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Zacarías 9

Comentario del Pobre Hombre de HawkerComentario del Pobre Hombre

Versículo 1

CONTENIDO

Aqu� hay m�s puntos de vista, y muy gloriosos, del amor de Cristo y del regocijo por su Iglesia; y la Iglesia est� llamada a regocijarse en su Dios y Salvador.

( Zacar�as 9:1 ) Carga de la palabra de Jehov� en la tierra de Hadrach y Damasco ser� el resto de ella; cuando los ojos del hombre, como de todas las tribus de Israel, est�n hacia Jehov�.

Si conectamos el �ltimo vers�culo del cap�tulo anterior con el primer vers�culo de este (y ciertamente, aunque dividimos la profec�a en el cap�tulo s, el tema es solo uno), el sentido ser� que la palabra del Se�or reposar� en Damasco. , como se dec�a all�, iremos contigo. Creo que el verdadero sentido de la palabra carga es esta cantidad; no es una carga ni una fuente de dolor, sino de alegr�a. Y lo que sigue parece confirmarlo; cuando los ojos de los hombres, es decir, los ojos de todos los redimidos en Damasco y en otros lugares, sean tanto como Israel hacia el Se�or.

�Lector! detente este vers�culo, porque seg�n mi punto de vista, es de lo m�s bendito. De cualquier manera, y de todas las formas, si leemos las palabras con la mirada puesta en las ricas misericordias de Dios en Cristo, las encontramos as�. Si consideramos estas expresiones, los ojos del hombre, como en el primer y m�s alto sentido de las palabras, los ojos del Dios-hombre Cristo Jes�s hacia Jehov�, como la cabeza gloriosa de su cuerpo la Iglesia, contempl�ndolo mientras lleva a cabo el prop�sitos y obra de salvaci�n, son sumamente bendecidos.

Y as�, de la misma manera, todos los redimidos que miran a Cristo, en esta obra gloriosa que el Padre le dio para hacer; y la Iglesia, en toda la masa de creyentes, contemplando a Cristo con tal complacencia y deleite, como Dios Padre contempla a su amado Hijo; �piensa, lector! �Qu� tema bendito se abre aqu� tambi�n a la vista de Cristo de esta manera?

Versículos 2-8

Y tambi�n Hamat bordear� con ella; Tyrus y Zidon, aunque ser�a muy prudente. 3 Y Tiro se construy� una fortaleza, y amonton� plata como polvo, y oro forrado como lodo de las calles. 4 He aqu�, el Se�or la arrojar�, y herir� su poder en el mar; y ser� consumida por el fuego. 5 Ascal�n lo ver� y temer�; Gaza tambi�n la ver�, y se entristecer� mucho; y Ecr�n, porque su esperanza ser� avergonzada; y perecer� el rey de Gaza, y Ascal�n no ser� habitada.

6 Y un bastardo habitar� en Asdod; y cortar� el orgullo de los filisteos. 7 Y quitar� la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes; pero el que quede, �l ser� para nuestro Dios, y �l ser� como gobernador en Jud�, y Ecr�n como jebuseo. . 8 Y acampar� alrededor de mi casa, por el ej�rcito, por el que pasa y por el que vuelve; y ning�n opresor pasar� m�s por ellos; porque ahora he visto con mis ojos.

Hadrach estaba cerca de Hamet, que algunos han pensado que es lo mismo que Antioqu�a; y Tyrus y Zidon, conocemos bien en el Evangelio. De modo que cuando consideramos que los seguidores de Cristo fueron llamados cristianos primero en Antioqu�a, �no parece implicar muy claramente que esta carga de la que se habla a esas naciones estaba destinada a una persona gozosa y no para quejarse? Vea esa dulce profec�a de Isa�as acerca de las misericordias del evangelio, a este efecto.

Isa�as 9:1 ; Hechos 11:26 . Con respecto a lo que se dice acerca de que Tiro arroj� la plata como polvo y el Se�or la arroj� fuera; Si se lee espiritualmente, y con la mirada puesta en las ricas misericordias del Se�or en Cristo, estas confidencias en nosotros mismos que sabemos deben ser eliminadas para dar paso a la humilde recepci�n de Jes�s.

Antes de que Cristo sea revelado al coraz�n, es conducta de todos fatigarse por la misma vanidad. Habacuc 2:13 ; Isa�as 19:18 . hasta el final.

Versículo 9

Al�grate mucho, hija de Sion; da voces de j�bilo, hija de Jerusal�n: he aqu� tu Rey viene a ti, justo y salvador; humilde, y cabalgando sobre un asno, y sobre un pollino el potro de un asno.

Si tuvi�ramos alguna duda a qui�n se refieren estas palabras, los evangelistas la eliminar�an de inmediato. Seguramente nunca hubo una descripci�n m�s precisa o m�s cumplida circunstancialmente. V�anse Mateo 21:5 , etc. y Juan 12:15 , etc. Pero tomando el hecho en s� mismo como algo incuestionable, lo que le ruego al lector que note m�s inmediatamente en el pasaje es, los rasgos dulces y gloriosos del car�cter, por los cuales este rey iba a ser conocido; y luego que el lector pregunte a su propio coraz�n si ha salido y va a recibir a Cristo con bienvenidas y hosannas, como lo hicieron los ni�os jud�os, cuando Cristo entr� as� triunfante en Jerusal�n. �Es Cristo tu Rey? �Lo conoces como el Justo y el Santo? �Y es �l toda tu salvaci�n y todo tu deseo? 2 Samuel 23:5.

