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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario del Pobre Hombre de Hawker Comentario del Pobre Hombre
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Texto Cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Proverbs 3". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/proverbs-3.html. 1828.
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Proverbs 3". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/
Versículo 1
CONTENIDO
En este cap�tulo se contin�a el mismo tema que en el anterior; pero con argumentos adicionales. Aqu� hay muchas exhortaciones fervientes al ejercicio de las gracias del Esp�ritu Santo, y los tristes efectos de una conducta contraria plenamente expuestos.
Proverbios 3:1 Hijo m�o, no te olvides de mi ley; pero guarde tu coraz�n mis mandamientos: porque muchos d�as, una larga vida y una paz te a�adir�n. No dejes que la misericordia y la verdad te abandonen; �talas a tu cuello; escr�belas en la tabla de tu coraz�n: As� hallar�s gracia y buen entendimiento ante los ojos de Dios y de los hombres.
Una de las grandes bendiciones del pacto fue que el Se�or se comprometi� a escribir su ley en la mente y el coraz�n de su pueblo en los �ltimos d�as, para que lo conocieran. Y por eso Salom�n describe en estos vers�culos la bendici�n de tal estado y las comodidades que surgen de �l. Jeremias 31:31 .
Versículos 5-6
Conf�a en el SE�OR de todo tu coraz�n; y no te apoyes en tu propia prudencia. Recon�celo en todos tus caminos, y �l enderezar� tus veredas.
Aqu� hay un precepto divino y una promesa divina dulcemente mezcladas. Y en muchas otras partes de las Escrituras encontramos lo mismo confirmado. Isa�as 42:16 ; Sal. 55:22; 1 Pedro 5:7 .
Versículos 7-10
No seas sabio en tu propia opini�n: teme al SE�OR y ap�rtate del mal. Ser� salud para tu ombligo, y tu�tano para tus huesos. Honra al SE�OR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos: as� tus graneros se llenar�n en abundancia, y tus lagares rebosar�n de mosto.
Si no me equivoco, aqu� hay una dulce referencia a Cristo en estos vers�culos. Los primeros frutos ofrecidos al Se�or fueron ser todos en fe. As� Abel por fe ofreci� un sacrificio m�s excelente que Ca�n. Hebreos 11:4 . Cada primicia ciertamente se refer�a a Cristo. La promesa de esto es sorprendente. Los graneros y los lagares no solo recompensar�n, sino que abundar�n. Es una bendici�n hacer todas las cosas por fe, porque todo lo que no es de fe, es pecado. Romanos 14:23 .
Versículos 11-12
Hijo m�o, no desprecies la disciplina del SE�OR; No os cans�is de su correcci�n: Porque al que ama Jehov�, corrige; como un padre al hijo en quien se deleita.
El ap�stol cita este pasaje en su ep�stola a los Hebreos y hace un hermoso comentario al respecto. Hebreos 12:5 . Es una bendici�n ser completamente paciente y pasivo bajo los castigos. No con mal humor para recibirlos, porque esto argumentar�a una mente decidida a no inclinarse ante la vara, ni con desmayos a hundirse debajo de ellos, pues esto implicar�a incredulidad y desconfianza, como si el Se�or se hubiera olvidado de ser misericordioso; sino recibir todo como el castigo de un padre bondadoso y sabio, que no puede confundir el bienestar de sus hijos y est� ordenando todas las cosas para su bien.
Jes�s ha dicho; Yo reprendo y castigo a todos los que amo. Apocalipsis 3:19 . Son castigos, no castigos vengativos, no en forma de juicio de ley, porque eso ha sido soportado por Cristo; sino a modo de correcci�n, para lograr muchos prop�sitos benditos en gracia. Dulce pensamiento y siempre vivo en el coraz�n.
Versículos 13-18
Bienaventurado el hombre que halla sabidur�a y el hombre que adquiere entendimiento. Porque mejor es su mercader�a que la mercader�a de plata, y su ganancia que el oro fino. Ella es m�s preciosa que los rub�es, y todo lo que puedas desear no se puede comparar con ella. La duraci�n de los d�as est� en su mano derecha; y en su mano izquierda riquezas y gloria. Sus caminos son caminos agradables, y todas sus sendas son paz. �rbol de vida es para los que la abrazan, y feliz es todo el que la retiene.
No cabe duda de que el logro de Cristo y todas sus bendiciones con �l y en �l deben ser la cumbre de la felicidad. Y es delicioso ver en estos vers�culos cu�n dulce es la correspondencia entre lo que se dice aqu� de encontrar sabidur�a y lo que el evangelio habla de encontrar a Cristo. Lo hemos encontrado (dijo uno que por gracia hizo este descubrimiento) de quien escribieron Mois�s y los profetas, Jes�s de Nazaret.
Juan 1:45 . �l es la perla hermosa que el sabio comerciante busc� durante mucho tiempo y, cuando la encontr�, vendi� todo lo que ten�a y compr�. Mateo 13:45 . Y mientras que todas las dem�s b�squedas y todos los dem�s logros nunca satisfacen, sino que decepcionan eternamente; Jes�s les da a los que lo buscan y lo encuentran, riquezas duraderas y justicia.
Proverbios 8:18 . Jes�s es en verdad el �rbol de la vida en el para�so de Dios, bajo cuya sombra por la fe, los creyentes ahora se sientan y encuentran el fruto dulce a su paladar: y dentro de poco se sentar�n para siempre para disfrutar de toda su plenitud junto al r�o de la vida, en el reino de gloria. Cantares de los Cantares 2:3 ; Apocalipsis 22:1 .
