos vers�culos y que, si se explican seg�n los principios del Evangelio, tienen una tendencia a la gracia. Pero ser� mejor para el lector que el Esp�ritu Santo los abra a su entendimiento, cuya ense�anza infalible lo proteger� de la posibilidad de error. Jes�s ha dicho acerca de �l que lo guiar� a toda la verdad; y �l tomar� las cosas de Jes�s y las mostrar� a su pueblo. Juan 16:13 .

Versículo 27

REFLEXIONES.

LO que el sabio ha dicho al final de este cap�tulo, acerca de la diligencia de observar bien el estado del reba�o y el cuidado de los reba�os, bien puede interpretarse como la diligencia que todo hombre debe tener para el cuidado del reba�o. alma, y ??conocer el estado en el que se encuentra ante Dios. Dime (dice la iglesia sobre este tema trascendental) dime, oh t�, a quien ama mi alma, d�nde alimentas, d�nde haces descansar tus reba�os al mediod�a.

Porque, �por qu� he de ser yo como el que se aparta de los reba�os de tus compa�eros? Nunca podemos ser demasiado sol�citos en puntos de esta naturaleza. Donde Jes�s se alimenta; con qu� se alimenta; y c�mo estamos creciendo en la nutrici�n y el sustento de la vida espiritual. �Lector! �es Jes�s tu pastor? El que se sienta en medio del trono y alimenta a la iglesia de arriba, �te alimenta en este estado de desierto abajo? �Es el pan de Dios y el pan de vida para tu alma? Son los corderos para tu vestido, y las cabras el precio del campo.

En otras palabras, �est�s vestido con el manto de salvaci�n hecho por el Cordero de Dios? �Y comes del Cordero pascual, cuya carne es verdadera carne, y cuya sangre es verdadera bebida? �Oh! por la gracia de alimentarse de Cristo! y o�rle decir; �Toma, come, este es mi cuerpo, que es entregado por ti! �Come, oh amigos, bebe, s�, bebe en abundancia, oh amado!

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Proverbs 27". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/proverbs-27.html. 1828.