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Apocalipsis 16

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

En este Cap�tulo contemplamos a todos los �ngeles, uno tras otro, derramando sus Copas. Las terribles consecuencias que siguieron est�n relacionadas. Se advierte la repentina venida de Cristo. Bendici�n se pronuncia sobre el que ve.

Apocalipsis 16:1

Y o� una gran voz desde el templo que dec�a a los siete �ngeles: Id, y derramad las copas de la ira de Dios sobre la tierra.

Como en la apertura de este Cap�tulo, estamos llamados a la observaci�n del ministerio de las Copas, que contienen las �ltimas plagas de nuestro Dios, sobre los enemigos de la fe; Rogar� hacer en esta ocasi�n, como hice antes de la apertura del ministerio de los Sellos, y el ministerio de las Trompetas, dar una breve declaraci�n, seg�n mi punto de vista, de las Copas mismas.

Y primero. Creo que no admitir� una pregunta, sino que la apertura de las ampollas, tuvo lugar en ese per�odo, sea ese per�odo fijado por los diferentes c�lculos de los hombres, en cualquier momento que sea, cuando, despu�s de que la Iglesia hab�a sido perseguida durante mucho tiempo. y oscurecido, bajo el Papa y sus c�mplices, el Evangelio puro de Cristo comenz� a asomar su cabeza. Puede haber, y de hecho hay diversidad de opiniones, en qu� per�odo situar esto; ya sea cuando este reino comenz� a emerger del papado, o en un per�odo m�s remoto, desde el presente.

He dicho antes, que aunque he hablado aqu� y all� en n�meros redondos de a�os, como el tiempo que continu� la Roma pagana, despu�s del regreso de Cristo a la gloria; y el tiempo probable en que Arrio surgi�, con su terrible herej�a; sin embargo, no quiero decir que este Comentario del pobre tenga nada que ver con calcular tiempos, o estaciones, como el per�odo probable, cuando las predicciones en este libro, permanecen por cumplirse, se puede esperar que se cumpla.

S� que agradar�a mucho la curiosidad, ya que a todos los hombres por naturaleza les encanta suponer que ven m�s los acontecimientos futuros que sus vecinos. Pero aunque esto es muy natural, no es por gracia. Por tanto, me he limitado a juzgar los hechos y no los tiempos. Todos estos se abrir�n a su debido tiempo, como el Se�or ha designado. Por lo tanto, sobre este tema, del ministerio de las copas, har�a esta �nica observaci�n general, a saber, que ciertamente se abrieron, cuando el Evangelio puro, despu�s de la larga oscuridad bajo la cual hab�a permanecido en las leyendas papistas, y la farsa de esa herej�a, comenz� a levantar la cabeza.

Entonces fue, seg�n mi punto de vista, cuando Juan vio a ese �ngel que volaba en medio del cielo, teniendo el evangelio eterno para predicarlo a los que moran en la tierra; y a toda naci�n, tribu, lengua y pueblo, Apocalipsis 14:6

En segundo lugar. Es importante, para una correcta comprensi�n del ministerio de las copas, recordar que, aunque se colocan en �ltimo lugar, su punto de orden en este libro; sin embargo, la apertura de los sellos no estaba terminada, ni el sonido de las trompetas por todas partes, antes de que la primera copa, y de hecho varias de las siguientes, hubieran cumplido su ministerio. Esto es muy evidente, ya que la mayor parte de las ampollas han cumplido su funci�n; de hecho, todos han terminado, excepto los dos �ltimos; sin embargo, la s�ptima trompeta a�n no ha sonado, ni tampoco lo har� (como es m�s probable), antes de que se derrame la s�ptima copa.

Y, en tercer lugar. Puede ser apropiado hacer una observaci�n general m�s, sobre el tema de esos viales, antes de continuar, para mirar cada uno de ellos en particular; y observar, que las plagas que siguen a cada copa derramada, no pasan tan totalmente, como que toda la ira se gasta de una, antes de que se derrame la pr�xima copa que iba a suceder. No tan. Porque contemplamos las consecuencias de algunas de las primeras copas, incluso en funcionamiento ahora; y, por lo tanto, no debemos concluir que un ay haya pasado, en todos esos casos, antes de que venga otro.

Todo el ministerio de las copas est� dirigido por el Se�or, como sus �ltimas plagas, para derribar a los enemigos de su salvaci�n; y, por lo tanto, est�n dirigidos por el Se�or de la mejor manera posible para lograr este prop�sito. Habiendo expuesto as�, de manera y manera general, el tema del ministerio de las copas, en general, vamos ahora a proseguir el Cap�tulo, y a atender lo que pueda suponerse, bajo cada uno, como particularmente previsto.

Versículo 2

Y el primero fue y derram� su copa sobre la tierra; y cay� una llaga maligna y pestilente sobre los hombres que ten�an la marca de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen.

