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Bible Commentaries
Ezequiel 36

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Versículo 1

Hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel Al profeta se le hab�a ordenado, Ezequiel 6:2 , que pusiera su rostro hacia los montes de Israel y profetizara contra ellos. Entonces Dios sali� para contender con su pueblo; pero ahora regresa con misericordia a ellos, y su profeta debe hablar palabras buenas y reconfortantes a estas monta�as; y lo que les dice, lo dice a los collados , a los valles , a los desolados yermos del campo, ya las ciudades que fueron abandonadas, Ezequiel 36:4 , y nuevamente, Ezequiel 36:6 .

La gente se hab�a ido, unos de un modo y otros de otro; all� no quedaba nada para hablar sino los lugares, los montes y los valles: estos no pod�an llevarse los caldeos. Ahora, para mostrar la misericordia que Dios ten�a reservada para el pueblo, el profeta debe hablar de �l como si tuviera consideraci�n por el pa�s, que si el Se�or se hubiera complacido en abandonar para siempre, no lo habr�a invocado para escuchar sus palabras. palabra, ni le habr�a mostrado cosas como estas.

Versículos 2-7

Porque el enemigo ha dicho , etc. Esta profec�a parece ser una continuaci�n de la anterior. �Los idumeos se han jactado (v�anse Ezequiel 36:5 y Eze 35:10) de llegar a ser due�os de las partes monta�osas de Judea, donde se colocaron las antiguas fortalezas que dominaban todo el resto del pa�s�. Lowth. Y sois tomados en los labios de los conversadores , etc. Tus calamidades te han convertido en proverbio, en burla y en oprobio entre las gentes que te rodean, seg�n las amenazas de los profetas denunciados contra ti: mira al margen. As� dice el Se�or a los montes, etc., que se convirtieron en presa del residuo de los paganos.A los paganos que quedaron despu�s de que las desolaciones generales amenazaran a los pa�ses vecinos, Moab, Edom, Amm�n, etc. Seguramente en el fuego de mis celos En ese ferviente celo y preocupaci�n que tengo por mi propio honor, que es blasfemado entre los paganos; He hablado contra el resto de las naciones, contra todas las naciones que son y han sido enemigas de Israel; contra todos los Idumea, que han puesto mi tierra en posesi�n de ellos, que han esperado plenamente tomar el dominio de mi tierra y ser los �nicos poseedores de ella.

Porque hab�is llevado la verg�enza de las naciones, porque las naciones paganas se han burlado de vosotros; por tanto, he levantado mi mano , he jurado, o he decidido absolutamente: ver G�nesis 14:22 . Ciertamente las naciones que te rodean llevar�n su verg�enza. Las naciones paganas alrededor, que se han burlado de ti, ser�n burladas de s� mismas y ser�n tan despreciadas como te han despreciado.

Versículos 8-12

Pero vosotros, montes de Israel, dar�is vuestro fruto , etc. Aqu� la tierra de Judea est� ordenada para proveer el sustento del pueblo de Israel, que estaba a punto de regresar del cautiverio para morar all� de nuevo; porque , dice el profeta, est�n cerca para venir Es decir, la liberaci�n de mi personas se efectuar�n en poco tiempo. Esta profec�a parece tener una referencia inmediata al regreso de los jud�os de Babilonia; pero no puede haber duda, como observa justamente Calmet, que tambi�n tiene una referencia adicional, incluso al regreso general de los israelitas, y al reino del Mes�as; la mayor distancia de tiempo que las cosas de este mundo pueden extenderse hasta ser un momento respecto a la eternidad. Porque yo soy para ti y volver� a ti, &C. Enviar� de nuevo mi bendici�n sobre ti y tiempos favorables; y te har� habitar, para que de nuevo seas cultivado y fruct�fero. Esto tambi�n se dirige, por as� decirlo, a la tierra de Judea.

