Bible Commentaries
Job 28

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Introducción

AM 2484. BC 1520.

Job muestra que la industria del hombre descubre muchas cosas ocultas, como plata, oro, hierro y bronce, Job 28:1 . Pero que el tesoro m�s valioso de la sabidur�a est� m�s all� de su alcance, y no se puede descubrir por ninguno de sus esfuerzos, Job 28:12 . Sin embargo, ese Dios, que es el �nico que lo comprende, ha revelado al hombre la parte que m�s le incumbe comprender, que es temer a Dios y apartarse del mal.

Versículo 1

Seguramente , etc. Job, habiendo refutado a sus tres amigos sobre sus propios principios, en los dos �ltimos y en algunos de los cap�tulos anteriores, cae aqu� en una especie de soliloquio sobre la dificultad de obtener la verdadera sabidur�a. Sus amigos lo hab�an reclamado desde su gran edad y desde su conocimiento de las tradiciones antiguas: v�ase Job 5:27 , Job 8:8 , Job 15:9 y Job 20:4; pero les hab�a mostrado la poca importancia o significaci�n que ten�an sus conclusiones. �D�nde, entonces, se convirti� en la pregunta, se encuentra la sabidur�a? Responder a esta pregunta es la intenci�n del discurso de Job en este cap�tulo, que evidentemente es una indagaci�n sobre la sabidur�a; no las profundidades insondables de los consejos de Dios, sino la sabidur�a en general; o, m�s bien, la sabidur�a propia del hombre: ver Job 28:28. Aqu� Job determina que ni siquiera esa sabidur�a es alcanzable por la capacidad humana y la laboriosidad sin una revelaci�n de Dios. Las diversas artes de descubrir y purificar la plata, refinar el oro, hacer hierro y lat�n a partir del mineral, el arte de la miner�a en s�, los secretos de la agricultura, est�n al alcance de la habilidad y la diligencia humanas: pero para comprender los caminos de la divinidad. La Providencia, y comprender las razones de las dispensaciones de Dios hacia la humanidad, ya sean justos o malvados, est� por encima de la capacidad del hombre, y s�lo puede ser conocida en la medida en que Dios se complace en revelarlas: que Dios, sin embargo, ha provisto al hombre con suficiente regla para caminar, y que prestarle atenci�n es su m�s alta sabidur�a y, de hecho, la �nica manera de ser verdaderamente sabio; todas las dem�s especulaciones e intentos de alcanzar la verdadera sabidur�a son vanas e infructuosas.

Hay una veta de plata , etc. As�, el cap�tulo comienza con una fina descripci�n de la incansable laboriosidad y ardor de la humanidad en la b�squeda de cosas que contribuyan al uso o al ornamento de la vida; c�mo cavan en las entra�as de la tierra en busca de metales, oro, plata, hierro, lat�n; y que la industria o la avaricia del hombre no tiene l�mites: busca en la tierra de las tinieblas tesoros escondidos. La palabra vena , ????, mutza , significa propiamente una salida; hay una salida para la plata: es decir, "el hombre ha encontrado donde se puede extraer plata de la tierra". Y un lugar para el oro donde lo multan O, como est� en el margen, m�s bien, para el oro que multan. Porque no habla aqu� de las obras de los hombres y del arte, sino de las de Dios y de la naturaleza, como se manifiesta en las palabras anteriores y siguientes.

Versículos 2-3

El hierro se saca de la tierra , etc. Inventan medios para extraer hierro y bronce de la tierra y la piedra. �l pone fin a las tinieblas , etc. No hay una mina tan tristemente oscura, pero hay un hombre u otro que se comprometer� a trabajar en ella y descubrir un m�todo para llevar la luz a ella: y escudri�a toda la perfecci�n �l busca hasta el fondo de ella, y encuentra todos los valiosos tesoros que contiene; las piedras de las tinieblas y la sombra de la muerte Las piedras preciosas, que yacen escondidas en las oscuras entra�as de la tierra, donde ning�n ser viviente puede habitar.