No puede haber ninguna duda, pero fue el Se�or Jesucristo, cuya voz Juan escuch�, como se menciona en el vers�culo anterior, enviando as� a sus siervos a su empleo; o Dios el Esp�ritu Santo, cuyo oficio es ordenar al ministerio. En cualquier sentido, es una bendici�n. Porque desde cualquier punto de vista, debe ser atendido con �xito. Y lo m�s bendito fue el �xito de la misma. Porque el efecto del derramamiento de la primera copa fue que una llaga maligna y dolorosa cay� sobre los hombres que ten�an la marca de la bestia y sobre los que adoraban su imagen.

El lector recordar� que no hablo decididamente sobre ning�n punto de significado dudoso, pero me atrevo a creer que fue el derramamiento de esta primera Vial, que se dice que fue derramada sobre la tierra, es decir, el imperio de el Papa, que produjo un cambio en la mente de los n�meros, con respecto a �l y su herej�a. Por lo que es una llaga molesta y dolorosa, en un sentido espiritual, pero una sensaci�n de insatisfacci�n.

Y cuando los ojos de la gente com�n, aqu� llamada la tierra, por gracia, se abrieron para ver la locura de los toros, las concesiones, las licencias y los indultos, todo por dinero, �qu� podr�a amargar m�s la mente que el haber sido? enga�ado durante mucho tiempo por tal iniquidad.

Versículo 3

Y el segundo �ngel derram� su copa sobre el mar; y lleg� a ser como sangre de muerto: y toda alma viviente muri� en el mar.

Tenemos aqu� el ministerio del segundo �ngel y el efecto de la segunda copa derramada sobre el mar. Quiz�s, as� como la tierra podr�a significar el hogar del Papa, el mar podr�a significar las partes distantes, donde su influencia se extend�a. Como el mar abre una autopista de peaje para el comercio y el comercio, junto al mar, es probable que signifique la muerte del inter�s del Papa en el extranjero, as� como en casa. Porque as� como esas copas se derramaron, estaban llenas de la ira de Dios, as�, dondequiera que vinieron, trajeron destrucci�n a su herej�a.

Y es posible, que este vial tuviera respeto a la muerte del inter�s del Papa en este reino. Estoy seguro de que debe ser la muerte para todos los que reciban la imagen de la bestia en el futuro. Y muerte es, para todos los que la han recibido, en todo lo pasado.

Versículos 4-7

(4) Y el tercer �ngel derram� su copa sobre los r�os y fuentes de aguas; y se convirtieron en sangre. (5) Y o� al �ngel de las aguas, que dec�a: Justo eres t�, oh Se�or, el que eres y que eras y que ser�s, porque has juzgado as�. (6) Porque han derramado sangre de santos y profetas, y t� les has dado a beber sangre; porque son dignos. (7) Y o� a otro que desde el altar dec�a: As�, Se�or Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.

El amor al dinero es la ra�z de todos los males. Y aquellos que se han alquilado a s� mismos en aras de ganancias (y ninguna otra causa podr�a jam�s influir en ning�n hombre, para escribir o hablar, del lado de una locura tan flagrante como el papado), para enviar panfletos en justificaci�n de la bestia o su cachorros, se puede suponer que son los r�os y fuentes de agua de los que se habla aqu�, sobre los cuales el tercer �ngel derram� su copa.

Y el reconocimiento de la justicia de Dios, en el derramamiento de esta copa, es presentado muy dulcemente, as� como confirmado por otro �ngel. �Qu� puede ser m�s espantoso que la contemplaci�n de los innumerables asesinatos perpetrados bajo la inquisici�n y otras maquinaciones de esa detestable monarqu�a que, ampar�ndose bajo el t�tulo de santidad, ha producido m�s horribles actos de crueldad que todo el paganismo? del mundo.

Versículos 8-9

(8) Y el cuarto �ngel derram� su copa sobre el sol; y le fue dado poder para quemar a los hombres con fuego. (9) Y los hombres se quemaron con gran calor, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas; y no se arrepintieron para darle gloria.

Al derramar el cuarto frasco sobre el sol, algunos han pensado que el poder del Papa deber�a haber sido eclipsado por ello. De hecho, como todas las copas est�n dirigidas al derrocamiento del Anticristo, en todos los sentidos y en todas las direcciones, podemos suponer que este punto en el que todos han estado cumpliendo. Y los terribles efectos de blasfemar contra Dios son, como podr�a suponerse, el resultado seguro de las copas de ira derramadas sobre los imp�os.

Versículos 10-11

(10) Y el quinto �ngel derram� su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se llen� de tinieblas; y se mord�an la lengua de dolor, (11) y blasfemaban contra el Dios del cielo a causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.