Versículo 10

Y cortar� el carro de Efra�n, y el caballo de Jerusal�n, y el arco de batalla ser� cortado; y �l hablar� paz a las naciones; y su dominio ser� de mar a mar, y desde el r�o hasta Hasta el final de la Tierra.

Aqu� hay otra descripci�n bendita del car�cter que pertenece a nuestro Jes�s. Su reino no est� establecido con espada o arco de batalla; pero, sin embargo, la extensi�n de su gobierno y reino no tendr� fin. Malaqu�as 1:11 ; Salmo 72:8 . hasta el final.

Versículo 11

En cuanto a ti tambi�n, por la sangre de tu pacto, envi� a tus prisioneros del pozo donde no hay agua.

Cu�n dulce y bienaventurada es Dios el Padre hablando aqu� a Dios el Hijo, en su car�cter Todopoderoso, como Mediador. Y cu�n plenamente se ha cumplido esta promesa, en el caso de todo pobre pecador a quien el Se�or haga querer en el d�a de su poder. Entonces, Jehov� recuerda su pacto eterno, y Jes�s luego recibe la recompensa por sus servicios, como siervo de Jehov� en ese pacto. Ver Isa�as 42:6 ; Lucas 4:16 .

Algunos han pensado, sin embargo, que estas palabras no se dirigen directamente a Cristo, sino a la Iglesia, porque la palabra es femenina. Pero en cualquier sentido, la cosa es igual. Porque aunque la Iglesia no tiene prisioneros, hasta que Cristo saque a relucir su Iglesia, en cada caso individual de ella, todo hijo de Dios es por naturaleza un prisionero del pecado y de Satan�s. Y este es un pozo en verdad, donde no hay agua de salvaci�n.

Versículos 12-17

Convi�rtete en la fortaleza, presos de la esperanza: aun hoy declaro que te pagar� el doble; 13 Cuando yo inclin� por m� a Jud�, llen� el arco de Efra�n, y levant� a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te hice como espada de valiente 1:14 Y Jehov� ser� visto sobre ellos; y sus flechas saldr�n como rel�mpagos; y el Se�or Dios tocar� trompeta, e ir� con torbellinos del sur.

15 El SE�OR de los ej�rcitos los defender�, y devorar�n y sojuzgar�n con honda; y beber�n y har�n ruido como por vino; y se llenar�n como copas y como los �ngulos del altar. 16 Y el SE�OR su Dios los salvar� en aquel d�a como reba�o de su pueblo; porque ser�n como piedras de corona, alzados como estandarte sobre su tierra. 17 �Porque cu�n grande es su bondad y cu�n grande es su hermosura! el trigo alegrar� a los j�venes, y el mosto a las doncellas.

�Qu� es esta fortaleza, sino la fortaleza de la salvaci�n en Jes�s? �Y qui�n puede entregarse en esto, sino las almas dispuestas? Pero observe la promesa de este significado. Te dar� el doble. �Qui�n promete esto sino Jehov�? Grecia se inclinar� hacia Sion, porque la mano del Se�or se ver� en la dispensaci�n. Se oir� la trompeta del evangelio eterno. Toda la obra, toda la gloria es del Se�or.

Y la belleza y la hermosura de Cristo ser�n conocidas, sentidas y adoradas en ese d�a; y se beber� el vino del Evangelio, y se buscar� el amor de Cristo como el bien principal. Para este prop�sito fue notable el derramamiento de los dones del Esp�ritu Santo en el d�a de Pentecost�s, y desde ese per�odo hasta el presente, y as� sucesivamente mientras la Iglesia contin�e en la tierra, en la glorificaci�n de Cristo a la vista de su pueblo, y form�ndole en su coraz�n la esperanza de gloria.

Versículo 17

REFLEXIONES.

�Bendito Se�or Jes�s! Se dijo en la apertura de este Cap�tulo, que los ojos del hombre, como de todas las tribus de Israel, estar�n hacia el Se�or; as� que mis ojos se fijen eternamente en ti, y se deleiten en un �xtasis sin fin en ti; �una vista m�s hermosa y completamente satisfactoria! Como los santos del Antiguo Testamento, que vieron tu d�a a lo lejos, y se regocijaron y se alegraron; y como los creyentes del Nuevo Testamento, que nunca dejan de contemplarte, con gozo inefable y lleno de gloria; as� mirar�n mis ojos al Se�or mi Dios, hasta que haya respondido a todos mis anhelos y deseos despu�s de �l.

Y mientras llamas a casa a tus hijos de lejos, ya tus hijas de los confines de la tierra; y Sion se regocija mucho por la venida de su manso y humilde Salvador; T�, bendito Se�or, contin�a y cumple todas esas promesas de gracia concernientes a tu reino de gracia en cada coraz�n. Padre Todopoderoso! Acu�rdate de tu pacto eterno, y env�a por su sangre a los prisioneros de la esperanza del pozo donde no hay agua.

�Oh! Abunda toda la gracia, y haga que la aflicci�n del alma del Redentor sea abundantemente satisfecha en la multitud de los hijos redimidos, nacidos de nuestro Dios. S�, que todo coraz�n est� satisfecho de su hermosura, y toda lengua cante alabanzas a su bondad, hasta que todos los hijos e hijas de Sion rescatados regresen con c�nticos de salvaci�n a Dios y al Cordero.

Información bibliográfica
Hawker, Robert, D.D. "Comentario sobre Zechariah 9". "Comentario del Pobre Hombre de Hawker". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/pmc/zechariah-9.html. 1828.