Y las ciudades ser�n habitadas Las ciudades y pueblos que yacen en ruinas ser�n reconstruidos de nuevo. Y multiplicar� sobre ti hombres y bestias. Como Dios, en sus juicios, amenaz� con cortar al hombre y a las bestias de la tierra ( Ezequiel 14:17 ), as� que aqu� promete llenarla con ambos. Y os har� mejor que al principio en concederos las bendiciones del evangelio, cuyas promesas fueron hechas primero a los jud�os y a sus hijos, Hechos 2:39 . Las palabras tambi�n pueden implicar que Dios les dar�a una posesi�n m�s duradera y segura de su tierra que nunca antes la hab�an tenido: vea los siguientes vers�culos. S�, har� que los hombres caminen sobre tiOh monta�as, o tierra de Israel, Ezequiel 36:8 . Y de ahora en adelante no los privar�s m�s de hombres. Es decir, no ser�s m�s notable por tus habitantes que mueren en n�meros poco comunes, por pestilencia, espada y hambre.

Versículos 13-15

Porque dicen: Tierra devora a los hombres , O tu pueblo. El pa�s de Judea (como aparece por lo que aqu� se dice) fue mencionado por las naciones vecinas con deshonra, como un pa�s particularmente fatal para sus habitantes, donde murieron m�s por hambre, pestilencia y espada, que en cualquier otro lugar: y por eso Dios aqu� dice, que no deber�a haber m�s ocasi�n de dar este car�cter de Judea, para que estos juicios y calamidades frecuentes cesen en ella. Por tanto, no devorar�s m�s a los hombres. Ser�s libre de los juicios destructivos que han consumido a tu pueblo en �pocas pasadas. Tampoco har� que los hombres oigan en ti la verg�enza de los paganosNi tus habitantes oir�n m�s las burlas de las naciones paganas alrededor, reproch�ndolas por sus graves calamidades, como si fueran un pueblo maldito, abandonado por su Dios y abandonado a la destrucci�n. Ni har�s caer a tus naciones , etc.

O, como los caldeos y algunas otras versiones antiguas traducen las palabras, Ni perder�s m�s a tu pueblo , una interpretaci�n adoptada por el obispo Newcome. La Vulgata traduce la cl�usula, Et gentem tuam no amittes amplius Y t� no perder� tu naci�n (o personas) ninguna m�s , que es, por estas calamidades notables. Los que piensan que estas promesas se cumplieron en la restauraci�n de los Judios de la cautividad de Babilonia, y su restablecimiento en su propia tierra, observe las expresiones no m�s , y no m�s, en un sentido limitado, y entender por ello s�lo un largo per�odo de tiempo; pero parece m�s razonable suponer que estas y otras profec�as similares, de las cuales hay muchas en las Escrituras, a�n est�n por cumplirse, y que respetan el futura restauraci�n de los jud�os a su propia tierra, despu�s de su conversi�n al cristianismo.

Versículos 17-19

Cuando la casa de Israel habit� en su propia tierra en saciedad de pan, comodidad y seguridad, como lo hicieron en d�as pasados; lo profanaron Lo hicieron abominable ante Dios, e inc�modo para ellos mismos; por su propio camino y por sus obras Por el camino de su propia elecci�n, su camino perverso, abandonando mi ley, despreciando mi consejo, abandonando mi adoraci�n y mi templo; y por su conducta imp�a y sus pr�cticas injustas. Su camino estaba delante de m� como inmundicia de mujer removidaComo a una mujer bajo una contaminaci�n legal se le prohibi� entrar a los patios del templo o asistir a la adoraci�n de Dios all�; as� que las impurezas que los jud�os hab�an contra�do por sus idolatr�as, adulterios, asesinatos y otros pecados atroces, los hac�an incapaces de ser reconocidos como pueblo de Dios o de ofrecerle alg�n servicio religioso. Por tanto, derram� mi furor sobre ellos Estos y sus otros pecados fueron la verdadera causa de la desolaci�n de su pa�s, y de todas las miserias que sufrieron, y nada en la tierra misma, como dijeron los paganos, Ezequiel 36:13 .

De acuerdo con sus acciones, los juzgu�, Dios repite con frecuencia que sus juicios sobre los jud�os no fueron m�s que lo que sus propios caminos o acciones lo obligaron a infligir. En sus tratos con ellos no hubo un ejercicio arbitrario de soberan�a, sino que fueron tratados de acuerdo con su propia conducta. Y as� Dios trata con la humanidad en general: sus acciones, con respecto a ellos, no se basan en un ejercicio arbitrario de su soberan�a absoluta sobre ellos, sino en la justicia imparcial, la sabidur�a y la bondad, y los juzga seg�n sus propios caminos. , y no seg�n los dictados de una voluntad arbitraria.

