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Salmos 32

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

La bienaventuranza de haber cancelado el pecado y la bienaventuranza de ser llevado a un estado en el que no hay iniquidad, se exponen aqu�. El gozo y el consuelo de tener el favor de Dios y tener a Dios por escondite tambi�n se expresan en fuertes expresiones de deleite.

Salmo de David. Maschil.

Versículos 1-2

Es nuestra misericordia que no nos dejemos hacer nuestro propio comentario sobre este Salmo sin una gu�a. El Esp�ritu Santo, por su siervo el ap�stol Pablo, lo ha hecho en nuestras manos. En el cuarto cap�tulo de su Ep�stola a los Romanos, en la persona y el car�cter de Abraham, se explica la gran verdad aqu� expuesta. La bienaventuranza de la que se habla aqu�, en el pecado perdonado, y la iniquidad no imputada, se dice expresamente que es para aquel hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras.

Por lo tanto, nada puede ser m�s claro, a partir de la propia explicaci�n del Esp�ritu Santo, como en el caso de Abraham, el gran padre de los fieles, que todo creyente en Cristo, como Abraham, tiene sus pecados cubiertos y los de Cristo. justicia que se le imputa, aunque �l mismo no ha obrado justicia que le d� derecho a tal misericordia. En confirmaci�n de estas cosas tan infinitamente trascendentales como son, le ruego encarecidamente al lector que lea detenidamente estos pasajes de las Escrituras: Romanos 4:1 totalidad; Juan 8:56 .

Versículos 3-4

No pretendo decir que Cristo, como Fiador del pecador; est� hablando aqu�: pero como la palabra Selah aparece al final de esta queja, y como las palabras mismas corresponden a algunas palabras bien conocidas de Cristo, creo que puede ser provechoso mantener nuestros ojos en Cristo mientras las leemos. Salmo 22:14 . Pero si no se habla de Cristo por profec�a; sin embargo, se puede suponer que todo el pueblo de Cristo siente su propio caso m�s o menos descrito en eso.

Versículo 5

Este es un verso hermoso. �Qu� hermosa vista ofrece de un pobre penitente! �Qu� visi�n ofrece de la clemencia de Dios en Cristo!

Versículo 6

La experiencia de cada creyente confirma esto: Salmo 145:18 . Y todo creyente sabe tambi�n, que muchas aguas no pueden apagar el amor de Jes�s, ni los r�os lo ahogan: Cantares de los Cantares 8:7 .

Versículo 7

�Qu� rico vers�culo es este, y qu� rica representaci�n se hace en �l del Se�or Cristo, como el escondite de los pobres pecadores redimidos? En su persona, en su justicia, en su sangre, en su salvaci�n, en su poder, amor, bondad, gracia aqu�, gloria en el m�s all�, �cu�n eternamente asegurados est�n sus redimidos! Escondidos del pecado, de Satan�s, de ellos mismos y de sus propias corrupciones; de todas las acusaciones de la ley, las alarmas de la conciencia y la justicia del Dios Todopoderoso.

Jes�s ha sostenido todo por ellos, cuando se convirti� en escondite del viento y encubierto de la tempestad. �Precioso Jes�s! s� t� para mi alma, en estos, y todo lo que quiero al lado; porque a la verdad eres para todos tus redimidos, como r�os de agua en un lugar seco, y como la sombra de una gran roca en tierra �rida. Isa�as 32:2 .

Versículos 8-11

Todas estas expresiones, si se aceptan en referencia a lo que sucedi� antes, tienen el mismo efecto y est�n dirigidas al mismo prop�sito. Dios guiar� a su pueblo con su consejo y lo rodear� con misericordia. De modo que siempre hay motivo para que los hijos de Dios triunfen; mientras que los pecadores, no reclamados, y que rechazan las ense�anzas divinas, encontrar�n motivo de continuo dolor.

Versículo 11

REFLEXIONES

�LECTOR! �Cu�n misericordioso es el Se�or en la provisi�n bendita hecha contra los efectos malignos del pecado y la iniquidad en nuestra pobre naturaleza ca�da? Qu� dulce es sentir los efectos de la gracia que conducen al arrepentimiento. �Pero lector! que t� y yo recordemos que, aunque un Dios misericordioso en Cristo, cuando confesemos nuestras transgresiones, perdonar� la iniquidad de nuestro pecado; sin embargo, este perd�n no surge por nuestro arrepentimiento y confesiones, sino por amor a Cristo, el Cordero de Dios, que quit� el pecado mediante el sacrificio de s� mismo.

No son nuestras l�grimas, nuestro arrepentimiento, nuestro dolor, nuestra confesi�n, lo que nos da derecho a la misericordia; porque �qu� gloria, o qu� recompensa a las leyes justas de Dios, que hemos quebrantado por el pecado, puede encontrar el Se�or de estos y diez mil m�s de nuestros esfuerzos para restaurar el honor de su santidad y su gloria, que por nosotros es imposible? Ciertamente, si pensamos en algo, no podemos dejar de concluir que no hay nada en nosotros, o en nuestros mayores esfuerzos, que pueda satisfacer la justicia divina, cuando nosotros mismos somos como cosa inmunda y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia.

Pero es Jes�s, en su santidad y justicia del pacto, es su sangre la que limpia, y su obediencia la que justifica, sin ninguna otra causa de nuestra parte, y la que nos lleva a un estado de aceptaci�n ante Dios. �Lector! �Est�s plenamente establecido en estas verdades? Entonces entrar�s en un disfrute real y sincero de la bienaventuranza de la que habla este Salmo. En verdad, es muy bendito cuando en Cristo vemos la justicia imputada a nosotros, que somos pobres pecadores en nosotros mismos; y es muy bendito cuando la carga de la culpa es quitada y el pecado de nuestra alma est� tan completamente cubierto, que , como el pecado de Jud�, aunque escrito por naturaleza como con una pluma de hierro, y grabado en la tabla del coraz�n, sin embargo, por gracia en Cristo, cuando se busca, no se hallar�.

Dios dice que tendr� misericordia de sus injusticias, y nunca m�s me acordar� de sus pecados y de sus iniquidades. �Bendito Jes�s! en ti solo encontramos estas bendiciones. T� eres el Se�or, justicia nuestra. V�steme, oh Se�or santo, con tu manto de salvaci�n, y c�breme con el manto de tu justicia; entonces me rodear� la misericordia, y mi alma gritar� de gozo con todos los rectos de coraz�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Psalms 32". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/psalms-32.html. 1828.