Bible Commentaries
Isaías 34

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Versículo 1

Ven , etc. Aqu� comienza el tercer discurso de la tercera parte de las profec�as de Isa�as y contin�a hasta el final del cap�tulo siguiente. Est� relacionado con lo anterior y, piensa Vitringa, se entreg� al mismo tiempo. Est� dividido en dos secciones: la primera, contenida en este cap�tulo, exhibe juicios sobre los adversarios de la iglesia, y particularmente sobre Edom; este �ltimo, en el cap. 35., el jubileo de la iglesia, y su estado feliz y floreciente. Los hechos predichos se presentan como de suma importancia y de inter�s universal, y todas las naciones est�n llamadas a asistir a su declaraci�n.

As� dijo el profeta: Acercaos, naciones, y escuchad; escuchen, pueblos, como si �l hubiera dicho: Que los pueblos de todas las naciones se den cuenta de lo que voy a decir, como aquello en lo que generalmente est�n interesados, y por la consideraci�n de la cual pueden ser instruidos y reformados, y as� librados de la calamidad aqu� denunciada.

Versículos 2-3

Porque la indignaci�n del Se�or est� sobre todas las naciones, no solo sobre los asirios y las naciones que se al�an con ellos en su expedici�n contra Judea, sino sobre todos los dem�s enemigos de mi pueblo. Los ha destruido por completo. Los destruir� infaliblemente a todos. Sus muertos tambi�n ser�n arrojados a los campos, donde yacer�n insepultos, y ser�n presa de bestias y aves rapaces. En esas palabras, �l da a entender, o que un n�mero tan grande ser�a asesinado, que los supervivientes no podr�an encontrar tiempo o lugar para enterrarlos, o que deber�an ser tenidos en tal desprecio y aborrecimiento que nadie se sentir�a inclinado a hacerlo. esa oficina: y las monta�asAcerca de Jerusal�n, donde se supone que deben reunirse para luchar contra ella, como los asirios; se derretir� con su sangre. Se cubrir� con su sangre, que fluir� abundantemente de ellos con gran fuerza, y se disolver� y llevar� consigo una parte del suelo de los montes, como hacen con frecuencia grandes lluvias. Esta sentencia sobre las naciones, que as� exhibe una especie de juicio general, para ser ejecutada sobre los enemigos de Dios y su pueblo, por la espada de Dios, es suficiente para infundir terror en todo oyente.

Versículo 4

Y todo el ej�rcito del cielo, el sol, la luna y las estrellas; se disolver� Con frecuencia hemos tenido ocasi�n de observar que, en el lenguaje prof�tico, las lumbreras celestiales representan reyes, imperios y estados: ver nota sobre Isa�as 13:10. El profeta aqu� predice el derrocamiento y la disoluci�n de los estados y reinos que eran hostiles a su iglesia, ya sea bajo la dispensaci�n jud�a o cristiana. O, aludiendo a una terrible tempestad que se desata furiosamente, durante la cual los cielos se oscurecen, el sol desaparece y las estrellas parecen caer sobre la tierra, y parece como si todo el cuerpo de los cielos estuviera a punto de disolverse por completo, tiene la intenci�n de significar que, durante estos juicios destructivos, de los que �l habla, la confusi�n y consternaci�n de la humanidad ser�a tan grande como si todo el marco de la creaci�n se rompiera en pedazos.

Algunos, de hecho, entienden las palabras como intenciones del d�a del juicio general y final, pero el contexto que precede y sigue no est� de acuerdo con tal interpretaci�n. Y es muy com�n que los escritores prof�ticos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, representen grandes y generales cambios y calamidades en palabras y frases de acuerdo con el d�a del juicio y la disoluci�n de todas las cosas: como, en por el contrario, a menudo exponen las gloriosas liberaciones del pueblo de Dios mediante expresiones que pertenecen propia y literalmente a la resurrecci�n de entre los muertos.

Versículos 5-6

Porque mi espada ser� ba�ada en la sangre de este pueblo; en el cielo donde Dios habita; en el que se dice que se hace esto, porque all� fue decretado y designado. O ser�, por as� decirlo, afilado y preparado en el cielo para ba�arse en la tierra. Descender� sobre Idumea sobre los edomitas, quienes, aunque estaban casi emparentados con los israelitas, eran sus enemigos implacables. Pero estos llevan el nombre de todos los enemigos de la iglesia de Dios, de los cuales eran un tipo eminente. El pueblo de mi maldici�n A quien he consagrado a la destrucci�n total, como la palabra propiamente significa. La espada del Se�or est� llena de sangre. Beber� hasta llenarse de sangre. La met�fora est� tomada de un gran glot�n, que es casi insaciable,Con sangre de corderos , etc.

