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Bible Commentaries
Salmos 45

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

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Versículo 1

CONTENIDO

Aqu� hay otro Salmo de la gracia y la verdad del evangelio, en el que el Redentor de su Iglesia es celebrado en una de las m�s ilustres versiones de profec�a, como el Esposo y Conquistador de su Iglesia. Y la Iglesia tambi�n bellamente expuesta, como casada con su Se�or, y adornada con su gracia y hermosura.

Al M�sico principal sobre Susanim, para los hijos de Cor�, Masquil, Canci�n de amores.

El t�tulo de este Salmo es lo primero que exige nuestra atenci�n. Algunos han pensado que la palabra Shoshannim significa un instrumento y, como tal, se dirige al M�sico principal del servicio del templo. Pero otros, y con mucha mayor probabilidad de tener raz�n, como es un Canto de amores, y que trata profesamente del amor de Cristo a su Iglesia, hacen que la palabra Shoshannim signifique Rosas o Lirios; correspondiendo as� a lo que Cristo mismo ha dicho, Yo soy la Rosa de Sar�n y el Lirio de los Valles, Cantares de los Cantares 2:1 . Y como es bien sabido que las flores se utilizaban en las ceremonias nupciales entre los jud�os y este Cantar de los amores es un epitalamio, parece que nada puede ser m�s probable.

Salmo 45:1

La persona que escribe este Salmo se presenta as�. Profesa estar bajo la ense�anza divina. Como Eli�, su coraz�n est� tan lleno al tratar este glorioso tema, concerniente al Rey, el Mes�as, que est� a punto de estallar. Job 32:19 .

Versículo 2

Nada puede ser m�s bello que esta forma abrupta de discurso. El profeta se pone en camino con el prop�sito declarado de hablar del Rey. Pero, como si, en el momento en que lo hab�a querido, la Persona gloriosa de la que iba a hablar se le apareciera a la vista, instant�neamente deja cualquier otra consideraci�n para hablarle �l mismo. Y qu� discurso tan entusiasta hace. Primero describe las glorias, las bellezas, la asombrosa belleza de su persona.

Aunque para un ojo carnal no hab�a belleza que lo deseara, su rostro estaba m�s estropeado que el de cualquier hombre, y su forma m�s que la de los hijos de los hombres; sin embargo, para un ojo verdaderamente iluminado, �l es el Rey en su hermosura, m�s hermoso, como el Mediador glorioso, la Cabeza, el Esposo, de su iglesia y pueblo, que todos los hijos de los hombres. Y, a la vista del Padre, tan amado, tan verdaderamente glorioso, que la gracia fue derramada en sus labios.

Lector, observe la expresi�n; no simplemente gracia puesta en su coraz�n, por la santidad y pureza de su persona, sino vertida en sus labios, para que, como la miel, caiga sobre su pueblo; y ser� comunicada para siempre a todos sus redimidos, en una perpetuidad sin fin de todas las bendiciones adecuadas aqu� y la gloria en el m�s all�. Bien podr�a la Iglesia, por tanto; grita: Que me bese con los besos de su boca; porque mejor es tu amor que el vino, cuando en el beso es necesario comunicar la gracia.

Cantares de los Cantares 1:2 . La expresi�n, 'Dios te ha bendecido para siempre, es la conclusi�n m�s deliciosa de este exultante verso. Por lo tanto, por esta causa, como el glorioso Cabeza y Esposo de tu Iglesia, Jehov� te ha hecho una fuente eterna de felicidad para todos tus redimidos.

Bienaventurados los hombres en ti; porque no hay bendici�n de Cristo. Todas las bendiciones son solo bendiciones tal como est�n en �l; cumpliendo as� la profec�a, G�nesis 12:3 , y confirmando la palabra, Salmo 72:17 . Lector, �qu� dice tu experiencia sobre este precioso relato del Se�or Jes�s? �Eres bendecido en �l? �Ha venido el Se�or Jehov� a bendecir tu alma? Si es as�, conf�e en ello, es solo en el Amado.

Y todo el que es bendecido en Jes�s encuentra motivo para unirse al Ap�stol en ese himno de alabanza, Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Se�or Jesucristo; quien nos bendijo con toda bendici�n espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jes�s. Efesios 1:3 .