Versículo 4

El diluvio se desata Mientras los hombres est�n cavando y buscando en las minas, un torrente de aguas irrumpe repentina y violentamente sobre ellos y los perturba en su trabajo; del habitante hebreo, ??? ??, megnim gar, de con el habitante , o peregrino , como la palabra m�s bien significa: es decir, de esa parte de la tierra donde habitan los mineros, o dondequiera que peregrinen y trabajen; para que no se atrevan a seguir all�, sino que se vean obligados a abandonar el lugar; incluso las aguas olvidadas del pie Las primeras palabras de esta cl�usula, incluso las aguas , no est�n en hebreo. Solo ellos (es decir, las aguas )se olvidan del pie; es decir, el pie, al pisar tierra seca, olvida que las aguas estuvieron all� �ltimamente. Se secan, se alejan de los hombres Es decir, el arte del hombre encuentra la manera de desviar esas aguas a diferentes cauces, y drenarlas, para que dejen los lugares secos nuevamente, o, al menos, correr en arroyos tan poco profundos que se pasan f�cilmente.

Versículos 5-6

En cuanto a la tierra, de ella sale el pan. De la superficie de la tierra, el hombre saca hierbas y ma�z, y otras clases de alimentos para su sustento; y debajo de ella se levanta, por as� decirlo, cal de fuego , para abonar y enriquecer. la tierra, o carbones y azufre, y otros materiales de fuego: a menos que, como algunos suponen, esto se refiera m�s bien a un fuego central en las entra�as de la tierra. Sus piedras son lugar de zafiros de piedras preciosas; el zafiro, como uno de los m�s eminentes, se pone por todos los dem�s. En algunas partes de la tierra, los zafiros se mezclan con piedras, se cortan y se pulen. Y tiene La tierra contiene; polvo de oroDistinto del oro que se encuentra en la masa; Ambos tipos de oro se encuentran en la tierra.

Versículos 7-8

Hay un camino que ninguna ave conoce , a saber, en las entra�as de la tierra. El hombre con su laboriosidad va por las minas debajo de la tierra, por senderos donde jam�s ha entrado p�jaro ni bestia. Que el ojo del buitre no ha visto, cuyo ojo es muy vivo y fuerte, y busca en todos los lugares su presa. Los cachorros de le�n En hebreo, ??? ????, benei shachatz , los hijos de la bestia salvaje, no la han hollado. Las bestias m�s salvajes, que buscan lugares solitarios, nunca han hecho su guarida all�, ni siquiera se han acercado a ella; ni pas� el le�n ferozQue se extiende por todos los lugares para la presa. Los p�jaros y las bestias a menudo han llevado a los hombres a lugares que de otro modo nunca deber�an haberlos descubierto; pero no pudieron conducirlos a estas minas; descubrirlos es un don especial de Dios.

Versículos 9-11

Extendi� su mano sobre la roca , etc. Cava en las rocas m�s duras con su trabajo obstinado; y socava monta�as, para encontrar los tesoros escondidos en sus entra�as. Abre r�os entre las rocas. Si encuentra en su miner�a aguas que entorpecen su trabajo, abre un canal a trav�s de las rocas para expulsarlas; o, si quiere agua, para lavar el mineral, �l, con incre�ble laboriosidad, corta canales para llevarlo a las minas. Y su ojo ve todo lo precioso. Habiendo superado con gran arte e infatigable laborios todas las dificultades, finalmente llega al objeto deseado y encuentra los tesoros preciosos que buscaba. �l ata las inundaciones para que no se desborden�l los refrena y, por as� decirlo, los ata a su buena conducta, para que no desborden la mina. O, con su laboriosidad y habilidad, limita los r�os para que no se desborden. Y lo que est� escondido saca a la luz. Esos metales o piedras preciosas que yacen escondidos en las partes secretas de la tierra, �l los descubre a s� mismo y a los dem�s.

Versículo 12

Pero, �d�nde se encontrar� la sabidur�a? Confieso que el hombre tiene una clase de sabidur�a, y que en gran medida, a saber, para descubrir las obras de la naturaleza y realizar las operaciones del arte; pero en cuanto a esa sabidur�a sublime y eminente que consiste en el conocimiento perfecto de todos los consejos y caminos de Dios, y de las razones de las dispensaciones de su providencia hacia los hombres buenos y malos, est� muy por encima del alcance del hombre y es prerrogativa de Dios. solo. No, y esa sabidur�a que consiste en el conocimiento verdadero y salvador de Dios y de nosotros mismos, nadie puede alcanzarla sino por el don especial de Dios.

