Bible Commentaries
Deuteronomio 3

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Introducción

AM 2553. BC 1451.

La conquista de Og y su pa�s, Deuteronomio 3:1 . La distribuci�n de la misma a las dos tribus y media, Deuteronomio 3:12 ; con la condici�n de ayudar a sus hermanos, Deuteronomio 3:18 . Josu� alent�, Deuteronomio 3:21 ; Deuteronomio 3:22 . Mois�s ora para poder entrar en Cana�n, Deuteronomio 3:23 . Pero se le niega, pero se le permite verlo.

Versículo 1

Og, el rey de Bas�n, sali� contra nosotros Como un est�mulo m�s para que los israelitas confiaran en el poder y la fidelidad de Dios, Mois�s procede a recordarles el maravilloso �xito que hab�an tenido contra Og, quien parece haber sido el primero agresor, N�meros 21:33 .

Versículo 8

De este lado del Jord�n As� sucedi� cuando Mois�s escribi� este libro; pero despu�s, cuando Israel pas� el Jord�n, se la llam� la tierra m�s all� del Jord�n.

Versículo 9

Sirion En otra parte se llama monte de Galaad y L�bano, y aqu� Shenir y Sirion, que se le dieron varios nombres a esta monta�a, en parte por varias personas, y en parte con respecto a varias cimas y partes de ella.

Versículo 10

Todo Galaad Galaad a veces se toma por todas las posesiones de los israelitas m�s all� del Jord�n, y por eso comprende a Bas�n; pero aqu� para la parte que se encuentra en y cerca del monte de Galaad, y as� se distingue de Bas�n y Argob.

Versículo 11

Solo Og qued� del remanente de gigantes , es decir, en esas partes; porque hab�a otros gigantes entre los filisteos y en otros lugares. Cuando los amonitas expulsaron a los Zamzummims, mencion� Deuteronomio 2:20 , Og pudo escapar, y as� se dice que qued� del remanente de los gigantes , y luego, huyendo a los amorreos, tal vez fue hecho su rey, debido a su gigantesco estatura. Su armaz�n de cama era un armaz�n de hierro. Los armazones de cama de hierro , lat�n y otros metales, no son inusuales en los pa�ses c�lidos, como defensa contra las alima�as. En RabbathD�nde podr�a estar ahora, ya sea porque los amonitas, en alguna batalla anterior con Og, lo hab�an tomado como bot�n; o porque, despu�s de la muerte de Og, los amonitas deseaban tener este monumento de su grandeza, y los israelitas les permitieron llev�rselo a su ciudad principal. Nueve codos

De modo que su cama ten�a cuatro metros y medio de largo y dos metros de ancho.

Versículo 14

Hasta el d�a de hoy Esto debe colocarse entre los pasajes que no fueron escritos por Mois�s, sino que fueron agregados por aquellos hombres santos que digirieron los libros de Mois�s en este orden, e insertaron algunos pasajes para acomodar las cosas a su propio tiempo y pueblo.

Versículos 15-16

Galaad Es decir, la mitad de Galaad. Hacia Machir

Es decir, a los hijos de Machir, hijo de Manas�s, porque Machir ahora estaba muerto. La mitad del valle O m�s bien, hasta la mitad del r�o: porque la palabra traducida como mitad , significa com�nmente medio , y la misma palabra hebrea significa tanto un valle como un arroyo o r�o. Y este sentido concuerda con la verdad, que su tierra se extend�a desde Galaad hasta Arn�n, y, para hablar exactamente, hasta la mitad de ese r�o; porque as� como ese r�o era el l�mite entre ellos y los dem�s, la mitad les pertenec�a a ellos, como la otra mitad les pertenec�a a los dem�s; ver Josu� 12:2, donde lo mismo se expresa con las mismas palabras, en hebreo, aunque nuestros traductores las traducen all�, desde el medio del r�o , y aqu�, la mitad del valle.

Versículo 17

La llanura La tierra baja hacia Jordania El mar de la llanura Es decir, ese mar salado, que antes de aquella terrible conflagraci�n era una hermosa llanura.

Versículo 18

Yo les orden� a ustedes , a saber, los rubenitas y gaditas. Todos los que han cumplido En el n�mero que vuestros hermanos juzguen necesario. Eran en total m�s de cien mil. Cuarenta mil de ellos cruzaron el Jord�n antes que sus hermanos.

Versículos 23-24

Rogu� al Se�or que no permiti�ramos en nuestro coraz�n ning�n deseo que no podamos ofrecer con fe a Dios por medio de la oraci�n. Has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza Se�or, perfecciona lo que has comenzado. Cuanto m�s vemos de la gloria de Dios en sus obras, m�s deseamos ver. Y cuanto m�s afectados estemos por lo que hemos visto de Dios, mejor estaremos preparados para nuevos descubrimientos.

Versículo 25

Perm�tanme repasar porque supuso que las amenazas de Dios podr�an ser condicionales y reversibles, como muchas otras. Ese bello monte que los jud�os no entend�an improbablemente de ese monte en el que se iba a construir el templo. A esto parece llamar a esa monta�a , enf�tica y eminentemente, lo que estaba mucho en los pensamientos de Mois�s, aunque no en sus ojos.

Versículo 28

�l pasar�. No era Mois�s, sino Josu�, o Jes�s, quien iba a dar descanso al pueblo, Hebreos 4:8 . Es un consuelo para los que aman a la humanidad, cuando est�n muriendo y desapareciendo, ver que es probable que la obra de Dios sea llevada a cabo por otras manos cuando est�n en silencio en el polvo.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Deuteronomy 3". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/deuteronomy-3.html. 1857.