Versículos 3-5

El profeta, habiendo representado al Mes�as en las glorias y bellezas de su persona, procede a mostrarlo como Guerrero y Conquistador. Antes de que Cristo, como Esposo, pueda poseer a su esposa, la Iglesia, debe rescatarla del cautiverio de Satan�s y del dominio del pecado. Ella est�, por naturaleza y por pr�ctica, en los lazos del pecado y Satan�s; s�, ella es reacia a salir de ambos. Por lo tanto, el Se�or Jes�s debe vencer a Satan�s, rescatarla de sus manos e incluso rescatarla de su propio amor por el pecado, haci�ndola querer en el d�a de su poder.

Lector, �conoces estas verdades? �Y te has familiarizado con ellos en tu propia experiencia? �He aqu�, pues, al Se�or Jesucristo yendo as� a la guerra santa, ce�ido con su espada, sobre su muslo, como el Dios poderoso de Jacob! La espada de nuestro Todopoderoso Conquistador es su Palabra, las Escrituras de Salvaci�n, y la cual, dice el ap�stol a la Iglesia, es r�pida y poderosa, y m�s afilada que cualquier espada de dos filos, y traspasa hasta la divisi�n del alma y del esp�ritu.

Y por eso el amado ap�stol Juan, cuando vio a Cristo, lo describe como si de su boca saliera una espada aguda de dos filos; Apocalipsis 1:16 ; Hebreos 4:12 ; Efesios 6:17 .

C�mo esta bendita palabra de Dios ha obrado en la mente y la conciencia de los pecadores, como flechas afiladas, la conversi�n del mundo, la doctrina de la cruz puede atestiguar mejor: es m�s, est� ejemplificada en cada pecador a quien Dios el Esp�ritu Santo ha regenerado, y llevado de la amarga enemistad del coraz�n contra Dios, que existe en todos los hombres por naturaleza, al amor de Dios en Cristo, que es por gracia.

El mundo en todas las edades ha producido, y sigue produciendo cada d�a, instancias para la gloria y majestad de Cristo, y para alabanza de la gracia del Padre, que hace a los pobres pecadores aceptos en el amado.

Versículos 6-7

Aqu� encontramos a Cristo que regres� de la guerra santa y se sent� en el asiento del Conquistador. Y tenemos a Dios el Padre hablando con este glorioso Mediador, este rey triunfante en Sion, y declarando la eternidad y la justicia de su reino. Lector, no olvides, en esta perspectiva del Se�or Jes�s, que lo que aqu� se dice de �l, y de �l, es como Mediador: no solo como Dios, sino como Dios en Cristo; la uni�n de la humanidad con la Deidad, a quien, como dijo Jes�s mismo, se le da todo poder, en el cielo y en la tierra; Mateo 28:18 .

Es de una importancia indescriptible mantener viva en la mente esta visi�n del trono de Cristo: de ello depende la felicidad, la salvaci�n y el bienestar eterno de toda la Iglesia: Apocalipsis 3:21 . Y observe qu� confirmaci�n de esta bendita verdad tenemos en lo que sigue: �l am� la justicia y aborreci� la iniquidad.

�De qui�n sino del escogido de entre el pueblo se declara esto, a quien Dios habl� en visi�n, s�, su Santo, Cristo como hombre, y tambi�n Cristo como Dios? porque es por la uni�n de ambos en una sola persona; que �l es Cristo. Salmo 89:19 . Por tanto, el Esp�ritu, que no le fue dado por medida, fue derramado sobre �l arriba o para sus compa�eros; tambi�n, para que �l sea el primog�nito entre muchos hermanos, y en todas las cosas tenga la preeminencia.

�Qu� benditas escrituras son, y con qu� dulzura se ilustran y explican unas a otras! Por tanto, a esta luz, contemplando as� a Cristo como Mediador; �Se debe considerar, y en ning�n otro se podr�a decir, que Dios es su Dios, de quien vino esta unci�n, que lo ha puesto como su Rey en Sion, y como un Sacerdote en su trono, y como el Profeta de su gente. Juan 3:34 ; �xodo 3:22 ; �xodo 3:22 ; Salmo 133:2 ; Romanos 8:29 ; Colosenses 1:18 ; Salmo 2:6 ; Zacar�as 6:13 ; Deuteronomio 18:15 ; 1 Samuel 2:35 ; Hechos 3:22 .

