Bible Commentaries
Job 39

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Introducción

AM 2484. BC 1520.

M�s plenamente para convencer a Job de su ignorancia. Dios aqu� discursos de las cabras salvajes y las ciervas, Job 39:1 ; del asno salvaje, Job 39:5 ; del unicornio, Job 39:9 ; del pavo real y el avestruz, Job 39:13 ; del caballo, Job 39:19 ; del halc�n y el �guila, Job 39:26 .

Versículos 1-2

�Sabes el tiempo en que las cabras salvajes de la roca

Que habitan en rocas altas y escarpadas, donde nadie puede llegar; �producir? Lo cual lo hacen con gran dificultad, como se da a entender en Salmo 29:9 , y lo observan los naturalistas, y en el que no tienen ayuda sino s�lo de Dios. ��Vano, qui�n m�s quisiera indagar en mis secretos! �Alguna vez subiste a las rocas para ver parir las cabras montesas? �O ayudaste en el duro trabajo de las ciervas y ayudaste a aliviarlas de sus cargas? " �Puedes contar los meses que cumplen?, &C. ��Conoces el momento de su concepci�n? �O llevar una cuenta cuando ser�n entregados? Patricio. Las preguntas aqu�, como argumenta Bochart, no se relacionan con un mero conocimiento ocioso y especulativo del momento particular en que las cabras montesas dan a luz, o las ciervas dan a luz, y los meses que cumplen, (que por observaci�n com�n se podr�a averiguar f�cilmente). ,) sino a las diversas circunstancias de la misma, y ??a esa supervisi�n y cuidado divino y providencial por el cual Dios no solo conoce todas las cosas, sino que las dirige y gobierna. Por esta raz�n, supone que los int�rpretes de la LXX traducen la cl�usula, ???????? ?? ?????? ??????, �Has observado o guardado el nacimiento de las ciervas?Sin la custodia de Dios, (como �l argumenta), que conserva con sumo cuidado todo lo que alguna vez ha creado, este tipo de cabras salvajes deben fallar r�pidamente, en medio de los innumerables peligros a los que est�n expuestos, tanto de los cazadores como de las bestias salvajes. ; por no hablar de la frecuencia con la que las propias represas llevan a sus cr�as al mayor peligro. A esto se une la observaci�n de San Cris�stomo, a saber, cu�n correctamente se aplica aqu� la palabra ????????, porque la cabra salvaje est� siempre en vuelo, con miedo y agon�a, continuamente saltando y brincando; �Por qu� no produce meros abortos, en lugar de llevar a la madurez a cualquiera de sus cr�as? No se puede atribuir otra raz�n que la maravillosa providencia de Dios, en la preservaci�n de las presas y sus cr�as. Tambi�n tenemos un relato, en Bochart, de Arist�teles, Plinio, etc.,seselis , a la que se dirigen por instinto, y la ingesti�n de la cual adelanta en gran medida su entrega. A todo lo que se puede agregar lo que leemos en Salmo 29:9 , acerca del trueno , o la voz del Se�or , que ????? ?????, jecholel, aijaloth , (las mismas palabras en nuestro texto,) hace parir las ciervas: es decir , (como observa el mismo erudito escritor), entre los muchos efectos maravillosos del trueno, se encuentra uno, que esas bestias salvajes, que con dificultad dan a luz a sus cr�as en otras ocasiones, al o�rlo, son liberadas inmediatamente; el terror que de este modo se lanza a la existencia es tan grande que tiene un fuerte efecto en aquellas partes que necesitan ser relajadas. Ver Chappelow.

Versículo 3

Se inclinan Siendo ense�ados por un instinto divino a ponerse en la postura que sea m�s adecuada para su parto seguro y f�cil. Ellos dan a luz a sus cr�as hebreo, ??????, tephallachnah, disidente, discindunt, scilicet matricem, aut ventrem ad pullos edendos. Buxdorf. Se desgarran o se desgarran a s� mismos para dar a luz a sus cr�as. La palabra se usa, Proverbios 7:23 , de un dardo que atraviesa y divide el h�gado , y aqu� puede considerarse que significa que las cabras salvajes y las ciervas dan a luz a sus cr�as con tanto dolor como si un dardo las atravesara. Expulsan sus dolores Partus suos, sus nacimientos;LXX., ?????? ?????, los dolores o dolores de parto ; es decir, sus cr�as y sus dolores juntos.

