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Bible Commentaries
2 Reyes 2

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Introducción

AM 3108. BC 896.

El�as y Eliseo van a Bet-el, y de all� al Jord�n juntos, 2 Reyes 2:1 . Las aguas se dividen, cuando son golpeadas con el manto de El�as, y caminan a trav�s, 2 Reyes 2:8 . El�as se despide de Eliseo y es llevado al cielo por un torbellino, 2 Reyes 2:9 . Eliseo, obrando un milagro al dividir las aguas del Jord�n, es reconocido por los profetas como el sucesor de El�as, 2 Reyes 2:14 ; 2 Reyes 2:15 . Mandan a buscar a El�as, 2 Reyes 2:16 . Eliseo sana las aguas malsanas, 2 Reyes 2:19 . Los osos destruyen a los ni�os que se burlaron de �l, 2 Reyes 2:23 .

Versículo 1

Cuando el Se�or tomar�a a El�as Se supone, aunque no se revela expresamente, que El�as floreci� unos veinte a�os, antes de que fuera trasladado, en cuerpo y alma, al cielo, solo experimentando el cambio que era necesario para calificarlo para ser un habitante. en ese mundo de esp�ritus. Al traducirlo, Dios dio, en esa edad oscura y degenerada, como, en una edad similar, hab�a dado por la traducci�n de Enoc, una prueba muy sensible de otra vida, junto con un tipo de la ascensi�n de Cristo, y la apertura. el reino de los cielos a todos los creyentes.

Versículo 2

Qu�dese aqu�. Esto es lo que �l desea, o bien, 1�. Que, si lo dejan solo, es mejor que se prepare para su gran cambio. O, 2d, Por indulgencia hacia Eliseo, para que no se sintiera abrumado por el dolor ante una visi�n tan triste. O bien, 3d, para que pruebe su amor y despierte su deseo de acompa�arlo; siendo muy conveniente para el honor de Dios, que haya testigos de tan gloriosa traslaci�n. El Se�or me envi� a Beth-el, que era la verdad, aunque no toda la verdad, porque iba a hacer un viaje mucho m�s largo. Pero primero deb�a ir a Betel, y tambi�n a Jeric�, a las escuelas de los profetas all�, para consolar y fortalecer sus corazones en la obra de Dios, y darles sus consejos al morir.

Versículo 3

Los hijos de los profetas que estaban en Bet-elEn estos tiempos tan corruptos, Dios no abandon� por completo a los israelitas, sino que continu� las escuelas de los profetas entre ellos, en las que los hombres eran entrenados y empleados en los ejercicios de la religi�n, y a los que recurr�an las buenas personas para solemnizar las fiestas del Se�or. con oraci�n y escuchando porciones de la ley le�das, aunque no ten�an comodidades para los sacrificios, como ten�an en Jud�, donde ten�an sacerdotes y levitas, y el servicio del templo. Incluso en Bet-el, el lugar principal de idolatr�a e impiedad, donde se adoraba a uno de los becerros de oro, estas escuelas no faltaban. Este fue un gran testimonio del amor de Dios a ese pueblo ap�stata: entre los cuales dej� profetas para que los recobraran de sus �dolos. Y, lo que es a�n m�s notable, los profetas de mayor eminencia por sus milagros continuaron en Israel que en Jud�,�No lo sabes , etc.? Dios les hab�a revelado a algunos de ellos que El�as ser�a llevado ese d�a, de lo cual avisaron a Eliseo, para que pudiera atenderlo m�s diligentemente. De tu cabeza en hebreo, de arriba de tu cabeza; qu� frase puede respetar la manera de sentarse en sus escuelas, porque los eruditos sol�an sentarse abajo a los pies de sus maestros, y los maestros arriba, sobre sus cabezas, cuando les ense�aban. Houbigant lo traduce: El Se�or elevar� a tu amo por encima de tu cabeza hoy , aludiendo a que fue llevado al cielo. Y �l dijo: S�, lo s�, callenNo agraves mi dolor ni me distraigas con discursos inoportunos. Habla como quien es �l mismo, y quiere que est�n tranquilos y tranquilos, y con un silencio espantoso esperando el evento. Algunos piensan que les dio este encargo, no sea que, al ser divulgado el asunto extraordinario, haya una gran concurrencia de personas reunidas en torno a El�as; porque como los israelitas no hab�an renunciado a sus idolatr�as, a pesar de que se hab�an hecho tantos y tan grandes milagros entre ellos, eran del todo indignos de ser testigos de la asunci�n milagrosa del profeta, as� como a los jud�os en el tiempo de nuestro Se�or se les permiti� estar presente cuando ascendi�.

