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Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo Testamento Comentario de Benson
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre 2 Samuel 21". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/2-samuel-21.html. 1857.
Benson, Joseph. "Comentario sobre 2 Samuel 21". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/
Introducción
AM 2983. BC 1021.
Una hambruna, causada por la muerte de los gabaonitas por parte de Sa�l, 2 Samuel 21:1 . Siete miembros de su familia fueron ejecutados, 2 Samuel 21:4 . Cuidado de sus cad�veres y de los huesos de Sa�l, 2 Samuel 21:10 . Batallas con los filisteos, 2 Samuel 21:15 .
Versículo 1
Luego hubo una hambruna , etc. Las cosas relacionadas aqu� y el cap. 24., son, por los mejores int�rpretes, concebidos para haber sido hechos mucho antes de la rebeli�n de Absal�n. Y esta opini�n no carece de fundamento suficiente. Porque, primero, esta part�cula, entonces , se explica aqu�, en los d�as , es decir, durante el reinado de David: palabras generales que parecen agregarse como un indicio de que estas cosas no se hicieron despu�s de los pasajes anteriores, porque entonces el escritor sagrado habr�a dicho, despu�s de estas cosas, como en muchos otros lugares. En segundo lugar, aqu� hay diversos detalles que, con probabilidad, no pueden atribuirse a los �ltimos a�os del reinado de David: tales como, que el pecado de Sa�l contra los gabaonitas deber�a permanecer impune durante tanto tiempo; que David no trasladar�a los huesos de Sa�l y Jonat�n a su lugar debido hasta ese momento; que los filisteos hicieran guerra contra David una y otra vez, 2 Samuel 21:15 , etc., tanto tiempo despu�s de que �l los hab�a sometido por completo, 2 Samuel 8:1 ; que David en su vejez deber�a intentar pelear con un gigante filisteo, o que su pueblo deber�a permitirle hacerlo; que David tuviera un deseo tan vehemente de contar a su pueblo, 2 Samuel 24:1, que, siendo un acto de vanidad juvenil, no parece en absoluto concordar con su vejez, ni con ese estado de profunda humillaci�n en el que se encontraba entonces. Y la raz�n por la que estos asuntos se ponen aqu� fuera de su debido orden es claramente esta; debido a que el pecado de David se relat� una vez, era muy apropiado que sus castigos tuvieran �xito de inmediato: esto es muy frecuente en la historia de las Escrituras, para juntar las cosas que pertenecen a un asunto, aunque sucedieron en varios momentos diferentes.
David consult� al Se�or. Es posible que David, durante el primer a�o, e incluso el segundo, hubiera atribuido esta calamidad a causas naturales; pero en el tercer a�o, estando bien convencido de que la visitaci�n era judicial, se aplic� al sagrado or�culo de Dios, para conocer la causa de esta extraordinaria y continua calamidad. Y Dios pronto le inform� que este castigo se deb�a a la sangre derramada por Sa�l y su familia. Porque mat� a los gabaonitas La historia de los gabaonitas es bien conocida: eran un remanente de los amorreos, pero mediante una artima�a, relata Josu� 9:9, obtuvo una liga por sus vidas y propiedades de los hijos de Israel. Y, como Josu� y los ancianos lo hab�an confirmado mediante un juramento, se cre�an obligados a cumplirlo, solo at�ndolos a la servidumbre de suministrar le�a y agua al tabern�culo para los sacrificios p�blicos, y al servicio de los que asist�an. sobre ellos. Este infeliz pueblo, a pesar de que es probable que hubieran renunciado a su idolatr�a y cumplido las otras condiciones de su pacto, Sa�l busc� todas las ocasiones para destruir; y lo hizo hasta tal grado de culpa que atrajo el juicio divino sobre la tierra. Pero en qu� ocasi�n, o de qu� manera Sa�l los destruy�, no se menciona en las Escrituras, excepto los que se supone que fueron muertos con los sacerdotes en la ciudad de Nob, como cortadores de le�a y de agua para el tabern�culo. Pero indudablemente hubo una destrucci�n m�s general de ellos por lo que se infligi� este castigo, aunque la Escritura guarda silencio al respecto.