Versículo 4

Sus cr�as son de buena simpat�a a pesar de su gran debilidad provocada por su dura entrada en el mundo. Crecen con ma�z como con ma�z; es decir, como si estuvieran alimentados con ma�z. Van y regresan sin encontrar suficientes provisiones en el exterior por el cuidado de la providencia de Dios.

Versículo 5

�Qui�n envi� libre al asno mont�s? �Qui�n le ha dado esta disposici�n, que ama la libertad y odia la sujeci�n que otras criaturas soportan en silencio? Comp�rese con Job 11:12 ; Oseas 8:9 ; en el cual, y en otros lugares de la Escritura, se describe al asno salvaje como deleit�ndose en el desierto; perverso y obstinado en su comportamiento; corriendo con gran rapidez hacia donde lo atraen su lujuria, hambre, sed u otros deseos. �Qui�n solt� las ligaduras del asno mont�s? Es decir, �qui�n le impide recibir las bandas y someterse al servicio del hombre? �Qui�n lo ha hecho tan intratable e ingobernable? Lo que es m�s extra�o porque los asnos criados en casa son tan mansos y tratables. La palabra ????, gnarod , aqu� traducidaasno salvaje , no es lo mismo que se usa en la cl�usula anterior, que es ???, pere; y el rabino Levi hace esta diferencia entre ellos, que el primero significa un animal que se encuentra en el desierto, que come hierbas, y el segundo, asinus agri vel sylvestris , el asno que frecuenta los terrenos cultivados y los bosques, y es sostenido por sus productos. Bochart, sin embargo, cree que no deber�an distinguirse, y que en ambos lugares se refiere al mismo animal.

Versículos 6-8

Cuya casa hice el desierto Que usa y ama habitar en tierras desiertas; ya la tierra est�ril sus moradas llamaron est�ril, no simplemente, porque entonces �l debe pasar hambre all�, sino comparativamente sin cultivar, y por lo tanto, en gran medida, infructuoso. Se burla del hebreo, ?????, jischak, se r�e de la multitud de la ciudadMenciona la ciudad, en lugar del campo, porque hay la mayor multitud de personas para perseguirlo, alcanzarlo y someterlo. El significado es que no los teme cuando lo persiguen, porque es r�pido y puede escapar f�cilmente de ellos. O no los valora, ni las provisiones que pueda obtener de ellos, pero prefiere una vida errante y solitaria en el desierto antes que cualquier cosa que puedan ofrecerle. O desde�a someterse a ellos y mantiene resueltamente su propia libertad. No tiene en cuenta el llanto del conductor hebreo, ????, noges, el maestro de tareas o el exactor del trabajo, es decir, no ser� llevado a recibir su yugo, ni a hacer su trabajo penoso, ni a responder a sus gritos o comandos, como los asnos mansos est�n obligados a hacer.La cordillera de las monta�as ???? ????, jethur harim, excellentissimum montium, lo que es m�s excelente en las monta�as; o, como la palabra pueda significar, lo que escudri�a o halla en los montes. Prefiere esa provisi�n media y penuria, con su libertad, antes que los pastos m�s gordos con servidumbre.

Versículo 9

�Estar� dispuesto el unicornio a servirte ? �Puedes domesticarlo y someterlo a tus �rdenes? �O te quedas en tu cuna? �Permitir� ser atado o confinado all� toda la noche, y guardado para el trabajo del d�a siguiente como los bueyes? Seguramente no. Es muy discutido entre los eruditos si este reem , que es el nombre hebreo del animal del que se habla aqu�, es el rinoceronte, o una cierta clase de cabra salvaje, llamada orix , o una especie de toro salvaje, que parece m�s probable. , tanto de la descripci�n de la misma aqu� como en otras partes de las Escrituras. Schultens se inclina por esta opini�n, pensando que es el b�falo �rabe de la especie toro, pero absolutamente indomable, y que los �rabes cazan con frecuencia. Ver la nota enN�meros 23:22 .