Versículo 4

Qu�date aqu�, te ruego que El�as parezca haber dicho esto solo con miras a probar a Eliseo, si lo acompa�ar�a hasta el final, y ser�a el testigo de su traducci�n. Y ciertamente Eliseo, al no dejarlo, testific� tanto una gran fidelidad a su maestro como una gran fe en lo que Dios hab�a revelado con respecto a llevarlo al cielo.

Versículo 5

Los hijos de los profetas que estaban en Jeric� Aqu� tambi�n hab�a una escuela, donde se hab�a hecho la misma revelaci�n a los hijos de los profetas con respecto a la mudanza de El�as, que se hab�a comunicado a los de Bet-el. Y sus pensamientos, como los pensamientos de los dem�s, estaban completamente ocupados en el asunto extraordinario y llenos de expectaci�n.

Versículo 7

Cincuenta hombres se pusieron de pie para observar este gran evento, el traslado de El�as al cielo, que esperaban en cada momento, y del cual deseaban ser espectadores, no para satisfacer su propia curiosidad, sino para ser testigos de ello para los dem�s. De lejos Como no se les permiti� acompa�arlo al lugar donde lo iban a llevar, como a Eliseo, lo cuidaron hasta donde pudieron ver, probablemente desde alguna eminencia que dominaba el Jord�n. Los dos estaban junto al Jord�n . Es probable que los dem�s tengan prohibido ir all� con ellos.

Versículo 8

E hiri� las aguas. Estas aguas antiguas cedieron al arca, ahora al manto del profeta; que para aquellos que quer�an el arca, era una se�al equivalente de la presencia de Dios. Cuando Dios se lleve a sus hijos para s�, la muerte es el Jord�n por el que deben pasar. Y encuentran un camino a trav�s de �l, un camino seguro y c�modo. La muerte de Cristo ha dividido esas aguas, para que pasen los redimidos del Se�or.

Versículo 9

Pregunta qu� har� por ti, antes de que me alejen de ti. El�as, sin duda, ten�a la seguridad interior de que Dios le conceder�a la �ltima petici�n que deb�a hacer; pero podemos observar aqu�, que expresamente lo limita a que se haga antes de que se lo llevaran, y no le da ninguna esperanza a su disc�pulo, que el que le pida algo despu�s de ser quitado sea de alguna utilidad, o que entonces podr�a prestarle cualquier servicio. Te ruego que una doble porci�n de tu esp�ritu sea sobre m�. El doble de lo que el resto de los hijos de los profetas reciben a tu petici�n. �l alude a la doble porci�n del primog�nito, Deuteronomio 21:17. Pero aunque Eliseo no deseaba m�s, Dios le dio m�s de lo que deseaba o esperaba; y parece haber tenido una mayor porci�n de los dones del Esp�ritu de Dios que incluso El�as.

Versículo 10

Dijo: Has pedido algo dif�cil. Una bendici�n rara y singular, que no puedo prometerte; que s�lo Dios puede dar, y que da s�lo cuando y a quien le place. Sin embargo, si me ves, etc. F�jate, esto es una se�al de si obtendr�s lo que deseas o no. Propuso esta se�al, no sin la direcci�n del Esp�ritu de Dios, para que as� lo comprometiera con m�s fervor a esperar y con m�s fervor a orar por esta misericordia.

Versículo 11

Mientras segu�an hablando del estado feliz, probablemente, al que se dirig�a El�as; he aqu� un carro de fuego y caballos de fuegoUna nube resplandeciente, tal vez arrojada en forma de carro y caballos, por los �ngeles que vinieron en ella; o m�s bien, como algunos piensan, los �ngeles mismos apareciendo en esta forma. Las almas de todos los fieles son llevadas por una guardia invisible de �ngeles al seno de Abraham. Pero como El�as iba a llevar su cuerpo con �l, esta guardia celestial apareci� visiblemente: no en forma humana, aunque para que lo hubieran llevado en sus brazos; pero en forma de carro y caballos, para que pudiera cabalgar en estado, pudiera cabalgar triunfante, como un pr�ncipe, como un conquistador. �Vea la disposici�n de los �ngeles para hacer la voluntad de Dios, incluso en los servicios m�s humildes, para los herederos de la salvaci�n! As�, el que hab�a ardido con santo celo por Dios y su honor, ahora fue transportado en fuego a su presencia inmediata.