Versículos 8-9

Cu�n hermosa descripci�n se da aqu� de las glorias de la persona de Cristo, en sus vestiduras de salvaci�n, y de la hermosura de la Iglesia, como un cuerpo reunido unido a su gloriosa Cabeza, y de cada individuo que constituye la �nica iglesia de Jes�s, tanto de jud�os como de gentiles. Las vestiduras de olor dulce, sin duda, representan las gracias y los dones del Esp�ritu Santo, que hacen el sabor del mismo nombre de Cristo como ung�ento derramado.

Cantares de los Cantares 1:3 . De ah� esa descripci�n de la Iglesia en Apocalipsis 19:7 .

Versículos 10-11

Este es un discurso tierno y afectuoso a la Iglesia, esposa del Cordero. Y si suponemos que Dios nuestro Padre hablando as� a todo el cuerpo de creyentes, acerca de su uni�n con su Hijo, como nuestro glorioso Esposo y Redentor, da una dulzura y fuerza a todo lo que se dice, inexpresablemente entra�able. Lector, cu�n apropiado, cu�n justo y razonable es que si Dios nuestro Padre nos ha dado a su amado Hijo; si Jes�s nos compr� con su sangre; si, por las conquistas de su Esp�ritu Santo, ha sometido el odio natural de nuestros corazones y nos ha llevado a la entrega voluntaria de nosotros mismos a nuestro Dios y Salvador para siempre; que olvidemos todos los objetos que puedan frustrar su misericordioso prop�sito, y as� nos deleitemos por completo en Jes�s, como Jes�s se deleita en su pueblo. Sofon�as 3:17 .

Versículo 12

Lector, no pase por alto este vers�culo tan precioso. Seguramente nosotros, los de la iglesia gentil, nunca podremos estar demasiado vivos para notar el cuidado de nuestro Dios sobre nosotros, que en la relaci�n de tanta misericordia que contiene este Salmo, la parte que los pobres gentiles llevamos en �l es cuidadosamente notada y escrita. . Isa�as 49:6 ; Apocalipsis 21:24 .

Versículo 13

Ya sea que la iglesia sea llamada Esposa de Cristo, la hija de Cristo o la Hermana de Cristo (porque estos son solo algunos t�rminos diferentes para se�alar las diversas conexiones de gracia en las que Cristo ha condescendido a ponerse), todos ellos quieren decir: muestre el amor de Jes�s a sus redimidos. Cantares de los Cantares 6:1 .

Pero debajo de cada uno de ellos, los adornos de sus personas, siendo de y en la misma ropa, incluso la justicia de Jes�s, no pueden sino ser gloriosos por dentro. Es el hombre oculto del coraz�n; lo que es espiritual, y en conjunto de sus gracias. Por tanto, en referencia a este adorno, tanto Cristo como su Iglesia est�n representados en Isa�as 61:10 .

Versículos 14-15

Lector, no dej�is de observar la forma de expresi�n: la Iglesia es tra�da; ella no viene por s� misma. No: hay que convencerla, convertirla, hacerla querer. Nadie puede venir a Cristo si no lo atrae el Padre, que envi� a Cristo; Juan 6:44 . Y cuando la traen a Jes�s, el vestido de boda que tiene es de la provisi�n del rey.

Y aunque originalmente era hostil a toda gracia, ahora, siendo subyugado por su amor, hay un jubileo santo en el alma: es con gozo inefable y lleno de gloria. Lector, si tal es el gozo cuando se le trajo por primera vez a Jes�s, en el d�a de nuestra conversi�n, �cu�l debe ser, en el d�a de ser llevado a casa a su reino para siempre! �C�mo resonar�n los reinos del cielo con aleluyas, cuando toda la iglesia de los redimidos, acompa�ada de �ngeles y arc�ngeles, cante en voz alta ese c�ntico, Salvaci�n a Dios y al Cordero!