Versículos 10-11

�Puedes atar al unicornio en el surco? �Es decir, en tu campo surcado, o para, o para el surco? es decir, para hacer surcos, o para arar, para cuyo trabajo se suele atar el ganado, para que los labradores lo dirijan y hacer surcos rectos. Desgarrar� los valles, las tierras bajas; despu�s de ti? �Bajo tu conducta, sigui�ndote paso a paso? �Confiar�s en �l , a saber, para la realizaci�n de estas obras? porque su fuerza es grande? Porque es muy capaz de hacerlos. �Lo har�s dispuesto con tu poder o lo obligar�s a desplegar sus fuerzas en tu servicio? �Dejar�s tu trabajo?Tu trabajo de arar y desgarrar; �O el fruto de tu trabajo, es decir, los frutos de la tierra, obtenidos por la bendici�n de Dios sobre tu industria, para �l? �Se los dejar�s a �l para que los lleve a tus graneros? como lo explica el siguiente vers�culo.

Versículo 13

�Diste hermosas alas a los pavos reales? El tema ahora cambia de bestias a p�jaros. No hay ninguna hebreo en el texto para pusiste , y Bochart, que dice de este verso, Vix ullus sientan Scriptur� locus qui menos intelligatur, existe, tal vez, escasa cualquier pasaje de la Escritura que es menos entendido �, parece haber demostrado m�s all� disputa �, dice el Dr. Dodd,� que la palabra traducida pavos reales, �?????, renanim ,� significa avestruces , y la siguiente descripci�n est� completamente de acuerdo con esa opini�n. El Sr. Heath traduce el verso: El ala del avestruz se expande triunfalmente, aunque el pi��n fuerte sea la parte de la cig�e�a y el halc�n. Dr. Shaw traduce el verso,El ala del avestruz se estremece , o se expande, las mismas plumas y el plumaje de la cig�e�a; y observa que el calentamiento de los huevos en el polvo o arena es por incubaci�n. Al comentar estos vers�culos se puede observar, dice el m�dico, que cuando el avestruz ha crecido completamente, el cuello, particularmente del macho, que antes estaba casi desnudo, ahora est� muy bellamente cubierto de plumas rojas. Asimismo, el plumaje de los hombros, el dorso y algunas partes de las alas, de ser hasta ahora de un color gris�ceo oscuro, se vuelve negro como el azabache, mientras que el resto de las plumas retienen una blancura exquisita. Son , como se describe en Job 39:13 ,las mismas plumas y el plumaje de la cig�e�a; es decir, se componen de plumas blancas y negras, como se sabe que tiene la cig�e�a, llamada de ah� ????????. Pero el vientre, los muslos y el pecho no participan de esta cobertura, por lo general est�n desnudos y cuando se tocan tienen el mismo calor que la carne de los cuadr�pedos. Debajo de la articulaci�n del pi��n mayor, y algunas veces sobre el menor, hay una excrecencia puntiaguda fuerte, como la espuela de un gallo, con la que se dice que se pincha y se estimula, y de ese modo adquiere nueva fuerza y ??vigor cada vez que se le persigue �.

Versículos 14-15

Que deja sus huevos en la tierra �El avestruz pone de treinta a cincuenta huevos. �lian menciona m�s de ochenta; pero nunca hab�a o�do hablar de un n�mero tan grande. El primer huevo se deposita en el centro; el resto se coloca lo m�s convenientemente posible a su alrededor. De esta manera se dice que pone , deposita o conf�a sus huevos en la tierra y los calienta en la arena; y olv�date (ya que no est�n colocados, como los de algunos otros p�jaros, sobre �rboles, o en las hendiduras de las rocas, etc.) que el pie del viajero puede aplastarlos, o que la bestia salvaje puede romperlos. Sin embargo, a pesar de la amplia provisi�n que se hace por la presente para una descendencia numerosa, se supone que apenas una cuarta parte de estos huevos se incuban, y de los que lo son, una peque�a parte de los j�venes pueden morir de hambre, por ser abandonados demasiado. temprano por sus presas para cambiar por s� mismos ".