Como este es el �ltimo frasco derramado especialmente sobre la bestia, es digno de la observaci�n del lector que se dice que fue derramado sobre el asiento de la bestia, es decir, todo su imperio. Y dejo que el lector considere sus propios pensamientos, si los maravillosos acontecimientos que los �ltimos treinta a�os han tra�do adelante, al humillar a toda la autoridad papal, pueden no haber sido lo que aqu� se dice.

Cierto es que la sexta copa a�n no se ha derramado. Y cuando lo sea, los dominios turcos, como prueba el r�o �ufrates, recibir�n su contenido. Se dir�, quiz�s, que el Papa se ha recuperado recientemente de su estado de par�lisis. A lo que se puede responder, s�, lo es. Pero cuando la s�ptima trompeta suene y la s�ptima copa sea derramada, toda la influencia del Papa, del Turco y del diablo caer� para no levantarse m�s, y todo se resumir� en los triunfos eternos de Cristo. .

Versículos 12-16

(12) Y el sexto �ngel derram� su copa sobre el gran r�o �ufrates; y el agua de ella se sec�, para que estuviera preparado el camino de los reyes del oriente. (13) Y vi tres esp�ritus inmundos como ranas que sal�an de la boca del drag�n, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta. (14) Porque son esp�ritus de demonios, obrando milagros, que salen a los reyes de la tierra y del mundo entero para reunirlos en la batalla de ese gran d�a del Dios Todopoderoso.

(15) He aqu�, vengo como ladr�n. Bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos, no sea que ande desnudo y vean su verg�enza. (16) Y los reuni� en un lugar llamado en hebreo Armaged�n.

El derramamiento de la sexta copa a�n est� por llegar. Y cuando venga, el principal ministerio de �l ser� sobre el reino del falso profeta. Este bendito evento; trae el derrocamiento total de ese poder anticristiano. El r�o �ufrates implica todo su territorio. �Y qu� efecto tan maravilloso producir�? El profeta Isa�as evidentemente aludi� a esto en uno de sus Cap�tulos, donde dice; Y el Se�or ser� conocido en Egipto, y los egipcios conocer�n al Se�or en aquel d�a.

Y el SE�OR herir� a Egipto, lo herir� y lo sanar�. Y volver�n al Se�or, y �l ser� suplicado por ellos, y los sanar�. En aquel d�a habr� un camino de Egipto a Asiria, y los asirios entrar�n en Egipto, los egipcios en Asiria, y los egipcios servir�n con los asirios. En aquel d�a Israel ser� el tercero con Egipto y con Asiria, bendici�n en medio de la tierra, a la cual el Se�or de los ej�rcitos bendecir�, diciendo: Bendito sea Egipto mi pueblo; y Asiria, obra de mis manos; e Israel mi heredad.

Isa�as 19:21 . Por lo tanto, si esta Escritura se refiere a este evento, como me atrevo a creer que es y la sexta trompeta derriba, como creo que lo har�, el falso profeta y destruir� totalmente su imperio, el Se�or sacar� a los elegidos que son. nuevo all�, y por la soberan�a de su gracia, har� que los jud�os regresen y los redimidos est�n juntos, y el Se�or abrir� un camino para que todo su pueblo, tanto jud�os como gentiles, esclavos y libres, regresen a Sion con cantos eternos sobre sus cabezas, y cuando todas estas herej�as anticristianas sean destruidas, sus redimidos de entre todas las naciones vendr�n y fluir�n juntos, y Cristo preparar� a su pueblo para su reinado sobre la tierra.

Y para confirmar esto, que el lector observe adem�s que al final de lo que aqu� se dice, debajo de la sexta copa, se dice que el Se�or Jesucristo mismo vino, y que vendr� de repente. El Se�or dar� el �ltimo golpe mortal a todos los poderes. Y cuando los esp�ritus inmundos, es decir, los esp�ritus de los demonios, son vistos saliendo de la boca de estos poderes anticristianos, y se est�n reuniendo para la batalla del gran d�a de Dios, es decir, no el d�a del juicio, porque eso no es todav�a, sino a lo que est� delante de �l, y son arrastrados all� a su propia ruina, entonces el poder de Cristo ser� conocido, sentido y reconocido por todos.

El lugar de batalla llamado Armageddon, solo se especifica a modo de confirmaci�n. Parece haber sido tomado de Meguido, el valle Ar, o m�s propiamente Haar, que significa la monta�a del mismo lugar. Creo que el nombre solo se usa para mostrar cu�n abierto y expuesto, como una monta�a alta que estar�.

Versículos 17-21

(17) Y el s�ptimo �ngel derram� su copa por el aire; y sali� una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho es. (18) Y hubo voces, truenos y rel�mpagos; y hubo un gran terremoto, como no hab�a ocurrido desde que los hombres estaban sobre la tierra, un terremoto tan fuerte y tan grande. (19) Y la gran ciudad se dividi� en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle la copa del vino del ardor de su ira.

