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Salmos 103

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Este Salmo es un himno continuo de alabanza e incluye una visi�n completa de la bondad de Jehov�, en todas las grandes obras de creaci�n y redenci�n, providencia y gracia.

Salmo de David.

Versículos 1-2

�Cu�n bellamente comienza el salmo, al llamar al alma a este servicio tan grato, de alabar a Dios! Lector, obs�rvelo, que con el coraz�n se cree para justicia; mientras que con la boca se confiesa para salvaci�n. A menos que el coraz�n se dedique a cualquier servicio, no hay nada verdaderamente valioso en ese servicio. Por lo tanto, era una antigua costumbre en la iglesia, al comienzo del servicio, llamar a la gente: �Levanten el coraz�n! Romanos 10:10 .

Versículos 3-5

Observa qu� motivos adopta el escritor sagrado para despertar el alma a la alabanza y al amor de Dios: como si dijera: Alma m�a, �has pecado? Dios en Cristo perdona tus pecados. �Est�s enfermo en cuerpo y alma a causa del pecado? Dios en Cristo sana todas tus enfermedades. �Est�s arruinado y arruinado en todas las circunstancias de la naturaleza, a causa de la ca�da? Dios, en Cristo, redime tu vida de la destrucci�n y te corona con todo lo que te es necesario en gracia.

�Est�s sintiendo decadencia y se te acelera el ... evento de la mortalidad? Dios en Cristo te renovar�, como el �guila se renueva en la vejez. �Preciosa, preciosa salvaci�n! Y todo eternamente asegurado y asegurado de un Dios en Cristo. Ver, en confirmaci�n, esas escrituras: Isa�as 43:25 ; �xodo 15:26 ; Isa�as 33:24 ; �xodo 19:4 ; Isa�as 40:31 .

Versículos 6-8

Si leemos estos vers�culos como debemos, con miras a Cristo, aqu� Jehov� ha manifestado de la manera m�s eminente esos actos soberanos de misericordia y juicio, mediante la redenci�n en su amado Hijo. Y, ciertamente, no fue sin referencia a esto, de la manera m�s eminente, que el Se�or, a pedido de Mois�s, hizo pasar toda su bondad ante su siervo en el monte santo. Porque, �qu� es la gloria de Dios sino su bondad en Cristo Jes�s? y para un alma que es regenerada y hecha una en Cristo, la justicia y la justicia de Dios son tan queridas como su misericordia y su amor; evidentemente porque el creyente est� convencido de que la justicia y la justicia de Dios han sido satisfechas y magnificadas por la muerte de Cristo.

Consulte esos pasajes y comp�relos, y contemple en ellos la prueba m�s bendita, en confirmaci�n, de que es una parte gloriosa del car�cter de Jehov�, �l de ninguna manera librar� al culpable, Sin un sacrificio; sacrificio que Jehov� mismo ha provisto, aceptado y aprobado cuando Cristo se ofreci� a s� mismo sobre la cruz. �xodo 34:5 ; Romanos 3:25 .

Versículos 9-13

El salmista en estos vers�culos, bajo diversas representaciones, expone la misericordia de la gracia redentora; y, para realzar la representaci�n, toma prestado su lenguaje de las im�genes de las obras de la naturaleza y de los sentimientos del coraz�n humano. Se parece a. los cielos, para demostrar que la gracia de Dios, su gracia sobreabundante, trasciende nuestras concepciones de ella, como los pensamientos de Dios est�n por encima de nuestros pensamientos; y sus caminos por encima de nuestros caminos.

Isa�as 45:8 . Toma prestada otra figura de la extensi�n de la tierra, y de la total imposibilidad de que los puntos distantes del este y el oeste se unan, a modo de exponer la vasta e inconmensurable distancia entre el pecador y sus pecados, cuando son quitados. por la mano de ese hombre apto, Cristo Jes�s, a la tierra del olvido eterno.