Versículo 16

Ella est� endurecida contra sus peque�os�Una parte muy peque�a de ese ??????, o afecto natural, que se ejerce con tanta fuerza en la mayor�a de las otras criaturas, se observa en el avestruz: porque ante el menor ruido lejano, o en una ocasi�n trivial, abandona sus huevos o sus cr�as, a la que, quiz�s, nunca regrese; o si lo hace, puede que sea demasiado tarde para devolver la vida a uno o preservar la vida del otro. De acuerdo con este relato, los �rabes se encuentran a veces con nidos enteros de huevos sin ser molestados: algunos de los cuales son dulces y buenos; otros son confusos y corruptos; otros, nuevamente, tienen sus cr�as de diferente crecimiento, seg�n el tiempo, se presume, han sido abandonados por la presa. M�s a menudo se encuentran con algunos de los peque�os, no m�s grandes que pollitas adultas, medio muertas de hambre, rezagadas y quej�ndose, como tantos hu�rfanos angustiados por su madre. Y de esta manera se puede decir al avestruzendurecerse contra sus peque�os como si no fueran suyos; su labor , en eclosionar, y atenderlos hasta ahora, siendo en vano, sin miedo , ni la menor preocupaci�n por lo que les suceda despu�s. Esta falta de cari�o tambi�n se registra en Lamentaciones 4:3 , La hija de mi pueblo , dice el profeta, es cruel, como los avestruces en el desierto �.

Versículo 17

Porque Dios la ha privado de la sabidur�aLa falta de afecto natural hacia sus cr�as no es el �nico reproche que se le debe al avestruz. Tambi�n es desconsiderada y tonta en su capacidad privada, particularmente en la elecci�n de la comida, que con frecuencia es muy perjudicial y perniciosa para ella, ya que se traga todo con avidez e indiscriminadamente, ya sean trozos de trapos, cuero, madera, piedra. , o incluso hierro ". �Cuando estaba en Or�n�, prosigue el Dr. Shaw, �vi a uno de estos p�jaros tragar, sin aparente inquietud o inconveniente, varias balas de plomo, ya que fueron arrojadas al suelo, ardiendo por el moho�. Un segundo ejemplo de su locura es que, para protegerse, mete la cabeza entre los arbustos, aunque su cuerpo, que es de gran altura, queda expuesto. Como tercer ejemplo, se dice que a veces es tomada por una estratagema del deportista, que se viste con la piel de un avestruz, metiendo su mano derecha en la piel del cuello, y movi�ndola de la misma manera que el avestruz hace su propio cuello, y con su mano izquierda arrancando semillas de una bolsa que cuelga. ; por este medio atrae al p�jaro y lo arroja a los valles. Una cuarta es la de dejar sus huevos, como se acaba de mencionar. Un quinto ejemplo se toma de la forma de su cuerpo, que tiene una cabecita y escaso cerebro: de ah� que los historiadores nos digan que el emperador Heliog�balo, para complacer su gusto lujoso, junto con otros manjares, como las peinetas de gallos, las lenguas de faisanes y ruise�ores, los huevos de perdices, las cabezas de loros y pavos reales, los sesos de tordos, tambi�n le hab�an servido, en una sola fiesta, las cabezas de seiscientas avestruces por el bien de los sesos; porque, siendo tan peque�o, un n�mero menor no hubiera sido suficiente para hacer un plato. Ver Chappelow.

