Bible Commentaries
Isaías 33

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Versículo 1

�Ay de ti, el m�s despojado de Senaquerib, que asolaste la tierra de Jud�! El profeta habla "como si hubiera encontrado a este gran saboteador", a quien se dirige, "en el mismo acto de estropear, y estuviera cara a cara denunciando el juicio divino sobre �l". Y no fuiste echado a perder si no hubieras recibido las mismas injurias. �Es pr�ctica de los grandes opresores del mundo hacer la guerra a sus vecinos sin una provocaci�n justa, o sin haber recibido ning�n da�o real de ellos; y es contra tales pr�cticas que se denuncia este ay �. Lowth. Y traicionero, as� Senaquerib trat� con Ezequ�as, 2 Reyes 18:14 ; 2 Reyes 18:17 . Y , ocuando no te traicionaron, Ezequ�as y los jud�os no lo hicieron. �Leemos, de hecho, ( 2 Reyes 18:7 ,) que Ezequ�as se rebel� contra el rey de Asiria; pero el significado no es m�s que que no resistir�a esos deshonrosos t�rminos de esclavitud, a los que se hab�a sometido su padre Acaz, cuando se profesaba siervo del rey de Asiria �( 2 Reyes 16:7 ), suplicando a su ayuda contra los sirios y efraimitas, por la que le pag� bien; pero el rey de Asiria no cumpli� su pacto con �l, porque lo angusti�, pero no lo fortaleci�, 2 Cr�nicas 28:20 .

Cuando dejes de despojar, ser�s despojado. Cuando hayas cumplido la obra de castigar a mi pueblo, al cual te envi�, tambi�n ser�s saqueado por tus enemigos. El significado adicional de esta predicci�n puede ser que cuando los asirios, hartos, por as� decirlo, de sus conquistas, dejen de hacer m�s conquistas y se entreguen al lujo y al placer, entonces otras naciones, ya sea conscientes de las ofensas que hab�an recibido de ellos, o por rapacidad, los atacar�a a su vez y los despojar�a, como hab�an arruinado a otros: lo que sucedi� en consecuencia. Sus calamidades parecen haber comenzado desde los tiempos en que Dejoces, rey de los medos, se sacudi� el yugo, unos setecientos a�os antes de Cristo: porque otras naciones pronto siguieron su ejemplo.

Versículo 2

Oh Se�or, ten piedad de nosotros El profeta y los jud�os piadosos, al contemplar la calamidad que vendr� sobre su pa�s, dirigen aqu� su oraci�n a Dios por ellos y su pueblo. S� t� su brazo. Es decir, su fuerza , es decir, la fuerza de todos los que en ti conf�an y esperan en ti, Salmo 25:3 ; todas las ma�anas hebreo, ??????, por las ma�anas; es decir, todos los d�as de forma adecuada y r�pida; en todas las ocasiones que lo necesiten.

Al mencionar las ma�anas , se cree que el profeta se refiere al momento del sacrificio matutino, que era la hora matutina de oraci�n con los jud�os piadosos; pero incluye todos los dem�s momentos de oraci�n, en todos los que desea que Dios escuche y responda a su pueblo, y sea su salvaci�n durante todo el d�a, y especialmente para apoyarlos en el tiempo de angustia.

Versículos 3-4

Al ruido del tumulto que se producir� cuando el �ngel destruya el ej�rcito; la gente huy� , es decir, los del ej�rcito que escaparon de ese golpe. En la elevaci�n de ti mismo Para ejecutar juicio; las naciones fueron esparcidas La gente de diversas naciones que compon�an el ej�rcito de Senaquerib. Y tu bot�n Ese tesoro que has acumulado saqueando a diversas personas; ser� recogido por los jud�os en Jerusal�n, cuando te ver�s obligado a huir a toda velocidad, dejando tu bot�n detr�s de ti; como la recolecci�n de la oruga Como las orugas recolectan y devoran todos los frutos de la tierra, que era una plaga com�n en esos pa�ses;como el correr de un lado a otro de las langostas , etc. Como langostas, especialmente cuando est�n armadas por comisi�n de Dios, vienen con gran fuerza y ??corren de aqu� para all� devorando todo lo que tienen delante; correr� contra ellos. Es decir, Ezequ�as, con su pueblo, correr� con impaciencia al despojo del campamento asirio, y lo tomar�.