Versículo 2
En su celo por los hijos de Israel y Jud� Cuando Josu� y los pr�ncipes hicieron una alianza con los gabaonitas, el pueblo se ofendi� mucho con ellos, como parece, Josu� cap. 9. Cualesquiera que sean las pretensiones de este resentimiento, la verdadera raz�n parece suficientemente evidente; fueron, por esta liga, privados de las tierras y despojos de los gabaonitas. �Cesaron estas razones en los d�as de Sa�l? O m�s bien, �no subsistieron todav�a, y con m�s fuerza, en proporci�n a que el pueblo de Israel y sus necesidades aumentaron, en una tierra estrecha? Pero sea lo que sea, �por qu� los mat� Sa�l? El texto dice claramente que lo hizo en su celo por los hijos de Israel y Jud�.Pero la pregunta a�n vuelve: �C�mo pudo la destrucci�n de esta pobre gente manifestar su celo por Israel y Jud�? Aparentemente, hay una forma imaginable de c�mo se podr�a hacer esto. Los gabaonitas ten�an una ciudad en la tribu de Jud� y tres en Benjam�n; y cuando fueron destruidos de estas ciudades, �qui�n podr�a pretender tener alg�n derecho sobre ellos sino Israel (es decir, Benjam�n) y Jud�? De modo que Sa�l destruy� a los gabaonitas, como lo m�s servicial que pod�a hacer por su pueblo. Ver a Delaney.
Versículo 3
David dijo a los gabaonitas: �Qu� har� por vosotros? Josefo supone que cuando Dios le inform� a David cu�l fue la ocasi�n de la hambruna, �l tambi�n declar� que deber�a ser eliminada si hac�a la satisfacci�n que los gabaonitas mismos deb�an requerir. Para que bendig�is la herencia del Se�or , para que, hecha la expiaci�n y disipada la ira de Dios, su herencia sea bendecida y la abundancia se restaure de nuevo a Israel.
Versículo 4
No tendremos plata ni oro de Sa�l , etc. Ni la plata ni el oro equival�an a la p�rdida que hab�an sufrido Sa�l y su maldita casa. Ni por nosotros matar�s a ning�n hombre en Israel, excepto a la familia de Sa�l, como sigue. La lectura marginal, sin embargo, parece preferible, tampoco nos corresponde matar a ning�n hombre , etc. Estaban en tal estado de servidumbre que no les permit�a recibir la �nica retribuci�n adecuada, sangre por sangre. Este parece ser el significado, porque David responde inmediatamente: Lo que dir�s, lo har�.
Versículos 5-6
Ellos respondieron: El hombre que nos consumi� , etc. No deseaban reparaci�n de da�os personales ni venganza de da�os; todo lo que necesitaban era que se hiciera un sacrificio p�blico por la justicia y por la venganza divina infligida sobre la tierra. Dejemos que siete de sus hijos nos sean entregados, y los colgaremos delante del Se�or.Como satisfacci�n a su honor por una injusticia y crueldad cometidas en desaf�o a un solemne juramento hecho en su santo nombre. Pero se puede preguntar, si Saulo fue tan perverso al destruir a un pueblo en contra de un juramento solemne, ratificado en el nombre de Dios, �por qu� sus hijos y nietos deber�an ser castigados por ello? A esto se puede responder, con gran raz�n y con buen fundamento, que no fueron castigados porque Sa�l fuera culpable, sino porque ellos mismos eran culpables y hab�an sido los ejecutores de sus injustos decretos. Tenemos motivos para concluir que sus hijos y nietos se encontraban entre sus capitanes de cientos y capitanes de miles, ya que esa era la pr�ctica de aquellos d�as: y si es as�, indudablemente fueron empleados en la ejecuci�n de sus �rdenes crueles e injustas con respecto a los gabaonitas, especialmente porque el prop�sito de destruirlos parece haber sido tomar sus posesiones; porque dif�cilmente podemos suponer que Saulo hubiera sido tan sol�cito para aumentar las fortunas de nadie, como las de sus hijos y nietos. Y esta suposici�n que el texto que tenemos ante nosotros parece probar, ya que no s�lo da derecho aSa�l ensangrentado , pero tambi�n su casa: Sa�l y su casa ensangrentada. Y es probable que algunos de estos todav�a poseyeran algunas de las posesiones de los gabaonitas, y que defendieran y elogiaran esta acci�n de Sa�l siempre que hubiera alguna duda al respecto: y, por lo tanto, muy justa y merecidamente sufrieron por ello. Ver a Delaney. En Guibe� de Sa�l Para hacer el castigo m�s notable y vergonzoso, siendo esta la ciudad donde vivi� Sa�l antes y despu�s de ser rey. A qui�n escogi� el Se�or. Esto agrav� su culpa, porque hab�a quebrantado el juramento de ese Dios por quien hab�a sido tan favorecido.