Versículo 18

�A qu� hora se levanta a s� misma en lo alto? O, como el Dr. Shaw traduce m�s apropiadamente esta cl�usula, cuando se levanta para huir , es decir, de sus perseguidores. Para ello estira el cuello y las piernas, ambas muy altas, levanta la cabeza y el cuerpo y extiende las alas; ella se burla del caballo y de su jineteLos desprecia por su mayor rapidez; porque aunque no puede volar debido a su gran tama�o, con la ayuda de sus alas corre tan r�pido que los jinetes no pueden alcanzarla. Jenofonte dice que los jinetes de Ciro, que eran capaces de atropellar asnos salvajes y cabras salvajes, nunca podr�an capturar avestruces. Ver Bochart. �Cuando estas aves se sorprenden�, dice el Dr. Shaw, �por personas que se les acercan repentinamente, mientras se alimentan en alg�n valle, o detr�s de alguna eminencia rocosa o arenosa en los desiertos, no se quedan para ser vistas y examinadas con curiosidad. Los �rabes tampoco son lo suficientemente diestros como para alcanzarlos, incluso cuando est�n montados en su jinse.o caballos. S�lo les brindan la oportunidad de admirar a distancia su extraordinaria agilidad, y la majestuosidad, igualmente, de sus movimientos, la riqueza de su plumaje y la gran propiedad que hab�a en atribuirles un ala expandida y temblorosa. Sin duda, nada puede ser m�s hermoso y entretenido que tal espect�culo. Las alas, por sus vibraciones repetidas, aunque incansables, les sirven igualmente de velas y remos, mientras que sus pies, no menos ayudando a llevarlas fuera de la vista, no son menos insensibles a la fatiga �. Hemos mencionado su gran volumen, como inadecuado para volar, y lo observaremos aqu�, de la Encyclop. Brit., que el �avestruz es, sin duda, la m�s grande de todas las aves, mide casi dos metros y medio de largo y, cuando est� de pie, mide entre dos y dos metros de altura. Se nos dice, en la revista Gentleman's Magazine , (vol. 20. p�gina 356) que dos avestruces fueron mostradas en Londres en el a�o 1750, el macho de los cuales med�a diez pies de altura y pesaba 3 quilates. y 1 qr. Pero, aunque por lo general tiene dos metros de altura desde la parte superior de la cabeza hasta el suelo, desde la parte posterior solo mide cuatro, de modo que la cabeza y el cuello miden m�s de un metro de largo. Una de las alas, sin las plumas, mide un pie y medio; y estirado con las plumas es de un metro. "

Versículos 19-25

�Le has dado fuerza al caballo? En hebreo, ?????, geburah, su fortaleza , el coraje y la confianza generosa por los que el caballo es altamente elogiado. El lector observar� que todas las im�genes grandes y vivaces que el pensamiento puede formar de este noble animal se expresan en este p�rrafo con tal fuerza y ??vigor de estilo que (para usar las palabras de un escritor elegante) �habr�a dado a los grandes ingenios de la antig�edad, nuevas leyes para lo sublime, si hubieran estado familiarizados con estos escritos ". Es cierto que en el tercer libro de las georgicas de Virgilio encontramos una excelente descripci�n de un caballo, principalmente copiada de Homero, del cual Dryden nos ha dado la siguiente traducci�n admirable:

El corcel de fuego, cuando oye desde lejos

Las trompetas vivas y los gritos de guerra,

Aguza las orejas; y, temblando de alegr�a,

Cambia de lugar y patas, y espera la lucha prometida

En su hombro derecho se reclin� su espesa melena

Volantes a gran velocidad y baila con el viento.

Sus cascos calientes son negros y redondos como un embarcadero;

Su lomo es doble; comenzando con un l�mite

Da vuelta al c�sped y sacude el suelo s�lido.

Fuego de sus ojos, nubes de su nariz fluyen;

Lleva a su jinete de cabeza al enemigo.