Versículos 5-6

El Se�or es exaltado por la destrucci�n de un ej�rcito tan poderoso y por la defensa de su pueblo. Porque habita en las alturas. �l es, y parecer� ser, superior a sus enemigos, tanto en su lugar como en su poder. �l habita en el cielo, desde donde puede derramar juicios f�cil e irresistiblemente sobre sus enemigos. Ha cumplido O, llenar� Sion

O Jerusal�n; con juicio y justicia. Es decir, 1�, con un ejemplo glorioso de su justo juicio contra los asirios; o, 2d, Con la ejecuci�n de la justicia por el buen Ezequ�as, y la pr�ctica de la justicia entre el pueblo, como antes la misma ciudad se llen� de impiedad e injusticia bajo Acaz. La ciudad no solo ser� librada de ese enemigo malvado, sino que tambi�n ser� establecida y bendecida con la verdadera religi�n y justicia; que fue una gran adici�n a esa misericordia. Y sabidur�a y conocimiento Para gobernarte bien a ti mismo y al pueblo. Las palabras parecen estar dirigidas a Ezequ�as, ya sea por el profeta o, como piensa el obispo Lowth, por un coro de jud�os.

Ser� la estabilidad de tus tiempos De tu reinado; los tiempos se han puesto a menudo para las cosas que se hicieron en aquellos tiempos, El sentido es que tu trono ser� establecido sobre los fundamentos seguros de la sabidur�a y la justicia; y fortaleza de salvaci�n, tu fortaleza salvadora, o tu salvaci�n fuerte y poderosa. El temor del Se�or es su tesoro. Tu principal tesoro y deleite ser� promover el temor y la adoraci�n de Dios, que ser� un gran honor y salvaguardia para ti y para el pueblo.

Versículos 7-9

He aqu� , etc. Para que la misericordia aqu� prometida pueda ser debidamente apreciada y magnificada, ofrece una viva representaci�n del gran peligro y angustia en que los encontr�. Sus valientes �Tres manuscritos�, dice el obispo Lowth, �leen ??????, leones de Dios o leones fuertes; por eso llamaron h�roes a los hombres valientes; denominaci�n que todav�a utilizan los �rabes y los persas ". Los m�dicos hebreos, sin embargo, entienden por la palabra a sus heraldos o mensajeros , es decir, aquellos a quienes Ezequ�as envi� a tratar con los comisionados asirios, 2 Reyes 18:18 . Llorar�s sin dolor y miedo: los embajadores de la pazA quien envi� Ezequ�as a suplicar la paz de los asirios; llorar�n amargamente porque no pueden alcanzar su deseo. El caminante cesa porque los soldados asirios tomaron posesi�n y llenaron la tierra. Ha roto el pacto Senaquerib rompi� su fe dada a Ezequ�as, de partir por una suma de dinero, 2 Reyes 18:14 ; 2 Reyes 18:17 .

Ha despreciado las ciudades, las ciudades defendidas de Jud�, las cuales despreci� y f�cilmente tom�. No tiene en consideraci�n a nadie ni para perdonar, ni para temer, ni para tener fe en �l. No teme a Dios ni reverencia al hombre. La tierra est� de luto , etc. Estar desolado y abandonado. El L�bano es derribado por los asirios. O, como ??? m�s bien significa, y aqu� algunos lo traducen , se seca o languidece , porque sus �rboles fueron echados a perder y destruidos por los asirios. Sharon es como un desierto, aunque antes era un lugar agradable y fruct�fero. Bas�n y Carmelo se sacuden los frutosEst�n mimados de ellos. Estos dos lugares, eminentes por la fertilidad, y especialmente por los buenos pastos, se colocan aqu� para todos esos lugares.

Versículos 10-13

Ahora me levantar� En este extremo aparecer� en nombre de mi pueblo y mi tierra. En lugar de trigo macizo dar�is rastrojo . Tus grandes esperanzas y designios, oh vosotros, asirios, quedar�n totalmente defraudados. Su aliento, como fuego, los consumir�. Su furor contra mi pueblo les traer� la ruina. O la arrogancia, el orgullo, la ira y las blasfemias que desahogas contra Dios ser�n tu destrucci�n. El Dr. Waterland hace la cl�usula, "Tu aliento ser� el fuego que te consumir�". El pueblo ser� como la cal ardiente. Se consumir� perfectamente, como cuando las piedras de tiza se reducen a cal; calcinando o reduciendo a cenizas, siendo uno de los �ltimos efectos del fuego.

As� aprendemos de este per�odo, que cuando la calamidad del pueblo, as� como la insolencia de sus enemigos, llegara a lo m�s alto, Dios no demorar�a m�s, sino que inmediatamente interpondr�a y castig� severamente a los opresores, exaltando as� su gloria ante los ojos de las naciones, a quienes invoca, en las pr�ximas palabras, para que consideren sus obras. O�d, de lejos , etc. Un juicio tan notable como este merece ser conocido y tomado en serio por todos los hombres, tanto lejanos como cercanos.