Lev�tico 16:21 . Toma una tercera semejanza muy dulce y entra�able de los sentimientos del coraz�n humano, para manifestar la tierna compasi�n del Padre de misericordias y Dios de todo consuelo, mostrando que el amor de Dios es un amor paternal, lleno de piedad y lleno de compasi�n. Vea esas escrituras, Isa�as 49:13 ; Miqueas 7:18 .

Versículos 14-19

Nada puede ser m�s hermoso e interesante que el sorprendente contraste que el salmista ha establecido en estos vers�culos entre la naturaleza fr�gil, perecedera y moribunda del hombre, y la fuerza y ??la eternidad de Dios. Y lo que lo hace querer a nuestro punto de vista es que, en medio de todas nuestras circunstancias de muerte en Ad�n, nuestra existencia eterna est� asegurada en Cristo. La unidad entre Jes�s y su pueblo, da derecho a interesarse en todo lo que le pertenece, como cabeza y Mediador de sus redimidos.

�l mismo ha dicho: Porque yo vivo, vosotros tambi�n vivir�is. Juan 14:19 . Lector, le ruego que no pase por alto esto, porque en esto consiste toda la belleza y el encanto del pasaje. Es nuestra uni�n y nuestro inter�s en Cristo Jes�s lo que trae consigo estas misericordias indecibles. Es la relaci�n de pacto en la que los creyentes permanecen con Dios en Cristo lo que asegura la paz de esta vida y la felicidad eterna de lo que est� por venir.

�Oh! para que la gracia entre en la fe sincera y cordial y en el disfrute perfecto de esas benditas palabras de Jes�s: En aquel d�a sabr�is que yo estoy en mi Padre, y t� en m�, y yo en ti. Juan 14:20 .

Versículos 20-22

El salmista, habi�ndose animado as� a bendecir a Dios en Cristo, estalla aqu� en un fervor de santa devoci�n, y llama a toda la creaci�n inteligente a unirse al himno de alabanza, para que el reconocimiento de la bondad divina sea universal. Poned todas vuestras fuerzas, �ngeles suyos (�ngeles elegidos, como los llama Pablo), preservados en Cristo Jes�s: alabadle. 1 Timoteo 5:21 .

Ustedes, ministros y huestes, ya sea que est�n empleados en el mundo superior o en el inferior, se unan a la canci�n. S�, que todas las obras de nuestro Dios en Cristo, en todos los lugares, se unan en lo mismo. Y t�, alma m�a, hazlo sin cesar; y establece una respuesta cordial de Am�n a las notas de toda la creaci�n, que alaban a nuestro Dios y Salvador. Bendici�n y honra y gloria y poder sean al que est� sentado en el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos.

Versículo 22

REFLEXIONES

PIENSA, alma m�a, mientras est�s leyendo este salmo, si tales fueron los llamados de los santos del Antiguo Testamento a bendecir a Jehov�, qu� demandas est�n ahora sobre los creyentes del Nuevo Testamento, de vivir en un marco de alabanza y acci�n de gracias eternas por las misericordias indescriptibles de Jehov� en Jesucristo. El conocimiento m�s elevado que ten�an aquellos santos hombres de la antig�edad acerca de las misericordias de la redenci�n, no eran sino sombras de las cosas buenas por venir, en comparaci�n con lo que las almas de los redimidos tienen ahora para disfrutar en sustancia en Cristo Jes�s.

Abraham, que vio el d�a de Cristo, lo vio de lejos; y David, aunque con el ojo de la fe, vio a su Hijo seg�n la carne, que se levantar�a para sentarse en su trono y reinar para siempre; Sin embargo, �qu� podr�an ambos, o todos, de hecho, esos h�roes de la antig�edad, que murieron en la fe, sin haber recibido las promesas, conocer al Se�or Jesucristo, en comparaci�n con los m�s humildes de los creyentes regenerados ahora, que conocen a Cristo, y son convencidos de su uni�n e inter�s en �l, y vivir en �l y para �l como el Se�or nuestra justicia?

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Psalms 103". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/psalms-103.html. 1828.