Pero, si el lector compara con esto el presente pasaje, encontrar� que, �bajo todas las desventajas de haber sido escrito en un idioma poco entendido; de ser expresado en frases propias de una parte del mundo cuya manera de pensar y hablar nos parece extra�a; y, sobre todo, de aparecer en una traducci�n en prosa, est� tan trascendentemente por encima de la descripci�n pagana, que de este modo podemos percibir cu�n d�biles y l�nguidas son las im�genes que forman los autores mortales, cuando se las compara con lo que est� figurado, ya que fueron, tal como aparece a los ojos del Creador. Observar� en particular que, mientras que los poetas cl�sicos se esfuerzan principalmente por pintar la figura, los rasgos y los movimientos externos, el poeta sagrado hace que todas las bellezas fluyan de un principio interno en la criatura que describe,�Has cubierto su cuello de trueno? Una fuerte met�fora para denotar fuerza y ??terror. �Homer y Virgil no mencionan nada sobre el cuello del caballo, excepto su crin; el autor sagrado, con la audaz figura del trueno , no s�lo expresa el estremecimiento de esa notable belleza en el caballo, y las escamas de pelo, que naturalmente sugieren la idea del rel�mpago; pero tambi�n la violenta agitaci�n y fuerza del cuello, que en las lenguas orientales hab�a sido expresada llanamente por una met�fora menos atrevida que esta �. �Le dar�s miedo como a un saltamontes? Que se asusta f�cilmente y se aleja con el menor ruido de un hombre. Pero, como el verbo ????, ragnash , aqu� usado, significa brincar oMu�vete en�rgicamente , adem�s de temer y temblar , muchos prefieren rendir la cl�usula, �Le has hecho moverse como un saltamontes? o, m�s bien, como una langosta , n como ????, arbeh , generalmente se traduce. As�, S. Jarchi y Bochart, An feciti ut moveretur sicut locusta? �Se te puede atribuir que el caballo tiene movimientos tan particulares, saltando y haciendo cabriolas como lo hacen las langostas? De ah� el dicho, com�n entre los �rabes, El caballo act�a como langosta. La expresi�n encierra una doble belleza, ya que no solo marca el coraje de este animal, al preguntarle si puede asustarse., pero tambi�n levanta una noble imagen de su rapidez, insinuando que, si eso fuera posible, saltar�a, con la agilidad de la langosta o el saltamontes. La gloria de sus fosas nasales es terrible en hebreo, ??? ???? ????, hod nachro eimah , literalmente, La majestad o magnificencia de su bufido es terror. As� Jeremias 8:16 , Se oy� el bufido de sus caballos, se estremeci� toda la tierra al sonido del relincho de sus fuertes. �Esta es m�s fuerte y concisa que la de Virgilio, que sin embargo es la l�nea m�s noble que jam�s se haya escrito sin inspiraci�n:

Collectumque premens, volvit sub naribus ignem.

Y en sus fosas nasales los rollos recogieron fuego.

