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Salmos 101

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Este Salmo contiene un canto mezclado de gozo y dolor; ambos dirigidos al Se�or.

Salmo de David.

Salmo 101:1

Aunque no digo que David no se refiriera a s� mismo ni a sus ejercicios personales cuando escribi� este Salmo, muchas partes del cual le conven�an muy bien; sin embargo, me atrevo a creer que el Esp�ritu Santo lo quiso m�s para el consuelo de la Iglesia, al esbozar algunos puntos benditos, refiri�ndose al Se�or Jesucristo. Lector, al pasar por �l perdamos de vista lo m�s posible a David, y a nuestra propia historia, para descubrir algo de Jes�s, en quien David, as� como t� y yo, s�lo podemos encontrar consuelo.

Y aqu� en la apertura, qui�n pod�a cantar tan dulcemente, tanto de misericordia como de juicio, como el Hijo de David, cuando en los d�as de su carne se regocij� en esp�ritu; y tambi�n ofreci� fuertes llantos y l�grimas? Lucas 10:21 ; Hebreos 5:7 . �Qui�n sino Jes�s, como Cabeza de su Iglesia, puede decirse verdaderamente que canta la misericordia, en el sentido de que ha obtenido toda la plenitud de la misericordia? No, �l mismo es la misericordia misma de Jehov� para todo su pueblo.

Y si el juicio forma parte del c�ntico, �seguramente nadie podr� cantar sobre esto sino Jes�s! �l carg� con todo el castigo debido al pecado del justo juicio de Dios, su Padre. �Y solo �l, que tiene la administraci�n justa de la misma en la tierra, y a quien se conf�a todo el juicio, finalmente debe cumplir todo! Lector, t� y yo nunca hubi�ramos podido cantar de ninguno de los dos, de no ser por Jes�s. Y ahora, si no fuera por un inter�s en �l, �c�mo podr�an mezclarse temas tan diferentes? Pero mientras vemos a Jes�s yendo antes, �podemos seguirlo en la canci�n? �Iremos tras �l, todav�a con alabanza, a la vista de su persona, y cantaremos un c�ntico a nuestro Dios en Cristo, ya sea que sus providencias sonr�an o frunzan el ce�o? �Oh! Es una bendici�n tener el mismo coraz�n para esto, viviendo de un Dios inmutable en Cristo, y nunca colgando el arpa sobre los sauces. 1 Tesalonicenses 5:18 .

Versículo 2

�Qui�n sino Jes�s podr�a comportarse sabiamente? �Qui�n sino el Cordero de Dios podr�a decirse que tiene un coraz�n perfecto? Jes�s ciertamente deseaba y ten�a la presencia constante del Padre. �Pero Ay! �Cu�n poco se guarda en el alma nuestra comuni�n con Dios en Cristo?

Versículos 3-5

Nada puede ser m�s bello, considerado descriptivo de la persona y obra de Jes�s, en los d�as de su carne, que lo que aqu� se dice. Pero tales puntos de vista de la perfecci�n, ya que no se encuentran en ninguna parte entre la raza ca�da de Ad�n, considerada fuera de Cristo, solo est�n calculados para angustiar el alma en gran manera. Lector, entonces haga una pausa conmigo y diga, si es posible, cu�n bienaventurado, cu�n inexpresablemente bendito es contemplar a Jes�s en todas estas perfecciones de car�cter, y considerarlo en todo como el gran Cabeza y Representante de su iglesia y �gente!

Versículos 6-8

Lector, det�ngase sobre estos vers�culos. �He aqu� en uno, qu� doctrina entra�able contiene! Mirad en el otro, las solemnes denuncias. Como la columna de una nube, en el desierto, el aspecto de gloria y luz para uno, se convierte en oscuridad y terror para el otro. �Jes�s! Que tus ojos est�n sobre el que ahora escribe, y el que en el futuro lea estas l�neas; y deja que las dulces influencias de tu Esp�ritu Santo induzcan la fidelidad y toda la gracia necesaria en nuestros corazones.

�Oh! para habitar contigo, condescendiente Se�or de tu pueblo, y t� para habitar con nosotros y ser en nosotros la esperanza de gloria: �qu� inefable felicidad es esta! Ven, Se�or, y haz de nuestro coraz�n tu hogar; y habita en nosotros, y reina y domina en nosotros, para siempre. Am�n.

Versículo 8

Salmo 101:1

REFLEXIONES

�Jes�s! mi canci�n ser� de ti; ya Dios mi Padre cantar�. Cantar� de tu persona, cantar� de tu amor, cantar� de tu gracia, de tu misericordia, no, cantar� de tus juicios; porque yo s�, Se�or, que todos tus juicios son rectos, y que en mis ejercicios m�s profundos, es por tu fidelidad que estoy turbado. No puede haber nada de malo en lo que Jes�s designa. Por tanto, nada desafinar� mi alma, mientras Jes�s sea mi c�ntico.

Y lo que es obra del cielo, por tu gracia, ser� mi empleo en la tierra. Jes�s es, ha sido y ser�, la �nica nota suficiente de gozo, amor y alabanza, ahora y por siempre.

Y, Padre santo, misericordioso Dios todopoderoso, a ti cantar� de Jes�s. T� has proclamado a Jes�s desde el cielo como tu amado y siempre bendito y amado Hijo, en quien est�s muy complacido. �Y humildemente, Se�or, quisiera enviar las notas d�biles de mi c�ntico de alabanza, para decir cu�n feliz es mi pobre alma con tal Salvador! Se�or, te cantar� sobre tu misericordia al dar a Cristo; en el nacimiento de Cristo; en la muerte de Cristo; en la resurrecci�n de Cristo; en la redenci�n por la sangre y la justicia de Cristo; en la ascensi�n, exaltaci�n y triunfos de Cristo; en el sacerdocio eterno de Cristo; en los dones del Esp�ritu por Cristo; y de todas las bendiciones recogidas y contenidas en este don incomparable de tu amado Hijo, Cristo Jes�s.

Este, Se�or, ser� mi c�ntico, mi c�ntico diario, cada hora, en esta casa de mi peregrinaje, hasta que te plazca llevarme a casa, para cantar las alabanzas de Jehov�, en el cielo, para siempre. Y �oh! Bendito Esp�ritu, �no afinar�s mi coraz�n y mi arpa con esta melod�a del alma, para que yo cante con el esp�ritu y cante tambi�n con el entendimiento? �No me har�s cantar de Jes�s, que cante de Aquel que es el dulce cantor de Israel y el principal m�sico de toda armon�a? El primer c�ntico de alabanza que se haya levantado para que el hombre cante fue de Jes�s, �qu� �ngeles cantaron? Gloria a Dios en lo m�s alto.

Y el c�ntico eterno del cielo, para ser cantado por todos los redimidos, es: Al que fue inmolado y nos redimi� con su sangre. - Empieza entonces, alma m�a, y no acabes nunca tu canci�n; pero deja que Jes�s viva en tu coraz�n, more en tu lengua, gotee como un panal de miel al bendecir sin cesar a Dios en Cristo; y, hasta que te unas a los aleluyas del cielo, canta a Jes�s tanto en misericordia como en juicio; ya Jehov�, Padre, Hijo y Esp�ritu, alce tu voz. Am�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Psalms 101". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/psalms-101.html. 1828.