Versículos 13-14

El hombre no conoce su precio. Su inmenso, su indescriptible valor; ni se puede comprar con todo lo que tiene para dar por �l. Tampoco se encuentra en la tierra de los vivientes. No es algo que ninguna parte de este mundo pueda ofrecer. Tampoco se encuentra en la perfecci�n entre los hombres mortales, que viven en la tierra, sino s�lo entre los esp�ritus benditos que viven en el cielo. La profundidad dice: No est� en m�, &C. Si hablaran los profundos abismos del mar, nos dir�an que no ocultan esta sabidur�a en sus grandes profundidades. No se encuentra en ninguna parte de la tierra o el mar, aunque un hombre deber�a cavar o bucear muy profundo para encontrarlo; ni debe aprenderse de ninguna criatura. Porque aunque las criaturas de Dios descubren su ser y poder y, en parte, su sabidur�a, no nos instruyen en los m�todos y razones de sus providenciales dispensaciones hacia los hombres buenos y malos; ni comunicar ese conocimiento experimental y pr�ctico de �l del que viene la salvaci�n.

Versículos 15-17

No se puede conseguir por oro. El oro m�s selecto guardado en tesoros, como significa la palabra ???, segor : ni se pesar� la plata por su precio. Es decir, en la balanza; porque en aquellos tiempos el dinero se pagaba por peso. No se puede valorar con el oro de Ofir. Aunque el oro que sale de all� sea el m�s puro de todos, ni eso, ni las piedras m�s preciosas, pueden adquirir esta sabidur�a. El oro y el cristal En hebreo, ??????, zecucith, gemma nitidissima, una gema muy brillante , dice Buxtorf: lapis pretiosus, nitidus, una piedra preciosa brillante , Ab. Ezra. La palabra no se usa en ninguna otra parte, sino que se deriva de ????, zachach, purus , vel.mundus esse , tiene el significado de pureza, claridad y brillo. El canje de ella no ser� por joyas O, vasijas , como ???, chelei , m�s bien significa; de oro fino , ??, paz, de oro macizo , en cuyas vasijas se suma la curiosidad del arte a la excelencia de la materia de que est�n formadas.

Versículos 18-19

No se har� menci�n de coral ni de perlas. No tienen valor, si se comparan con la sabidur�a, ni dignos de mencionarse como precio con el cual comprarlo. Por el precio , etc. En hebreo, ?????, meshech, la atracci�n o extracci�n de la sabidur�a est� por encima de los rub�es ???????, mippeninim, perlas. Pero la expresi�n es traducida por la LXX., ???? ?? ???????, por encima de las cosas m�s internas , o m�s ocultas y guardadas; y por la Vulgata de occultis, de cosas secretas. Chappelow propone traducir las palabras, "La atracci�n de la sabidur�aest� por encima de todo lo que contemplamos: �una traducci�n que, seg�n observa, la versi�n de Aquila justifica ????? ?? ????? ???? ?? ??????????, la sabidur�a es dulce , o deseable, por encima de las cosas que se ven en cualquier parte. Poole, que interpretar�a meshech, extracci�n o adquisici�n , cree que hay una alusi�n a la forma en que se obtienen las perlas, a saber, zambull�ndose en el fondo del mar; lo cual, observa, se aplica acertadamente a esta sabidur�a, porque, al estar muy profundo y alejado del alcance de la humanidad, no se puede obtener sin una b�squeda y consideraci�n diligentes. Entonces se leer�a la cl�usula, El surgimiento de la sabidur�a est� por encima del de las perlas:es decir, los hombres pueden zambullirse en el mar y buscar perlas, pero esta sabidur�a es mucho m�s profunda. El topacio de Etiop�a o de Arabia, para Cus significa ambos pa�ses; y el topacio, que Plinio llama amplissima gemmarum, la m�s noble de las gemas , se encontr� en el mar Rojo, que se encontraba entre ambos, por lo que podr�a atribuirse a cualquiera de ellos; no lo igualar� , etc. El topacio et�ope, que es tan estimado por su maravilloso brillo, no se le acerca en valor; ni los ornamentos de oro que llevan en esas partes le son proporcionales.