Y el rey dijo: Les dar� habiendo consultado sin duda a Dios en el asunto; quien, como antes hab�a declarado que la casa ensangrentada de Sa�l era la causa de este juicio, ahora orden� que se hiciera justicia sobre ella y que las ramas restantes de ella fueran cortadas; como se desprende suficientemente de aqu� que Dios estaba muy complacido con la acci�n; lo cual no habr�a sido si David lo hubiera hecho sin su mandato; porque entonces hab�a sido una acci�n pecaminosa de David, y contraria a una doble ley de Dios. Deuteronomio 21:23 ; Deuteronomio 24:16 .
Pero aqu� surge otra pregunta; Suponiendo que los hijos y nietos de Sa�l participaran en el hecho y, por lo tanto, fueran justamente castigados por ello, �c�mo fue que, o por qu� motivo, todo el pueblo de Israel sufriera hambre por ese motivo? Sin duda porque ellos tambi�n participaron en la culpa de Sa�l, y hab�an sido c�mplices, ayudando y asistiendo en ella; o, al menos, no se hab�a opuesto, como deber�an haberlo hecho. Se dice expresamente que Sa�l trat� de matar a los gabaonitas en su celo por los hijos de Israel y Jud�.�No es absurdo pensar que se hizo algo con celo por ellos que no aprobaron? �O hay muchas razones para dudar de si no le echaron la mano? �Existe el menor color para creer que en alg�n grado protestaron o se opusieron a este procedimiento de su pr�ncipe? como ten�an un derecho, es m�s, estaban obligados por todas las leyes de la justicia a hacer, como naci�n obligada a cumplir la fe p�blica que hab�an dado y jurado preservar. Y si este fue el caso, �no fueron ellos tan culpables como Saulo, y no fueron castigados con la justicia?
Versículos 7-8
El rey perdon� , etc. Para los gabaonitas que deseaban solo ese n�mero, estaba a elecci�n de David a qui�n perdonar. El hijo de Jonat�n Esto se agrega para distinguirlo de los otros Mefiboset, 2 Samuel 21:8 . Por el juramento del Se�or , etc. Esta fue una raz�n justa para no entregarlo. Los cinco hijos de Mical, a quienes cri� para Adriel. En el original es, a quienes dio a luz a Adriel. Y como Michal no era la esposa de Adriel, sino su hermana mayor Merab, es probable que el nombre de Michal se haya introducido aqu� en el texto por el error de alg�n transcriptor con el de Merab. De lo contrario, deber�a quedar como el margen de nuestra Biblia, la hermana de Michal.
Versículo 10
Rizpah tom� cilicio O mejor dicho, pa�o para el cabello , del cual com�nmente se hac�an tiendas de campa�a. Y lo extendi� para ella Como una tienda para habitar: siendo informados de que sus cuerpos no deb�an ser llevados r�pidamente, como el curso de la ley era en los casos ordinarios, sino que deb�an continuar all� hasta que Dios suplicara y retirara el presente. juicio. En la roca En alg�n lugar conveniente en una roca, cerca de contiguo. Hasta que el agua Hasta que fueran derribados: lo cual no deb�a hacerse hasta que Dios hubiera dado lluvia como una se�al de su favor, y un medio para quitar el hambre, que fue causada por la falta de ella. As� hizo saber al mundo que sus hijos no murieron como hijos tercos y rebeldes, cuyos ojos hab�an despreciado a su madre:sino por el crimen de su padre, y el de la naci�n en violar la fe p�blica, crimen en el cual, si hubieran participado, s�lo hab�a sido en com�n con otros; y, por tanto, su mente no pod�a apartarse de ellos.
