Bible Commentaries
Salmos 122

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Aqu� tenemos las expresiones de alegr�a de las que se valieron los israelitas al invitarse unos a otros a subir a la casa de Dios. El Salmo termina con una oraci�n por la paz y la prosperidad de la iglesia y la gente.

C�ntico de grados de David.

Salmo 122:1

Al lado del t�tulo general de este salmo como c�ntico de grados, se agrega de David: por lo que debemos concluir que David fue el autor del mismo. Y, de hecho, deber�a parecer probable, a partir de otra consideraci�n, que �l fue el autor de la misma; porque fue en los d�as de David cuando Jerusal�n fue recuperada por primera vez de manos de los jebuseos. Ver 2 Samuel 5:6 .

Por lo tanto, desde ese momento, Jerusal�n se convirti� en el lugar sagrado de adoraci�n en la Si�n de Dios. Por lo tanto, como hab�a predicho Mois�s, el Se�or decidi� poner su nombre all�. Deuteronomio 12:11 . Esto puede servirnos para explicarnos la causa de ese santo gozo, que todo Israel sinti� y expres� al subir a adorar.

�Lector! �No podemos aprender de �l una dulce lecci�n? �No debemos encender la misma llama y deleitarnos, tanto para ir nosotros mismos como para invitar a todo hijo de Dios a que vaya con nosotros a las ordenanzas de Jes�s? Y tanto al ir como al venir, nuestra conversaci�n no deber�a ser sobre el rey de Si�n. �Visteis al amado de mi alma? �Has visto al rey en su hermosura? �Fue retenido por ti en las galer�as de sus ordenanzas? El culto familiar y el culto p�blico deben distinguir a los seguidores de Jes�s. Es triste ver un lugar vac�o ocupado por el pueblo de Dios. Salmo 87:2 .

Versículo 2

�Lector! f�jense en el �xtasis del que habla el Cantar incluso de estar en la casa del Se�or. Y fue tan delicioso para aquellos que solo ten�an tipos y sombras de cosas buenas por venir; Entonces, �cu�l deber�a ser nuestro gozo bajo las plenas bendiciones del evangelio en Jes�s? Pro_8: 21; Pro_31: 31; Pro_31: 31. Y si tal el gozo aqu� abajo, �qu� ser� cuando entremos en la nueva Jerusal�n que est� arriba? Apocalipsis 21:2 .

Versículos 3-5

Es agradable observar c�mo los santos del Antiguo Testamento se deleitaban en pensar en la alabanza de su amada Jerusal�n. Hermoso para la situaci�n (dice uno de ellos) el gozo de toda la tierra, es el monte de Sion; Dios es conocido en sus palacios por refugio, Salmo 48:2 . Por eso la llamaron no s�lo la ciudad real, por contener el trono del juicio; sino la ciudad santa, como un trono de gracia.

Pero la principal belleza era la presencia divina. Y como todo esto era un tipo de la iglesia del evangelio, debemos participar en este deleite y considerar bien nuestros privilegios superiores al disfrutar de la realidad; Jes�s, el deseo de todas las naciones, vino y llen� no solo la casa, sino los corazones de su pueblo, con la morada de su Esp�ritu. Hageo 2:7 ; Efesios 3:17 .

Versículos 6-9

Habiendo celebrado las alabanzas de Jerusal�n, el salmista aqu� llama a todo el pueblo a orar por su prosperidad; y como acomodaci�n, declara que las bendiciones acompa�ar�n a todos los que lo hagan. Y finalmente �l mismo resuelve, que cualquiera que sea la resoluci�n de los dem�s, buscar� su bienestar. Si espiritualizamos estos vers�culos con la mirada puesta en la Si�n de Jes�s, y sus hermanos y compa�eros, �c�mo se levanta el tema en gloria! Bendito, en verdad, es ver a las tribus subir tres veces en un a�o a la Jerusal�n de anta�o; y el Se�or defendiendo sus casas durante su ausencia de todo enemigo.

�xodo 34:23 . Pero en el evangelio de Sion, Jes�s celebra una fiesta todos los d�as y todo el d�a, y por medio de �l podemos tener acceso continuo al Padre por un Esp�ritu. Efesios 2:18 . Y cuando el Se�or finalmente lleve a su pueblo a la Jerusal�n de arriba, donde corre la promesa, los redimidos de Sion volver�n con c�nticos y gozo eterno sobre sus cabezas; entonces la iglesia se sentar� en el trono de Jes�s y morar� con �l para siempre.

Lector, vea esas dulces escrituras, Isa�as 35:10 ; Apocalipsis 21:10 ; Apocalipsis 21:10 , hasta el final.

Versículo 9

REFLEXIONES

LECTOR, no ser� una mejora in�til de este tema, si desde el punto de vista del amor y el celo del fiel israelita hacia su amada Jerusal�n, usted y yo examinamos si sentimos un afecto igual por Jes�s y sus ordenanzas. Puede estar seguro de que, entre las terribles desintegraciones actuales de la piedad vital, el desprecio general por el bienestar de Si�n se convierte en una causa no menor de esas desintegraciones.

Si se nos preguntara, como la iglesia de anta�o, �Qu� es tu amado m�s que otro amado? cual seria nuestra respuesta? Si amamos a Si�n, o en otras palabras, amamos al Se�or Jesucristo con sinceridad y verdad, �no nos regocijaremos de promover su gloria por la tierra? �No invitamos a todos a venir y participar en Jes�s? Los hijos de Sion son ni�os reci�n nacidos; as� dice la Escritura: Cuando el Se�or escriba al pueblo, se dir�: Este y aquel hombre naci� en ella.

�Dulce pensamiento! los hijos de Sion, los hijos del gran rey, Jes�s, son reci�n nacidos; han vuelto la espalda a todas las dem�s ciudades; sus rostros est�n orientados a Sion; hablan el idioma, visten las vestimentas, siguen el empleo de los hijos de Sion. Sus nombres est�n escritos entre sus ciudadanos y est�n inscritos en la carta. �Precioso, precioso Jes�s! �Me has librado de Sion? entonces soy verdaderamente libre.

�Oh! hazme ver que has escrito en mi alma tu nuevo nombre; que estoy lavado en tu sangre, vestido con tu manto de salvaci�n; y he probado y pruebo diariamente a qui�n pertenezco, siguiendo tus atrios, y habitando en tu casa, y sent�ndome bajo la luz de tu divino semblante. Entonces, esa bienaventuranza ser� mi porci�n, y me ir� de poder en poder, hasta que todos (hijos e hijas) en Sion se presenten ante Dios.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Psalms 122". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/psalms-122.html. 1828.