Por corderos, cabras y carneros, se refiere a personas de todos los rangos y condiciones, altos y bajos, ricos y pobres. El Dr. Waterland traduce el vers�culo: "Cuando mi espada en el cielo sea ba�ada, he aqu� que se hundir� profundamente en Idumea, en el pueblo a quien he consagrado al juicio". Porque el Se�or tiene un sacrificio As� el profeta llama esta obra sangrienta, porque fue hecha por mandato de Dios, y para el honor de su justicia y gobierno recto, y por lo tanto era un servicio aceptable para �l; en Bosra Una ciudad principal de Edom, ( Isa�as 63:1 ,) y un tipo de esas ciudades que deber�an ser las m�s hostiles al pueblo de Dios.

Versículos 7-8

Y los unicornios descender�n. La palabra ?????, reemim , aqu� traducida unicornios , es la misma que se us� en N�meros 23:22 , donde ver la nota. El obispo Lowth lo traduce aqu�, cabras salvajes; y el Dr. Waterland, ciervos. Pero muchos eruditos prefieren la lectura marginal, el rinoceronte. Es imposible determinar con precisi�n a qu� tipo de criatura se refiere, pero todos admiten que era una bestia de gran fuerza y ??ferocidad, y que aqu� se usa metaf�ricamente, junto con los bueyes y los toros , para los pr�ncipes y potentados. , que debe ser derribado y humillado, o debe caer, como lo lee el obispo Lowth, seg�n la LXX. y sir�aco , es decir, como hacen las bestias cuando han recibido un golpe mortal; es decir, ser�n sacrificados, con los corderos, machos cabr�os y carneros, pueblo inferior, menciona Isa�as 34:6 .

Y su tierra ser� empapada de sangre en hebreo, ????, regada, como con lluvia que cae sobre ella , y en abundancia; y su polvo, su tierra seca y est�ril; engrasado con grosura Con la grosura de los sacrificios, es decir, de los muertos mezclados con ella. Porque es el d�a de la venganza del Se�or. Este es el tiempo que Dios ha designado y fijado desde hace mucho tiempo para vindicar la causa de su pueblo oprimido y perseguido contra todos sus enemigos; para la controversia de Sion , dice el Dr. Waterland, para la venganza de Sion. En general, "el significado de este per�odo", de Isa�as 34:5, �Es que en cierto d�a del juicio, que en otra parte se llama el gran d�a de la venganza del Se�or , se har�a una gran matanza de los enemigos m�s duros de la iglesia, (que hab�a sido durante mucho tiempo oprimida y afligida por ellos ,) con la efusi�n de mucha sangre y la destrucci�n de muchos hombres grandes, nobles y poderosos.

La figura est� tomada del amo de una familia, quien, preparando un gran banquete y un sacrificio, se ve obligado a matar muchos corderos, carneros y animales engordados, para que se pueda decir que su cuchillo est� ebrio.con la sangre y la grasa de los muertos �. En cuanto a la aplicaci�n de esta profec�a, en la que se menciona particularmente a los edomitas, se puede observar que ellos, junto con el resto de las naciones vecinas, fueron devastados y devastados por Nabucodonosor, y la devastaci�n general se extendi� por todos estos pa�ses por �l puede ser el evento que el profeta tuvo a la vista por primera vez en este cap�tulo: pero, como observa el obispo Lowth, �este evento, hasta donde tenemos alg�n relato de �l en la historia, no parece de ninguna manera estar a la altura de los t�rminos de la profec�a, o para justificar una descripci�n tan elaborada y tan terrible. Y no es f�cil descubrir qu� conexi�n podr�a tener el estado extremadamente floreciente de la iglesia o el pueblo de Dios, descrito en el pr�ximo cap�tulo, con esos eventos, o c�mo podr�a ser la consecuencia de ellos.

