Bible Commentaries
Deuteronomio 1

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Introducción

AM 2553. BC 1451.

El prefacio, fijando el tiempo y el lugar, Deuteronomio 1:1 . Israel orden� marchar, Deuteronomio 1:6 . Los jueces proporcionaron 9-13. Vienen a Cades-barnea, Deuteronomio 1:19 . Los esp�as enviaron, su informe, la murmuraci�n del pueblo, Deuteronomio 1:22 . La sentencia dictada sobre ellos, Deuteronomio 1:34 . Son heridos por los amorreos y permanecen en Cades, Deuteronomio 1:41 .

Versículo 1

Estas son las palabras que habl� Mois�s en el �ltimo campamento de los israelitas, que estaba en las llanuras de Moab, habiendo ahora dos meses antes de la muerte de Mois�s y su paso a la tierra de Cana�n. Mois�s dedic� esta �ltima parte de su tiempo a presentarles un relato de sus viajes y de las muchas providencias, misericordias y juicios singulares que les hab�an acompa�ado; en repetir y ampliar las diversas leyes que Dios hab�a prescrito para su conducta civil y religiosa en ese pa�s prometido; y en las aplicaciones m�s urgentes y las persuasiones m�s fervientes, a una obediencia agradecida y obediente. Estas cosas, aqu� denominadas palabras , con su �ltima bendici�n prof�tica sobre sus tribus, constituyen el tema de este libro. A todo IsraelEs decir, por sus jefes o ancianos, quienes deb�an comunicar estos discursos a todo el pueblo. En el desierto frente al mar Rojo Sin duda, esta es una traducci�n incorrecta, porque ahora estaban a una gran distancia del mar Rojo, y en ning�n sentido frente a �l. ?? �, Suph , aqu� traducido Mar Rojo , es, sin duda, el nombre de una ciudad o distrito en el pa�s de Moab, del cual ver N�meros 21:14 . El mar Rojo nunca se expresa solo con Suph , sino siempre con ?? ?? �, Jam Suph. Este lugar parece haber estado cerca del mar Muerto, y haber tenido su nombre Suph , una fiebre, de las muchas banderas o juncos que all� crec�an. Entre Par�n Esto no puede estar bien referido al desierto de Par�n, mencionado N�meros 10:12 , porque eso estaba muy lejos de all�; pero de alg�n lugar en el pa�s de Moab, como era Suph , y el resto de los lugares que aqu� siguen. Y Dizahab en hebreo, ?? ???, Di zahab , que traduce la Vulgata, Donde hay mucho oro , como significan las palabras. Quiz�s ten�a su nombre de algunas minas de oro que hab�a all�; circunstancia que parece haber determinado a los Setenta a convertirlo en ??????????, lugares de oro o minas de oro.

Versículo 2

Hay un viaje de once d�as. Esto se agrega para mostrar que la raz�n por la cual los israelitas en tantos a�os no avanzaron m�s de Horeb que a estas llanuras, no fue la distancia de los lugares, sino a causa de sus rebeliones. Cades-barnea que no estaba lejos de los l�mites de Cana�n.

Versículos 3-4

El und�cimo mes, que fue poco antes de su muerte. Todo lo que el Se�or le hab�a dado en el mando Lo cual muestra no solo que lo que ahora entreg� era en esencia lo mismo que lo que se hab�a ordenado anteriormente, sino que Dios ahora le orden� que lo repitiera. Dio este ensayo y exhortaci�n por direcci�n divina: Dios lo design� para dejar este legado a la iglesia. Og Su palacio o mansi�n estaba en Astaroth, y fue asesinado en Edrei.

Versículo 6

Hab�is vivido bastante tiempo en este monte. Se hab�an quedado en el monte Sina�, o Horeb, casi un a�o, recibiendo la ley, erigiendo el tabern�culo, contando al pueblo, clasific�ndolos seg�n sus normas, etc. Y as�, estando preparados para una marcha ordenada, se les orden� que partieran de all� y se dirigieran a las fronteras m�s cercanas de Cana�n.

Versículos 7-8

Al monte de los amorreos , es decir, a la regi�n monta�osa de la parte sur de Cana�n, habitada principalmente por los amorreos, Deuteronomio 1:19 ; Deuteronomio 1:44 . El pa�s al que Mois�s orden� a los esp�as que N�meros 13:17 , N�meros 13:17 . Este orden no se menciona en el libro de N�meros, ni en muchas otras cosas, por un conocimiento del cual estamos en deuda con este libro complementario de Deuteronomio. He aqu�, he puesto la tierra delante de vosotros en hebreo, delante de vuestros rostros; est� abierto a su vista y a su posesi�n; no hay impedimento en tu camino. Y as� es la Cana�n celestial, y el reino de gracia que conduce a ella, abiertos a la vista y al disfrute de todos los creyentes.Que jur� el Se�or a vuestros padres, G�nesis 15:18 ; G�nesis 17:7 ; G�nesis 28:13 . De hecho, no se dice en ninguno de estos lugares que Dios confirm� su promesa con un juramento; pero hizo lo que era equivalente a eso; comprometi� su veracidad mediante la transacci�n solemne de un pacto, que se llama el juramento de Dios, G�nesis 26:3 .

Versículo 9

Les habl� a sus padres, que estaban vivos en el tiempo aqu� mencionado, pero ahora muertos, N�meros 26:64 . En ese momento Eso es, aproximadamente en ese momento, un poco antes de su llegada a Horeb. Ver �xodo 18 . Esto fue por consejo de Jethro, su suegro.