Versículos 20-21

Entonces, �de d�nde viene la sabidur�a , etc.? �De qu� manera, entonces, obtendremos este precioso tesoro de sabidur�a, del cual estamos tan deseosos? �Qui�n puede mostrarnos d�nde est�, para que vayamos a buscarlo? Mediante un procesamiento diligente de esta investigaci�n, nos lleva extensamente a este tema: que hay una sabidur�a doble; uno escondido en Dios , que es secreto y no nos pertenece; la otra dada a conocer por �l, y revelada al hombre, que nos pertenece a nosotros ya nuestros hijos. Est� escondido a los ojos de todos los vivientes De todos los hombres que viven sobre la tierra. Y se mantuvo cerca de las aves del aireAunque vuelan alto y pueden ver lejos y con claridad, no pueden discernir esto: los hombres de las mentes m�s exaltadas y comprensivas, de la comprensi�n m�s amplia y elevada, no pueden descubrirlo: por muy agudo que sea su discernimiento y por m�s elevados que sean sus pensamientos. pueden elevarse, pero no pueden elevarse a esta altura, no pueden comprender esto. La l�nea y el desplome de la raz�n humana nunca podr�n sondear el abismo de los consejos divinos. �Qui�n puede explicar las m�ximas, medidas y m�todos del gobierno de Dios? Entonces, content�monos con no conocer los acontecimientos futuros de la Providencia hasta que el tiempo los descubra; y no conocer las razones secretas de la Providencia, hasta que la eternidad las saque a la luz.

Versículo 22

Destrucci�n y muerte O bien, primero, Hombres que est�n muertos, y por lo tanto liberados del estorbo de sus cuerpos, que deprim�an sus mentes, y cuyas facultades est�n m�s elevadas y agrandadas que las de los hombres que a�n est�n en el cuerpo; o, mejor dicho, 2d, El sepulcro, la habitaci�n de los muertos, a la cual estas cosas se atribuyen aqu�, como lo son a las profundidades y al mar, Job 28:14 , por una figura com�n. Estos rincones interiores de la tierra est�n tan poco familiarizados con esta sabidur�a como las regiones superiores; y si tuvieran una lengua, s�lo podr�an decir: Hemos o�do su fama.Lo sabemos solo por leves e inciertos rumores. Pero aunque ellos mismos no pueden dar cuenta de ello, hay un mundo, en el que estas regiones oscuras bordean, donde lo veremos claramente. Ten paciencia, dice la muerte, en breve te llevar� a un lugar donde se encontrar� incluso esta sabidur�a. Cuando se rasgue el velo de la carne y se dispersen las nubes que se interponen, sabremos lo que Dios hace, aunque ahora no lo sepamos.

Versículos 23-24

Dios comprende su camino. S�lo Dios conoce y puede dar a conocer la naturaleza y propiedades, las reglas y medidas, los planes y dise�os, las operaciones y efectos de esta sabidur�a que indagamos; o, los m�todos que toma, en la gesti�n de todos los asuntos del mundo, junto con sus razones, y los fines que tiene a la vista en ellos. Y conoce el lugar donde habita, que es solo en su propia mente. Porque �l mira hasta los confines de la tierra�l, y s�lo �l lo sabe, porque su providencia es infinita y universal, llegando a todos los lugares y tiempos, pasados, presentes y venideros; mientras que los hombres m�s sabios tienen entendimientos estrechos, y la sabidur�a, la justicia y la belleza de las obras de Dios no se ven plenamente hasta que todas sus partes se juntan.

Versículo 25

Hacer del peso de los vientos Su sabidur�a es lo que pone las cosas en un orden tan exacto, y les da medidas tan justas, que el viento no puede soplar sino en las proporciones que �l ha prescrito. �l designa a cada viento que sopla su estaci�n, su grado, sus l�mites, cu�ndo, d�nde, cu�nto y cu�nto tiempo soplar� cada uno. �l solo sabe por qu� hace estas cosas. En algunas pocas de las obras de Dios, y en las que parecen ser las m�s triviales e inciertas, da ejemplo, para que as� pueda dar a entender con m�s fuerza que Dios hace lo mismo en otras cosas que son m�s considerables, y que hace todas las cosas de la manera m�s exacta. orden, peso y medida. Y pesa las aguasA saber, las aguas de lluvia que Dios deposita en sus almacenes, las nubes, y de all� las saca y las env�a sobre la tierra, en los tiempos y proporciones que crea conveniente. Por medida Porque las cosas l�quidas se examinan por medida, como las dem�s cosas por peso: y aqu� hay tanto peso como medida , para indicar con qu� sabidur�a perfecta Dios gobierna el mundo.