Versículo 12

Eliseo lo vio y grit�: Padre m�o , etc. Por eso lo llama por su cari�o paternal hacia �l, y por la autoridad paternal que ten�a sobre �l; en cuyo sentido los eruditos de los profetas son llamados sus hijos. Vio su propia condici�n como la de un ni�o hu�rfano y, en consecuencia, la lamenta. El carro , etc. El cual, con tu ejemplo, tus consejos, tus oraciones y tu poder ante Dios, hizo m�s por la defensa y preservaci�n de Israel que todos sus carros y caballos. La expresi�n alude a la forma de carros y caballos que hab�a visto.

Versículo 13

Tom� tambi�n el manto de El�as que le hab�a ca�do Dios, design�ndolo para que cayera, para el consuelo de Eliseo y el fortalecimiento de su fe, y como garant�a de que, junto con este manto, el esp�ritu de El�as reposar�a sobre �l, seg�n su promesa. Y El�as mismo se hab�a ido a un lugar donde no necesitaba el manto, ni para adornarlo, ni para protegerlo del clima, ni para envolver su rostro.

Versículo 14

Y dijo: �D�nde est� el Se�or Dios de El�as? Quien a pedido de El�as dividi� estas aguas, y puede volver a hacerlo. Pero de acuerdo con esta traducci�n, se omiten dos palabras, a saber, ? � ???, aph-hu. La cl�usula literalmente traducida es: �D�nde est� el Se�or Dios de El�as, incluso �l? que un extranjero sabio interpreta as�; que Eliseo habiendo hecho esta pregunta, �D�nde est�? & c., se responde a s� mismo en las dos �ltimas palabras, aph-hu, s�, todav�a est� en existencia. Abarbinel los expone: Aunque El�as no est� aqu�, su Dios est�. Falta el siervo, pero no el Se�or. El Dios bendito todav�a est� presente y ocupar� su lugar. Y cuando �l tambi�n hiri� el agua, se separaron de aqu� para all�Como cuando El�as los golpe� con el mismo manto, que ambos usaron, como Mois�s hizo con su vara, sin imaginar que hab�a alguna virtud inherente en �l, ni confiar en �l en absoluto; pero us�ndolo como un mero signo de la presencia y el poder de Dios, en el �nico que confiaban para obrar esta maravilla. As�, el �ltimo milagro de El�as fue el primero de Eliseo, y el disc�pulo comenz� donde lo dej� su maestro, retomando y llevando a cabo la misma obra bendita de testificar de Dios contra los �dolos y los id�latras.

Versículo 15

Y se postraron en tierra ante �l en se�al de reverencia y sujeci�n a �l, como sucesor de El�as, padre de los profetas, maestro y maestro de ellos. Se hab�an formado en las escuelas; Eliseo fue sacado del arado; sin embargo, cuando perciben que Dios est� con �l, y que este es el hombre a quien se deleita en honrar, se someten de buena gana a �l como su cabeza y padre, como el pueblo lo hizo con Josu� cuando Mois�s naci�. muerto. �Aquellos que parecen tener el Esp�ritu y la presencia de Dios con ellos, deben tener nuestra estima y mejores afectos, a pesar de la mezquindad de su extracci�n y educaci�n�.