Versículos 19-20
El SE�OR con sabidur�a fund� la tierra; con entendimiento estableci� los cielos. Con su conocimiento se rompen los abismos, y las nubes hacen caer el roc�o.
Hay otra confirmaci�n del nombre del oficio de Cristo como Sabidur�a, porque las escrituras a una sola voz declaran que el Se�or cre� todas las cosas por Jesucristo. Efesios 3:9 ; Hebreos 1:2 .
Versículos 21-24
Hijo m�o, no se aparten de tus ojos; guarda la sana sabidur�a y la prudencia; ser�n vida para tu alma y gracia para tu cuello. Entonces andar�s por tu camino con seguridad, y tu pie no tropezar�. Cuando te acuestes, no tendr�s miedo; s�, te acostar�s, y tu sue�o ser� dulce.
Todas estas son muchas lecciones de gracia adecuadas para una vida de gracia. El tema todav�a se mantiene y se persigue bajo la idea de un hijo adoptado y regenerado, en cuyo coraz�n el Esp�ritu da testimonio de que ha nacido de Dios. Romanos 8:16 .
Versículos 25-35
No temas el temor repentino, ni la desolaci�n de los imp�os, cuando venga. Porque el SE�OR ser� tu confianza, Y guardar� tu pie para que no sea apresado. No niegues el bien a quien es debido, cuando tuviese poder para hacerlo. No digas a tu pr�jimo: Ve y vuelve, y ma�ana te dar�; cuando lo tengas a tu lado. No planees el mal contra tu pr�jimo, ya que �l vive seguro junto a ti.
No luches con un hombre sin causa, si no te ha hecho da�o. No envidies al opresor, ni elijas ninguno de sus caminos. Porque el perverso es abominaci�n al SE�OR, pero su secreto es con los justos. La maldici�n del SE�OR est� en la casa de los imp�os, pero �l bendice la morada de los justos. Ciertamente �l se burla de los escarnecedores, pero da gracia a los humildes. El sabio heredar� la gloria, pero la verg�enza ser� la promoci�n de los necios.
Aqu� nuevamente, como antes, los benditos efectos pr�cticos de la piedad vital, aparecer�n por las evidencias que aqu� se exponen. Y la terminaci�n de una vida de gracia y una vida de impiedad producir� invariablemente los diferentes estados aqu� descritos.
Versículo 35
REFLEXIONES.
�LECTOR! prestemos atenci�n a los varios temas muy interesantes que surgen de este cap�tulo, y ley�ndolos con el dulce esp�ritu del Evangelio, al que se refieren claramente, por medio de la gracia los mejoraremos en gran medida.
En primer lugar, mientras que Salom�n recomienda tanta atenci�n a la ley como para no olvidarla nunca; Examinemos si la promesa de Dios Padre se ha cumplido en nuestra experiencia, y �l ha puesto su ley en nuestras entra�as y la ha escrito en nuestro coraz�n. �Oh! la obra bendita de la regeneraci�n, cuando se quita el coraz�n de piedra y se da el coraz�n de carne. Y cuando la espiritualidad de la ley de Dios se lee y se comprende de esta manera en el alma, se descubre que Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.
A continuaci�n, asegur�monos, lector, de tener tal confianza y tan bien fundamentada en la misericordia de Dios a trav�s de Cristo, que entreguemos todo por el tiempo y la eternidad en sus manos omnipotentes; porque esto ser� honrarlo con toda nuestra sustancia y con las primicias de todo nuestro crecimiento.
Y como una tercera mejora de este cap�tulo, asegur�monos de que mientras miramos al Se�or en todas sus providencias, nunca perdamos de vista su gobierno en todos sus castigos. No sentir la vara, o no suponer que el castigo es penoso, ser�a impropio; y no investigar las causas de la aflicci�n del Se�or ser�a olvidar la mejora que se pretende obtener de ella; y no orar por la liberaci�n de los problemas ser�a inadecuado para nuestras circunstancias.
Pero para bendecir a Dios por su atenci�n al enviar la aflicci�n, para justificar al Se�or en su designaci�n, para reconocer que �l es justo en todos sus caminos y santo en todas sus obras, y mientras el Se�or corrige, nosotros nos unimos. cuanto m�s cerca de �l; y apoyarse en sus promesas, cuando las cosas son m�s oscuras y desalentadoras; esto no ser� ni para despreciar su disciplina, ni para desmayar bajo la presi�n.
Por �ltimo y sobre todo, mientras que Salom�n en este cap�tulo recomienda tan fervientemente, encontrar sabidur�a y adquirir entendimiento; asegur�monos de que nada satisfaga nuestras almas excepto el conocimiento y la consecuci�n de Cristo. �l es la sabidur�a en verdad, que en posesi�n de debe hacer al alma verdaderamente feliz. En la constituci�n de su persona, la idoneidad y suficiencia total de su salvaci�n; se dan a conocer sus oficios, car�cter, relaciones, la multiforme sabidur�a de Jehov�.
�Lector! Que el Se�or el Esp�ritu lo imprima tanto en tu coraz�n como en el m�o, para encontrar al que es verdadera y enf�ticamente sabidur�a �l mismo y entonces entraremos en la plena comprensi�n de esas dulces escrituras, su mercader�a es mejor que la mercader�a de plata, y su ganancia m�s que el oro fino.