La reina de Saba visita a Salom�n, 2 Cr�nicas 9:1 . Las riquezas y el esplendor de su corte, 2 Cr�nicas 9:13 . La conclusi�n de su reinado, 2 Cr�nicas 9:29 .
Para ponerte en su trono, para ser rey para el Se�or tu Dios, en el nombre del Se�or y en su lugar, de una manera especial, porque �l se sent� en el propio trono de Dios y gobern� sobre el pueblo peculiar de Dios, e hizo, de una manera eminente, mant�n el honor de Dios en su tierra y ante los ojos de todo el mundo. Esas misericordias son doblemente dulces, en las que podemos saborear la bondad y la buena voluntad de Dios como nuestro Dios.
Ella le dio al rey ciento veinte talentos de oro , etc. Este fue en verdad un regalo real, ya que el oro solo ascend�a a m�s de sesenta y nueve mil libras esterlinas.
Todos los reyes de la tierra buscaron la presencia de Salom�n. Todos en esas partes del mundo. Escuchar su sabidur�a O su conocimiento de las obras de Dios en la creaci�n y la providencia, o su habilidad en la f�sica, o su pol�tica estatal, o sus reglas de prudencia para la conducta de la vida humana, o quiz�s los principios de su religi�n, y las evidencias de ello. Que Dios puso en su coraz�n lo que fue un regalo sobrenatural de Dios para �l, en respuesta a su oraci�n. La aplicaci�n que luego hicieron, con tanto entusiasmo, a Salom�n, para escuchar su sabidur�a, agravar�, avergonzar� y condenar� el desprecio general de los hombres por Cristo y su evangelio, en el cual est�n escondidos todos los tesoros de la sabidur�a y el conocimiento;pero que ninguno de los pr�ncipes de este mundo desea conocer, porque para ellos son locura, 1 Cor 2: 8; 1 Corintios 2:14 .
En las visiones de Iddo el vidente mencion� tambi�n 2 Cr�nicas 12:15 , y algunos suponen que es la misma persona que se llama Obed, 2 Cr�nicas 15:1 . Este y los otros profetas aqu� mencionados tambi�n eran historiadores y escribieron anales de su �poca, de los cuales estos libros sagrados fueron tomados, ya sea por estos u otros profetas.
Y durmi� Salom�n con sus padres. Tenemos aqu� a Salom�n en su trono, ya Salom�n en su tumba; porque el trono no pudo salvarlo de la tumba. Aqu� est� despojado de su pompa, y dejando toda su riqueza y poder, no a alguien a quien no sab�a si ser�a un hombre sabio o un tonto , �sino a uno que sab�a que ser�a un tonto! Esto no era solo vanidad , sino aflicci�n de esp�ritu.
Introducción
AM 3012. BC 992.
La reina de Saba visita a Salom�n, 2 Cr�nicas 9:1 . Las riquezas y el esplendor de su corte, 2 Cr�nicas 9:13 . La conclusi�n de su reinado, 2 Cr�nicas 9:29 .
Versículo 1
Hay poco en este cap�tulo que no sea lo que se relata en 1 Reyes 10 .; en las notas en las que el lector lo encontrar� explicado en su totalidad.
Versículo 8
Para ponerte en su trono, para ser rey para el Se�or tu Dios, en el nombre del Se�or y en su lugar, de una manera especial, porque �l se sent� en el propio trono de Dios y gobern� sobre el pueblo peculiar de Dios, e hizo, de una manera eminente, mant�n el honor de Dios en su tierra y ante los ojos de todo el mundo. Esas misericordias son doblemente dulces, en las que podemos saborear la bondad y la buena voluntad de Dios como nuestro Dios.
Versículo 9
Ella le dio al rey ciento veinte talentos de oro , etc. Este fue en verdad un regalo real, ya que el oro solo ascend�a a m�s de sesenta y nueve mil libras esterlinas.
Versículo 12
Adem�s de lo que le hab�a tra�do al rey, adem�s de lo que era equivalente a los regalos que le hab�a hecho. Ver nota sobre 1 Reyes 10:13 .
Versículo 18
Con un escabel de oro Esto no se menciona en el pasaje paralelo en 1 Reyes 10:18 , donde ver la nota.
Versículo 23
Todos los reyes de la tierra buscaron la presencia de Salom�n. Todos en esas partes del mundo. Escuchar su sabidur�a O su conocimiento de las obras de Dios en la creaci�n y la providencia, o su habilidad en la f�sica, o su pol�tica estatal, o sus reglas de prudencia para la conducta de la vida humana, o quiz�s los principios de su religi�n, y las evidencias de ello. Que Dios puso en su coraz�n lo que fue un regalo sobrenatural de Dios para �l, en respuesta a su oraci�n. La aplicaci�n que luego hicieron, con tanto entusiasmo, a Salom�n, para escuchar su sabidur�a, agravar�, avergonzar� y condenar� el desprecio general de los hombres por Cristo y su evangelio, en el cual est�n escondidos todos los tesoros de la sabidur�a y el conocimiento;pero que ninguno de los pr�ncipes de este mundo desea conocer, porque para ellos son locura, 1 Cor 2: 8; 1 Corintios 2:14 .
Versículo 29
En las visiones de Iddo el vidente mencion� tambi�n 2 Cr�nicas 12:15 , y algunos suponen que es la misma persona que se llama Obed, 2 Cr�nicas 15:1 . Este y los otros profetas aqu� mencionados tambi�n eran historiadores y escribieron anales de su �poca, de los cuales estos libros sagrados fueron tomados, ya sea por estos u otros profetas.
Versículo 31
Y durmi� Salom�n con sus padres. Tenemos aqu� a Salom�n en su trono, ya Salom�n en su tumba; porque el trono no pudo salvarlo de la tumba. Aqu� est� despojado de su pompa, y dejando toda su riqueza y poder, no a alguien a quien no sab�a si ser�a un hombre sabio o un tonto , �sino a uno que sab�a que ser�a un tonto! Esto no era solo vanidad , sino aflicci�n de esp�ritu.