Versículos 16-17

He aqu� que hay con tus siervos cincuenta hombres fuertes capaces de emprender tal viaje. D�jalos ir, te rogamos, y busquen a tu amo. Hab�an recibido s�lo una revelaci�n imperfecta del designio de Dios, con respecto a El�as, cuando le preguntaron a Eliseo si sab�a que el Se�or se llevar�a a su amo: porque parece que supusieron para que el Esp�ritu de Dios lo hubiera tomado y lo arrojara, vivo o muerto, sobre alguna monta�a o en alg�n valle distante; ver 1 Reyes 18:12 . 1 Reyes 18:12 ; y si estaba vivo, deseaban encontrarlo, para poder atender sus necesidades; y si estaba muerto, que le dieran un entierro honorable a su cuerpo. Y �l dijo: No enviar�is porque sab�a que ser�a in�til. Lo urgieron hasta que se avergonz�Es decir, para negarlos por m�s tiempo, no sea que piensen que su negaci�n proced�a de un descuido de su amo, o un desprecio de ellos. O, como en hebreo, ?? ???, gnad bosh , puede traducirse con igual propiedad, hasta que se averg�encen , es decir, porque �l tan a menudo y obstinadamente neg� su petici�n. Y lo buscaron durante tres d�as buscando en todos los lugares donde pensaban que era probable que lo echaran. Pero no lo encontr�. As� se dio a�n m�s evidencia de su traducci�n, y ellos, habiendo perdido su trabajo y cansados ??con su b�squeda infructuosa, estar�an m�s dispuestos a someterse a la autoridad de Eliseo y aceptar su juicio en otro momento.

Versículo 19

El agua es nula y la tierra est�ril O lo era originalmente, al menos en cuanto a la parte de la ciudad donde estaba el colegio de los profetas; o lleg� a ser as� por la maldici�n que Dios le infligi�, ya sea cuando Josu� tom� la ciudad por primera vez, o cuando Hiel la reconstruy�: sin embargo, bajo el cuidado del profeta se volvi� extremadamente fruct�fera y, por lo tanto, es elogiada por su fertilidad por escritores posteriores. Por lo tanto, los ministros del evangelio deben esforzarse por hacer que cada lugar al que vengan de una forma u otra sea mejor para ellos; trabajando para endulzar los esp�ritus amargos y hacer fructificar las almas est�riles mediante la debida aplicaci�n de la palabra de Dios.

Versículo 20

Y dijo: Tr�eme un nuevo crucero . Dice nuevo , en parte para que no haya motivos para sospechar que la curaci�n se haya producido por la virtud natural de cualquier cosa que haya estado o haya estado antes en el crucero, sino �nicamente por el poder de Dios; y en parte para que no haya contaminaci�n legal en �l que pueda ofender a Dios y obstaculizar su operaci�n milagrosa. Y ponle salUn remedio de lo m�s inadecuado; porque la sal, naturalmente, hace las aguas salobres y las tierras est�riles. Por lo tanto, pretend�a demostrar que el cambio deseado no se efectuar�a por ning�n medio natural, sino �nicamente por el poder divino, que podr�a obrar sin medios o contra ellos. As�, Cristo ungi� los ojos de un ciego con arcilla, cuando iba a devolverle la vista, para que pudiera demostrar que su curaci�n no ten�a nada que ver con una causa natural; la arcilla, seg�n su efecto natural, es m�s probable que hiera sus ojos que que los beneficie.

Versículos 21-22

Sali� al manantial y ech� la sal all�. Si la sal hubiera sido un remedio adecuado para la salobreza de estas aguas y la esterilidad de la tierra, �qu� podr�a haber hecho una cantidad tan peque�a, y especialmente arrojada a la fuente? ? Porque una fuente r�pidamente se deshace de cualquier cosa que se arroje en ella. Pero Eliseo solo lo us� como una se�al del poder de Dios, que deb�a producir el efecto y hacer m�s visible la operaci�n de ese poder. Por eso dice: As� ha dicho Jehov� el Se�or: Yo mismo he sanado estas aguas ; el nuevo crucero y la sal no eran m�s que meros instrumentos o canales a trav�s de los cuales Dios se complaci� en transmitir esta virtud sanadora. Desde all� no habr� m�s muerte. Herido o peligro, para el hombre o la bestia, por beber el agua.As� que las aguas fueron sanadas hasta el d�a de hoy.Hay una fuente en este mismo d�a, hacia el oeste de Jeric�, que se eleva como tres cuartos de legua por encima de la ciudad en el camino a Jerusal�n, y, produciendo una gran cantidad de agua, muy excelente en su especie, recorre y fructifica la llanura: y muchos autores hablan de la extraordinaria fecundidad y agrado del pa�s de por aqu�, despu�s de esta �poca. V�ase Josephus, Bell. Jud. , libro 5, cap. 4.