Versículo 20

Cuando entraron a los paganos, profanaron mi santo nombre primero, con sus malas pr�cticas provocaron un esc�ndalo en el nombre de Dios, y dieron ocasi�n a los paganos de decir: Mirad qu� desdichados libertinos son estos, que se llaman a s� mismos el pueblo peculiar de Jehov�; juzgar qu� clase de Dios es el que tiene tales adoradores. Los jud�os no daban cr�dito a su profesi�n dondequiera que fueran; pero, por el contrario, un reproche para ella, y el nombre de Dios y su santa religi�n fue blasfemado a trav�s de ellos, Romanos 2:24. Observa, lector, cuando aquellos que pretenden estar relacionados con Dios, como sus siervos e hijos, y estar en alianza y comuni�n con �l, se encuentran sin embargo corruptos en su moral, esclavos de sus apetitos y pasiones, deshonestos en sus tratos, y falsos a sus palabras, y la confianza depositada en ellos, los enemigos del Se�or tienen por ello gran causa que les ha dado para blasfemar tanto a �l como a su religi�n. 2d, el nombre de Dios fue profanado por los sufrimientos de Israel; porque de ellos los enemigos de Dios aprovecharon la ocasi�n para reprochar a Dios, por ser incapaz de proteger a sus propios adoradores y de hacer valer sus propias concesiones.

Dijeron con desprecio: Este es el pueblo del Se�or; esta gente malvada! ves que no pudo mantenerlos en su obediencia a sus preceptos; esta gente miserable! no pod�a mantenerlos en el disfrute de sus favores. Este es el pueblo que sali� de la tierra de Jehov�; �Son la escoria misma de las naciones!

Versículos 21-23

Pero tuve l�stima de mi santo nombre. Es decir, como se expresa en Ezequiel 20:9 , obr� por amor de mi nombre, para que no sea contaminado ni humillado entre los paganos: conserv�, reform�, devolv� mi pueblo del cautiverio, y lo restableci� en su propia tierra, por el honor de mi misericordia, verdad y poder. Dime, no hago esto por tu bien , etc. Las promesas que hago a tu favor no se deben a ning�n m�rito tuyo, sino simplemente para reivindicar mi propio honor. Y santificar� mi gran nombre, &C. Dar� pruebas ilustres de mi poder y bondad, y reivindicar� mi honor de los reproches con que ha sido blasfemado entre los paganos, con motivo de sus malas acciones y sus sufrimientos. Y los paganos sabr�n que yo soy el Se�or. El regreso de los jud�os del cautiverio babil�nico fue tomado en cuenta por los paganos como un ejemplo destacado de la providencia de Dios hacia ellos, como aparece en Salmo 126:2 .

Y su conversi�n general, y la futura restauraci�n de su propia tierra, ser� una prueba mucho m�s notable del cumplimiento de Dios de las promesas hechas a sus padres; para que los mismos paganos se vean obligados a observarlo y reconocerlo: v�ase Ezequiel 37:28 . Cuando sea santificado en ti ante tus ojos. Cuando, por medio del maravilloso poder y bondad que manifestar� en tu restauraci�n, estar�n convencidos de que yo soy en verdad el Dios vivo y verdadero.

Versículo 25

Los rociar� con agua limpia La expresi�n aqu� alude a las purificaciones legales que se hicieron rociando agua sobre las personas impuras: ver N�meros 8:7 ; N�meros 19:13 . Pero la purificaci�n que se pretende es claramente la del alma, por la sangre de Cristo rociada sobre la conciencia de los hombres para quitar su culpa (ver Hebreos 9:14 ; Hebreos 12:24 ) y por la gracia del Esp�ritu Santo rociada sobre el toda el alma, para purificarla de todas las inclinaciones y disposiciones corruptas; tanto las bendiciones que se reciben por la fe en Cristo como en las promesas de Dios hechas a trav�s de �l: ver G�latas 2:16 ; G�latas 3:14 ; Hechos 15:9 .