Versículo 11
Le dijeron a David lo que Rizpa hab�a hecho y lo escuch� con tanta aprobaci�n, que consider� conveniente imitar su piedad, siendo por su ejemplo provocado a hacer lo que hasta entonces hab�a descuidado, para otorgar un entierro honorable sobre los restos de Sa�l y Jonat�n, y con ellos, sobre los que ahora hab�an sido condenados a muerte, para que el honor que se les hab�a hecho all� sirviera de consuelo a esta viuda desconsolada.
Versículo 12
La defendi� para que los filisteos no pudieran quemar el trigo, ni llev�rselo, ni pisarlo. El Se�or obr� una gran victoria con su mano. Por grande que sea la valent�a de los instrumentos, la alabanza del logro debe ser dada a Dios. Estos lucharon, pero Dios obr� la victoria. Debe observarse que este Shammah, aunque es uno de los tres hombres m�s poderosos, no se menciona particularmente en el libro de Cr�nicas; siendo la manera de las Escrituras, como observan los jud�os, notar eso brevemente en un lugar, lo que se ha explicado ampliamente en otro; ya que esta acci�n de Shammah est� aqu� en este libro.
Versículos 13-14
Hizo subir los huesos de Sa�l , etc. De debajo del �rbol donde fueron enterrados en Jabes, 1 Samuel 31:13 . Recogieron los huesos de los que hab�an sido colgados. Primero quemaron la carne que les quedaba; o, tal vez, esto sucedi� alg�n tiempo despu�s de que fueron derribados, cuando no quedaron m�s que huesos; y luego tuvieron los siete un entierro honorable. Los huesos de Sa�l y Jonat�n Junto con los ahora mencionados. Y despu�s de eso, despu�s de que se hicieron las cosas que antes se relataron; es decir, despu�s de que fueron colgados; porque por eso Dios fue pacificado, y no por el entierro. Se suplic� a Dios Cuando se dio satisfacci�n a los gabaonitas, Dios restaur� abundancia al pa�s.
2 Samuel 21:13 . Tres de los treinta jefes mencionados a continuaci�n: tres capitanes sobre los treinta. Vino a David en el tiempo de la cosecha O mejor dicho, como en hebreo, en la cosecha. Es decir, dice Abarbinel, los filisteos vinieron para destruir los frutos de la tierra, para dar hambre a los israelitas; despu�s de lo cual David levant� un ej�rcito para protegerlos y defenderlos en la cosecha de su cosecha, cuando andaban por all�. A la cueva de Adullam donde se hab�a escondido bajo la persecuci�n de Saulo; y donde ahora se fortaleci� contra los filisteos; quien al comienzo de su reinado, vino con gran fuerza contra �l. Y David estaba entonces en la bodega , a saber, la cueva de Adullam, �un lugar muy fuerte por su situaci�n natural!La guarnici�n de los filisteos estaba en Bel�n. Ellos se hab�an apoderado de este lugar y pusieron una guarnici�n en �l.
Versículos 15-16
Los filisteos volvieron a tener guerra con Israel. Despu�s, o adem�s de las otras guerras con los filisteos mencionadas en este libro, volvieron a perturbar el reposo de David. David se desmay� ya no en el vigor de la juventud, sino probablemente en los �ltimos a�os, aunque no en la vejez. Ishbi-benob, de los hijos del gigante O de Goliat, a quien, a modo de eminencia, se le llama el gigante, o m�s bien, como la palabra hebrea, ???, rapha , significa, cualquier gigante. Las palabras deber�an traducirse m�s bien, De la raza de los gigantes , es decir, de los Anakim, que huyeron a este pa�s, particularmente a Gat, cuando Josu� los expuls� de Cana�n, Josu� 11:22 . Cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronceEsto debe entenderse por la punta de su lanza, que pesaba la mitad que la de Goliat, 1 Samuel 17:7 . Estaba ce�ido con una nueva espada, una hecha a prop�sito para �l, m�s grande y m�s pesada que las que se usan com�nmente. Se pens� que hab�a matado a David. Pens� que ten�a una buena oportunidad para hacerlo.