Paweth en el valle En hebreo, cava; a trav�s del valor y el desenfreno, no puede quedarse quieto, sino que golpea continuamente y, por as� decirlo, excava la tierra con los pies. Y se regocija con Gloria, manifiesta gran orgullo y complacencia; en su fuerza. Contin�a al encuentro de los hombres armados . Contin�a con gran disposici�n e imp�vido coraje para enfrentarse a las armas que se le oponen. Se burla del miedo de todos los instrumentos y objetos de terror: desprecia lo que temen otras criaturas; ni se aparta de la espada O, a causa de la espada , o, por temor a la espada , como ???? ???, mippenee chereb , a menudo significa.El carcaj resuena contra �l. El carcaj se coloca aqu� para las flechas que contiene, que, al dispararse contra el caballo y el jinete, hacen un ruido de traqueteo. Se traga el suelo con rabia. Est� tan lleno de rabia y furia que no s�lo se pone las riendas, sino que est� dispuesto a desgarrar y devorar el mismo suelo por el que anda. O m�s bien, su af�n por empezar, y su rabia por la lucha, son tales que, por as� decirlo, devora el espacio intermedio y apenas puede esperar la se�al de la batalla, a causa de su impaciencia. Ninguno de los dos cree , etc. Est� tan complacido con la proximidad de la batalla y el sonido de la trompeta que llama para participar en ella, que apenas puede creer, con alegr�a, que la trompeta ha sonado. O, las palabras pueden interpretarse,No puede quedarse quieto cuando suena la trompeta: su jinete dif�cilmente puede contenerlo o mantenerlo quieto, debido a su af�n de correr a la pelea. Dice entre las trompetas: �Ja, ja! Una expresi�n de alegr�a y prontitud, declarada por sus orgullosos relinchos. Huele la batalla de lejos. Percibe y tiene una especie de sentido instintivo de la batalla a cierta distancia, ya sea del lugar o del tiempo; el trueno de los capitanes El clamor fuerte y gozoso iniciado por los comandantes, y continuado por los soldados, cuando est�n listos para entrar en batalla, y cuando, con gritos espantosos, marchan al ataque. Todas estas expresiones�Se regocija en su fuerza, se burla del miedo, ni cree que es sonido de trompeta. Dice entre las trompetas: �Ja! �decir ah! son signos de valent�a, que fluyen, como se dijo antes, de un principio interno. Su docilidad est� elegantemente pintada en el hecho de que no se inmuta ante el temblor de la aljaba , la lanza reluciente y el escudo. Se traga la tierra , es una expresi�n de rapidez prodigiosa, en uso entre los �rabes, los compatriotas de Job, en este d�a: es la imagen m�s audaz y noble de la rapidez. Los latinos tienen algo parecido; pero no es f�cil encontrar algo que se le acerque tanto como las l�neas de Pope en su Bosque de Windsor:

"El corcel impaciente jadea en cada vena,

Y, pateando, parece batir la llanura distante;

Colinas, valles e inundaciones aparecen ya cruzadas,

Y, antes de empezar, se pierden mil pasos ".

Vea Guardian , No. 86, y Prelectiones 34 de Lowth .

Versículo 26

�Vuela el halc�n por tu sabidur�a? Tan fuerte, constante, incansable y r�pido. Thuanus menciona un halc�n que vol� de Londres a Par�s en una noche; y fue debido a la notable rapidez del halc�n que los egipcios lo convirtieron en su jerogl�fico para el viento; y estire sus alas hacia el sur. La adici�n de esta cl�usula implica que estas aves son aficionadas al calor, o que son aves de paso que, al acercarse el invierno, vuelan a pa�ses m�s c�lidos, como impacientes por el fr�o. Las aves del cielo son pruebas de la maravillosa providencia de Dios, as� como las bestias de la tierra, y Dios aqu�, en dos ejemplos eminentes.

Versículos 27-28

�Se remonta el �guila por tus �rdenes? Vuela directamente hacia arriba hasta que se pierda de vista, lo que ning�n otro p�jaro puede hacer; y har� su nido en lo alto, en las rocas m�s altas e inaccesibles: comp�rese con Jeremias 49:16 ; Abd�as 1:4 . Ella habita en el pe�asco de la roca , que en parte lo hace para la seguridad de ella y de sus cr�as; y en parte para que desde all� tenga mejores perspectivas de discernir su presa, como sigue.

Versículos 29-30

Sus ojos contemplan a lo lejos, el Dr. Young observa que "se dice que el �guila tiene una vista tan aguda que, cuando est� tan alto en el aire que el hombre no puede verla, puede discernir el pez m�s peque�o en el agua". El autor de este libro comprendi� con precisi�n la naturaleza de las criaturas que describe y parece haber sido tan naturalista como poeta. Sus cr�as tambi�n chupan sangre O de la sangre de la presa que el �guila ha tra�do a su nido para ellos, o de la que ellos mismos capturan y matan, ya sea acostumbrados a este trabajo por sus presas. Y donde est�n los muertos, ah� est� ellaDonde hay cad�veres muertos, en un instante vuela hacia all� con admirable celeridad, espiando desde esas vastas alturas desde las que mira hacia la tierra. Y aunque hay algunas �guilas que no se alimentan de cad�veres, en general, parece que s� se alimentan de ellos.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Job 39". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/job-39.html. 1857.