Versículo 14

Los pecadores en Sion tienen miedo. Esto se dice, no de los asirios, sino de los jud�os. El profeta, habiendo predicho la liberaci�n del pueblo de Dios y la destrucci�n de sus enemigos, para la mayor ilustraci�n de esa maravillosa obra, puede considerarse aqu� como volviendo a la descripci�n de la triste condici�n en la que los jud�os, especialmente aquellos de ellos como eran incr�dulos e imp�os, deber�an serlo antes de que llegara esta liberaci�n. Porque, aunque los jud�os piadosos ser�an, en cierta medida, apoyados por un sentido del favor de Dios, y por sus promesas, entregadas por Isa�as, sin embargo, muchos de ellos, probablemente la generalidad, �l previ�, estar�an llenos de horrores. y expectativas de destrucci�n total. �Qui�n de nosotros habitar� con fuego devorador?�C�mo podremos soportar la presencia y soportar o evitar la ira de ese Dios, que es un fuego consumidor? �Qui�n ahora est� a punto de destruirnos por completo con los asirios, y luego nos quemar� con fuego inextinguible? O, se puede considerar que el profeta describe, en estas palabras, la consternaci�n con la que los pecadores de Si�n ser�an heridos cuando vieran la destrucci�n del ej�rcito asirio; porque la destrucci�n de eso es el fuego del que se habl� inmediatamente antes, ( Isa�as 33:11 ,) y estaban conscientes de haber provocado a este Dios, por su adoraci�n secreta de otros dioses, as� como por muchos otros pecados.

Como si hubiera dicho: Esta destrucci�n milagrosa de los asirios golpear� hasta al m�s profano de los jud�os, que sol�a burlarse de las amenazas de Dios, con terror, no sea que proceda con ira contra ellos mismos; de modo que dir�n: �Qui�n de nosotros habitar� con este fuego devorador, ante el cual un ej�rcito tan inmenso como espinas? �Qui�n habitar� con estos incendios eternos que convirtieron a los asirios en cal ardientes?�C�mo podremos soportar la ira de este Dios, que, si una vez se apodera de nosotros, nos consumir� por completo, y tambi�n ser� prenda y precursor de los tormentos eternos en el infierno, si no se previene mediante el arrepentimiento oportuno? Porque, puesto que es suficientemente evidente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que los jud�os, excepto los saduceos, cre�an en general en las recompensas y los castigos de una vida futura; No es extra�o que sus conciencias culpables les hicieran temer tanto los juicios presentes aqu� como las terribles consecuencias de ellos en el futuro.

Versículos 15-16

El que anda en justicia El que, habiendo sido primero hecho justo por la justificaci�n de su persona y la renovaci�n de su naturaleza (ver G�nesis 15:6 y Salmo 32:1 ), luego practica la justicia en todas sus ramas: ( 1 Juan 3:7 ,) y particularmente en todos sus tratos con los hombres, de los cuales lo explican las siguientes cl�usulas; y habla honestamente hebreo, ???????, rectitud , el que habla verdad y rectitud , y con la m�s santa intenci�n. Que no piensa una cosa y habla otra, pero cuya palabra es para �l tan sagrada como su juramento; que desprecia la ganancia de las opresionesQuien est� tan lejos de codiciar ganancias obtenidas injustamente, que las desprecia; piensa que es algo mezquino y s�rdido, adem�s de perverso, enriquecerse con cualquier injusticia cometida contra su pr�jimo o con las penurias que sufre; el que sacude sus manos para no recibir soborno O, de tomar o recibir ellos, como ???? se rinde a menudo; quien no recibir� , mucho menos retendr� sobornos; que tapa sus o�dos, etc.

�Qui�n no aceptar�, ni siquiera escuchar�, ning�n consejo o pr�ctica tendiente a derramar sangre inocente; oa cualquier tipo de crueldad hacia alguien; o cualquier sugerencia que lo incite a la venganza; y cierra los ojos para no ver el mal. Que aborrece la visi�n misma del pecado cometido por otros, y que �l mismo vigila contra las ocasiones en que se comete. Aquellos que quieran preservar la pureza de sus almas, deben mantener una estricta vigilancia sobre los sentidos de sus cuerpos; det�n sus o�dos a las tentaciones, y aparta sus ojos de la vanidad. Habitar� en lo alto fuera del alcance del peligro; su lugar de defensa las municiones de rocasEl poder divino lo mantendr� a salvo, como si estuviera en una torre, fuerte e inexpugnable, fortificado tanto por la naturaleza como por el arte. Dios, la Roca de los siglos, ser� su lugar de defensa. Se le dar� pan , etc. Dios le proporcionar� todas las cosas necesarias. Los que temen al Se�or no necesitar�n ning�n bien para ellos.