2 Samuel 21:15 . David anhelaba y dijo: �Oh! &C. Siendo caliente y sediento, expresa cu�n aceptable ser�a para �l un trago de esa agua; pero estaba lejos de desear o esperar que alguno de sus hombres arriesgara su vida para conseguirlo. No beber�a de �l , no sea que , al gratificarse a s� mismo en tales condiciones, parezca poner un precio demasiado alto a la satisfacci�n de su apetito, o un precio demasiado bajo a la vida de sus soldados. Lo derram� al Se�or como una especie de libaci�n y reconocimiento de la bondad de Dios al preservar la vida de sus capitanes en una empresa tan peligrosa; y para mostrar que lo estimaba como cosa sagrada, que no le conven�a beber.
Versículo 17
Para que no apagues la luz de Israel para que no te maten, y con ello tu pueblo pierda su gloria y felicidad, e incluso se arruine por completo. En las Escrituras, a los buenos reyes se les llama con justicia la luz de su pueblo, porque la belleza y la gloria, la conducta y la direcci�n, el consuelo y la seguridad y el bienestar de un pueblo dependen en gran medida de ellos. �Una imagen noble esta de rey!
Versículo 18
Despu�s de esto Despu�s de la �ltima batalla mencionada. Nuevamente hubo una batalla en Gob Or en Gezer , como en 1 Cr�nicas 20:4 , en la que parece que Gob y Gezer eran lugares vecinos, y la batalla se libr� en los confines de ambos. Sibejai el husatita Uno de los dignos de David, 1 Cr�nicas 11:29 ; Mat� a Saph Uno de la misma raza de Rephaims, descendiente de los Anakims.
Versículo 19
Elhan�n, Bet-lehemita Otro de los comandantes dignos y valientes de David. Mat� al hermano de Goliat. La palabra relativa, hermano , no est� en el texto hebreo, pero se suministra correctamente fuera del lugar paralelo. 1 Cr�nicas 20:5 , donde se expresa. El b�culo de cuya lanza era como viga de tejedor Por grosor; es decir, como el gran rodillo sobre el que se sujeta la tela al tejer.
Versículos 20-22
Todav�a hab�a una batalla en Gat , es decir, en el territorio de esa ciudad; circunstancia que da a entender que esta, y en consecuencia las otras batallas aqu� descritas, se pelearon antes de que David tomara a Gat de manos de los filisteos, lo que hizo muchos a�os antes de esto, 2 Samuel 8:1 , comparado con 1 Cr�nicas 18:1 ; y por tanto, no en los �ltimos d�as de David, como algunos conciben, por la menci�n de ellos en este lugar. Un hombre de gran estatura O, un hombre de Medin , o Madon , como lo expresan los Setenta; as� llamado desde el lugar de su nacimiento, ya que se dice que Goliat es de Gat por la misma raz�n. Que ten�a en cada mano seis dedos, &C. Tavernier, en su relaci�n del serrallo del gran se�or, p. 95, dice, que el hijo mayor del emperador de Java, que rein� en el a�o 1648, cuando se encontraba en esa isla, ten�a seis dedos en cada mano, y tantos dedos en cada pie, todos de igual longitud. Estos cuatro cayeron por mano de David , es decir, por su conducta y consejo, o concurrencia. De hecho, contribuy� con su mano a la muerte de uno de ellos; mientras manten�a una pelea con �l, le dio a Abisai la oportunidad m�s f�cil de matarlo. Pero lo que hacen los comandantes inferiores se suele atribuir al general, tanto en los autores sagrados como en los profanos.