(20) Y todas las islas huyeron, y los montes no fueron encontrados. (21) Y cay� del cielo sobre los hombres un gran granizo, cada piedra del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios a causa de la plaga del granizo; porque su plaga fue muy grande.

Aqu� termina el vertido de los viales, y es un vertido tremendo. Se dice que est� en el aire, es decir, el imperio de Satan�s, a quien se le llama enf�ticamente, el pr�ncipe de la potestad del aire, Efesios 2:2 . Pero debemos incluir todos los territorios de Pope y Turk, tambi�n, porque el imperio de Satan�s est� sobre ellos, y el aire abarca todo su imperio y el de Satan�s juntos.

Y como esto pone fin a todas las luchas, que durante tantos cientos de a�os han sido llevadas a cabo por el infierno y sus auxiliares, contra los reinos de nuestro Dios y de su Cristo, bien podemos suponer que la decisi�n que es final, ser� sorprendentemente glorioso. No me anticipar� en este lugar a lo que se dice, en alusi�n a este gran d�a de Cristo, en la �ltima parte de este libro de profec�a; pero si el Lector lee lo que se entrega sobre este tema, Apocalipsis 19:11 hasta el final, ver� la mejor explicaci�n de las transacciones de este sexto frasco.

Sin embargo, le ruego al lector que no se aleje demasiado apresuradamente de esta visi�n bendita de Cristo, bajo la s�ptima copa. Si voces, truenos y rel�mpagos anuncian las manifestaciones del Se�or Jes�s, y una gran voz sali� del templo, esa es la Iglesia, diciendo: hecho est�. �Oh! �C�mo debemos saludar el glorioso acontecimiento! Jes�s hab�a sido visto antes de pie sobre la tierra y sobre el mar, y jurando por Aquel que vive por los siglos de los siglos, que en los d�as en que el misterio de Dios sea consumado, el tiempo ya no habr�; y aqu� contemplamos la confirmaci�n, de la misma, y ??Cristo mismo viniendo a terminarla, Apocalipsis 10:1

�Oh !, el gozo inefable, cuando la Iglesia vea vengada la sangre de los santos, la ramera y toda su tripulaci�n maldita, que de �poca en �poca, se han embriagado con la sangre de los santos, arrojados para no levantarse m�s. Y el infierno compens� sus numerosas tentaciones, por las cuales los santos de Dios a lo largo de todo el tiempo-estado de la Iglesia, han sido asaltados con sus crueldades diab�licas. �C�mo brotar� ese himno de alabanza de diez mil veces diez mil almas, en incesante amor y acci�n de gracias a nuestro adorable Se�or? Te damos gracias, Se�or Dios Todopoderoso, el que eres, el que era y el que ha de venir, porque has tomado tu gran poder y has reinado, Apocalipsis 11:17 .

Versículo 21

REFLEXIONES

Mire hacia arriba y contemple al Se�or, enviando desde su Iglesia a los siete �ngeles y mensajeros con sus siete �ltimas plagas, para vengarse de sus enemigos y liberar a su pueblo. Luego, que el lector considere cu�n seguro, cu�n eternamente seguro es la Iglesia y el pueblo del Se�or. Aunque por un momento el enemigo parece triunfar y los redimidos del Se�or son oprimidos por los poderosos, sin embargo, la salvaci�n de los justos es del Se�or, quien es tambi�n su fortaleza en el tiempo de necesidad.

�Cu�n espantosos son estos derrames de las copas de la ira divina? Uno tras otro, subiendo cada vez m�s alto en la escala del juicio. Pero los enemigos de nuestro Dios y de su Cristo est�n tan desesperadamente endurecidos en el pecado, que aunque el pecador es abrasado con fuego y gran calor, no obstante, solo blasfema el nombre de Dios y no se arrepiente para dar gloria al Se�or.

�Mi alma! aprende de ah�, a rastrear todas tus misericordias hasta su origen. Es el amor eterno de Dios, que te escogi� en Cristo, te conserv� en Cristo y te acept� en Cristo antes de la fundaci�n del mundo. Por tanto, todas tus misericordias en Jes�s, por las cuales las copas de la ira derramadas sobre los imp�os, no pueden acercarse a ti. �Bendito Jes�s! est� mi alma al acecho de tu venida, para que no me sorprenda la medianoche, ni las blasfemias de los hombres ni de los demonios me alarmen.

Y cuando Babilonia sea recordada ante Dios, y nuestro Dios le d� la copa del vino del ardor de su ira, tu Iglesia gritar� en su destrucci�n, y tanto el cielo como la tierra alabar�n a Dios con gran gozo.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Revelation 16". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/revelation-16.html. 1828.