Por una figura, muy com�n en los escritos prof�ticos, cualquier ciudad o pueblo, notablemente distinguido como enemigo del pueblo y reino de Dios, es puesto para esos enemigos en general. Este parece ser el caso de Edom y Bozra. Por lo tanto, parece razonable suponer, con muchos expositores eruditos, que esta profec�a tiene una visi�n m�s amplia de los acontecimientos a�n futuros; a algunas grandes revoluciones que se efectuar�n en tiempos posteriores, antecedente de ese estado m�s perfecto del reino de Dios sobre la tierra, y sirviendo para introducirlo, que las Escrituras nos garantizan que esperemos �. Vitringa opina que aqu� se refiere a la Roma papal, as� como a la pagana, roja o ebria de la sangre de los santos y m�rtires de Jes�s. Y observa que �Roma , que en hebreo significafortificaci�n , bien responde a Bozra, que significa una ciudad fortificada ". �No es la destrucci�n de los poderes anticristianos predicha en los cap�tulos xvi, xviii y xix del Apocalipsis por S.

Juan, �aqu� pretende Isa�as? y especialmente la destrucci�n en el Armaged�n, llamado el gran d�a de Dios Todopoderoso, Apocalipsis 16:14 , �y eso describe Isa 19: 17-19? Ciertamente, estas terribles destrucciones van a preparar el camino para ese reinado milenario de Cristo, descrito en Apocalipsis 20 , y que parece estar destinado en el pr�ximo cap�tulo de esta profec�a.

Versículos 9-15

Y sus arroyos Los r�os, que parecen m�s seguros del juicio aqu�, amenazaban; se convertir� en brea , etc. La tierra ser� tratada como lo fueron Sodoma y Gomorra, incluso completamente destruida, por as� decirlo, por fuego, o brea ardiente y azufre arrojados sobre ella desde el cielo. De generaci�n en generaci�n quedar� desolada. Ser� irrecuperablemente arruinada y seguir� siendo un espect�culo de la venganza de Dios para todas las edades venideras. El cormor�n, etc., lo poseer�. Los habitantes ser�n completamente cortados, y ser� completamente pose�do por aquellas criaturas que se deleitan en los desiertos y los lugares desolados: ver Isa�as 13:21 ; e Isa�as 14:23 .Sobre ella extender� la l�nea de confusi�n , etc. Utilizar� el cordel y la piedra o la plomada que se le une, no para edificarlo, sino para marcarlo para destrucci�n y desolaci�n.

As�, el profeta pasa a �pintar, en las figuras m�s escogidas, una imagen de la tierra y la ciudad desoladas por la guerra, consumidas por el fuego y consagradas a la desolaci�n eterna, por el juicio divino; que no s�lo deber�a ser privada de sus habitantes y dejada a las bestias y p�jaros impuros, sino que tambi�n, por las desolaciones que le acarrean, deber�a volverse inhabitable y presentar la apariencia de las llamas infernales, como otra Sodoma y Gomorra, enviando continuamente humo negro y olores horribles. La desolaci�n de Babilonia se presenta en t�rminos similares, Isa�as 13:19, &C. Aunque Roma, los paganos y los poderes romanos ya han sufrido una gran desolaci�n por parte de los godos y otros, Vitringa opina que esta profec�a a�n no se ha completado por completo, pero en el futuro la tendr� en la destrucci�n de la Roma papal. El estado de Italia y el suelo sulfuroso en las cercan�as de Roma hacen que la probabilidad de esta devastaci�n sea mayor ". Dodd.

Versículos 16-17

Buscaos en el libro del Se�or. Aqu� el profeta confirma la predicci�n anterior; y, "para convencer a los hip�critas y confirmar a los piadosos, les asegura el cumplimiento seguro de su profec�a". �l lo llama, y ??sus otras profec�as, El libro del Se�or. como parte de la revelaci�n divina; y supone que existir�an en el momento de la terminaci�n de su contenido, y por lo tanto invita a todos los hombres a buscarlos y considerarlos en todas sus partes, a fin de que, comparando los eventos con las predicciones, puedan estar plenamente satisfechos de la verdad de ellos, y por lo tanto podr�an encontrar su fe en ellos, y en todas las otras partes del libro de Dios, confirmada. Ninguno de estos fallar� No, ni siquiera la m�s m�nima circunstancia, incluso respetando las bestias impuras ahora mencionadas.

Nadie necesitar� su compa�era. Como dije que todos los buitres tendr�an sus compa�eras, as� ser�: para mi boca La boca del Se�or; ha ordenado la terrible reuni�n de las bestias y aves; estas marcas y evidencias de desolaci�n; y su Esp�ritu , es decir, su poder; ha reunido. reunir� a todas sus criaturas, como antes trajo las criaturas a Ad�n ya No�, por un instinto que �l puso en ellas. Y les ech� suertes , etc. Les ha repartido la tierra, por as� decirlo, por suerte y l�nea, como Cana�n se reparti� entre los israelitas.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Isaiah 34". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/isaiah-34.html. 1857.