De todas vuestras inmundicias inmundicias, como lo expresa el ap�stol, de carne y de esp�ritu; de todos los apetitos, pasiones y disposiciones imp�as; de toda impureza de coraz�n y de vida; de todo lo contrario a la mente de Cristo, la imagen de Dios o la naturaleza divina; y de todos tus �dolos te limpiar�De toda idolatr�a tanto interna como externa; de poner esa confianza en la obra de tus propias manos, o en cualquier criatura, que debes poner solo en tu Creador; o de poner tus afectos en cualquier persona o cosa con preferencia a �l, quien es tu Redentor y Salvador, tu Amigo y Padre, tu porci�n y tesoro, tu Dios y tu todo. Observe, lector, el pecado es de naturaleza contaminante; la idolatr�a en particular lo es; hace que los pecadores sean odiosos para Dios e infelices en s� mismos; pero cuando nuestra culpa es perdonada y nuestra naturaleza corrupta santificada, entonces somos limpiados de esta inmundicia; y no hay otra forma de salvarse de ella. Este Dios promete a su pueblo aqu�, para que sea santificado en ellos, Ezequiel 36:23. No podemos santificar el nombre de Dios, a menos que �l santifique nuestros corazones, ni vivamos para su gloria, sino por su gracia.

Versículos 26-27

Tambi�n les dar� un coraz�n nuevo. Una nueva disposici�n mental, excelente en s� misma y muy diferente de la que era antes; la estructura del alma cambi� de pecaminosa a santa, de carnal a espiritual; un coraz�n en el que est� escrita la ley de Dios, Jeremias 31:33 ; un esp�ritu santificado, en el cual la gracia todopoderosa de Dios sale victoriosa, y lo vuelve del mundo a Dios, y de todo pecado a toda santidad; un estado de �nimo que es un don sobrenatural de Dios, y no obra de ning�n hombre por su propio poder. Y quitar� el coraz�n de piedra El coraz�n duro, insensato, insensible, inflexible; el coraz�n no apto y reacio a recibir cualquier impresi�n divina y a devolver cualquier afecto devoto. De tu carne , es decir, de ti.Y te dar� un coraz�n de carne. Un coraz�n tierno y tierno, que tenga los sentidos espirituales ejercitados y sea consciente de los dolores y placeres espirituales; un coraz�n de temperamento completamente diferente, que escucha la ley de Dios, tiembla ante sus amenazas, se amolda al cumplimiento de toda su voluntad; dispuesto a hacer, ser o sufrir lo que Dios quiera; recibir la impresi�n divina como cera blanda recibe la impresi�n del sello.

Pondr� mi Esp�ritu dentro de ustedes Mi Esp�ritu iluminante, regenerador y santificador; ese Esp�ritu Santo que es dado y mora en todos los verdaderos creyentes; y causarte dulce y poderosamente, pero sin compulsi�n; para andar en mis estatutos, en todas mis ordenanzas y mandamientos, y por el juicio, la elecci�n y el afecto. Porque nuestros esp�ritus, cuando son renovados por el Esp�ritu de Dios a una disposici�n conforme a su santidad, cumplen prontamente su voluntad en todas las cosas, est�n de acuerdo con sus designios y se convierten en colaboradores con �l. Y guardar�is mis juicios, y los cumplir�is. Estar�is dispuestos y ser�is capaces de realizar toda obediencia aceptable y vivir una vida de santidad y justicia universales.

Versículos 28-30

Y habitar�is en la tierra. Las bendiciones espirituales, prometidas en los �ltimos tres vers�culos, ahora van seguidas de bendiciones temporales. As� la tierra sigue a menudo al cielo, y la piedad tiene la promesa de la vida que es ahora, as� como de la que ha de venir. Cuando los israelitas est�n as� preparados para la misericordia, volver�n a sus posesiones y volver�n a establecerse en ellas. Y all� Dios los reconocer� como su pueblo, y los proteger� y bendecir� como tales, otorg�ndoles generosamente todas las cosas buenas. Yo tambi�n te salvar�. Seguir� salv�ndote; de todas tus inmundicias quitar� su culpa, te librar� de su poder y de su contaminaci�n, y te proteger� de los castigos que se les imponen.