Versículos 17-18

Tus ojos ver�n al rey en su hermosura Ezequ�as, en una condici�n m�s pr�spera que antes. Habi�ndose quitado su cilicio y toda la tristeza de su rostro, aparecer� p�blicamente en su hermosura, con sus ropas reales y con un aspecto agradable, para gran alegr�a de todos sus amados s�bditos. Tus ojos ver�n al Rey Mes�as (representado por Ezequ�as) triunfando sobre todos sus enemigos y gobernando a su propio pueblo con justicia. A los que anden en rectitud no s�lo se les dar� pan y su agua segura, sino que ver�n , por fe, al Rey de reyes, en su hermosura , la hermosura de la santidad, y esa hermosura estar� sobre ellos. Ver�n la tierra que est� muy lejosUna vez levantado el asedio, por el cual fueron mantenidos cerca dentro de los muros de Jerusal�n, estar�n en libertad de salir al exterior sin peligro de caer en manos de los enemigos, y visitar�n los rincones m�s remotos de la naci�n, y tendr�n una perspectiva del pa�s vecino, que ser� m�s agradable despu�s de tanto encierro.

El obispo Lowth lo traduce: Ellos (tus ojos) ver�n tu propia tierra muy extendida. Podemos aplicar las palabras a la Cana�n celestial, esa tierra que est� muy lejana , que los creyentes contemplan por fe, y se consuelan con la perspectiva de ella en tiempos malos. Tu coraz�n meditar� el terror , dice el obispo Lowth, tu coraz�n reflexionar� sobre el terror pasado. Recordar�s con deleite y agradecimiento los problemas y angustias anteriores en los que estuviste envuelto. �D�nde est� el escriba, etc.? Todos reflexionar�n con placer sobre los peligros de los que han escapado, y preguntar�n triunfalmente: �D�nde est� el escriba o el maestro de ceremonias del ej�rcito asirio?�D�nde est� el receptor? � Su pesador o tesorero? �D�nde est� el que cont� las torres? "Es decir", dice el obispo Lowth, "el comandante de las fuerzas enemigas, que inspeccion� las fortificaciones de la ciudad y tom� en cuenta la altura, la fuerza y ??la situaci�n de las murallas y torres; para que sepa d�nde hacer el asalto con mayor ventaja ". As� entendido, se considera que las palabras contienen el triunfo de Jerusal�n sobre el ej�rcito derrotado de los asirios; y m�s bien, porque el ap�stol los alude en sus triunfos sobre la ciencia de este mundo; cuando fue desconcertado por el evangelio de Cristo, 1 Corintios 1:20 .

La virgen, hija de Sion, desprecia todos sus preparativos militares. Poole, sin embargo, junto con algunos otros, cree que estas palabras deben considerarse m�s bien como el idioma de los jud�os en el momento de su angustia, y que aqu� se registran para dar una viva representaci�n de ello; Los oficiales aqu� mencionados no parec�an ser los del ej�rcito asirio, sino m�s bien los de los jud�os, quienes, al acercarse los asirios, comenzaron a ser m�s activos en los preparativos militares para la defensa de la ciudad, y a elegir tales los oficiales que fueran necesarios y �tiles para ese fin, como estos, aqu� mencionados fueron; a saber, el escriba , o maestro de ceremonias , que deb�a hacer y mantener una lista de los soldados y reunirlos cuando la ocasi�n lo requiriera; El receptor, quien recibi� y dispuso el dinero para los gastos de la guerra, y el que cont� las torres , que inspeccion� todas las partes de la ciudad y consider� qu� torres o fortificaciones deb�an construirse o repararse para la seguridad de la misma. Y a estos varios oficiales, la gente acud�a con gran distracci�n y confusi�n, para informarles de todos los sucesos o para hacer negocios con ellos, seg�n lo requiriera la ocasi�n.

Versículo 19

No ver�s pueblo feroz Como dijo Mois�s de los egipcios ( �xodo 14:13 ,) Los egipcios, a quienes has visto hoy, no los volver�s a ver m�s; as� digo de los asirios, pueblo feroz y belicoso, a quien has visto con gran terror cerca de los muros de Jerusal�n, no los volver�s a ver m�s; un pueblo de habla m�s profunda , etc. Una naci�n extranjera cuyo idioma te es desconocido. De lengua tartamuda , etc. De los cuales ver Isa�as 28:11 . Isa�as 28:11 .