Versículo 23

De all� subi� a Bet-el, a la otra escuela de los profetas, para informarles del traslado de El�as y de su sucesi�n al mismo oficio; y para dirigirlos, consolarlos y establecerlos, seg�n viera la ocasi�n. Y salieron ni�os. La palabra ?????, negnarim , aqu� traducida como ni�os , a menudo significa evidentemente, y se traduce, j�venes o muchachos , como G�nesis 22:5 ; G�nesis 22:12 ; G�nesis 41:12 ; G�nesis 43:8 ; 2 Cr�nicas 13:7 , y que incluso cuando se le a�ade el ep�teto ??????, ketannim, peque�o , como aqu�: v�ase1 Reyes 3:7 e Isa�as 11:6 . Aqu� el Dr. Waterland traduce las palabras, muchachos. Es m�s que probable que tuvieran, al menos, la edad suficiente para discernir entre el bien y el mal. Salieron de la ciudad , es decir, Bet-el , la ciudad madre de la idolatr�a, donde los profetas se hab�an plantado para poder dar testimonio en contra de ella y disuadir a la gente de ella, aunque, al parecer, ten�an muy poco �xito all�. Estos j�venes, al parecer, no se encontraron con Eliseo por accidente, sino que salieroncon el prop�sito de insultarlo, sabiendo que era un profeta del Dios verdadero, un defensor de su adoraci�n y un enemigo de la idolatr�a del lugar; y habiendo absorbido los prejuicios de sus padres contra la religi�n verdadera. Tambi�n iban en cuerpo, lo que mostraba que su motivo era la malicia, y su salida no casual: de donde algunos creen probable que salieran, no s�lo para burlarse del profeta, sino tambi�n para impedir que entrara en la ciudad. Tem�an que fuera tan celoso contra sus idolatr�as como lo hab�a sido El�as, y con este insulto pretend�an liberarse de sus protestas. Y se burl� de �l con gran petulancia y vehemencia, burl�ndose de �l, como la palabra ??????, jithkallesu, usado aqu�, significa; burl�ndose, probablemente, tanto de su persona como de su ministerio, y eso por un desprecio profano de la verdadera religi�n y un amor apasionado por esa idolatr�a a la que sab�an que �l se opon�a. Y le dijo: Sube, calvo, sube, calvo, burl�ndose as� de su enfermedad natural, que era un gran pecado, y repitiendo las palabras para mostrar su seriedad, y que su burla no fue un desliz repentino de la lengua, sino que proced�a de una impiedad arraigada y de un odio a Dios y a sus profetas: y muy probablemente era su pr�ctica habitual burlarse de los profetas cuando iban por las calles, para que pudieran exponerlos al desprecio y, si era posible, a expulsarlos de la ciudad. Muchos comentaristas piensan que con esta expresi�n, ???, gnalee, sube, asciende, que repiten, ten�an la intenci�n de hacer una broma de la ascensi�n de El�as, de la que sin duda hab�an o�do hablar: como si hubieran dicho: �Sube, sube al cielo, adonde pretendes que El�as se ha ido. �Por qu� no acompa�aste a tu amigo y maestro al cielo? cerrando as� los ojos ante un milagro asombroso, que parece haber sido realizado, al menos en parte, para recuperarlos, as� como a los otros dos milagros se�alados recientemente, y, sin duda, difundidos por todo el pa�s, a saber, de Tanto El�as como Eliseo dividieron las aguas del Jord�n y pasaron por tierra seca. Quiz�s, sin embargo, como la historia menciona que �l subi� , o ascendi�, el terreno elevado, a Beth-el , y subi� por el camino, solo pueden significar, sigue , por la expresi�n, sube , o asciende, y puede que no aluden a la ascensi�n de El�as. Sea como fuere, su abuso de un profeta a quien Dios evidentemente hab�a acreditado y se�alado como el sucesor de El�as, cuyos milagros hab�an sido tantos y tan maravillosos, fue un pecado sumamente atroz, y un insulto manifiesto ofrecido a la humanidad. Dios verdadero, y en consecuencia fue castigado como tal por �l, todos cuyos caminos son justos y santos, y que nunca excede el grado de pecado en la medida del castigo, pero siempre en el mundo actual castiga a los culpables infinitamente menos de lo que merecen.