La salvaci�n de toda inmundicia incluye la justificaci�n, la entera santificaci�n y la idoneidad para la gloria. Y pedir� el ma�z , etc. Todos los art�culos necesarios se componen aqu� en uno. Y no os hag�is hambre. Este era uno de los juicios bajo los cuales hab�an trabajado; y hab�a sido tanto un reproche para ellos como cualquier otro, que murieran de hambre en una tierra tan famosa por la fecundidad. Pero aqu� se promete que ahora esta calamidad no los afligir� m�s, ni deber�an soportar m�s el reproche de ella, sino que deber�an tener el cr�dito de poseer abundancia; el fruto del �rbol y la multiplicaci�n del campo se les multiplicar�.

Versículos 31-32

Entonces recordar�s tus propios malos caminos. Reflexiona seriamente sobre tus pecados anteriores. Y os aborrecer�is a vosotros mismos con santa verg�enza y confusi�n de rostro, viendo cu�n abominables os hab�is hecho a los ojos de Dios; por tus iniquidades y por tus abominaciones estando convencidos de que no ten�an excusa alguna. Aqu� vemos cu�l es el incentivo m�s poderoso para un arrepentimiento evang�lico, a saber, un sentido justo de la misericordia y la gracia de Dios para con nosotros. Cuanto m�s veamos de su disposici�n a recibirnos en el favor de nuestro arrepentimiento, m�s raz�n veremos de que tendremos que avergonzarnos de nosotros mismos por haber pecado alguna vez contra tanto amor.

Ese coraz�n es en verdad duro que no se derretir� as�: v�anse las notas sobre Ezequiel 6:9 ; Ezequiel 16:61 . No hago esto por vosotros, que os sea de conocimiento. Aqu� se repite lo que se dice en Ezequiel 36:22 , con el prop�sito de poner freno a toda presunci�n vana en los jud�os, y confianza en sus propios m�ritos; un defecto al que han sido muy propensos en todas las �pocas.

Versículos 37-38

A�n ser� consultado por la casa de Israel. La casa de Israel debe, primero, orar por estas bendiciones; porque por la oraci�n se busca a Dios y se le pregunta por �l. Cu�l es el asunto de las promesas de Dios, debe ser el asunto de nuestras oraciones. Al pedir la misericordia prometida, damos gloria al donante, expresamos nuestro valor del regalo, nuestra propia dependencia de Dios y honramos la oraci�n, en la que �l ha honrado. Cristo mismo debe pedir, y entonces Dios le dar� los paganos como herencia; debe orar al Padre , y luego enviar� al Consolador;mucho m�s debemos pedir para recibir. 2d, Deben consultar los or�culos de Dios, porque as� tambi�n Dios es buscado e interrogado: la misericordia no debe ser s�lo un acto de providencia, sino un hijo de la promesa; y, por tanto, la promesa debe ser considerada y orar por ella, con un ojo de fe fijo en ella, que debe ser tanto la gu�a como el fundamento de nuestras expectativas. De estas dos maneras encontramos a Daniel preguntando a Dios, en el nombre de la casa de Israel: luego, cuando Dios estaba a punto de hacer estas grandes cosas por ellos, consult� los or�culos de Dios, porque entendi� por libros , es decir, el libro del profeta Jerem�as, tanto lo que se esperaba como cu�ndo; y luego puso su rostro para buscar a Dios por medio de la oraci�n, Daniel 9:2 .

Como el reba�o santo , etc. Reba�os dise�ados para usos sagrados, como sacrificios, y por lo tanto descritos con m�s detalle por el lugar donde fueron presentados, a saber, Jerusal�n; en sus fiestas solemnes Las tres grandes fiestas anuales. Estos reba�os eran los mejores en calidad, y en n�mero muy grande en estas ocasiones solemnes: ver 2 Cr�nicas 35:7 ; y 1 Reyes 8:63 . As� se multiplicar�n los hombres y llenar�n las ciudades de Jud� replantada. Y el aumento del n�mero de un pueblo es entonces honorable, cuando todos est�n consagrados a Dios como un reba�o santo, para ser presentados ante �l como sacrificios vivos. Las multitudes son una hermosa vista en el templo de Dios.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Ezekiel 36". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/ezekiel-36.html. 1857.
 
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