Versículo 26

Cuando En la primera creaci�n, estableci� ese curso y orden que luego deber�a continuar; hizo un decreto para la lluvia Un nombramiento, y, por as� decirlo, un estatuto de ley, para que cayera sobre la tierra, y que en los tiempos, lugares, proporciones y manera que �l crea conveniente, o bien para correcci�n o misericordia , como habla Eli�, Job 37:13 . Y un camino para el rel�mpago del trueno Un camino, o salida, para �l fuera de la densa nube en la que estaba encerrado y, por as� decirlo, aprisionado; y el rumbo que debe tomar, y en el que debe proceder, para lograr los prop�sitos que �l pretend�a.

Versículo 27

Entonces lo vio. A saber, la sabidur�a, que es el tema del presente discurso. Este Dios vio, no afuera, en cualquier criatura formada por �l, sino dentro de s� mismo; lo consider� en su propia mente eterna, como la regla por la cual proceder�a en la creaci�n y gobierno de todas las cosas. Y declar� que lo hizo evidente, primero a los �ngeles, y luego al hombre, cuando cre� este mundo inferior; es decir, descubri� por sus obras la profunda sabidur�a que yac�a escondida en su propio pecho. Lo prepar�. Lo ten�a listo para realizar todas sus obras, como si llevara mucho tiempo preparando materiales para ellas. As� se habla de Dios a la manera de los hombres. O, como ?????, hejin� , puede ser traducido correctamente, �l lo estableci�, es decir, el orden que primero fij� en el mundo, que deber�a continuar en las edades posteriores. Y lo busqu� No correctamente; pues esa b�squeda implica ignorancia, y requiere tiempo y laboriosidad, todo lo cual repugna a las perfecciones divinas; pero en sentido figurado, lo hizo, y lo hace, todas las cosas con esa absoluta y perfecta sabidur�a, tan exacta y perfectamente, como si hubiera dedicado mucho tiempo a buscarlas para descubrirlas.

Versículo 28

Y O, m�s bien, sino al hombre Porque esto se agrega a modo de oposici�n, para mostrar que la sabidur�a del hombre no reside en una investigaci�n curiosa o en un conocimiento exacto de los consejos secretos de Dios y los caminos de su providencia, sino en cosas de otra naturaleza; �l dijoA Ad�n, el d�a en que fue creado, y en y con �l a toda su posteridad: es decir, Dios lo habl� en parte, y al principio interiormente, a la mente del hombre, en la que escribi� esto con su propio dedo; y en parte despu�s, por los santos patriarcas y profetas, y otros maestros que envi� al mundo para ense�ar a los hombres la verdadera sabidur�a; lo cual, en consecuencia, lo hicieron, no familiarizando al pueblo con los secretos de los consejos y la providencia de Dios, sino declar�ndoles su voluntad revelada e instruy�ndolos en su deber para con Dios y entre s�; haciendo de su gran y principal, si no el �nico negocio, hacer a los hombres sabios para la salvaci�n: v�ase Deuteronomio 4:6 ; Deuteronomio 29:29 . MiradQu� expresi�n denota la gran importancia de esta doctrina, y el atraso del hombre para aprehenderla, considerarla y practicarla; y adem�s, la propensi�n del hombre a colocar su sabidur�a en vanas y curiosas especulaciones; el temor del Se�or La verdadera religi�n en todas sus ramas, incluido el conocimiento y el amor de Dios, seguida de la obediencia a su voluntad, y cada parte de la piedad y la justicia: eso es sabidur�a En que solo consiste la verdadera sabidur�a del hombre; porque �se, y s�lo �se, es su deber, y su seguridad y felicidad, tanto para esta vida como para la pr�xima; y porque esto es alcanzable, mientras que las profundidades de los consejos de Dios son desconocidas e inescrutables para el hombre y todos los seres creados. Y apartarse del mal del pecado, que se llama maleminentemente, como el principal mal y la causa de todos los dem�s males. La religi�n consta de dos ramas: hacer el bien y abandonar el mal; el primero se expresa en la primera cl�usula de este vers�culo, y el segundo en estas palabras. Es la comprensi�n? Es el mejor tipo de conocimiento o sabidur�a que el hombre puede alcanzar en esta vida. El prop�sito de Job, en este cierre de su discurso, no es s�lo reprender la osad�a de sus amigos, al indagar en los secretos de Dios, y pasar una tan imprudente censura sobre �l y sobre el comportamiento de Dios hacia �l; sino tambi�n para justificarse de la imputaci�n de hipocres�a que le atribuyeron, mostrando que siempre hab�a considerado su mejor sabidur�a temer a Dios y apartarse del mal.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Job 28". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/job-28.html. 1857.