Versículos 12-13

�C�mo puedo soportar yo solo tu carga? La molestia de gobernar y manejar a un pueblo tan perverso. Vuestra contienda, vuestras contiendas entre vosotros, por la determinaci�n de la cual fueron nombrados los ancianos. Tomad a sabios y personas entendidas de conocimiento, sabidur�a y experiencia. Conocido entre tus tribus hebreo, por tus tribus; los hombres ten�an fama de habilidad e integridad; porque a ellos se someter�an m�s f�cilmente.

Versículo 15

As� que tom� al jefe no en autoridad, sino en dotes para gobernar. Y oficiales Oficiales inferiores, que deb�an atender a los magistrados superiores y ejecutar sus decretos.

Versículo 16

El extra�o que conversa o trata con �l. Dios quiere que se le administre justicia por igual que a su propio pueblo, en parte por el honor de la religi�n y en parte por el inter�s que todo hombre tiene en los asuntos de derecho com�n.

Versículo 17

Respetar a las personas hebreas, no conocer , ni reconocer caras; es decir, no dicte sentencia seg�n las cualidades externas de la persona, ya sea pobre o rica, su amiga o enemiga, sino puramente seg�n el m�rito de la causa. Por lo que algunos legisladores griegos ordenaron que los jueces dictaran sentencia en la oscuridad, donde no pudieran ver los rostros de los hombres. El juicio es de Dios. Es dictado en el nombre de Dios, y por comisi�n de �l, por usted, como representante de su persona y haciendo su obra; quien, por tanto, te defender� en ella contra todos tus enemigos, ya quien debes dar cuenta exacta.

Versículo 18

Te lo orden� , etc. Te instru� en tu deber, entreg�ndote a ti, y especialmente a tus jueces, las leyes, estatutos y juicios que me revel� el Se�or en Horeb.

Versículo 19

Gran y terrible desierto Grande, porque se extend�a por un gran camino; y terrible, porque en su mayor�a est� desolado, o solo habitado por bestias salvajes. Por el camino del monte de los amorreos Todo el camino fuiste hacia ese monte.

Versículos 24-25

Escol Es decir, uvas , as� llamadas del buen racimo de uvas que trajeron de all�. Es una buena tierra. As� dijeron por unanimidad, N�meros 13:27 . Solo agregaron, que no eran rival para los habitantes de la misma, como se insin�a Deuteronomio 1:28 .

Versículo 27

Porque el Se�or nos odia Esto muestra los pensamientos deshonrosos e indignos que hab�an tenido de Dios, imaginarlo capaz de ser impulsado por el odio a sus propias criaturas. De hecho, no pod�a dejar de ver sus pecados con odio; as� como todo padre bueno y sabio debe detestar todas las malas disposiciones y pr�cticas en sus hijos, pero Dios, infinitamente bueno, no puede odiar nada de lo que ha hecho, como una madre tierna puede endurecerse contra su hijo de pecho.

Versículo 28

El pueblo es mayor en n�mero, fuerza y ??valor. Las ciudades son grandes y est�n amuralladas hasta el cielo. Una hip�rbole, que significa que sus ciudades estaban cercadas con muros muy altos, lo que el mismo Mois�s permite que sea cierto, Deuteronomio 9:1 . Pero, por muy fuertes que fueran, los israelitas no ten�an motivos para temer, ya que estaban seguros de la protecci�n divina y la ayuda en la ejecuci�n de su mandato.

Versículo 30

Luchar� por ti de acuerdo con todo lo que hizo en Egipto. Este fue uno de los argumentos m�s fuertes posibles para engendrar en ellos una firme confianza en la protecci�n y ayuda de Dios; ya que no pod�an dejar de reconocer que el mismo poder que los hab�a redimido de Egipto no era menos capaz de traerlos a Cana�n; sin embargo, incluso esto result� ser in�til.

Versículos 31-34

Desnudo o te llev� , como un padre lleva a su d�bil y tierno hijo en sus brazos, a trav�s de dificultades y peligros, gui�ndote suavemente seg�n pudiste ir y sosteni�ndote con su poder y bondad. No cre�steis al Se�or, de modo que no pudieron entrar a causa de su incredulidad. No fue ning�n otro pecado lo que los excluy� de Cana�n, sino su incredulidad de esa promesa que era t�pica de la gracia del evangelio; para significar que ning�n pecado nos arruinar� sino la incredulidad , que es un pecado contra el remedio y, por lo tanto, sin remedio. Tus palabras, es decir, tus murmuraciones, tus discursos ingratos, impacientes, desconfiados y rebeldes.

Versículos 36-37

Excepto Caleb, bajo quien Josu� est� comprendido, aunque no expresado aqu�, porque ahora no iba a ser uno m�s del pueblo, sino que ser�a puesto sobre ellos como gobernador principal: tambi�n debemos exceptuar a Eleazar y algunos otros levitas. Por tu bien Con motivo de tu maldad y perversidad, con las que me provocaste a hablar sin avisar.

Versículo 44

Como abejas Como abejas que, provocadas, salen de sus colmenas en gran n�mero, y con gran furor persiguen a su adversario y perturbador.

Versículos 45-46

El Se�or no quiso escuchar su dolor, no proveniente de una mente arrepentida, o de una preocupaci�n de que Dios estuviera disgustado con usted, sino de esto, que ustedes mismos no pudieron hacer lo que deseaban, Dios no escuch� su clamor, como siempre escucha el clamor de los que le rezan con sinceridad y lloran de dolor genuino y piadoso. Ustedes permanecieron en Cades muchos d�as, casi un a�o entero, y ahora no se les permiti� avanzar hacia Cana�n.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Deuteronomy 1". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/deuteronomy-1.html. 1857.