Versículos 20-22

Contempla a Sion. Contempla la belleza y la seguridad de Sion, y sus gloriosos y peculiares privilegios; la ciudad de nuestras solemnidades Esta fue la parte principal de la gloria y la felicidad de Sion, que se adorara solemnemente a Dios y se celebraran en ella las solemnes asambleas y fiestas. Tus ojos ver�n a Jerusal�n, una morada tranquila , etc. Lo que aqu� se predice se cumpli� de manera muy oscura e imperfecta en la Si�n literal; pero fue, y ser�, clara y plenamente cumplida en la m�stica Sion, la iglesia de Dios, en los tiempos del evangelio, contra el cual se nos asegura que las puertas del infierno no prevalecer�n, Mateo 16:18 .

All�, en Sion y sus alrededores, el glorioso Se�or ser� un lugar de anchos r�os. Aunque no tengamos nada m�s que un peque�o y despreciable arroyo para defendernos y refrescarnos, Dios ser� una defensa tan segura y una fuente de consuelo para nosotros, como si est�bamos rodeados de grandes r�os. Adonde no ir� ninguna galera. Ning�n barco de los enemigos podr� entrar en este r�o para fastidiarnos. Porque el Se�or es nuestro juez para juzgar por nosotros, para defender nuestra causa contra nuestros enemigos, como lo hicieron los antiguos jueces de Israel. El Se�or es nuestro legislador , etc. Nuestro gobernador jefe, a quien le corresponde dar leyes y defender a su pueblo.

Versículos 23-24

Tus aparejos est�n sueltos. Este ap�strofe del profeta est� dirigido a la naci�n enemiga. Habiendo dise�ado su ej�rcito bajo la noci�n de un barco galante , ( Isa�as 33:21 ,) aqu� representa su condici�n deshecha por la met�fora de un barco, arrojado en un mar tempestuoso, con sus cables rotos y todos sus aparejos sueltos, as� que que no pod�a beneficiarse de sus m�stiles y velas; y por lo tanto se traga r�pidamente. No pudieron fortalecer su m�stil. Es decir, los asirios no pudieron, de quienes todav�a habla, como en la primera cl�usula les habl�. Los cojos toman la presaLos que vinieron a saquear y depredar a mi pueblo, se convertir�n en una presa para ellos, y se ver�n obligados a huir tan repentinamente que dejar�n tantos despojos detr�s de ellos, que, cuando los hombres fuertes y activos se hayan llevado todo lo que ten�an. deseado, habr� suficiente para los cojos, que son los �ltimos en despojarse. As� Dios sacar�a el bien del mal; y no solo libra a Jerusal�n, sino que la enriquece y recompensa abundantemente las p�rdidas que hab�a sufrido.

Y el morador no dir�: Estoy enfermo. Como los cojos se apoderan de la presa, as� los enfermos, a pesar de su debilidad, se desplazar�n para llegar al campamento abandonado y tomar�n algo para ellos. En este sentido, la cl�usula la entienden el obispo Lowth y muchos otros int�rpretes. O, el sentido puede ser: Habr� tal transporte universal de alegr�a en esta ocasi�n, que incluso los enfermos, por el momento, olvidar�n su enfermedad y sus penas, y se unir�n al p�blico en sus regocijos; la liberaci�n de su ciudad ser� su curaci�n; o no tendr�n motivo para quejarse de ninguna enfermedad o calamidad; ser�n completamente librados de todos sus enemigos y angustias; y gozar� de perfecta tranquilidad y prosperidad. Al pueblo que habita all� se le perdonar� su iniquidadEsto puede agregarse, ya sea, primero, como raz�n del privilegio anterior; sus pecados, las principales causas de sus angustias, ser�n perdonados; y por tanto sus sufrimientos, los efectos del pecado, cesar�n: o, 2d, como un favor adicional.

No s�lo recibir�n de m� una gloriosa liberaci�n temporal, sino, que es infinitamente mejor, el perd�n de todos sus pecados y de todas esas bendiciones espirituales y eternas que acompa�an a esa misericordia. Observe aqu�, lector, el pecado es la enfermedad del alma: cuando Dios perdona el pecado, cura la enfermedad; y cuando las enfermedades del pecado se curan mediante la misericordia que perdona, se quita el aguij�n de la enfermedad corporal y se quita la causa de ella: para que el habitante no se enferme, o, al menos, no diga: Estoy enfermo. Si la iniquidad es quitada, tenemos pocas razones para quejarnos de la aflicci�n externa: Hijo, ten buen �nimo, tus pecados te son perdonados.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Isaiah 33". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/isaiah-33.html. 1857.