Versículo 16

�Qu� inmensa multitud de almas engendradas por Cristo aparecer�n en ese d�a! Tan numerosos, en verdad, que incluso el mismo Redentor est� representado, bajo el esp�ritu de profec�a, como expresando su asombro, como lo hizo por la fe del centuri�n en el d�a de su carne: �Qui�n me engendr� a estos? Isa�as 49:18 ; Mateo 8:10 .

Se dice que todos los redimidos de Cristo, tanto jud�os como gentiles, son hechos reyes y sacerdotes para Dios y su Padre. Apocalipsis 1:6 .

Versículo 17

As�, como era de esperar, la celebraci�n de tales glorias en la persona de Cristo, tales triunfos en su guerra santa, y tal amor en la santa uni�n de su pueblo consigo mismo, terminan por el salmista al declarar que el nombre de este Rey glorioso, este Esposo todopoderoso y misericordioso, este bendito Redentor de nuestra pobre naturaleza arruinada del pecado y Satan�s, la muerte y el infierno y la tumba, ser� cantado en su Iglesia y celebrado entre los hombres, mientras duren el sol y la luna. , de una era a otra: y cuando el tiempo no exista, el tema sin fin continuar� por todas las edades de la eternidad, y toda lengua confesar� que Jesucristo es el Se�or, para gloria de Dios Padre.

REFLEXIONES

LECTOR, que nuestros corazones se detengan ante la lectura de este divino Salmo; y, lejos de descartarlo apresuradamente, busquemos ambos las continuas influencias del Esp�ritu Santo, para mantener un recuerdo incesante de lo que se dice aqu� acerca de la persona y la bondad de Dios nuestro Salvador. Recuerda, lector, es un canto de amores; y cuando recordamos el amor de quien habla, la hermosura y la belleza de su persona tal como es en s� mismo y el amor que nos ha manifestado a nosotros y a nuestra naturaleza ca�da, oh, �c�mo daremos mejor testimonio de nuestro sentido de ese amor? que por un recuerdo perpetuo de �l?

�Precioso Jes�s! Me parece que me dar�a cuenta ante mi asombrada vista, por el ojo de la fe, �Tu gloriosa persona como Dios y hombre, en un solo Cristo! Quisiera contemplarte como aqu� tan dulcemente descrito, m�s hermoso que los hijos de los hombres. Quisiera contemplar la gracia, no solo derramada en tus benditos labios, sino que continuamente goteaba, como las gotas de oro del panal de miel, para tu pueblo; y bajo esta mirada saliera mi alma entera, en el m�s ferviente deseo, que Jes�s me besara con los besos de su boca.

Y no has tra�do, Todopoderoso Guerrero, mi orgulloso, mi terco, mi coraz�n rebelde; someterse a tu poder? �No has hecho que mi rodilla r�gida se doble ante ti? �No te reconozco hoy por mi Soberano, mi Rey, mi Redentor, mi leg�timo Se�or?

�Y no eres t� tambi�n mi Esposo? �No me has desposado contigo? �No nos ha dado tu bendito Esp�ritu para ser tuyos, y me ha tra�do a ti con tu manto de salvaci�n y tu manto de justicia? �Si se�or! Llamo al cielo y a la tierra para que sean testigos de que es el �nico objeto y deseo incesante de mi alma olvidar todo, dejarlo todo y sacrificarlo todo para seguirte. Y, oh, Se�or, concede, te lo suplico, que toda mi alma, cuerpo y esp�ritu, que son todos tuyos, por don, por compra, por conquista, por gracia y por una entrega voluntaria, sean totalmente tuyos. para siempre.

Y en el disfrute constante de tu presencia ahora por fe, prep�rame para el disfrute eterno de tu presencia a la vista; donde, entre toda la iglesia de tus redimidos, las alabanzas de nuestro todopoderoso Rey-Mediador, invocar�n nuestras facultades intelectuales con gozo sin fin, y la gloria de Dios y del Cordero ser� el canto de la iglesia para siempre. Am�n.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Psalms 45". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/psalms-45.html. 1828.
 
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