Versículo 24

�l los mir� y los maldijo en el nombre del Se�or �La palabra maldici�n tiene en las Escrituras tres acepciones diferentes. Significa, infligir una maldici�n; y en este sentido se dice que Dios maldijo la tierra despu�s de la ca�da. Significa desear una maldici�n; y en este sentido se dice que Simei maldijo a David. Por �ltimo, significa pronunciar o predecir una maldici�n o un castigo; y en este sentido se dice que Eliseo maldijo a los ni�os. El historiador afirma expresamente que los maldijo en el nombre del Se�or. Hablar en el nombre del Se�or es cumplir lo que �l manda;profetizar en el nombre del Se�or , es predecir lo que �l revela; y maldecir en el nombre del Se�or , es declarar una maldici�n que �l est� decidido a infligir, y ha autorizado al profeta a denunciar: de modo que al maldecir a estos supuestos ni�os , Eliseo actu� como ministro del Gobernante Supremo del mundo. , y por su orden predijo el castigo que se les iba a infligir a estos id�latras. El hecho de que �l pronunciara esta maldici�n no fue la causa de su cat�strofe; pero la certeza de su cat�strofe y el mandato de Dios fueron las causas de que pronunciara esta maldici�n ". V�ase Dr. Dodd y Morris, vol. 1. ser. 7.

Salieron del bosque dos osas a las que probablemente les hab�an robado sus cachorros y, por lo tanto, se volvieron m�s feroces y escandalosas; y tara cuarenta y dos hijos de ellos Aqu� la palabra traducida ni�os es diferente de la que se us� anteriormente, a saber, ????? , jeladim; pero esto tambi�n significa, no solo los ni�os peque�os, sino tambi�n los que han crecido hasta la madurez, como G�nesis 32:22 ; G�nesis 34:4 ; G�nesis 37:30 ; Rut 1:5. En este castigo extraordinario, infligido evidentemente por la mano de Dios a estos j�venes, tenemos la demostraci�n de que la maldici�n que el profeta denunci� contra ellos no se debi�, como algunos han supuesto, al malhumor de su temperamento, ni a la ebullici�n de su esp�ritu. su ira: porque aunque su rabia hab�a sido siempre tan furiosa, no le habr�a proporcionado el poder para ordenar a estas criaturas salvajes que abandonaran el bosque en un instante y llegaran a un lugar que no frecuentaban, como debe ser una v�a p�blica. se supone que es, para destruir a estos j�venes insolentes. Como su maldici�n no habr�a tenido ning�n efecto si hubiera procedido de un temperamento malhumorado, o de la violencia de su pasi�n, no tenemos una causa justa, por su maldici�n, para sospechar que fue impulsado por tal principio. No: fue en el nombre del Se�or;no por una pasi�n vengativa, sino por el movimiento del Esp�ritu de Dios, y por el mandato y la comisi�n de Dios que �l denunci� la maldici�n: y Dios hizo que el castigo siguiera, en parte para mostrar su disgusto por tal profanaci�n y maldad de mente contra Dios, y su causa y adoraci�n, como estos j�venes eran culpables, por el terror y la precauci�n de todas las dem�s personas imp�as, que abundaban en ese lugar; en parte para reivindicar el honor y mantener la autoridad de sus profetas; y particularmente de Eliseo, ahora especialmente al comienzo de su sagrado ministerio; y en parte para convencer a la gente de la atrocidad de la idolatr�a, y recobrarlos a esa pureza de adoraci�n que la ley ten�a la intenci�n especial de preservar.

En general, parece que las personas que se burlaron de El�as no eran ni�os, sino que llegaron a la madurez; que no lo insultaron por casualidad, sino deliberadamente; que salieron a prop�sito en grandes multitudes; que se burlaban de �l porque era el profeta del Dios verdadero, de quien hab�an apostatado; y que no deseaba su final prematuro por un principio de venganza, sino que solo lo predijo como profeta. El castigo parecer� justo, si consideramos el tiempo, el lugar, las personas y todas las circunstancias del caso. Estos j�venes podr�an ser culpables de muchos otros cr�menes atroces, conocidos por Dios y su profeta, adem�s de los aqu� registrados: eran al menos culpables de idolatr�a, que por la ley de Dios merec�a la muerte; agregue a esto, que los padres id�latras fueron castigados en sus ni�os;

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre 2 Kings 2". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/2-kings-2.html. 1857.
 
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